Partida Rol por web

     Amanece en la Isla de Sálvora pero apenas hay luz que lo atestigüe. El cielo, plomizo y encapotado hasta el horizonte, sigue echando lluvia, aunque por suerte la tormenta parece haberse dirigido hacia el interior y solo quedan los últimos coletazos.

     Los inquilinos y trabajadores del pazo no puede decirse que hayan podido descansar, a ratos, unos más que otros, han podido dejar de pensar en todo lo que ha sucedido y dormitar pero las huellas del cansancio se notan en los rostros.

Gonzalo entró en la sala común siguiendo a Tyler y observó un poco el ambiente; quién se había ido a acostar, quién quedaba por allí y a qué se dedicaba cada uno...
Por un lado no quería marcharse a descansar hasta que no hubieran regresado los desaparecidos, pero los últimos acontecimientos le tenían con un nivel de estrés insoportable, y siguiendo los consejos de Tyler había decidido descansar para ver si el sueño le permitía ver las cosas de otra manera, así que a menos que algo le entretuviera se iría directamente a la habitación a dormir un rato.

Después de entrar en el salón y ver que no había nadie, Artai decidió ir a su habitación para descansar las pocas horas que quedaban para el amanecer.

A la mañana siguiente confiaba en que la luz diurna les permitiera la continuación de la búsqueda de Pepe. Se Le había quedado grabada en la retina el momento en que Pepe había ido ladera abajo como un loco....

Entro en su habitación, se quitó la ropa y tal cual iba se metió en la cama bajo la manta.. No tardo en quedarse dormido y tuvo sueños inquietos... 

Tras hablar lo que tuvo que hablar y antes de ir a dormir, Nacho se acercó a la sala de la radio. Tyler y Gonzalo se estaban yendo a sus habitaciones, por lo que Nacho supuso que ya habían hecho todo lo que habían podido.

_Hola. ¿Tuvieron suerte? ¿Qué ocurrió?

Esa fue una noche complicada para Nacho. Antes de acostarse, incluso sabiendo que la luz de la pantalla del móvil puede provocar dificultades para dormir, revisó todos sus grupos para terminar de enterarse de todo lo que le había llegado antes de que se cortara la señal.

Luego intentó reproducir lo que le había hecho hacer a Estela para calmarse, pero él no pudo relajarse de esa manera. Como decía el dicho, en casa de herrero cuchillo de palo.

Por eso cuando se levantó, temprano, se sentía muy cansado. Sintió la tentación de salir a ver cómo estaba todo, pero lo cierto es que si hubiera algún problema ya habría escuchado portazos, gritos o algo. Pasó por el baño, y luego volvió a la cama, dispuesto a descansar hasta que se le fuera el sueño o hasta que lo llamaran por algo.

De camino al dormitorio se cruzaron con Nacho. - Contactamos con el farero de Muros, pero no ha sido de mucha ayuda; le conté la situación en la que estábamos y se negó a aconsejarnos qué hacer o a contarnos las cosas que están pasando que dice que no se las puede creer. No sé para qué te metes a farero si no quieres ayudar en situaciones de emergencia, joder, ojalá no saque las oposiciones nunca... ¿A ti qué tal te ha ido?

Parecía que no había mucho más para hacer sino ir a dormir un rato hasta la mañana. Ojalá escampara y pudieran hacer una batida para buscar a los desaparecidos en mejores condiciones. Gonzalo se metió en la cama tal cual estaba y se durmió instantáneamente.

Tyler solo asentía con la cabeza con quien se encontraba, medio sonreía, pero se veía el cansancio en su cara, en los últimos pasos hacia su habitación solo le faltó correr hacia ella.

Cerró la puerta tras de si y dejando caer su espalda sobre la madera y deslizándose poco a poco hacia el suelo. Se quiero las gafas dejándola a un lado, en el suelo, y incrusto sus dos manos en el cabello castaño, inclinándose sobre si mismo.

Comenzó a llorar.

