Partida Rol por web

Mientras Philipp chapurrea con aquel ruso me voy colocando en una posición que me resulte cómoda para poder atacar al que nos apunta en caso de ser necesario.

La tensión se relajo lo suficiente para que Luidl pudiera tomarse un respiro. Notó a sus hombres preparados para acabar con aquellos ruskis pero no iba a hacer falta. Con media sonrisa, hizó un gesto para que continuasen avanzando, gritando un convincente "Dabai!".

A medida que iban pasando, rebuscó entre los bolsillos y encontró un viejo paquete de cigarrillos ruso. Los comisarios se lo montaban bien. Para distraer la atención del hombre le ofreció el paquete y esperó a que todos pasasen.

Se despidió de los tipos y avanzó con el resto a ver si encontraban el puñetero Castillo Petrov. Metros más adelante ya pondría al corriente al resto.

Viendo que Philipp nos manda marchar otra vez supongo que podemos irnos y sujetando el subfusil con ambas manos empujo con el la espalda de Ziska para que empiece a caminar otra vez. marchando detrás de el. Sin dirigir mi mirada a otro sitio que no sea su espalda.

Parece que salimos vivos de esta porque Luidl reanuda la marcha dejando atrás a los dos ruskis. En línea ordenada el grupo reanuda su marcha y para no ser menos hago lo mismo vigilando la espalda de Ziska al paso de Von Bray.

El soldado acepta gustoso los cigarrillos y os dejan marchar tranquilamente. Un tercer hombre al menos, estaba oculto en la copa de los árboles. El compañero os sigue apuntando hasta que os habeis alejado lo suficiente y proseguis la marcha sin mayores incidencias.

Un par de horas más tarde os topais con un ancho camino que cruza las vías del tren y divisais el buscado castillo. No es un castillo medieval ni mucho menos. Es simplemente una ostentosa casa de dos plantas. Desde el cruce podeis observar como está rodeada de campos de cultivo, si bien hay una amplia zona rodeando la finca que dispone de árboles. Se intuye un cerramiento marcando la zona, de apenas 1 metro de altura y que separa los campos de cultivo de lo que en otro tiempo debieron ser sus jardines, pero hoy están descuidados y los arbustos crecen por todas partes. No os quedan muchas horas de luz, no mas de hora y media.

- Bueno, ya hemos visto la casa y comprobado que es inexpugnable. Ahora vámonos.- susurra Ziska aun con los brazos levantados.

—¡Shhhhh!¡Silencio!—ordenó Luidl. Estaban delante del supuesto centro de retención del Ejercito Rojo, así que no podían descuidarse demasiado.—Seguimos llevando uniformes rusos y como tales seguiremos comportándonos por mucho que nos pese.

Luego miró con media sonrisa a Ziska.

—Usted no, usted puede hablar en alemán todo lo que quiera. 

Hizo una pausa mirando el "castillo".

—Casi nos pillan y nos estábamos jugando el culo. Según me han dicho los ivanes, el Mayor estaría retenido aquí. Deberíamos inspeccionar bien las defensas para encontrar un medio para entrar. Herr von Bray ¿alguna idea? ¿el resto?

- Tenemos dos opciones, o vamos por la puerta principal, haciendo el paripe de que venimos a entregar a un alemán para interrogar sobre la logística, artillería, o lo que sea. Aunque tenemos un problema, el uniforme no se si sera el adecuado, y no se que unidades, grupos, compañías, componen esas unidades y decirles que es de la unidad de castigo, como que no se lo van a creer. Es la mejor opción para localizar mas fácilmente al prisionero, pero hay muchos riesgos, la primera que no podemos ser todos mudos menos tu, por lo que estudiemos la segunda opción.
hago una pausa y sigo diciendo:
- La otra opción es esperar a la noche mientras hacemos un reconocimiento del lugar, encontrar las posibles entradas y explotar una, luego buscar.

De repente se me ocurre algo y mirando de uno en uno digo.
Pero podemos unir las dos en una. Podría entrar philipp con Ziska y otro que se haga pasar por sordo-mudo, pero tiene que ser bien interpretado, con sonidos guturales y las ordenes de Philipp deben de ser con las manos y hablando despacio, si algo no se entiende deberías empujarle hacia donde deba moverse, quizás se podría inventar una serie de señas para las cosas mas importantes. La entrada no estoy seguro cuando seria mejor, pero particularmente preferiría al anochecer, o ya de noche, ya que así los demás podremos entrar en el edificio después de haberlo estudiado. Lo importante de los que entren por la puerta principal es que se enteren de donde esta el prisionero y luego encontrarnos en algún punto del edificio, el lugar mas evidente y discreto seria los baños, deberíamos escoger la planta, o plantas posibles para ese encuentro.
Sin mas que añadir termino diciendo:- Eso es todo, señor. Por ahora no se me ocurre nada mas sin haber mirado el terreno.

Siempre existe otra opción. Todo depende del ángulo y de la forma que pensar.  – Si Hettich muere entonces no podrán sacarle ninguna información. Apuesto el tabaco de mi pipa a que se encuentra en la planta alta por lo tanto si producimos una distracción que haga salir a los ruskis los tendremos en línea de fuego como a una hilera de patitos cruzando la carretera. – hago una pausa para sacar mi pipa y sostenerla en un costado de la boca mientras prosigo. – Pero antes deberíamos cortar los cables de teléfono, si los hay, y verificar si hay mas entradas a la mansión, como por ejemplo una puerta trasera. También podríamos incendiar la casa y ver qué sucede. – todas las ideas son buenas opciones pero solo una será exitosa. Hay que analizar todo meticulosamente.

