Partida Rol por web

Saga de Arcain: Stohlm

[?] Un sitio sin tiempo, ni luz

Cargando editor
17/08/2018, 01:13
Abzu

I. Prueba del León

Es cuestión de parpadeos para que te des cuenta de que el ambiente a tu alrededor 

ha cambiado. ¿Donde estaban todos los profesores, los guardias y los magister? Solo estabas tú, ni siquiera tenías una idea de donde.

En tu mano derecha empuñabas una espada corta y portabas una cota de mallas debajo de tu capa roja. Te resultaba una sorpresa que pudieses cargar con el peso de todo eso teniendo en cuenta tu físico poco entrenado.

Avanzas a través de lo que parece un ruinoso sendero hecho de rocas y lleno de vegetación, la neblina es tan espesa que apenas puedes ver más adelante de unos escasos metros y no hay ni un solo sonido que indique que te halles acompañada por alguien. Solo te hallas tú y tus ganas de seguir adelante que a decir verdad empezaban a flanquear cada tanto tiempo. Empiezas a memorizar tus hechizos intentando buscar algo que pueda serte útil en esta situación y recuerdas los que primero te llegan a la mente.

1Podías imbuir tu espada o cualquier objeto que desases con luz con un simple encantamiento de los más sencillos en la academia.

Pensaste en cambiar la forma de tu arma a una antorcha o cualquier otro objeto que pudiese ayudarte a guiarte en esta situación, pero no recordabas nada hecho de ese mismo material.

Seguiste pensando en cosas que pudiesen ayudarte mientras avanzabas tímidamente a través del sendero de rocas, cuando el primer sonido se hace presente más adelante de ti, te quedas totalmente paralizada y no sabes si seguir avanzando o buscar un sitio donde ocultarte.

 

Notas de juego

1Tu ficha ha sido actualizada con un nuevo Libro de Hechizos

El libro de hechizos se puede ir actualizando con nuevos conocimientos a lo largo del arco, por lo que siempre que lo veas propicio, intenta hallar maneras de aprender más que podrían ser útiles a lo largo de tu aventura.

Cualquier duda, al Offtopic.

Cargando editor
20/08/2018, 15:22

Miré a mi alrededor en cuanto me desperté en aquel lugar desconocido. Apreté la mano con fuerza según me di cuenta del peso que llevaba. ¿De dónde había salido esta ropa? Todo esto empezaba a ser como uno de esos sueños en los que te encuentras en mitad de la nada sin ningún tipo de contexto. 

Quizás era un sueño inducido mediante magia. ¿El vino y las especias que nos dieron? Le di vueltas a la cabeza para comprender qué me estaba pasando. Al menos me habían dotado de protección y armas. Y un entorno imaginario donde no hacerme daño. Creo. Tenté la idea de pincharme con la daga para averiguar qué era lo que ocurría pero la deseché por si acaso me suspendían. Sólo quedaba avanzar mientras seguía con mis especulaciones. 

Notaba que algunos dedos de la mano se me estaban durmiendo por la tensión, pero es que no se veía nada y me estaba empezando a poner nerviosa por no poder controlar la situación. Tampoco me atrevía a encender nada ya que eso podría alertar a depredadores o a saber. ¿Habría otras personas en este sueño inducido? ¿Estaríamos en un sueño colectivo?

En cuanto escuché el primer ruido abrí los ojos como platos y aunque tardé en reaccionar, salí del sendero para ocultarme tras el primer tronco o arbusto que viese. Desde aquella posición podría plantearme mi próximo movimiento. Si necesitase ver, quizás lo que tendría que hacer sería empujar la niebla delante de mí con la ayuda de un fuerte viento.* 

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Confírmame por si acaso. Pero sería evocación básica. Elemento aire. Como una especie de bola, fiuuummm que sople 9 metros delante de mí.

Nota del director: Perfectamente ejecutado. ¡Recuerda hacer la tirada! He colocado una pequeña nota en tu ficha para que conozcas mejor la dificultad de tus hechizos.

