Partida Rol por web

Ruinas

Primer día - El encuentro

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03/11/2013, 10:50
Dungeon Master

Una posada es algo más que un sitio donde poder pernoctar o encontrar un plato de comida caliente. Había veces que se podían encontrar las más increibles fábulas allí reunidas, un licor digno de las magnificas deidades que favorecían a Faerûn o gente cuanto menos curiosa. Aquella demostraba que era un punto de reunión de gente de lo más variopinta. Un foco de aventuras y un punto clave en la escala de cualquier persona que se digne a salir en busca de aventura. Cierto es que en la propia ciudad hay alguna taberna más, pero acercarse por cualquiera de esos sitios revocaba la posibilidad de mantener un mínimo la dignidad. Apestaban, los bichos de las cuadras entraban por las ventanas y se posaban en los maltrechos cuencos de comida por no hablar de las insalubres habitaciones. Aquella en la que estás no dista demasiado de una enorme casa de la zona.

La zona inferior de la posada (el piso a ras del suelo) dispone de gruesos muros de piedra que carecen de ventanas, por lo que la luz que hay en la sala durante todo el día se basa en los candiles, las chimeneas y el caldero que hay en mitad de la sala. Aquellas mesas que están más al fondo son las que están menos iluminadas, son las más reservadas.

El piso superior, al cual se accede mediante unas escaleras está totalmente elaborado en madera, esta parte si dispone de ventanas que se abren al exterior y permiten el paso de aire fresco. En este piso es donde están la mayoría de las habitaciones.

No podrías decir lo seguro que es el sitio, de vez en cuando hay uno o dos guardias en la sala, pero la mayor parte del tiempo están ociosos bebiendo y comiendo, y, tampoco podrías asegurar cual es su función, si proteger los bienes de la taberna, algún tipo en concreto o defender la ley del lugar y con ello la mayor parte de la gente. Así pues, hay una norma establecida por común acuerdo que recomienda no desenvainar o lanzar conjuro alguno en la taberna. Desconoces que podría pasar si esto fuera así.

Por lo demás disfrutas tranquilamente de tu estancia en el lugar hasta que...

Plano de distribución de la sala. Piso inferior.

Notas de juego

Los sitios han sido dispuestos por mi ya que nadie puso preferencia alguna. Son inamovibles por el momento.

La zona gris es de paso restringido. Necesitáis ser invitados (con excepciones)

NOTA IMPORTANTE: De momento solo puede escribir el jugador inicial, según interactue con vosotros se os abrirá el posteo.

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03/11/2013, 12:39
Dungeon Master

Las inquietantes palabras del guardabosques te motivan aún más para salir de aventuras. Entras en la taberna por la puerta principal, la que da al camino y atraviesas la puerta que lleva al salón. Nada más entrar ves rostros conocidos. Grasp está en la mesa en que te lo encontraste, como si no se hubiera levantado en todo aquel tiempo. Isilome como es costumbre disfruta de los cantares que el bardo entona. También ves mesas vacías donde poder sentarte y disfrutar de una buena comida, bebida o ambas.

 

Notas de juego

Puntos amarillos = gente, letras = gente identificada. Los numeros son la zona, pero no es relevante, solo por si quieres matizar por ejemplo hablo con la mesa central de la zona 5 etc etc.

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04/11/2013, 13:57
Dungeon Master

La tarde cae, el gnomo hace un buen rato que se fue. ¿Sería su oferta seria? Después de todo es una raza que se jacta de tener un humor proporcionalmente a la inversa de su tamaño, siendo normalmente otros el producto de sus risas.