Estuvo asi por varios minutos, hasta que por fin, se levantó, se limpió la cara en el lavabo, se quitó toda la ropa mojada y embarrada y se dio una ducha rápida de agua caliente para entrar en calor, sin fuerzas para vestirse se dejo caer en la cama, y dejo que el sueño le venciera.

Había dormido en circunstancias peores, pero aun asi recurrió a los trucos que su padre le enseño para poder descansar en la interperie, y comenzó a contar cada respiración, siendo solo consciente de su cuerpo bajo las mantas y de nada mas.

El mundo se había puesto de cabeza. Estar en esa isla parecía ser una bendición, pero solo temporal. En algún momento deberían volver al continente y fuera uno a saber con qué se encontrarían.

_Gracias. Yo pude calmar a Estela, descubrí dónde hay armas por si las necesitamos, y que Anne hace unos licores caseros exquisitos. Fuera, en un contenedor, hay un arpón de pesca y herramientas que podrían ayudar. En la cocina Anne tiene algunos cuchillos que dan miedo y Roberto tiene una pipa. Mañana tomaré uno de los cuchillos si las cosas siguen así de locas. Ahora todos se han ido a sus habitaciones. Y lo haré lo mismo. Buenas noches.

 Pablo durmió bien, pero no fue la mejor de sus noches, la verdad aún no se creía todo lo que estaba pasando. En su mente, suponía que algo grabe estaba pasando, pero no algo apocalíptico. Al fin y al cabo, en cada tragedia mundial, todos creían que era el fin del mundo y con el tiempo todo volvía a la normalidad. Solo tenía que mantener la calma y aprovechar las oportunidades.

     Un desgarrador grito de mujer resuena en el silencio del final de la noche. La claridad de la luz se cuela por las ventanas junto con el potente aroma de tierra húmeda, de fondo continúa el repicar de la lluvia contra los cristales cuando nuevamente el grito de dolor vuelve a llenarlo todo.

     Es fácil saber que proviene del ala de las habitaciones dobles.

Artai se despertó cubierto de sudor y con la sensación de que algo había pasado. Lo que no sabía era qué…

A los pocos instantes escuchó un grito desgarrador de una mujer (subconscientemente se dio cuenta que era eso lo que le había despertado…) y su corazón decidió, por enésima vez en las últimas horas, acelerar como si fuera un purasangre en El Derby de Kentucky a punto de ganar la prueba…

De inmediato se levantó, se vistió apresuradamente y salió de la habitación. Bajó al salón en busca de Rufus, Iago o alguien que hubiera escuchado lo mismo que él… Estaba claro que a esa mujer le pasaba algo…

Joder, pero que COJONES pasa aquí….???...

Esperaba encontrar a alguien pronto. No Le gustaba estar solo en ese pazo...

Aún metido dentro de su propio sueño, Gonzalo se levantó como un resorte al escuchar un grito y, aprovechando que había dormido sobre la cama vestido, salió corriendo hacia la dirección de donde procedía el ruido. No sabía muy bien si estaba dormido o despierto, pero la adrenalina le hizo correr como alma que lleva el diablo, llegar a la habitación de donde procedía el grito y abrirla de una patada, ya se plantearía luego qué estaba pasando.

El ruido lo sobresaltó, pero incluso a pesar de su confusión Nacho se dio cuenta de que ya se sentía mejor. Esos minutos u horas extras que había conseguido dormir le habían sentado genial. Ya ni sabía qué hora era, solo que había problemas.

Lo desgarrador del grito, probablemente similar al que lo había despertado, le dio una pista de qué tipo de problemas. Sin perder tiempo se puso lo primero que encontró y salió de la habitación.

El grito provenía del ala de las habitaciones dobles, sin embargo el no fue directamente en esa dirección. Se dirigió primero a la cocina, dispuesto a tomar un cuchillo con el cual defenderse si hiciera falta. Luego sí iría en dirección a las habitaciones.