Cargando editor
21/08/2018, 21:08
Abzu

Reúnes en ambas manos la energía suficiente mientras que te ibas alejando poco a poco del sendero. Llega el momento y la despliegas en una potente ráfaga de viento que aparta la neblina frente a ti. No puedes evitar sentir un hormigueo tras aquel bombeo de energías arcanas, la sensación era extasiante y peligrosamente adictiva, por lo que debías medir con cuidado el tiempo en el que realizabas un hechizo. Para tu fortuna, el autocontrol es lo primero que enseñan en el colegio mágico y una vez dominado tenías la certeza de convertirte en un taumaturgo de primera categoría. Claro, si realmente existía alguien capaz de controlar ese ansia.

Escuchas el sonido de una criatura que parece rugir o lamentarse, y ya puedes escuchar sus pisadas acercándose a ti en la oscuridad aunque no pudieses verla por completo. Una sensación de nauseas te invadió repentinamente gracias al nerviosismo y recién te habías dado cuenta de lo pesada que se sentía tu armadura.

Decides ocultarte entre unos arbustos y esperas el tiempo suficiente como para observar a la bestia que te acosaba en casi todo su esplendor.

La criatura horripilante llegaba a superarte por mucho tamaño, podías deducir que le podría superar en dos cabezas a un hombre especialmente alto. Cubierta de pelaje blanco y manchado con sangre de dudosa procedencia. Aferraba una enorme rama que podría utilizar como arma y su rostro calaverico reforzaba su aspecto antinatural.

Su reacción a tu hechizo fue un alarido de furia y un espasmo errático, empezaba a andar hacia adelante con ligeros pasos mientras que empezaba a sondear el sitio con la mirada. Tu corazón empieza a latir a toda velocidad con cada paso que da la infernal criatura, y empiezas a pensar en las opciones que te quedan. ¿Donde estaba el resto? ¿Acaso habían sido encontrados antes por aquella aberrante criatura? Por tu bien, no podías correr la misma suerte.

Quizás funcionaría escapar. ¿Pero a donde? No podías ver más allá de tu nariz en aquella neblina y si aquella bestia te daba alcance sería tu fin. ¿Tal vez enfrentarla? ¿Y acabar como el desgraciado que acabó manchando su piel con su sangre? Tal vez un hechizo te ayudaría a salir de este apuro, o hallar una pista de que hacer. Pero el tiempo se estaba acabando.

Debías actuar ya.

Cargando editor
26/08/2018, 17:34

Cuando por fin pude ver el origen de los ruidos, me quedé helada. Para nada me esperaba algo tan monstruosamente grande. Me superaba en todos los aspectos. Miré con cara de derrota la espada corta que tenía en mi mano y miré con miedo el enorme palo con sus diferentes ramificaciones. Eso me lo clava y adiós.

Si se supone que esta iba a ser nuestra prueba, no sentía que estuviese equilibrada. Me arrepentí de haber llamado la atención con aquel hechizo y no se me ocurría nada qué hacer para solucionar mi situación. Me encontraba paralizada tras los arbustos e iba a ser cuestión de tiempo el que me encontrase.

Tenía que salir de ahí. Salvar mi pellejo y planear una estrategia más adelante. Palpé el suelo en busca de alguna piedra o alguna rama. Lo suficientemente grande como para poder lanzarla al otro lado y provocar una distracción...

Cargando editor
30/08/2018, 00:46
Abzu

La criatura sigue avanzando y tu logras ocultarte entre los matorrales mientras que la observabas con cuidado. Su gigante cuerpo se bamboleaba de un sitio a otro pero siempre avanzando hacia adelante. Sondeaba el aire a su alrededor con sonoras inspiraciones y bufidos, soltaba ruidos amenazantes conforme iba acercándose.