Al mismo tiempo tienes la creciente preocupación en tus entrañas con el peligro que viene del bosque hacia la ciudad. Aquellos aldeanos no son conscientes del riesgo que supone las profundidades de un bosque tan antiguo como el que les rodea. Sólo ven sus límites como una fuente inagotable de madera, pero bien es cierto que para alguien tan experimentado como tú aquello no es ni por asomo la realidad, en aquellos lares la densidad de arboles y arbustos es ridícula, en el interior apenas se ve el cielo entre sus copas y allí donde estás apenas hay sombras diseminadas por campos de labranza y casas. Cualquier tipo de bestia que se acerque a la población lo tendrá muy fácil para sembrar el caos, incluso a pesar de la guardia local.

¿Deberías permanecer allí esperando al gnomo, el cual conoces de apenas unos minutos? Esperar a que "algo" se acerque al lugar poniendo en peligro a todo el mundo, ¿dejarás que se encargue la despreocupada guardia de la ciudad o por el contrario... deberías ir a buscar más ayuda?

 

Notas de juego

Como aclaración la cursiva una reflexion. Si la empleas tu es pensamiento.

 

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04/11/2013, 22:27
Osfahlt Soverleaf

Nada más cruzar el umbral de entrada se sorprendió a sí mismo pensando en que, a este paso, se acabaría convirtiendo en un asiduo más de la taberna. Él se sentía más a gusto en otros de los establecimientos de Shamfh, que a pesar de no gozar de ese orden y de esa limpieza albergaban en cambio una suerte de sucio encanto mundano que al gnomo le hacía sentirse más en consonancia. Pero ahora lo que necesitaba era acompañantes; eso, al menos, si quería ilustrarle a la joven las cualidades con las que tan optimistamente había descrito a sus convecinos.

La opción más adecuada le pareció abordar al tabernero. Por muy despreocupado que pareciese, un par de cosas sí habría de saber acerca de las almas que pululan por sus dominios. Así que a él se acercó.

-Saludos. Voy a tener que rogarle un poco de ayuda, patrón. No quería mostrar debilidad ante él, pero tampoco parecer seco. Tengo entre manos una empresa que requiere de algunos buenos hombres dispuestos a internarse en el bosque para investigar una posible amenaza. No creo que se trate de nada peligroso, y no hay botín alguno a la vista -recalcó con una media sonrisa-, pero estoy convencido de que alguien habrá en nuestro pueblo dispuesto a echar una mano a un vecino que precisa asistencia o, en todo caso, con la suficiente sed de aventura como para querer unirse a la marcha por razones puramente egoístas. Su mirada se paseaba entre la pequeña y dispersa masa de clientes, tratando de sopesar por su cuenta a posibles candidatos.

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06/11/2013, 20:35
Isilöme Imithama

El elfo se encontraba sentado al otro lado de la barra. Era un día tranquilo y sin nada fuera de lo usual que lo hiciera destacar de otros días en aquel lugar... Una buena cantidad de personas hacían vida social allí al salir de sus trabajos o estar de ocio por cual fuere la razón. Para él, había poco descanso oficial, aunque estar en su taberna era, definitivamente, una de las cosas más relajantes que existían.

De repente llegó un Gnomo, visiblemente un extranjero. Isilôme estaba acostumbrado a tener un gran tráfico de extranjeros debido a que las otras tabernas del lugar no ofrecían una competencia como tal, así que chequeó rápidamente sus licores mientras se levantaba de su silla para acercarse al gnomo. Sin embargo este llegó con una petición un tanto inusual.

 -Hombre, aquí hay de todo. No puedo decirte con seguridad quién querría y quién no. Es una empresa interesante pero demasiado altruista para la mayoría- El elfo miró alrededor y luego señaló hacia las mesas -Eres bienvenido para dar tu propuesta allí, si quieres beber algo puedes avisarme. Por otra parte, si quieres medir a tus candidatos, bien puedes avisarme a ver qué arreglamos- 

Su tono no dejaba lugar a dudas. Algo tenía en mente para aquel "arreglo". Las peleas siempre venían bien en el bar. Momentos de distracción donde la gente solía beber más y alegrarse más, y los clientes contentos siempre volvían a la taberna a gastar un poco más... En medio de este tren de pensamiento repentinamente le llegó de nuevo aquella ansia de aventura que últimamente lo perseguía.

