Partida Rol por web

Rippers: Cazadores de monstruos

Episodio 1 - La Boda

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09/01/2018, 20:43
Narrador

Por muy terrorífico que pudiera parecer el príncipe demonio, mientras estuviera al otro lado del portal no era más que un mal sueño, algo de lo que preocuparse más adelante. Enfrentarse a la bruja tampoco parecía una tarea imposible. Por mucho que sus rasgos estuvieran desfigurados, seguía teniendo una imagen demasiado humana como para considerarla un enemigo sobrecogedor.

Pero aquellos perros infernales eran otra cosa. Eran reales y a la vez imposibles. Eran una amenaza mayor que cualquiera de las que se hubieran enfrentado hasta ahora. Acabar con ellos parecía un cometido inalcanzable. Y así sus reacciones fueron completamente contrarias a lo esperado. El aguerrido boxeador dudó. Hacia tiempo que había perdido la cuenta de los contrincantes contra los que se había luchado en su vida. En varias ocasiones se había enfrentado además contra enemigos posiblemente no humanos. Al menos aún tenia sus dudas acerca de ello. Pero estas bestias eran otra cosa. Y Alexander retrocedió.

Por otro lado el detective, más acostumbrado a pelear usando métodos menos “directos”, evitando siempre que era posible la confrontación cuerpo a cuerpo, sacó valor de donde ya no creía encontrar, dejó la botella de alcohol en el suelo, pues de poco iba a servirle la idea de pegar fuego a unas bestias que venían de los mismos pozos del averno, y sujetó el sable como mejor pudo para lo que se le venía encima. Si había de morir, sería mostrando su valor.

En cuanto pusieron pie en el suelo los dos sabuesos infernales salieron disparados en su dirección. Pero de pronto uno de ellos se detuvo y olfateó el aire en busca de un aroma que sólo él parecía percibir. Sin dudarlo cambió el rumbo y salió disparado hacia el lugar donde habían dejado a sus compañeros. De alguna forma su estratagema no había dado resultado. Les habían descubierto.

Pero ahora mismo Francis y Alexander tenían otras cosas de las que preocuparse. Debían de encontrar la manera de salir vivos del ataque de la otra media tonelada de músculos, garras y dientes, que avanzaba a gran velocidad con la única intención de desgarrarles y arrastrar sus cuerpos al infierno del que nunca debería haber salido.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Combate en tres, dos, ...

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10/01/2018, 11:25
Sir Anthony Sutton III

La joven Madame Valloire había abandonado tierras francesas el verano pasado en unas pequeñas vacaciones a las tierras sajonas como divertimento antes de contraer nupcias en un matrimonio acordado por su padre y Anthony había coincidido con ella en unos viñedos de Cornualles.

Por supuesto, el noble inglés no había tardado en ofrecerse a enseñarle la campiña inglesa así como otros tipos de paisajes que estaba convencido que el futuro marido agradecería en un futuro y la joven Valloire se lo agradeció también tras llegar a tierras galas con el envío de una cesta que contenía varias botellas de vino, un perfume de París y chocolates de Bayona.

Pese a que Anthony no era supersticioso, sí seguía pequeños rituales, como utilizar perfumes que le recordaban a sus éxitos en situaciones que podían acabar plácidamente. Como una boda.

Y en ese momento, cuando la criatura se giró olfateando el aire, fue de las primeras veces que Anthony se arrepintió de una conquista y detuvo su carrera hacia Lady Lang.

Oh... - fue lo único que pudo articular cuando vio aquella mole corriendo hacia él y calculó las distancias, descartando el que le fuese a dar tiempo a llegar hasta la instigadora de aquella situación, por lo que plantó los pies y agarró con las dos manos la cruz, listo a vender cara su vida.

Notas de juego

Entiendo que me alcanzaría la bestia antes de llegar donde Lady Lang, ¿no?