Logras arrojar a tiempo una roca lo suficientemente grande fuera de los arbustos, y hace algo de ruido al chocar contra el suelo empedrado. Cosa que capta la atención de la criatura la cual gruñe y se va en aquella dirección, el camino a su espalda parece libre de cualquier otro peligro y ya te ha pasado por un lado, 1estás a espaldas de la bestia quien se halla a unos pocos metros de tu posición.

Notas de juego

1Para escapar de la criatura, necesitarás realizar una tirada de sigilo o una de resistencia en caso de intentar correr.

Cargando editor
04/09/2018, 17:35

¡Funcionó! Exclamé en mi cabeza. Dejé que aquella criatura marchara distraída hacia donde cayó mi piedra. Sentí ligera tentación por la idea de lanzar una bola de fuego a sus espaldas, quizás con el factor sorpresa y gracias a su pelaje podría acabar con ella en una rápida combustión pero no me atrevía a comprobarlo. Ni siquiera sabía cuál era el objetivo de esta prueba. Matar por matar no tenía sentido. 

Cuando finalmente me vi segura para ir hacia la otra dirección me incorporé poco a poco y caminé a hurtadillas con cuidado de no pisar ninguna rama ni ninguna hoja seca que alertara de mis intenciones... 

- Tiradas (1)
Cargando editor
09/09/2018, 02:59
Abzu

Avanzas a toda velocidad y lo más cautelosa posible a espaldas de la criatura y logras escabullirte para seguir avanzando. Por el camino empedrado, el sonido rielante de la neblina es lo único que invade tus oídos conforme te mueves por lo que tal vez tu enemigo se ha quedado detrás. Es dificil decirlo. La niebla vuelve a ganar terreno.

Mientras continúas tu camino, tus pies tropiezan con algo y recuperas el equilibrio en una escalera. Avanzas y hallas lo que parece ser un castillo medio hundido en la tierra llena de musgo y maleza.

Atraviesas la entrada destruida y llegas eventualmente a lo que parece ser el patio. El sitio de ensueño parecía estar ligeramente inclinado hacia un lado, lo que causaba una ligera sensación de vértigo. Algunos sitios se hallaban inundados en pozos de agua oscura y neblina; otros devorados por la vegetación o simplemente en un estado ruinoso. A lo lejos la estatua de lo que solía ser un hombre luchaba para evitar hundirse bajo la marisma. La puerta de entrada al castillo estaba abierta y no parecía ser custodiada por nadie. Y en el otro extremo del patio se hallaba un pequeño muelle con una barca con remos.

Un aleteo te obliga a alzar la mirada, se trata de un gran ave que vuela a través de la noche, inalcanzable. Solo acompañada por una luna más cercana de lo normal. Que ilumina un poco más de lo normal.

Cargando editor
11/09/2018, 15:23

No fue lo más épico de la historia y de hecho, me avergonzaba un poco de haber resuelto la situación de aquella manera. No hubo nada de magia. Ni apliqué ninguna enseñanza de la escuela salvo mi propio instinto. Supuse que los magister estaban observando pero, ¿qué iba a hacer? Sentía que el combate estaba totalmente desequilibrado y que no iba a tener ninguna oportunidad.

Seguí avanzando hasta que me topé con un especie de castillo en ruinas. Apreté con fuerza el mango de mi espada corta preparada para cualquier sorpresa. La zona indicaba que en cualquier momento podría aparecer otra bestia o alguien. Miré un segundo mis pies y ya estaban llenos de barro. Por suerte, las ropas no eran mías así que me daba un poco igual.

Atravesé la entrada y me fijé en aquella estatua a lo lejos. Con suerte, quizás habría alguna inscripción o algo que indicara alguna pista sobre lo qué hacer. Lees muchos libros de aventuras, Kate —me dije a mí misma—. 

Avancé con cautela hasta que un sonido por encima de mi cabeza me hizo dar un respingo. Empuñé el arma con fuerza y apunté con la punta al animal durante unos instantes. Cuando me di cuenta de lo ridículo que era, relajé el gesto. El "pájaro" se encontraba lejísimos y aparentemente no resultaba ninguna amenaza...