"La taberna está bien, no hay pérdidas y puedo dejar encargada a una de las chicas. Con la lista de precios a mano y sin decirles nada sobre la mejor botella..." El elfo miró al otro mientras sacaba algunas cuentas, asintiendo luego con la cabeza -Hace algún tiempo fui un buen cazador, así empecé la taberna. Con seguridad puedo decirte de que estoy dispuesto a una salida de aventura. La taberna puede correr bien sin mi por algunos días-

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06/11/2013, 22:28
Osfahlt Soverleaf

Satisfecho por haber comenzado con tan buen pie, tendió su mano al amable elfo. No era una hazaña cualquiera el estar dispuesto a separarse uno de sus raíces para lanzarse a la aventura porque sí. Casi le hacía sentirse incómodo el que alguien a priori tan bien posicionado quisiese partir y alejarse de su feudo, aunque en aquellos momentos intentaba no permitirse cavilación alguna más allá del asunto con el que había conseguido hacerse. Era la superficie perfecta sobre la que dejar sumergida toda cuanta menesterosidad le lastraba la existencia.

-¡Mucho me alegra vuestra disposición, compañero! Estaba convencido de que entre mis paisanos no escasearían el arrojo y la solidaridad. Puesto que, aunque no me he prodigado en conversaciones ni festejos, llevo ya algún tiempo residiendo en este hermoso pueblo, iba siendo hora ya de conocer al dueño de tan señalado establecimiento. Iba echando en falta una presentación en regla, para lo cual se aproximó al tabernero buscando una cierta complicidad. Mi nombre es Osfahlt Soverleaf. Y el siguiente paso para nosotros, que imagino ya refrescante, será reavivar la fe de una joven de tu misma raza en los seres vivos que moramos más allá del bosque. Pero antes voy a permitirme tomar tu consejo, y exponer ante la concurrencia lo que tengo en mente.

Se desplazó hacia la zona de la estancia que más céntrica le parecía y que además gozaba de una iluminación relativamente buena, dadas las circunstancias. Y la eligió como púlpito modesto desde el que exponer sus razones al resto del local. No le eran extraños el solicitar ayuda, el hablar público, ni la habilidad de encandilar a extraños con sus palabras. Aunque esperaba que el alcohol no gobernase ya los sentidos de al menos unos cuantos de aquellos hombres y, sobre todo, que el bardo perdonase tan súbita intromisión.

-¡Estimadas gentes de Shamfh! Os pido perdón por arrebataros de las garras del ocio aunque no sea más que unos segundos, cosa que haré con la dignidad de quien busca lo mejor para sus semejantes. Una apasionada protectora de los bosques se agita en estos precisos instantes a las puertas de nuestro pueblo, tratando de buscar ayuda para investigar una incierta pero palpable amenaza que acecha entre las sombras de su querida naturaleza. El buen anfitrión de esta taberna ya ha consentido en ceder su tiempo y su esfuerzo para hacer de la partida un trío. ¡Alzad vuestros cuerpos de esos asientos, o al menos vuestra voz, y no necesitaréis más para convertiros en un nuevo miembro indispensable para la difusa empresa que acabo de relataros!

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07/11/2013, 22:09
Alainnheïn

No había nada mejor que tomar un descanso de tan largo viaje, en estos casos una taberna era lo mejor pese al gentío que pueda haber dentro, no me importaba. Estaba ensimismado en mi mundo, saciando mi sed con alguna bebida sin ningún ápice de alcohol, tranquilamente en la barra de aquel concurrido lugar sin molestar a nadie y pensando en mi siguiente paso.

Todo estaba relativamente relajado hasta que escuché una voz interrumpiendo abruptamente mi concentración, tuve que girarme para ver de quien procedía ya que consiguió captar mi atención. Por un instante, me sorprendí ante aquel hombre de baja estatura, aunque más bien diría que era un gnomo. Tanta voz para alguien tan pequeño, es lo primero que pensé nada más verle.