Tyler se despertó con aquel grito. Abrió los ojos de par en par y vio el techo del hostal borroso, tanteo a su lado para encontrar sus grandes y redondas gafas y maldijo en ingles cuando recordó que las había dejado en el suelo la noche anterior, se levanto a tiendas, buscando las gafas, y se golpeo el pie contra la pata de la cama, y entonces el también grito.

-SHIT! - Maldijó- Shit.. shit.. shit… .-Saltó tomándose el pie con ambas manos, masajeándose el dedo meñique mientras unas lagrimas casi se le escapaban de los ojos. 

Tomó las gafas, unos pantalones verdes, una camiseta negra ajustada térmica, y encima un jersey de lana al que no terminaba de acostumbrarse al venir de clima cálido.

Sacó la cabeza por la puerta, mirando a ver si encontraba a alguien que le dijera que pasaba o como mínimo estuviera igual de confuso que él. 

Con precaución ando hacia el origen del grito con los bellos de los brazos de punto bajo ese horrible jersey de lana. 

 Pablo al escuchar el grito se sobresaltó un poco y de inmediatamente tenía una expresión de cansancio y desesperación.

—Es que nadie se puede quedar tranquilo un bendito día? Pues nada, a ver quien se murió ahora...

 Pablo se puso una muda de ropa y camino en dirección al grito con una caminata tranquila con intención de no llegar de primero, mirando por el camino si encontraba alguien más quien pusiera acompañarlo.

     Los gritos subieron un tono y se cortaron bruscamente, el repentino silencio se llenó de ruido de puertas abriéndose y cerrándose, voces ¿QUE HA SIDO ESO? y pasos apresurados.

     Nacho y Gonzalo salieron rápidamente de sus habitaciones pero mientras que Gonzalo se dirigía hacia el ala de las habitaciones dobles, Nacho buscó la forma de llegar rápidamente a la cocina y coger uno de los cuchillos que estaban sobre las largas mesas.

     Artai, Pablo y Tyler avanzaron juntos mirándose y preguntando con la mirada ¿qué ha pasado? Artai lleva unos pasos de delantera y Pablo cierra el grupo junto con una mujer, que en la cena estaba sola, que se ha unido a la "comitiva". Momentos después Rufus también se acerca vestido solo con un pantalón corto, descalzo y llevando en las manos un cuchillo de caza de aspecto afilado.

     En cuanto accedéis al pasillo donde están las habitaciones os invade el olor a humo y a carne quemada. Es un olor penetrante y desagradable, es fácil saber de dónde procede por que hay dos puertas abiertas, en una está Gregorio asomando la cabeza y en la otra se ve el baile de sombras que produce el fuego.

     El ruido de las puertas abriéndose y cerrándose acompañó a Gonzalo en su veloz carrera en busca del origen del grito, al girar por el pasillo empezó a oler a carne quemada y estaba claro que no era el aroma de una parrillada sino un olor mucho más desagradable. Gregorio asomado en la puerta le hizo señas hacia la puerta de al lado y cuando llegó hasta ella aprovechó para embestirla y romper la cerradura dejándola abierta.

     En la habitación, en el suelo cerca de la ventana el cuerpo de Estela se consumía envuelta en una llama que cubría su cuerpo mientras en una esquina un aterrado Roberto señalaba hacia el cadáver de su mujer

Al ver la situación que se desenvolvía ante sus ojos Gonzalo miró alucinado a Roberto, que parecía verdaderamente aterrado - ¿CÓMO HA OCURRIDO ESTO? ¿QUIÉN LE HA PRENDIDO FUEGO, Y CÓMO? ¿QUÉ ESTÁBAIS HACIENDO? - Metió un grito hacia el pasillo -¡¡¡UN EXTINTOR, IAGO, TRAED UN EXTINTOR!!! - Y comenzó a buscar por la habitación una manta gorda que mojar en la ducha y echarle por encima al cuerpo. - ¡¡Roberto, ayudame a buscar una manta para sofocar las llamas!!