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11/01/2018, 05:21
Seamus McBride

—¡Seamus McBride! —por alguna puñetera razón, mientras en sus ojos bailaba el reflejo del caleidoscópico desfile de colores del ritual, recordó una de las últimas broncas de su padre. Si miraba hacia la oscuridad, casi podía verle ahí, juzgándole y señalándole con el dedo. Seguro que en un momento como ese le diría algo reprobatorio— ¿Acaso crees que un McBride se comportaría como un inglés cobarde y se quedaría ahí plantado como un pasmarote? ¡Mueve ese culo de borracho y haz algo! ¡Incluso ese puñetero pervertido tiene más agallas que tú!

Era verdad. Mientras él había reducido el ritmo a unos pasos dubitativos, Sutton había salido corriendo hacia delante, cruz en mano. ¡Qué par de huevos! ¡Qué puto insensato! Pero sí, era un valiente. Le había juzgado mal, y sí salían de todo aquello, se lo haría saber. Pero ahora tenía que hacer lo que debía hacer: se dedicó una sonora bofeteada que hizo que le zumbaran los oídos y se volvió hacia su hermana. Ahí estaba ella, con sus pálidas facciones iluminadas también por los colores que emitía el portal demoníaco. A su lado, confortándole y dándole su apoyo. Como siempre había debido ser.

—Vamos a por ellos, hermanita— le sonrió, y empuñando las dagas con fuerza, se abalanzó hacia delante dispuesto a demostrarle a ese sabueso del infierno de qué pasta estaba hecho.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Bum

Si llego al cuerpo a cuerpo, ataco con ambas dagas al sabueso

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11/01/2018, 09:48
Sir Anthony Sutton III

Oh, me alegro que por fin haya decidido unirse. - dijo Anthony al irlandés cuand éste llego cerca de él, sin quedar claro si el noble realmente lo decía en serio o se estaba burlando del momento de debilidad que había sufrido el varón de los pelirrojos.

Su mirada no se apartaba de la criatura que corría hacia ellos pero trataba de echar un vistazo a Lady Lang para comprobar la situación de quien lideraba aquella escena.

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11/01/2018, 16:44
Francis Douglas

Francis maldijo por lo bajo al ver como uno de aquellos sabuesos se dirigía hacia sus compañeros. Un ataque por sorpresa se había venido al garete debido al boxeador, si salían de aquella con vida se recordó a si mismo que debía enseñarle al menos a ser menos ruidoso.

Debía atacar antes que aquella bestia, de no ser así aquella mole de musculo le arrollaría sin permitirle lanzar un solo tajo. El joven investigador sujeto con toda la fuerza que podía el sable y espero hasta el ultimo instante para golpear.

Solo esperaba que su golpe fuera certero y le incapacitara el tiempo suficiente como para que su compañero acudiera en su ayuda. Sino estaba perdido, lo sabia.

- Tiradas (1)

Notas de juego

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11/01/2018, 23:15
Alexander Smith "Alex"

Las palabras de Francis no fueron suficientes para sacar al boxeador de su terror, el miedo era demasiado fuerte, se mantuvo quieto esperando lo inevitable, mientras veia como uno de los perros se acercaba hacia ellos

- Tiradas (1)

Notas de juego

Intento salir del aturdimiento pero fallo... y me guardo los bennis por si las moscas (No es le mejor post que he escrito, pero acabo de llegar del viaje y tengo la neurona en off, ademas no sqalgo del aturdimiento y poco mas puedo hacer ;) )

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11/01/2018, 23:17
Dra. Eilish McBride

Seamus pareció salir del estado en el que se encontraba en el momento oportuno. Sir Sutton se encontraba a tan sólo unos pocos metros de ellos cuando uno de los perros pareció olfatear el aire y decidió cambiar de dirección. Estaba claro que el movimiento del Sir remilgado había sido atrevido y sin mostrar un ápice de cordura.

El instinto de Eilish decía que saliese tras él, que le detuviese, pero su cabeza le aconsejó no dejar otra vez atrás a su hermano. Por todo ello se mantuvo firme a su lado hasta que fue Seam el que tomó la única iniciativa posible, salir al nuevo campo de batalla y ayudar al anciano. Aunque la cabeza de Eilish no paraba de repetirle una y otra vez que había otra opción y que podían acabar lo antes posible con la anfitriona.

Ambos hermanos salieron a la par de su escondrijo y llegaron lo más rápidamente posible junto al inglés remilgado y al soldadito de plomo. 