Me quedé observándole y escuché atentamente lo que tenía que decir. Una vez hecho me tomo mi tiempo para pensar en si aceptar o no, y en el caso de que lo haga, una respuesta para aquel, sin lugar a dudas, si ha entrado aquí buscando ayuda es porque la necesita, era algo obvio, ¿y qué mejor lugar que una taberna? Aunque eso me hace preguntar lo siguiente, ¿seré el único que esté pensando en esto?

- Bien amigo, estoy interesado en ser partícipe de tal empresa. Si es tan amable, dígame los detalles. -  Dije con voz grave pero calmada mientras mis ojos se clavan en los de aquel particular individuo. 

Había tomado la decisión de escucharle al menos, que ya era algo, que me uniera o no dependía exclusivamente qué me diría y como lo hacía, pero yo al menos demostraba predisposición. Solo restaba discutir sobre el asunto.

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07/11/2013, 22:38
Hwestadîn
Sólo para el director

La elfa no sabía que hacer. Estaba indecisa... quería correr y parar el avance de las sombras. Quería ir con Rouko, pero algo le ataba. No podía levantar un pie, su vista se medio cerraba. Estaba furiosa. Algo le quemaba en su interior. Las palabras del mediano habían sido tan sinceras. Sería lo último sincero que hubiese escuchado la elfa? Desde luego bien podría ser lo primero, ¿pero como saber si era sinceridad o había sido una falacia? ¿Una cruel broma de uno de esos gnomos juguetones que se cruzó con la esperanzas de un guardabosques? Su mirada no dejaba de estar al bosque, pero donde realmente miraba era dentro del campamento rezando por ver al mediano. Su corazón ya no tenía espacio para empequeñecer y cada vez menguaba más y más por la tensión. Por la fatídica espera. Ven ya gnomo! se repetía una y otra vez. Lo que realmente esperaba no era al gnomo sino un mundo mejor. Un mundo en el que poder creer, en el que la apatía no dominara. Un mundo en el que se pudiese confiar en la palabra. Y todo ese peso descansaban en unos hombros tan pequeños y una piernas tan cortas que bien rápido topaban con el suelo. Igual por eso tardaba tanto...esas piernecitas se engañaba la elfo y desde luego hasta ella misma se engañaba, ¿como esperar que otro no lo hiciese?
La elfa miró al suelo y decidió esperar una hora al mediano... Sólo un poco más decía a su compañero

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09/11/2013, 19:10
Grasp

Grasp alzo la vista levemente, prestando relativa atención al gnomo. Hablaba de protectores de los bosques, de peligros en las sombras y de... ¿Unirse a una empresa? 

No le hacía mucha gracia el abandonar la posada, mas todo riesgo tiene su recompensa y precisamente eso buscaba en la villa, así que tras aguardar un instante para ver las reacciones de los feligreses alzó la voz.

- El gnomo decir peligro, y peligro ser peligroso. ¿Que sacar a cambio? Grasp puede ayudar, pero picudo decir, todos querer algo a cambio. Picudos tener cosas de magias y ser cosa buena para que vender, ¿ah? Picudos dar cosas si ayudar? - Se quedó un momento pensativo, repasando lo que había dicho con la cabeza ladeada. En la mesa varias jarras de cerveza vacías, eran el mudo testigo de su estado etílico. - ¿Ayudar a que? - Remató convencido que no se dejaba nada en el tintero.

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10/11/2013, 01:04
Zanc

Entre dos frascos de vidrio, el gnomo de ojos saltones observaba los contenidos de ambos como el niño que ve la danza del fuego por primera vez, aunque conocía perfectamente el contenido de ambos: agua bendita, y un acido peligroso. De repente le entró la curiosidad de comprobar que ocurriría si ambos elementos se combinaran en uno solo, y que destino aguardaría a aquel quien lo ingiriese. En un arrebato de temeridad, se dispuso a ingerir ambos líquidos al mismo tiempo, cuando otro gnomo vociferaba un anuncio de petición.

