Partida Rol por web

Lucho contra los cuervos para sacármelos de encima, ¡pero los malditos ahora se están cebando con mi entrepierna!

—¡Ay! ¡Ay! ¡AY! ¡AAAAAAU! ¡Estúpidos pajarracos! ¡AAAY! ¡AAAAUUU!

Mientras me revuelvo de dolor veo que Tony logra librarse de ellos lanzándose a un abrevadero. ¡Claro, el abrevadero! Me incorporo como puedo y trato de ir a toda velocidad hacia allí para librarme de estas bestias aladas. Sin embargo acabo en el suelo dolorido justo antes de llegar y sigo siendo masacrado por estas malditas criaturas.

—¡AAAAAGH! ¡QUIERO MORIR!— grito en el suelo con la cara completamente desencajada por la tortura que estaba sufriendo —¡AAY! ¡AUU! ¡AAAAGH!

Asomando solo los ojos y un poco la nariz para no ahogarse por encima del nivel del agua, Tony veía como sus compañeros eran torturados por los cuervos. No obstante, Tony no se movió a ayudarles, se quedó en el agua hasta que notó que algo le empujaba por la espalda.

Se giró a tiempo de ver como un caballo, molesto por ensuciar su agua, se disponía a morderle. Por los pelos esquivó el mordisco, aunque con su movimiento brusco consiguió volcar el abrevadero y derramar todo el agua. El caballo muy cabreado se dio la vuelta y en lo que Tony consiguió levantarse, le dio tal coz que salió volando... Literalmente, contra la puerta de un granero cercano, la cual atravesó y derribó.

Aquel dolor comenzaba a ser insoportable "tierra trágame" pensé consiguiendo así una posible solución a aquel tormento, Barret podía enfadarse tanto como quisiese pero no podía quedarme sin hacer nada así que comencé a conjurar un hechizo con la intención de convertirme en piedra y terminar con aquella agonía.

Mientras Tony por su cuenta había hecho un nuevo amigo por su cuenta, Barret parecía que no lograba librarse de los pájaros y Arnolfus solo lograba atraer más y más pájaros hacia el. Había un momento que tenía tantos pájaros a su alrededor que ya era imposible ver hasta el brillo desde fuera. Y fue entonces cuando Kromi lanzó su hechizo. ¡Lo hizo! ¡Se libro de todos los pájaros a su alrededor! ¡Ya no le picoteaban más! Pero era extraño... No se podía mover... E incluso, poco a poco le iba faltando el aire. Solo Tony, el único capaz de ver que había sucedido, sabía lo que le había pasado a Kromi. Literalmente la tierra se la había tragado.

Tras tanto sufrimiento noto alivio de repente. ¡Se habían ido, por fin se acababa la tortura! Pero vuelvo a despertarme tras desmayarme del dolor y había más dolor. Mierda, era un sueño. Cada picotazo de esas malditas alimañas dolía más que la anterior, y no podía hacer más que encogerme tratando de protegerme. Pero las muy jodidas se las apañan para dar siempre en el blanco, sin piedad alguna.

Me arrastro como buenamente puedo buscando otro abrevadero o algo que me permitiera librarme de ellas. Esa montaña de boñigas que había al lado del abrevadero que volcó Tony parece un buen refugio... y me lancé de cabeza sobre ella.

Piensa, piensa, piensaaaaaa! Se decía a sí mismo.... Los jod.. cuervos de los coj.. se sentían atraídos por su brillo, y por eso les estaban picoteando con saña... Entonces... había que evitar el brillo... Eso era!!!

Pese a los picotazos, decidió intentarlo; un conjuro, la armadura ósea, que le crearía una coraza de cuerpo completo de hueso endurecido marca A.C.M.E. que además de protegerle de los picotazos,... evitaría que su brillo saliese al exterior y llamase a esas bestias inmundas...

Pues dicho y hecho... conjuró... Y sí... una armadura enpezó a cubrile, empezando desde abajo, pero cuando llegó a la zona sensible... por obra y gracia de los picotazos de los antes citados jod.. cuervos de los coj..... perdió el control, y lo que es el bragueiro empezó a oprimiles los suyos cataplines de modo que ya ni conjuro ni hostias... soltó un aullido angustioso, y empezó a correr desesperado en círculos, mientras con las manos intentaba aflojar la presión creciente que se estaba ejerciendo sobre sus "pendientes reales"...

Esto no podía estar pasandoooooo!!!!

Su viaje acabó en un montón de cebada. A duras penas salió de la montaña de cereal y pudo ver entre las sombras que le ofrecía el edificio como la pequeña hechicera se hundía en la tierra. Identificó una nube de pájaros que salía disparado hacia algún lado fuera de su campo de visión como Barret/Hector y a la otra que daba saltos maldiciendo como el nigromante.