- Hermano, esa bruja podría traer a más de esos perros del demonio - dijo la irlandesa con premura, pues sabía que el tiempo corría en su contra - ¿Por qué no nos dejan a nosotros al perro y van ellos a por la maldita Lady Lang?

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11/01/2018, 23:44
Seamus McBride

No te iba a dejar toda la diversión a ti, viejo— respondió Seamus con sorna. Inspiró y clavó ambos pies en el suelo para recibir la embestida de aquella monstruosa bestia. Sus movimientos parecían hipnóticos, mostrando sus músculos vibrando como si fuera un cadáver repleto de gusanos. Y ese fuego... ese fuego antinatural que surgía de sus entrañas. Las palabras de su hermana le recordaron lo urgente de la situación— No, Lissie. Esa zorra es MÍA.

Miró al anciano y al casaca roja. La verdad es que no sabía lo hábil que podría resultar el soldado en combate, pero Sutton había sido capaz de aplastar un par de cráneos con esa cruz. ¿Serían capaces de derrotar al sabueso? No lo sabía, pero estaba claro que su hermana estaba en lo cierto: si no cortaban con la raíz del problema, no conseguirían nada.

Eh, pareja —dijo a sus compañeros de batalla— Mi hermana tiene razón, si no paramos a esa bruja, no vamos a acabar nunca. ¿Os veis capaces de domar a ese chucho?

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12/01/2018, 21:20
Narrador

Las cartas estaban echadas. Ahora tocaba jugarlas aunque tuvieran una pésima mano. Querían rescatar a Allison, acabar con una bruja e impedir que un ser infernal, un príncipe demonio, viniera a esta tierra y reclamará su ansiada ofrenda. Y, por si todo eso no fuera suficiente, una masa de músculos y fuego, con un exoesqueleto negro como el carbón, se interponía ahora entre ellos y el resto de las tareas en su lista.

Una luz parpadeante de tonos violáceos y una vibración acústica de la misma frecuencia servían de trasfondo al combate que se aproximaba. La tierra retumbaba con cada golpe de las patas de la criatura contra el suelo y los compañeros pensaron que una estampida de búfalos debía de sentirse igual. El sabueso abrió la boca, preparándose para dar una dentellada que acabaría con la vida de su presa, y sintieron un terrible calor radiando de sus fauces. Se prepararon para el inminente encontronazo, afianzando los pies en el suelo. Y entonces la bestia atacó.

Dejó de lado a Anthony y a Aidan. Tampoco se interesó por Eilish. Era Seamus a quien buscaba. El pelirrojo que había mostrado miedo, aunque hubiera sido solo por un breve instante, atrayéndole como la miel a un oso hambriento. Pero Seamus era un luchador experimentado y no era la primera vez que se enfrentaba a la carga de un enemigo de mayor tamaño. No se amilanó. En su lugar esperó al momento adecuado y, cuando el monstruo saltó para arrancarle la cabeza de un bocado, dio un salto a un lado, alejándose lo justo de las garras y colmillos del perro, que solo alcanzó a morder el aire.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Inicio de Combate.

Iniciativas:

Seamus -> Perro Infernal -> Lord Aidan -> Eilish -> Sir Anthony

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12/01/2018, 21:26
Narrador

Todo a su alrededor era extraño, antinatural. Pero no había tiempo para pensar con claridad, para buscar explicaciones lógicas a situaciones inexplicables. La bestia se acercaba a toda velocidad y había elegido ya a su víctima.

Francis estaba solo. Alexander, el luchador con el que había contado para que hiciera uso de sus habilidades de combate cuando se acercaran a sus enemigos, aún no se había sobrepuesto de la impresión que le había causado aquel monstruo en embestida y le había abandonado a su destino. Así que el investigador se preparó para lo peor. El estaba acostumbrado a utilizar otros métodos.  Con astucia y sus conocimientos arcanos había sabido salir hasta ahora de otras situaciones peligrosas. Pero ahora había agotado casi al máximo su energía, aquella que necesitaba para ejercer sus poderes, y allí, en medio de un jardín donde no había más que césped y algunos arbustos pequeños, de poco le servía su astucia para derrotar al monstruo infernal que se le echaba encima a la carga.