Siempre existe otra opción. Todo depende del ángulo y de la forma que pensar.  – Si Hettich muere entonces no podrán sacarle ninguna información. Apuesto el tabaco de mi pipa a que se encuentra en la planta alta por lo tanto si producimos una distracción que haga salir a los ruskis los tendremos en línea de fuego como a una hilera de patitos cruzando la carretera. – hago una pausa para sacar mi pipa y sostenerla en un costado de la boca mientras prosigo.

Sencillamente no veo la razón de seguir arriesgando nuestras vidas por un idiota del alto mando. Seguramente a estas alturas ya lo han hecho cantar como al Zorzal.

 – Pero antes deberíamos cortar los cables de teléfono, si los hay, y verificar si hay mas entradas a la mansión, como por ejemplo una puerta trasera. También podríamos incendiar la casa y ver qué sucede. – todas las ideas son buenas opciones pero solo una será exitosa. Hay que analizar todo meticulosamente.

El fuego será una interesante opción pero será la primera que descarte el todopoderoso Luidl. Encima me encuentro sin mi botiquín. Si alguien sale herido no tendré material para trabajar.

Intento mantener la compostura marcial que cualquier ojeador ruso viese como normal entre un grupo de soldados -Con el debido respeto señor, sin toda la información, es difícil tomar una decisión acertada, propongo que los dos que mejor nos sepamos ocultar demos una vuelta de inspección a la casa a suficiente distancia para que no nos vean y una vez estemos otra vez juntos decidamos el camino a seguir, ya que en principio todas las opciones parecen igual de buenas o malas.

Hago un silencio y continúo, ahora con la voz un poco más preocupada -En el peor de los casos, si somos detectados, pueden aprovechar el tiroteo que se inicie para entrar en la casa y rescatar a nuestro objetivo. Nosotros haremos lo posible por darles el suficiente tiempo.- Termino diciendo a la vez que fuerzo una melancólica sonrisa. 

Mientras debatis un pequeño vehículo llega con tres hombres a bordo y se detiene frente a la puerta, dos metros después de la misma. El conductor permanece en su asiento mientras que los otros dos bajan y miran alrededor quizás sorprendidos de que no haya nadie de guardia. A los pocos segundos la puerta se abre y un soldado sale apresuradamente y se cuadra saludando. Los hombres devuelven el saludo y acceden al interior. El conductor detiene el motor y bajando del vehiculo se enciende un pitillo y se pone a hablar con el guardia.

- Muy bonito. ME dejáis a mi en manos de los torturadores del NKVD y vosotros os vais a salvar al tipo ese.

Acepto la propuesta de Rademacher recordando mis tiempos de cacería en los bosques cuando la única preocupación era encontrar el puma que abatía al ganado, - John, podría acompañarte si el jefazo acepta. – mascullo entre dientes mientras succiono de mi pipa. Echo de menos el tabaco pero mi atención cambia cuando el coche llega a la mansión. – Miren. Acaba de llegar nuestro transporte de escape. -  

- O más problemas.- mascullo Hans en respuesta al comentario de Paul. – Aunque también es cierto que prefiero volver al río en coche que andando con este puto frío.- le concedió.

Por lo demás el silencio volvió a reinar mientras esperaban a que Phillip les dijera que hacer. Sin duda Hans tenía alguna que otra idea, pero la mayoría incluían el uso de armas con un calibre al que no tenían acceso por lo que las descarto el propio soldado por cuenta propia. 

Mirando a sus hombres, la casa y el coche alternativamente, Luidl sopesó la situación. Se quitó las gafas y se las volvió a poner al cabo de unos segundos. Cuando hacía aquello es que había tomado una decisión. Lo que más le importunaba era la presencia del vehículo pues si bien era una vía de escape clara había traído más personajes a escena de los necesarios. 

—Está bien. Ziska y Milchmann irán conmigo por la puerta principal. Espero que eso les de un margen para que puedan rodear la casa y echar un vistazo a las defensas. Herr von Bray, usted y Sven traten de acceder por la cara occidental de la estructura. Si ven algún medio de comunicación que sea saboteable, no lo duden. Rademacher, usted lidere la otra dupla, con el nue... herr Falkenhagen, por el ala oriental. Recuerden que la prioridad es sacar a la novia del General del interior de la casa, pero no se expongan a lo loco — dijo esto observando a Paul, que parecía muy dispuesto a lanzarse al ataque sin sopesar que ponía su vida y la del resto en peligro. 

Después se ajustó la guerrera y leyó la documentación del soldado ruso al que le habían sustraído el uniforme. Esperaba que aquello le diese alguna pista para poder convencer a los guardias de la entrada. Luego con media sonrisa se dirigió a Hans.

—Milchmann, le ha tocado ser el sordomudo, como ha dicho Wolfram... pero ya que vamos a pasar cerca del vehículo, dele un vistazo rápido a ver si podría conducirlo sin dificultad... y puentearlo si los rusos no nos ceden amablemente las llaves.

Saludando deseó buena suerte a los Matilders y salió a campo abierto. 

Tras las palabras de Luidl guardo mi pipa, hago un chequeo del subfusil ruso de tambor y de mi cuchillo de combate. - Vamos, es igual que cazar cerdos salvajes en el bosque - Hablo en un débil susurro para mi mientras aguardo a Rademacher. Luego cuando él está listo me zambullo hacia el flanco que nos toca.