Notas de juego

Duda: ¿Se puede llegar a pie a la estatua o hay que usar la balsa para alcanzarla? ¿Cómo de profunda es la marisma?

Si se puede ir a pie, pues voy a la estatua a pie. Si hay que ir en barca... pues bueno. Aprieto el culo y voy. Espero que el pajarraco me deje vivir... =)

Cargando editor
16/09/2018, 18:13
Abzu

Te armas de valor para encaminarte hacia la estatua, a cada paso que dabas más irreconocible se volvía la figura de piedra que luchaba para evitar hundirse. El agua asciende hasta tus rodillas pero hasta ahí se queda, o al menos eso esperas. Tus sospechas se hacen realidad cuando al acercarse observas el rostro informe de una mujer cubierta por una toga. Observas que hay un grabado tallado en la base de la piedra que dice "A todos los olvidados".

Sientes un aleteo en tu espalda y una criatura aterriza sobre la cabeza de la estatua, se trata de una lechuza de gran tamaño que abría sus alas y te observaba con un característico movimiento de cabeza cada tanto tiempo.

 La criaturan revoloteó y se acomodó en la estatua antes de empezar a hablar, por alguna razón su voz se asemejaba bastante a la de un familiar querido, como si al animal lo conocieses de toda la vida. No podías discernir si la voz era masculina del todo o femenina.

—Luces perdida, Katelorian. Aunque desde que abandonaste tu hogar, deberías estar acostumbrada a tener ese aspecto. ¿No lo crees?

El ave se limpió una de las alas con un picoteo y continuó:

—Van a venir más a por ti como no encuentres una solución. Están todos muertos... o peor que eso, diría yo. Eres la última, y tienes que encontrar el obelisco.

A lo lejos, una detonación estalló, aunque apenas pudiste percibirlo. El ave abrió las alas y el suelo tembló un poco.

—Tienes que prepararte, Katelorian. O todo habrá sido en vano. No confíes en ellos, no les necesitas. Eres la elegida de los dioses, por eso tienes sus dones. Apenas dejen de ser necesarios; deshazte de ellos. Tu ya eres un magister.

Tras estas ultimas palabras, el ave empezó a aletear y se alejó de la estatua, la seguiste a través de la noche con la mirada hasta que de una vez se perdió en la oscuridad.

Cargando editor
17/09/2018, 23:44

Inspeccioné el grabado con el ceño fruncido confusa por sus palabras. ¿Qué quería decir? Estuve a punto de pasar mi mano por la piedra hasta que de nuevo aquella lechuza me sobresaltó con su aparación. Su envergadura me impresionó, pero lejos de parecer amenazante, se mostró curiosa. Retrocedí un par de pasos para tener que inclinar menos la cabeza. 

Levanté ambas cejas en sorpresa tras comprender que quien me estaba hablando era la lechuza. Parecía que estaba leyendo mi cara. Intenté cambiar el rostro pero cada frase que decía más preguntas me suscitaba. Ya no sabía por cuál comenzar. ¿Quiénes vienen? ¿Has dicho muertos? ¿Si mueres aquí mueres en la sala donde nos hemos dormido?

¿Obelisco? —murmuré para mí misma mirando a todos los lados. 

Me giré en cuanto noté aquel ruido. Sentí aquellas vibraciones y observé de reojo el acto reflejo del animal. No eran sensaciones sólo mías. Sentí calor en todo el cuerpo. Me daba la sensación de que tenía que moverme ya de ahí. Pero aquel animal seguía diciendo cosas sin sentido. ¿Qué me deshaga de quién? ¿De los dioses? ¿Que ya soy magister? ¿Que no confíe en los magister y que no les necesito? Y se fue...

— ¡Eh! —y mi grito se quedo ahogado. Ya no estaba ahí.