Sujetó el sable, sin saber muy bien si lo estaba haciendo de la manera correcta o no, y dio cara a la muerte. No pestañeo cuando el perro demoníaco se le echó encima. Pero, por Dios sabe que razón, la bestia había calculado mal la energía de su carrera y su salto fue más poderoso de lo necesario, pasando por encima de la cabeza de Francis, que solo tuvo que agacharse un poco.

Cuando aterrizó en el suelo, el sabueso se encontraba entre el boxeador y el detective. Y Alexander pudo ver que el monstruo tenía ahora puesta toda su atención en él, como si el dulce aroma del miedo le atrajera igual que el polen a las abejas. Y supo que su vida dependía más que nunca de vencer la parálisis que le atenazaba.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Inicio de Combate.

Iniciativas:

Alexander -> Francis -> Sabueso Infernal

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14/01/2018, 17:30
Seamus McBride

Por alguna razón, la repugnante bestia se dirigía directamente hacia Seamus, como si fuera un suculento trozo de carne y no hubiera nadie más allí. ¿Por qué él? Por supuesto, prefería que fuera su culo y no el de su hermana el que se las viera con el sabueso, pero también estaban allí Sutton y Aidan. ¿Sería por las dudas que había tenido al verlos surgir de más allá del portal? ¿Estaba percibiendo su temor? El irlandés chasqueó la lengua, molesto consigo mismo: si hubiera mantenido la cabeza fría, habrían tenido vía libre hasta la bruja. Pero no estaba todo perdido.

—Lo dicho, viejo —dijo a Sutton tras esquivar la acometida. Desvió la mirada al casaca roja y luego al sabueso— Encargaos del chucho, que voy a rajar a esa zorra. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Seamus retrasa acción (imagino que estaré CaC con el sabueso) hasta después de que Aidan o Sutton acaben con el enemigo. Entonces, corre hacia Lang (en total, 10 pasos). Lo hago para evitar el ataque gratuito por abandonar el CaC. Si no lo derrotan, ataca con ambas dagas (con -2 por multiacción por Correr) y me arriesgo al ataque por alejarse.

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14/01/2018, 21:02
Dra. Eilish McBride

- Pero, ¿qué le pasa a este bicho contigo, hermano?

No sabiendo ni cómo habían llegado a esa situación tan grotesca, Eilish se impresionaba pensando en qué momento ese maldito chucho había decidido ir directamente a por su hermano. Y eso sí que no lo podía permitir. Bastante tenía viéndolo sangrar por la puñalada que había recibido anteriormente.

Cuando lo vio acercarse cualquiera hubiese creído que su objetivo era Sir Sutton al ser éste el primero en el campo de visión del gigantesco perro. Su hermano lo había esquivado sin ningún problema, como un golpe esperado - Eso será si el pequeñín te deja - dijo como respuesta a las palabras de Seamus.

En ese momento la irlandesa había seguido los movimientos del animal dando un paso atrás y girando tras la espalda de su hermano. Con esto esperaba encontrar parte del enorme cuerpo del monstruo al otro lado, y lanzó un golpe con la daga intentando dañarlo de alguna manera.

 

- Tiradas (1)
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15/01/2018, 11:06
Sir Anthony Sutton III

Anthony tragó saliba cuando aquella mole se lanzó contra ellos e incluso llegó a cerrar brevemente los ojos, atemorizado y esperando sentir los colmillos de la criatura en su carne.

Pero aquello nunca sucedió y, cuando volvió a enfocar a aquel ser, éste estaba atacando al irlandés con rabia.

Anthony no pensaba echarse atrás y trató de asistir a Seamus pero el golpe que lanzó con la cruz no llevaba la suficiente fuerza para ser efectivo.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ataque con -1 por la herida, -1 por arma improvisada y +3 por grupo (Aidan, Eilish y Seamus).

Tiro daño por si doy con el 6: con un 5, creo que le haría cosquillas al sabueso...