- Querido amigo - Berreó aquel gnomo desde su asiento sin levantarse, muy escandaloso, pero sin intención de faltar al respeto. – He aquí a un solitario gnomo con la enfermedad del aburrimiento y la virtud del descubrimiento. Yo, Zanc, único discípulo de Inex, exmiembro de la Garra de Dragón y último amigo de Maraver “el caminante de sueños”, me ofrezco para… - Perdió la compostura por un momento. – Siento comunicar que no escuché bien desde aquí, pero no importa si es matar a un dragón como bajara un gato asustado del alto de un árbol, que estaré dispuesto a aportar el poder de la imaginación.

Resultaba obvio que el gnomo padecía de algún desequilibrio, pero todo el mundo que había escuchado alguna vez sobre el gnomo Zanc, no dudaba de lo que era capaz cuando realmente se le precisaba.

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10/11/2013, 15:14
Odnan

Estaba entregado a la interpretación de su mandolina, cuando repentinamente alguien se aproximo al brasero y se dirigió a los presentes, era una suplica pero no había nada de denigrante en ella, una noble petición de apoyo para acudir en auxilio de algún habitante de los bosques. Intrigado, se levanto de su lugar y sin dejar de improvisar con su instrumento, se aproximo al céntrico lugar donde se encontraba el noble aventurero que requería apoyo para su aventura. Mientras se aproximaba varios alzaron sus voces interesados en participar y en conocer mas detalles.
 

Al llegar junto al brasero exclamó:
 

"Como puedes ver no faltarán brazos y espíritus valerosos para auxiliarte en tu aventura, incluso yo mismo me ofrezco para ello. Tengo la corazonada que esta podría convertirse en una cautivadora canción, pero al  igual que los demás voluntarios me encantaría conocer mas detalles sobre esta siniestra amenaza que ha de combatirse."

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12/11/2013, 23:03
Osfahlt Soverleaf

Sintiéndose rejuvenecer ligeramente ante la calurosa acogida que sus palabras acababan de recibir, se subió con seguridad a un taburete para que lo escaso de su estatura no restara ni un ápice de gravedad al tono de sus explicaciones. Al hacerlo, le pareció estar más oxidado aún que su vieja armadura, groseramente desparramada tanto en algún lugar de su descuidado hogar como en los confines de su mente.

-Por lo visto las tornas han cambiado, y soy yo ahora quien tiene una historia interesante -bromeó con suavidad al escuchar los recelos del trasgo comerciante. Y prosiguió, entre suplicante y zalamero, con una sonrisa de naturaleza indefinida que sus músculos llevaron a cabo de forma puramente mecánica. Cierto es que he pronunciado la palabra “peligro”, pero también otras como “ayuda” y “esfuerzo”. En todo caso, simpático mercader, te reto a que te fijes en mis acciones y no en mis palabras: únete conmigo a estas buenas gentes y te prometo que, sea cual sea la recompensa que podamos obtener, ninguno de entre nosotros recibirá más que tú por los servicios prestados.

Acto seguido se giró hacia el bardo con una mueca de fingido disgusto y los brazos abiertos de par en par. ¡Maltido sea, por detener las cuerdas de tu instrumento! Contar con la simpatía de un hermoso artista sería más de lo que al menos yo merecería, pero estoy dispuesto a aceptar tal obsequio a cambio de satisfacer la petición de este otro vecino mío -dijo, dirigiendo la mirada hacia el calmado hombre que se había dirigido a él en primer lugar.