Volví a mirar a mi alrededor. Lo único que me quedaba era la balsa para buscar el Obelisco en algún otro lado o volver y enfrentarme a esa cosa blanca peluda y con sangre. Si la lechuza no se había quedado más tiempo a charlar sería por algo. Y aquella especie de explosión no me tranquilizaba nada...

Comencé a avanzar deprisa hacia el patio para ir al muelle. Me sentía torpe con el agua hasta las rodillas y levantaba más la pierna de lo normal para evitar la fuerza del agua. Aquella larga zancada podría parecer ridícula y poco natural pero me hacía quitarme esfuerzo...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Editadas algunas faltas de ortografía.

Cargando editor
19/09/2018, 00:48
Abzu

Avanzas a través del agua y te alejas de la estatua, con las palabras todavía grabadas en tu mente. "A todos los olvidados". La visita del buho no había hecho más que aumentar el número de dudas que afloraban en tu cabeza. ¿Este sueño realmente estaba predefinido para todos los demás estudiantes, o era algo que solo tú estabas experimentando? ¿Era realmente todo un sueño? Pues la verdad es que todo se sentía bastante real. Esperabas no averiguarlo de la mala manera de todos modos.

Avanzaste hacia el muelle. Su aspecto era deprimente por decir algo: parecía que desde hace ya un tiempo que no atracaba ninguna embarcación ahí. De tres largos puentes solo uno había sobrevivido al paso del tiempo, y albergaba un pequeño bote que se mecía con el arrullo del agua.

A lo lejos, no podías hallar obelisco alguno. [PER] No es que lo hayas encontrado en el patio igualmente... cuando empiezas a caminar en dirección al bote un movimiento en el suelo adoquinado capta tu atención. ¿Era eso un pez?

Si que lo era, y se sacudía erráticamente en espasmos intentando volver al agua. ¿Pero como había llegado ahí? Pensaste en arrastrarlo de vuelta al agua cuando una advertencia invadió tu mente. Sus ojos brillaban con un color antinatural e hipnotico, y pudiste jurar que susurraba algo.

El único bosque donde el sol está naciendo... donde se esconde el fauno también se esconde el obelisco... No confíes en ellos. Ellos guardan secretos.

...

¡DESHAZTE DE ELLOS!

El grito retumbó en tus oídos apenas lo escuchaste y zumbó durante varios segundos. El pez había perdido aquel curioso brillo en sus ojos, pero seguía sacudiendose sin remedio intentando salvar su vida. Detrás de él, el bote seguía meciendose y a tu alrededor nada parecía haber cambiado en lo absoluto. Parecía que te acababas de librar de una especie de trance.

Cargando editor
24/09/2018, 21:39

Cuando captó mi atención me quedé mirando aquel pobre pez ahogándose con el aire. Sentí pena por él y no me lo pensé mucho, quise empujarlo al agua para que no muriese; pero justo sus ojos brillaron y aparté la mano al segundo desconfiada. Relajé el gesto cuando comenzó a hablar, igual que con la lechuza. ¿Más acertijos?

 — ¡Joder! —grité del susto—

El corazón me iba a mil y cuando vi que aquel animal había dejado de hablar y volvía a sus sacudidas habituales le eché al agua con un movimiento suave con la espada. Ni de broma me atrevía a usar las manos. Me llevé la mano al pecho nada más levantarme y suspiré. Malditos animales poseídos. ¿Por qué no se comunican como personas normales?

Me subí al bote con cuidado de no caerme al agua. Aunque en verdad daba igual porque ya estaba mojada de cintura para abajo. Agarré uno de los remos y me di cuenta que igual me iba a cansar mucho si me dedicaba a remar con la mera fuerza de mis brazos. Sopesé la idea de transmutar uno de los remos en un especie de motor a palas de madera con forma de molino y moverlo en círculos mediante poderes telequinéticos. [INS]

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de instrucción. Sé que es una flipada, pero yo que sé. Es por darle salseo y usar algo de magia. 

