Partida Rol por web

Me tiro al suelo entre el poco follaje que es pegándome al suelo y sin moverme mientras veo a unos cuantos metros a aquellos capullos que van buscando compatriotas suyos a los que matar por tener miedo.

Veloz como un gamo Hans se tiró al suelo a la voz de enemigos para esconderse, la fortuna pareció sonreírle y hallo una buena zona con matas lo suficientemente altas como para poder ocultarle.

La nieve y la niebla hicieron el resto y el soldado quedo a cubierto de cualquier mirada.

Iba un poco distraído, si. Pero en cuanto vi que Hans se tiraba al suelo y desaparecía yo hice lo mismo. Me pegué al suelo como si estuviésemos en medio de un ataque aereo.

En cuanto los veo me agazapo aprovechando las sombras y el desnivel del terreno. Si mi superior lo ordena, me encuentro en un lugar perfecto para ir hacia ellos e intentar degollarlos (siempre que me ayude alguien que contra todos no creo que pueda).

Veo a John impaciente y decidido a entrar en acción pero siempre a la espera del Luidl. Intuyo que desea pasar por el cuchillo a los tres ruskis porque su chuchillo de combate ya se encuentra preparado. Sin demora estiro mi brazo y golpeo levemente su bota para llamar su atención y hacer la señal de degüelle tras señalar a los tres soldados. Ahora solo resta aguardar…

Los minutos pasan despacio en la fría mañana. El suelo está helado, pero abriga de las miradas de la patrulla. Pcoco a poco se van alejando y finalmente desparecen. Habrá que andarse con cuidado.

Continuais avanzando hacia el Sur a pleno día por lo que el riesgo de encuentro es alto. El fragor de la guerra resuena en la lejania constantemente. No pasa mucho tiempo hasta que topais con la linea de ferrocarril que andabais buscando y que os indica el camino hacia vuestro objetivo. La vía es un punto estratégico caliente y fuertemente vigilada. Seis solitarios árboles están situados a pocos metros de vostros

Una voz suena con fuerza: ¡STOI!

Un subfusil asoma junto a medio soldado de detrás de uno de los árboles mientras un segundo soldado con uniforme de la NKVD sale de detrás de otro arbol. Se acerca a vosotros andando tranquilamente. LLeva las manos desnudas, y su subfusil cuelga de la cinta sobre el pecho, pero su compañero le cubre mientras os apunta.

Me ha tocado ir de prisionero. la madre que me parió. Por lo menos la ropa ancha, de lo flaco que estoy, me disimula la granada. Con las manos levantadas sigo a los demás.

Cuando suenan los disparos me echo al suelo.

El cabo ordenó detenerse a los Matilden. Aquello olía a prueba de fuego con el ruso, así que mientras recordaba a Ivana, la soviética de busto generoso que le había dado los cursos en Berlín, procuró poner cara más o menos amistosa, y saludar sin demasiados miramientos al soldado que les había dado el alto. Khaletski era el nombre que había elegido para hacer la pantomima. Miró la medalla que el uniforme prestado llevaba al pecho, con las formas características de la simbología comunista "Por la valentía" pudo entender. En fin, había que hacer que el Comisario Político Khaletski fuera un ruso valiente.

¿Hasta aquí llegamos? Impávido observo  el posible desenlace de las palabras de nuestro superior ante los dos tipejos de la NKVD y pienso en lo pésimo que soy lanzando cuchillos porque un par de cuchillos correctamente lanzados podrían terminar con aquellos dos ruskis.

¿Hasta aquí llegamos? Impávido observo  el posible desenlace de las palabras de nuestro superior ante los dos tipejos de la NKVD y pienso en lo pésimo que soy lanzando cuchillos porque un par de cuchillos correctamente lanzados podrían terminar con aquellos dos ruskis.

Rápidamente calculo el ángulo ciego del segundo NKVD con el arma en alto. En mi mente intento atinar donde debería ubicarme para ganar un par de segundos y atacar. No importa si tengo que ubicarme detrás de Luidl o alguien más. Nuestro grupo es numeroso y podremos con ellos pero la balacera inicial podría terminar en una matanza.

Se acerca hacia Luidl y saluda - pronuncia unas palabras que ninguno entiende mientras extiende la mano con la palma abierta hacia arriba y mira a Ziska con uniforme alemán -
 

Intento poner tanta cara de desgraciado como puedo. No me será muy difícil con mi estado de ánimo...

Yo sonrió y acercándome a Ziska le doy una fuerte toñeja y una patada en el culo riéndome después. Mientras pienso, Porque no le pedí a Philip que nos dijera algunas palabras en ruso, joder, como Jodido Nazi, hijo de puta, o vas a cantar como Nadiuska...