-Lamento no disponer de los detalles que me pedís; casi tanto como no disponer de ningún aliciente con el que tentar a los más reticentes de entre vosotros. Su afectación era genuina, abarcando también en sus pensamientos las reservas del trasgo, pero se fue disipando a medida que caminaba hacia su interlocutor tras bajar del taburete como si de un enrome escalón se tratara. Cuando estuvo justo delante de él levanto uno de sus brazos y lo posó con suavidad sobre su hombro, cerrando la mano sobre su superficie. Puedo ofrecerte la satisfacción de hacer algo bueno por tu pueblo; puedo brindarte la oportunidad de formar parte de los prudentes y bondadosos frente a todos los que prefieren pecar de cinismo e insensibilidad; podemos aspirar juntos a vivir día a día la recompensa que supone la vida en el camino, rodeados por la incertidumbre de cada nuevo giro del sendero; pero algo me dice que no voy a tener que hacer nada de ello, porque tú mismo pareces estar deseando todo eso y más.

Tras una pausa claramente dramática dirigió un guiño divertido al trasgo, como dando a entender que nadie como él habría de saber tan bien lo que aquellas palabras significaban. Finalmente, tuvo que obligarse a prestar atención al deslavazado personaje de su misma raza que gritara indecorosamente algo acerca de garras y dragones. Ante todo, no quería dejar a medio firmar la promesa que le había hecho a aquella elfa tan cabezota.

-Ninguna imaginación podrá suplantar jamás a la realidad, compañero -comenzó, casi reprimiendo al gnomo por alguna (paradójicamente) imaginaria falta cometida. No hay nada que precise de tus distorsiones, y ningún linaje que pudieras querer ostentar será más valorado que tu propia disposición. Pero si estás dispuesto a seguir adelante, serás bienvenido como el que más. La frivolidad de aquel Zanc no era en modo alguno bienvenida por Osfahlt, pero dejar que sus sentimientos personales prevalecieran sobre su vocación de servicio era algo que sencillamente no se presentaba como una posibilidad.

-A todos os digo que las respuestas que buscáis no las tengo yo, sino la persona que realmente necesita de vuestra ayuda. Y a junto de ella me dispongo ahora a encaminar mis pasos, esperando con entusiasmo que por cada una de mis pisadas resuenen en las calles de Shamfh otras cinco -recalcó el número posando la mirada alternativamente en cada uno de los que habían hablado, para terminar en la figura de Isilöme-, a cada cual más decidida. Tras ese último y corto discurso se acercó ceremoniosamente al tabernero arropado por el semi-silencio en el que se había sumido el local y le tendió la mano para intentar terminar de sellar la presentación de su caso.

 

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12/11/2013, 23:36
Isilöme Imithama

El elfo apenas asintió con la cabeza para luego estrechar la mano de Osfahlt con una leve sonrisa en los labios. Decidido y con un buen discurso, cualidades apreciables en cualquier persona que buscara armar una expedición. Con una sonrisa el elfo sirvió 6 jarras de cerveza, dejándolas sobre la barra mientras miraba a los que se habían ofrecido, fijando su vista al final en el trasgo

-Una ronda, a cuenta de la casa, para los valientes dispuestos a ayudar a una noble causa por la sed de aventura... ¿No lo crees, Grasp?-

El elfo hablaba con calma mientras sonreía directamente al trasgo, la bebida parecía una cerveza de un curioso color cobrizo, "aliento de dragón", solían llamarla gracias al regusto final, picante y especiado, combinado con la fortaleza y aspereza, definitivamente le dejaba a uno una sensación particular. Algo digno de un grupo dispuesto a ayudar a la ciudad

-Ahora, buen hombre, creo que has olvidado un último detalle... ¿Cuando partimos?-

En su voz resonaba el ansia de aventura que poseían muchos de los aventureros de la vieja escuela. Era una emoción que casi podía sentirse a través de cada palabra que decía -No puedo esperar a empezar, más si, como dices, quien solicita la ayuda es una hermana de los bosques. No soy precisamente un elendil, aunque sean ellos mi propia raza. Salí de su cobijo para conocer el mundo humano, pero siempre me mantuve atento a la ayuda que podía prestarle a mis hermanos en cualquier punto que hubiere de visitar alguna vez... Cuestión de honor entre los nuestros- Dijo con una leve sonrisa, levantando una de las jarras y bebiendo un trago corto para animar a sus compañeros -¡Vamos!-