Cargando editor
27/09/2018, 17:25
Abzu

Te esfuerzas por darle forma a los remos de lo que se forma en tu mente, y tus dedos tejen entre los finos hilos de magia que se hallan en el aire para moldearlos en una nueva forma. Lo que resultó de ello era una especie de aspa acoplada a una palanca que gira en círculos. Empiezas a empujar la palaca y con éxito el bote empieza a avanzar por las aguas, sabes que eso mermará tus energías tarde o temprano así que decides mantener un ritmo constante antes de que tengas que utilizar el poder de tus músculos.

Empiezas a atravesar un rio sin perturbaciones más que las producidas por el avance del pequeño bote. Te mueves en la misma dirección pero a donde sea que mires solo hay niebla y más niebla. Es curioso, no puedes ver hilos por ningun lado.

Los hombres y mujeres de a pie no pueden imaginarse la fuente de tu poder, intentar explicarles como funciona es como intentar explicarle a un simio de Vega como escribir con una pluma. Pero el origen de tus talentos es un tema de estudio que nunca pasa de moda en el colegio. Ocultos a simple vista y en todos los sitios del mundo hay hilos más finos que la tela de una araña, más largos que el propio cielo y en tantas cantidades que es imposible contarlos. Siempre fluyendo y en ebullición de energía son utilizados solo por los que pueden verlos, quienes "tejen" los hechizos de potencial impresionante. Incluso a ti te causa dificultad tejer hechizos de vez en cuando, pero eso no significa que dejes de ver los hilos de la magia a donde sea que dirigieras los ojos. La ausencia de estos hilos solo confirmaba el hecho de que no te encontrabas en el mundo real... al menos eso deseabas creer.

Más adelante, podías ver algo más allá de la niebla. Un bosque de hojas color ámbar. A lo lejos, pudiste escuchar otra detonación. Y la visión de aquel pez que te habló hace poco tiempo volvía a acompañarte, esta vez nadaba y más rápido que tu bote, en dirección a la misteriosa isla.

Cargando editor
28/09/2018, 23:53

Me sorprendí a mí misma por haber conseguido trazar mi idea a la perfección. Esta pequeña dosis de confianza me dio algo de valor y finalmente ya tenía un sitio al que ir. Bosque, fauno, obelisco. Puse en marcha aquella barca mientras miraba al uniforme frente.

Tras unos momentos con mis pensamientos, me quedé aún más embobada por el bosque que se presentó. Contrastaba un poco con el ambiente que llevaba viendo durante las ultimas horas. Sí, es como el nacimiento de un sol. ¿Podría ser...? Se me erizó la piel. Otra explosión. Me giré para seguir al pez con la mirada. Él también está huyendo como la lechuza. No me lo pensé mucho más. Me puse a girar la palanca con los brazos al mismo tiempo que con mi fuerza mágica para intentar doblar la velocidad. Parecía que cada segundo contaba. No iba a ser la idiota que se quedara atrás.

- Tiradas (1)
Cargando editor
30/09/2018, 23:20
Abzu

Desembarcas en una pequeña costa y decides abrirte paso a través de los arboles de copas cobrizas, la niebla se hace menos visible a lo largo de la caminata hacia ninguna parte exactamente. ¿Qué se supone que debías buscar? Te lo preguntabas a cada paso que dabas, pero al notar como tu rango de visión iba en aumento conforme avanzabas te daba un buen presentimiento.

El bosque era un sitio tranquilo, mucho más que de costumbre para tu opinión. Si estuviste alguna vez en uno antes podías reconocer la quietud, pero entonces sabías diferenciarla bien de la soledad. Estabas completamente sola, de eso estabas segura.

Un pequeño río es tu siguiente pista, se aparece adelante de ti después de unos matorrales y seguía su curso hacia el sur donde un sol se ponía eternamente. Al parecer paralizado en ese mismo sitio. Entendías algo más acerca de la naturaleza de este sitio. No había tiempo.