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15/01/2018, 18:48
Alexander Smith "Alex"

Por mas que lo intentaba su cuerpo no reaccionaba, queria moverse, pero no lo conseguía, hasta que oyo como si fuera un susurro las palabras de su compañero resonando en su cabeza - ¡POR ALLISON! - palabras que posteriormente salieron de su boca

- Aaaaaaaaaaaaaa, malditos cerdos, ¡POR ALLISON! -

Lo siguiente que sucedió fue muy rapido, con la habilidad que solo los años proporcionan lanzo sendas dagas hacia su objetivo, el maldito perro de infierno, aunque de poco sirvió la habilidad, si, el movimiento había sido muy fluido y cualquiera que lo hubiera visto se hubiera quedad sorprendido, pero ninguna de las dagas logro acertar al objetivo.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Gasto bennie para salir del aturdimiento. El daño he visto que tanto el cuchillo arrojadizo como la daga tienen el mismo daño y me callo, porque se me ha olvidado restar el - 1 de arma improvisada... asi que no acierto ninguna de las dos tiradas, a no ser que como Francis tambien ataca al perro se me sume algo, pero creo que para esto tendriamos que estar los dos juntos atacando a melé.... 

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16/01/2018, 11:56
Francis Douglas

El salto de aquella bestia fue formidable, llegando a colocarse entre los dos. Respiraba de manera agresiva, suscitando un gran miedo en el pecho del explorador. El joven investigador hizo acopio de valor y ataco de nuevo a aquella bestia.

Sin embargo, a pesar de todo su valor y su ímpetu la hoja del sable por a varios centímetros de la gruesa piel del sabueso. Si salían de aquella, Francis, aprendería a usar un arma blanca. Eso o directamente nunca mas separarse de un revolver.

- Tiradas (1)

Notas de juego

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16/01/2018, 20:06
Narrador

La bestia se encontraba entre ellos y con ella no sólo aumentó la temperatura, sino también el crudo temor a la muerte. Desde el mismo momento que vieron aparecer a esas criaturas, tuvieron claro que el inminente enfrentamiento solo podía tener una única salida posible: Era el demonio o ellos.

Eilish y Seamus expresaron su deseo de separarse y dejar solos a Anthony y a Aidan contra el monstruoso ser. Mas no por querer huir de aquel combate, sino por que estaban convencidos de que para acabar con todo lo que estaba sucediendo debían de eliminar a la bruja. Sin embargo la inseguridad que sentían todos ellos por la incertidumbre del momento hizo que no supieran ponerse de acuerdo y dudaran.

El entrenamiento militar de lord Aidan hizo que este fuera el primero en reaccionar y su ataque, perfectamente coordinado, encontró una baja en la defensa del perro infernal. Los compañeros aguantaron por un instante la respiración; el oficial había conseguido introducir su daga hasta el fondo en el lomo de la bestia. Parecía que el combate ya había terminado. Mas cuando sacó el cuchillo con un movimiento fluido, la herida se cerró a ojos vista y la criatura ni siquiera soltó un aullido de dolor. Al contrario. El rugido rabioso con el que respondió al atrevimiento de Lord Aidan hizo que se les helara la sangre en las venas.

El instante de esperanza desapareció casi al mismo tiempo que había llegado, para dejar en su lugar un sentimiento de desesperación. A pesar de ello, o quizás precisamente por ello, Anthony y Eilish se lanzaron en combate contra aquel demonio. Pero su confianza estaba minada y sus ataques sufrieron de esa inseguridad, quedándose solo en inutiles tentativas.

Ver a su hermana de nuevo en peligro, consiguió sacar a Seamus de su momentánea enajenación. Si hace un segundo calculaba la posibilidad de salir corriendo en busca de Lady Lang, en ese momento solo veía a su hermana en peligro y el mundo se volvió rojo para él. Devolvería a aquella bestia al infierno del que no debía haber salido, aunque para ello tuviera que arrastrarla él mismo tirando de su asqueroso rabo. Dio un salto y se colocó sobre el lomo del enorme perro. La temperatura que despedía el monstruo hizo que al instante sintiera un terrible calor recorriendo todo su cuerpo, amenazando con abrasarle. Pero el irlandés lo ignoró y clavó la daga de su mano izquierda en el hombro del animal.