Notas de juego

 

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13/11/2013, 00:20
Grasp

Podría ser que el gnomo le tocara la fibra sensible con sus palabras, la cerveza que le entumecía el cerebro y por lo visto seguiría haciendolo durante un rato. Quizá el alud de preguntas que los parroquianos derramaron sobre Osfahlt lo animaron, incapaz de seguir una corriente alternativa, puede incluso que fuera la simple codicia del trasgo. Quien sabe si no habían sido todas esas cosas o si la razón permanecía oculta. Lo único que estaba claro es que Grasp había tomado una decisión.

Alzó la jarra pesadamente y tras brindar por la expedición se la llevó a los labios.

- ¡Grush'garth!

Tras acabarsela, o más bien tirarsela por encima, la dejó sobre la mesa con un fuerte golpe. Observó a los presentes con una mirada severa, casi amenazante y se puso en pie. Poco le faltó para irse al suelo del impulso, pero sujetándose a la mesa con ambas manos logró mantener la verticalidad. Mientras avanzaba hacia el centro de la estancia acercándose al gnomo, se deshizo de la capucha y las pieles que lo cubrian, dejándolas caer al suelo sin ningún miramento. Debajo llevaba simplemente una tunica raída y un yelmo oxidado con una cornamenta quebrada. Un rosario hecho con cuentas de hueso colgaba hasta su cintura, donde un montón de bolsitas de piel se tambaleaban atadas a un cinto de cuero.

- Grsp oyyhe a la bicuda, y si Grasp gusdar lo que decir venir ¿ah? - Si ya se hacía difícil entenderlo estando sereno, el modo en que arrastraba las palabras y su poca vocalización lo hacían una tarea digna de un maestro.

Se plantó al lado del tabernero y del gnomo y se cruzó de brazos esperando la señal de partida, meciendose lentamente hacia adelante y hacia atrás, con los párpados cayendo lentamente hasta que sus ojos dejaron de verse. No era de extrañar que el pequeño piel verde se encontrara en ese estado, teniendo en cuenta que poco tenía por hacer ahora que apenas le quedaba mercancía con la que hacer negocios, y pasaba la mayor parte del tiempo en su habitación, u observando a la gente ir y venir desde un rincón de la cantina, oculto tras una jarra más grande que su cabeza.

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13/11/2013, 09:38
Alainnheïn

Niego con la cabeza ante sus palabras, ese tipo de cosas no me interesaban. Había tomado una decisión, y así se lo hice saber utilizando un tono distante y al mismo tiempo correcto.

- No es necesario, no busco fama ni oro ni nada similar. Simplemente el hecho de ayudar al prójimo, es razón más que suficiente para involucrarme. Puede contar conmigo. Mi nombre es Alainnheïn, pero si vamos a ser compañeros en esta particular empresa, puede llamarme Alainn. 

No fui el único que le llamó la atención lo que aquel gnomo tenía que decir. Quizás se deba a su labia, su carisma o el contenido de su discurso, pero analizándolo con calma no había dicho nada, no consiguió esclarecer mis dudas al respecto, pero no me importaba, tenía mis razones para aceptar y creí conveniente dejarlas claras.

Si el resto de los que habían hablado también participaría, el grupo sería por lo menos curioso y bastante dispar, aunque no me preocupaba en exceso. Estaba dispuesto a tolerar la compañía del quien fuera necesario.

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13/11/2013, 13:11
Zanc

Zanc se mostró malhumorado como un niño pequeño ante el comentario del gnomo.