Sigues avanzando río arriba, en dirección al nordeste, la presencia de un sol que nunca se mueve te ayuda a orientarte un poco mejor. Aunque intentas buscar en todas partes el supuesto obelisco o al fauno no logras dar con nada en lo absoluto. Piensas que quizás tomaste la decisión equivocada y que deberías volver por donde viniste, pero no te rindes y sigues avanzando.

Así van pasando horas y horas, sientes como si estuvieses visitando el mismo sitio de hace unos minutos infinitas veces hasta que algo cambia. Escuchas el sonido de un crujir a lo lejos, tan lejos que no te puedes creer como lo has oído en primer lugar. Y lo sigues, lo sigues a toda velocidad intentando chocar con la menor cantidad de arbustos y ramas posibles.

Sigues buscando, escuchas los sonidos de la maleza removiendose poco a poco. Quizás se trate del fauno que has estado buscando durante quien sabe cuanto tiempo. Se escuchaban como pasos, pies arrastrandose sobre las hojas y chocando contra pequeños obstaculos del bosque, tropezando contra raíces y rozando troncos caídos. Seguiste el sonido haciendo tu mejor esfuerzo por no perderlo, pronto reunirías otra pieza del acertijo y con un poco de suerte podrías volver a casa... o a ti misma... ya ni siquiera sabías cual era el objetivo tan lejos en este punto.

Finalmente sientes que has dado con la fuente del ruido, parece moverse conforme tu vas avanzando pero al fin lo has hallado, oculto entre unos arbustos. Aferras tu espada más por instinto que por voluntad propia y avanzas, pero lo que ves es algo completamente distinto a lo que tu esperabas encontrar.

Podías ver (O más bien, sentir) la presencia de un joven muchacho cuyo aspecto no parecía distar al de alguien que apenas estaba abandonando su adolescencia. Como un eco o un fantasma podías ver su silueta y parte de sus gestos, pero no podías observar en detalle su rostro. Cabello rubio, capucha, arco y flecha. Eso era lo que pudiste notar a simple vista. Parecía observar agachado hacia abajo, miras más allá de él, hacia donde está mirando y observas tu también: Hay un gran agujero más amplio que alto, como si observaces hacia un pequeño claro desde el risco en elq ue te encontrabas. Totalmente vacío, solo con restos de basura y un rastro de energía que reconoces como la que tu empleas ahí abajo, concentrada en un solo sitio pero apenas perceptible. Parece como si un campamento se hubiese creado y levantado, dejando el sitio en abandono total.

El muchacho observa con un rostro lleno de preocupación el claro antes de girarse repentinamente, por un segundo crees que ha notado tu presencia. Se levanta y rápidamente empieza a correr detrás de algo que se mueve entre los arbustos.

Es lo más cercano a otra persona que has encontrado en este sitio, donde quiera que estés. Aunque parece ignorar completamente el hecho de que estabas solo a unos pasos de él. Quizás no sea mala idea seguirle el paso, aunque también se encuentra aquel descenso al campamento abandonado donde también podrías hallar una pista o dos sobre tu paradero.

Cargando editor
04/10/2018, 22:08

En mi cabeza sólo había dos palabras: fauno y obelisco. No quedaba más remedio que avanzar. No sabía qué era lo que provocaban las explosiones pero desandar mis pasos no era la alternativa. Al cabo de unas horas y casi a punto de rendirme, escuché un ruido. ¡Tiene que ser él! 

Me moví rápidamente hacia donde creí que se produjo el sonido con la respiración algo agitada. ¿Cuánto tiempo me queda? Me paré en cuanto hice contacto visual con los arbustos que se movían y me quedé al acecho. No podía evitar recordar aquella situación con la bestia.

Supuestamente el fauno iba a estar cerca de un obelisco y no se veía por ningún lado. Esto tenía que ser otra cosa. ¿Y si era hostil? Empuñé el arma con fuerza. Esta vez no iba a ser una cobarde. ¿Qué clase de examen estaba realizando si no me enfrentaba a las adversidades? 