Probablemente no serviría, pero por intentarlo que no quedara. Se limpió el cereal que hubiera quedado en su ropa, arrastró una de las sacas llenas de cebada hacia el exterior y derramó su contenido en el exterior de la entrada. Luego se puso la saca por encima para taparse todo lo brillante que pudiera ser y optó por una retirada estratégica antes de que las cosas salieran mal. Con un poco de suerte, los cuervos se irían a por la comida y les dejarían en paz.

Todo se volvió oscuridad y sentí como el aire no llegaba a mis pulmones "¿así que esto es la muerte? ¡que angustia! ¿será así eternamente?" pensé aceptando mi fin, al menos no dolía tanto como los picotazos aunque era igual o más horrible en otros sentidos. "Al final no pude convertirme en una gran hechicera" me lamenté dándome por muerta.

Entre la idea de Barret para librarse de sus propios cuervos y la pequeña protección de Arnolfus con efectos secundarios, parecía que los cuervos finalmente comenzaban a dejarlos en paz. Y con la idea de Tony, finalmente los cuervos restantes se fueron a picotear el grano. Finalmente había pasado todo. Todo el peligro se había dispersado. Por fin, a pesar de todavía estar brillando un poco, ya estabais a salvo. Pero... ¿Dónde estaba Kromi? Y de pronto, de la nada, el cuerpo de Kromi desnudo apareció en mitad del callejón. ¿Qué le había pasado?

Al notar que los cuervos por fin me dejaron en paz me levanto poco a poco, con la cara y buena parte de mi cuerpo totalmente cubierta de boñiga de caballo. Busco algo con el que quitarme esta mierda de encima tanteando a ciegas, pues no veo absolutamente nada.

No sé cómo les irá a los demás, pero me da igual. Ahora quiero quitarme esta cosa pegajosa y asquerosa.

El hombre saco Tony se acercó donde los otros. Aunque no mucho...

Begg. No sé quien de los dos huele peor. Si el muerto o el guarro - dijo refiriéndose a los otros dos hombres. - Por cierto, alguno sabe cavar?- Dijo el hombrecillo justo en el momento en el que aparecía kromi - No importa

Tony se quitó el saco de la cebada y se lo ofreció a la recién aparecida mediana, no sin antes echar una mirada, quizá demasiado larga. - Qué decíais de la magia?- reprocha a Arnolfus y a Kromi una vez esta se ha tapado un poco

Se dejó caer, agotado, chafado... especialmente, chafado... mierda de día, pensó...

Al poco apareció Kromi...

-Vaya... murió... Menos mal que tenemos esas cajitas, que si no...

Estaba todavía un poco hecho polvo, al punto que apenas podía moverse doblado por la espalda, como un yayo, pero lo intentó al menos... para ver que todavía le quedaba un rato hasta poder estar operativo...

-Joder, sí -Dio la razón a Tony- La magia es un arma de doble filo... en muchos sentidos, pero -sonrió-, es como otras muchas cosas... cuando la pruebas,.. no puedes parar.

Se quedó mirando a Kromi, que se estaba marcando un full monty ahí en medio, ajena a todo de momento, pues debía estar desorientada; reaccionó cuando Tony le ofreció el saco...

-No es plan de que una chica ande enseñándolo todo por ahí...

Miró al suelo...

-Joder... también podría usar un conjuro para intentar recuperar al menos sus ropas y pertenencias... el mundo subterráneo no me es ajeno, pues es el último lugar de decanso, y del que los míos tomamos prestado el poder y nuestras alianzas...

Posó las manos en el suelo, se concentró y recitó una letanía dirigida a los seres que esperaban hasta la eternidad descansando bajo el propio suelo, esa dimensión a la que no se invitaba a los mortales...  En concreto, recuperaba a Matías, el recepcionista de los que eran enterrados, pero desde el lado de abajo, para que les trajese de vuelta las ropas y pertenencias de Kromi... eh! pero sin quedarse nada "olvidado"!, que nos conocermos!!

Cuando aparecí de nuevo me sentí ligeramente desconcertada, miré alrededor y me percaté de que tanto Tony como Arnolfus estaban ahí, mirándome "¿ha sido una pesadilla?" pensé justo antes de recordar que teníamos aquellos artefactos capaces de revivirnos y lo que eso significaba. Me puse roja como un tomate y de pronto Tony se quitó el saco -espera que...- dije nerviosa antes de darme cuenta que solo quería ofrecérmelo -g-gracias- lo acepté acercándomelo para cubrirme un poco aún sin ponérmelo, apartando la mirada avergonzada cuando el nigromante dijo que una chica no debería mostrarse así, entonces comenzó a lanzar un hechizo para tratar de recuperar mis cosas -chi-chicos muchas gracias- comenté emocionada por su amabilidad, casi apunto de llorar.

