Los vehiculos están perfectos. Una llave en el contacto y algo frios, pero por lo demás sin novedad a falta de intentar arrancarlos con este frio.
tienes cuchillo. todas las ventanas traseras con reja.
Como no tengo armas solo procuro parecer un compungido alemanito prisionero.
Gracias! Últimamente mi tiempo para umbría es mínimo.
Luidl saludó condescendientemente y sin demasiado entusiasmo. Luego abrió la puerta de la casa después de señalar al alemán prisionero con una mueca alusiva a que le iban a cortar el cuello.
Accedeis al interior del edificio. Un pequeño pasillo de unos 6 metros de largo desemboca directamente en un gran salón. El edificio básicamente se compone de habitaciones en la planta baja (que son las que tienen ventana al exterior) y cuyas puertas dan directamente al salón y el salón principal cuyo techo es el del propio edificio (es decir el salón tiene una altura de dos plantas). La planta superior son habitaciones y están retranqueadas unos dos metros de las habitaciones de abajo, de manera que un pasillo con una barandilla de madera las recorre permitiendo acceder a ellas directamente desde el salón por una escalera.
En el centro del salón una docena de hombres entre oficiales y soldados agrupados en pequeños grupos mantienen conversaciones sobre una mesa central llena de planos. Algunos de ellos se vuelven a miraros cuando entrais y prosiguen a lo suyo sin prestaros ninguna atención, pero un teniente que portaba una bandeja con Té, acaba de dejarla y se acerca hacia vosotros. Un soldado situado al fondo del salón, sube las escaleras y accede al pasillo superior mientras os percatais de una enorme y vieja lámpara que pende del techo sobre la estancia y que provista de velas ilumina toda la mesa.
Una tirada abierta de burocracia para el que tenga burocracia.
Luego trato de colgar un plano.
Compruebo que tengan gasolina con una varilla y después seguimos con la ronda hasta terminarla.
Tirada oculta
Motivo: ocultarse
Tirada: 1d100
Dificultad: 92-
Resultado: 33 (Exito)
-Eh, Wolfram. ¿Crees que deberíamos rajar las ruedas a un par de estos camiones?
-Lo pensé, pero no se si arrancarían, así que prefiero dejarlos y reventarlas cuando arranque el primero. Por ahora quiero enterarme de que gasolina tiene y cual tiene mas.
Motivo: Burocracia
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 4 (Exito)
Burocracia (4 de 50) Éxito Alto.
Si me cuentas qué averiguo, escribo.
Motivo: Burrocracia
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 97 (Fracaso)
Cagada marsupial en burocracia. Mejor que me calle...
Yo no tengo de eso, y como soy sordomudo me hago el tonto xD
Ok. Casi mejor, porque me tengo que ir a Madrid y no sé si hasta el lunes podré conectarme :-(
Todos veis que se trata de oficiales de alto mando. Philipp descubre a un Teniente Coronel. El teniente que se os acerca es de transmisiones.
Gasolina a 3/4 de capacidad. Aparentemente todos los vehículos bien.
Os moveis hacia la parte trasera del edificio. Veis a un soldado abriendo los capós de tres camiones y metiendo la varilla de nivel en los depósitos de fuel. Cuando se gira veis que es el pedorro de Wolfrang Von Bray haciendo de las suyas.
Entiendo que avanzais.
Seguimos la ronda hasta terminarla. ( como ya dije y tire hace dos post) :)
Miro de reojo a John y avanzo hasta Von bray con paso marcial. Creo que él también se ha dado cuenta que el soldado junto a los camiones es un compañero. Al llegar examino los alrededores y le hablo. – ¿Has visto a los demás? Por poco y Rademacher abre tu cuello. Menos mal que te vimos a tiempo. – creo que debería examinar los camiones en búsqueda de algo que pueda servir pero será luego de hablar con el Obergrefeiter.
Intento hacer un poco de teatro, lloriqueando como cuando hice de Hamlet en la obra de fin de curso del Instituto de Secundaria George Washington de Providence, Rhode Island, en 1932:
- Por favor, lo diré todo. No me hagán daño. Soy el ordenanza del ayudante de campo del Mariscal Von Rundstedt. Siempre habla delante de mí. De todo. Lo diré todo. No me manden a SIberia...
Espero que por lo menos entiendan "Rundstedt". Claro que en aquel teatro todos se rieron de mi, porque nunca habían visto un Hamlet con tal acento alemán.
Mientras sigo a Paul, mantengo todos mis sentidos alerta en busca de cualquier peligro y disimuladamente procuro mantener algún parapeto (vehículos, setos, lo que sea que pueda cubrirme) entre la casa y yo.