- Menosprecias a la imaginación, amigo. - Contesto cruzado de brazos con una mueca estupida de enfado. - ¿Acaso un bardo sería bardo sin haber imaginado sus canciones? ¿Acaso los lanzadores de conjuros hubiesen conseguido crear magia sin que antes una persona descrubriera su uso? ¿Que me dices de los guerreros? Un hombre debió crear la arma que muchos ahora empuñan, y otro la forma más adecuada de manejarla y portarla.

Hizo una pausa para colocarse en una pose más serena y un rostro algo más madura. Aunque no lo pareciese viniendo de él.

- Iré y te acompañaré, solo para el hecho de demostrarte lo poderosa que es la imaginación. - Dicho esto se dio media vuelta para meter tods sus objetos y artilugios, fragiles e importantes, en una bolsa, con un cuidado digno de un borracho sin manos.

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13/11/2013, 15:47
Dungeon Master

Parecía que un extraño y numeroso grupo se había formado. Para algunos siete personas más que un grupo de aventureros era un ejército. Nadie sabía si habría algún tipo de selección previa empresa o si lo que esperaba el gnomo, como se había mencionado por la sala, era luchar contra una sierpe, caso en el cual quizá fueran insuficientes esos siete. En cualquier caso parecían todos muy aptos, exceptuando alguna rareza personal.

Sea con el fin que sea, todos debéis dejar vuestros asuntos bien atados antes de partir esta noche. 

Notas de juego

Puse esta noche porque parece que vais a salir ya mismo, si decidís otra cosa lo escribís.

Teneis 1 turno (1 post cada uno) para describir lo que queréis hacer antes de movilizaros y/o salir fuera de la taberna (dando por sentado que así es como avanzáis --> esto es para no perder tiempo esperando a que todos posteeis algo y no llegue el mensaje)

Nota: Si nadie contesta en 24 hr daré por sentado el turno.

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13/11/2013, 15:59
Dungeon Master

Despiertas sobre lo que parecen un par de ovejas atadas y bien rollizas con unas pieles por encima. Rápidamente te das cuenta que es un camastro "al estilo" humano. No recuerdas haber ido por tu propio pie a un sitio así por lo que rápidamente se activa tu alarma interior. Alterado intentas levantarte de la cama sin mucho éxito, el entumecimiento de una de las extremidades superiores era debido a unos grilletes que te sujetan a uno de los palos finamente tallados que hacen estable la estructura sobre la que estás. No dispones de nada de tu equipo, de hecho vas casi desnudo a excepción de un jubón.

Tus opciones se reducen y cuando por fin consigues calmarte lo suficiente como para reconsiderar la situación ves que las paredes, suelo y techos son de madera; el camastro, el cual dispone de un cofre a sus pies, centra la habitación y junto a estos hay una piel de lobo tirada en el suelo que de no ser porque estaba lo suficientemente lejos del hogar prendería reduciendo posiblemente el establecimiento entero a cenizas. Además hay un armario en una de las esquinas. La puerta de roble, que a excepción de las dos ventanas de que dispone la habitación, es la única vía de entrada parece resistente y maciza.

Debes hacer algo mientras puedas, todavía estás sólo y no sabes cuanto puede tardar aquel que te ha atado, podrías tomar ventaja y soltarte aunque lo esperes, pero al menos dispondrías de cierta movilidad, lo cual sería ciertamente una mejora, pues no sabes si estás preso o si por el contrario eres el invitado de alguien que toma precauciones 

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13/11/2013, 16:30
Director

Notas de juego

Tirame un avistar y un escuchar, tanto tuyo como de tu compañero (lo llamaré pet desde ahora)

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13/11/2013, 17:21
Hwestadîn
Sólo para el director
- Tiradas (4)

Notas de juego

Pet se llama Rouko, pero si prefieres pet... xD

nota: te he tirado la ultima que te faltaba el pet tambien tiene avistar, Si, le llamaré pet... asi si muere no me dará tanta pena

Awwww! A eso último!

No te emociones... es unicamente porque LOS dos directores tenemos algo especial con los lobos