De nuevo consiguieron encontrar un hueco en el exoesqueleto de la bestia, clavando el puñal en la carne de esta. Y de nuevo el animal reaccionó como si no tuviera un palmo de metal incrustado en el cuerpo. Con pasmosa facilidad se sacudió al pistolero de su lomo, lanzándole al suelo. El impacto contra la tierra fue doloroso, pero para nada comparable con la agonía que Seamus sintió cuando el perro cerró su mandíbula en torno a su brazo izquierdo, quemando piel, desgarrando músculos y astillando huesos. Cuando un sabueso infernal hacía presa en su víctima, no había manera de liberarse de esta. Todo parecía acabado para el hermano de Eilish y esta lanzó un grito de horror.

Pero, aunque era lógico dar por perdido al joven McBride en una situación como aquella en la que se encontraba, quien así lo hiciera no conocía la incombustible voluntad del irlandés. Mientras los ojos del demonio refulgían, deleitándose con el sabor de la carne humana, Seamus clavo los ojos en la criatura, escupió el rostro de la bestia y lanzó con todas las fuerzas que aún le quedaban la daga que había quitado al agonizante Lord Lang contra el cuello del engendro.

Durante un brevísimo instante todo a su alrededor pareció ralentizarse hasta tal punto que creyeron que el tiempo se hubiera detenido. Los ojos sin iris del monstruo se dilataron, mostrando su sorpresa, y sus fauces se abrieron, liberando a su presa. Cayó al suelo, haciendo que este retumbara, y su pecho dejó de moverse.

Estaba muerto.

- Tiradas (11)

Notas de juego

Seamus sufre una herida. Un precio muy pequeño para el éxito obtenido.  ;)

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16/01/2018, 20:29
Narrador

Viendo a aquel engendro tan cerca, Alexander salió de su estupor y se dispuso a atacar. El cuerpo de la bestia era descomunal y el boxeador lanzó sus cuchillos contra él, sabiendo que no podía fallar. Y no falló. Ambos cuchillos dieron contra su objetivo, chocando y rebotando contra el duro exoesqueleto que protegía al ser. El coloso no pudo disimular su asombro, pero no tuvo tiempo de recapacitar acerca de lo que había sucedido. Había llamado la atención de aquel monstruo, que giró su brutal tronco en la dirección donde se encontraba Alexander y se arrojó contra él.

Francis, demasiado inexperimentado en el uso de las armas de combate cuerpo a cuerpo, no supo aprovechar que el demoníaco ser le estaba dando la espalda y el sable solo cortó el espacio que hasta hace poco había ocupado su enemigo. El investigador maldijo no haber dedicado algo de tiempo en aprender a manejar ese tipo de armas. Pero de poco le servía lamentarse ahora.

El boxeador vio al sobredimensionado sabueso acercarse a él y lanzar un brutal golpe con unas garras que podrían partir con facilidad una barra de hierro. Después de un ataque como aquel, cualquier otra persona se encontraría tirada en el suelo, con el cuerpo partido en dos y sus entrañas repartidas por el jardín. Mas Alexander no era cualquiera. Sus reflejos ganados en años de entrenamiento y combates funcionaron a la perfección, esquivando con una naturalidad casi inhumana el zarpazo de la bestia.

Se prepararon para el siguiente ataque, cuando ambos pudieron escuchar el grito de una mujer a sus espaldas. Por la posición de donde les llegaba, solo podía tratarse de la irlandesa que había luchado junto a ellos en la mansión de los Lang. Pero no era un grito de dolor, sino más bien de puro terror. A ese grito le siguió el sonido de un cuerpo cayendo al suelo.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Segunda ronda.

Iniciativas:

Alexander -> Sabueso Infernal -> Francis

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17/01/2018, 00:08
Alexander Smith "Alex"

Las dagas habian dado en el blanco, pero el "perrito" no pareció inmutarse, por lo que Alexander, soltando toda la adrenalina acumulada se lanzo a por ese maldito perro del infierno, cuanto antes acabase con el, antes podria ir a rescatar a Allison, o a los irlandeses, que no parecia irles mucho mejor que a ellos.