-yo... supongo que os debo una disculpa, lo siento- comenté inclinándome ligeramente -pero no puedo abandonar tengo que convertirme en una gran maga- negué frunciendo un poco el ceño en señal de que, por muchos problemas que me hubiese podido traer la magia hasta ahora no podía abandonar.

Tras todo aquel lío y por fin libres de los cuervos, finalmente el brillo provocado por Kromi cesó. Por fin erais libres. Y además, una mano esquelética apareció del suelo con todas las pertenencias de Kromi, sin que faltara ni una. Y tras dejar las cosas en el suelo, la mano volvió a desaparecer. En aquel momento os disteis cuenta que, de nuevo, todo lo sucedido comenzaba a atraer la atención de la gente. No pasaría mucho tiempo hasta que volvieran a alertar a los guardias. Sin embargo, pensando en todo el tiempo que había pasado entre una cosa y otra, ya sería hora de volver a reunirse con la sheriff.

-Vámonos de aquí... parecemos los titiriteros -Dijo mientras había un poco de biombo con su capa para cubrir a Kromi mientras esta se vestía... bueno, y echando algún vistazo discreto, que no somos de piedra, demonios...

-Si llamamos tanto la atención cada vez que hacemos algo... nos terminarán echando, o mejor, echándonos dinero para que sigamos, mientras no nos carguemos algo o a alguien

Todavía no he visto nada de lo que ha pasado, pues estoy de mierda en toda la cara. Cuando me quito gran parte solo veo a Arnolfus en una pose rara, como tratando de ocultar algo. Pero aún no veo del todo bien. Busco por aquí otro abrevadero cercano y meto la cabeza en ella para quitarme gran parte de la mierda, aunque no su olor.

—Arnolfus, no sé qué has hecho ahora que tratas de ocultarlo, pero será mejor ir volviendo. La sheriff nos estará esperando.

Puede que ellos ya hayan mencionado eso, pero yo tenía las orejas tapadas de mierda. Ahora veo y escucho bien, pero huelo a un granero lleno de huevos podridos.

Llamamos la atención por vuestra manía de jugar con las artes mágicas- dijo Tony acusica.- Me pregunto si seríais capaces de no lanzar magia en todo un día.

Sí. Volvamos con la sheriff. Seguro que nos está buscando.

El hombrecillo siguio a los otros dos, tapándose la nariz.

Cuando aparecieron mis pertenencias me apuré a recogerlas y entonces Arnolfus alargó su capa para ocultar como me vestía, sonreí inconscientemente, estaban siendo muy amables, incluso si Tony había lanzado alguna que otra queja a cerca de la magia a las que no me digné a responder ya que no quería devolverle la púa.

-Ya estoy, gracias- avisé con una sonrisa al nigromante antes de acercarme a Tony para devolverle su saco -a los dos- continué en señal de que también le estaba agradecida a él.

-Cuando queráis- comenté en señal de que ya estaba lista y podíamos reunirnos con la Sheriff como todos estaban proponiendo, entonces me llegó un olor de lo más desagradable y no pude evitar fruncir un poco la nariz -¿a que huele?- pronuncié algo desconcertada sin darme cuenta aún de que el origen de aquella peste era Barret.

Tras regresar de nuevo a la entrada del castillo con el tufillo de Barret detrás, poco después regresó la sheriff con todo el papeleo listo.

-Espero que no os hayáis metido en líos y... ¿Qué es ese olor?

A diferencia de Kromi, ella se percató de inmediato de cual era el origen. Tras echarle una de sus miradas a Barret, simplemente se giró y se dirigió a los guardias para entregarles todo. Y tras hablar un rato más, os hizo un gesto para que os acercarais.

-Al parecer nos reuniremos con el mandamás a la hora de comer. También les he pedido... un baño...- De nuevo le echó una mirada a Barret.- Hay que estar aseados para encontrarse con él.

Nos volvemos a reunir con la sensual sheriff Naldda, y me echa una de sus miraditas. ¿Será posible? ¿Por fin ha caído ante mis encantos? Le devuelvo una sonrisa repulsiva (que en mi mente es la más seductora).

Nos acercamos a ella y nos informa de la reunión. El baño me va a venir muy bien, pues meter la cabeza en un abrevadero no ha sido suficiente para dejar de sentirme sucio. En cuanto vuelve a mirarme otra vez le dedico esa sonrisa repulsiva.

—La verdad es que nos va a venir muy bien. ¿Verdad, chicos?