FRANCIS, VAYA CON LOS IRLANDESES, CREO PODRE APAÑARMELAS BIEN AQUÍ -

El primer puñetazo paso de largo, abanicando el aire alrededor del sabueso, pero su mano izquierda, que curiosamente era la que tenia rota, pareció tener mejor suerte, enganchando al sabueso y dejándole un buen recuerdo del boxeador.

 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Comentarios de la jugada:

Acción: Pelear con ambas manos.

     Mano Derecha: Pelear (2) - Herida (1) = 1 --> Fallo

     Mano Izquierda: Pelear (9) - Herida (1) - Mano rota (1) = 7 --> Acierto (o eso creo, tiro daño por si acaso)

Daño:

     Mano Izquierda: Fuerza(11) + Daño(3) = 14 --> Mínimo aturdido, creo ;)

Ya te dije que con los puños me apañaba jajajajajaja

De momento te lo deja para ti, por si no he acertado ninguno de los dos golpes y hay que modificar el post ;)

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17/01/2018, 10:13
Sir Anthony Sutton III

El noble inglés resoplaba cansado, poco acostumbrado a situaciones tan extenuantes salvo que llevaran aparejadas jovencitas descocacadas, pero trataba de mantenerse atento a la situación.

Dejó escapar un gritito más propio de una de sus acompañantes caundo vio al irlandés desaparecer bajo las dentelladas de aquella mole pero suspiró aliviado cuando comprobó que el irlandés aparecía victorioso.

Un hueso duro de roer. - dijo claramente sorprendido mientras tendía la mano a Seamus para ayudarle a incorporarse.

Trató de vislumbrar la situación de sus dos compañeros pero su atención volvió a la organizadora de aquel entuerto.

No hay tiempo que perder. - dijo mirando a Lady Lang pero dejando que esta vez fuesen Seamus o el hombre de la casaca quienes lideraran el ataque.

Notas de juego

No tiro ataque por no saber si da tiempo a correr y atacar.

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17/01/2018, 22:15
Seamus McBride

Antes de que quisiera darse cuenta, esa bestia había clavado sus mandíbulas en el brazo de Seamus intentando arrancárselo de cuajo. El irlandés había sido golpeado, aplastado, lacerado, drogado, quemado y azotado, pero nunca había sentido un dolor semejante. Era como si su propia carne huyera de su cuerpo y le causaba un intenso y punzante picazón que se extendía por su piel como si fueran hormigas. Con los ojos desorbitados, vio claramente cómo sus colmillos llegaban hasta el hueso, desgarrando sus músculos y derramando sangre por doquier.

¡Suelta, pedazo de mierda! ¡SUELTA TE DIGO! —bramaba el joven, golpeando sin éxito con el pomo de la daga en el hocico de la criatura. No iba a conseguir nada con eso. Ya había visto cómo el ataque del casaca roja no obtenía más que enfurecer más al sabueso. Un momento, ¿por qué la hoja de ésta es distinta? Coño, es la que llevaba ese hijoputa. ¿Y si...? Los pensamientos pasaban por su cabeza a toda velocidad mientras un rugido antinatural surgía de la garganta de la infernal bestia, prometiendo dejarle mutilado de por vida si no hacía nada. Entonces le dedicó un gargajo sanguinolento en un ojo, giró la hoja en la mano con un rápido movimiento, y rebanó su pescuezo sin miramientos deseando estar en lo cierto.

¡Y vaya si lo estaba! Aunque no pudo disfrutar mucho de su éxito porque su brazo le quemaba como si estuviera en llamas, y por mucho que apretara el dolor no disminuía.

PUTAmadreQUEloPARIÓ —exclamó, aceptando el brazo de Sutton y maldiciendo para sí— Ahora no, que seguro que saca más cosas, pero luego voy a necesitar que le eches un ojo a esto, Lissie.

Volvió a escupir y suspiró. Aún quedaba mucho por hacer.

Vamos a por ella —dijo a sus compañeros. Y echó a correr.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Gasto un Bennie para intentar absorber daño y me ahorro una Herida. Así que Seamus se queda con dos Heridas en total.