¿Un... un chico? Arqueé la ceja. ¿Es uno de los participantes como yo? Intenté recordar los rasgos físicos de todos los que estábamos en la mesa bebiendo aquel vino. Me dio rabia no haberme fijado en el resto de estudiantes, sólo recordaba a mis compañeros de ala y ninguno tenía el pelo largo y rubio. Me quedé quieta analizando la situación hasta que de repente se giró. El corazón me latió a mil. Sin embargo, por alguna razón se fue en otra dirección corriendo detrás de algo.

Me quedé paralizada durante un par de segundos por culpa de la confusión hasta que reaccioné. Me incliné hacia adelante para analizar mejor aquel agujero. ¿Era posible que alguien hubiese empleado magia? ¿Que ese agujero fuese fruto de algún combate? 

Si me acercaba al campamento seguro que me convertía en un objetivo visible desde muchos ángulos y parecía que había llegado a un punto donde al menos estábamos tres personas. No me quedaba más remedio que ser paciente y acumular información antes de actuar. Encaré mi cuerpo por donde aquel muchacho se marchó y le seguí con toda la cautela posible. Parecía que él llevaba más tiempo que yo aquí así que seguro que sabía algo más...

Cargando editor
08/10/2018, 00:35
Abzu

Decides seguir al muchacho a toda prisa, aferrandote a tu espada y esquivando los obstaculos que te ofrecía la naturaleza. Conforme ibas corriendo, escuchabas varias palabras siendo espetadas de una forma curiosa, como si las estuvieses escuchando desde debajo del agua o del otro lado de una pared. Claramente era la voz del muchacho, quien parecía estar hablando con alguien más.

—¡Pst, pst ven aquí, no corras! Vengo de parte de Teobalt... He venido a ayudar.

Sigues la voz, pues ya casi podrías decir que has perdido la pista del muchacho, hasta que algo te toma por sorpresa. El tiempo ha avanzado, y la luz solar se estaba mitigando poco a poco. Parecía que la noche empezaba a caer sobre ti, preferiste seguir corriendo. Todavía escuchando los restos de la conversación.

Entonces escuchas la voz de otra persona aparecer de la nada, mientras sigues avanzando. Ves sombras moverse delante tuya así que mantienes el ritmo detrás de ellas, para poder escuchar.

—Tienes un regalo muy peculiar contigo, muchacho. ¿Acaso eres un sirviente de Teobalt que no quiso presentarse al bosque? ¡Maldito sea! ¡Me hace a mí escabullirme en aquel basurero pero no tiene las canicas de mostrarse en mi propia casa!

Escuchas una detonación a lo lejos, y la presencia de un leve color anaranjado en el aire más adelante y sobre los arboles capta tu atención, sigues avanzando.

—Siento la desaparición de los tuyos, al menos yo te debo mucho, vivo día a día gracias a tú bosque; no se como le llamas tú pero nosotros le llamamos el Bosque del Alba —dijo la voz que reconociste otra vez como la del joven—. Espero que podamos colaborar para proteger tu bosque y que yo pueda seguir cazando en él por mucho tiempo. Imagino que ya sabrás que Teobalt solo aparece por las noches, así que cuanto antes nos pongamos manos a la obra mejor para todos.

Un olor a quemado se escabulle en tu nariz mientras avanzas, mientras que escuchas la misma oración repetirse una y otra vez.

—Cuanto antes nos pongamos pongamos  manos a la obra mejor para todos...

De repente, no ha más bosque, si no un gran acantilado frente a tus pies. Tampoco hay cazador ni fauno, solo una visión horrible frente a tus ojos. Un pueblo que arde en llamas, con el humo cubriendo el cielo y el fuego siendo regurgitado de todas las puertas, ventanas y agujeros.

Los gritos de los desesperados se escuchan en lo lejano, pero acercándose hacia ti poco a poco. El hedor a muerte te invade las fosas nasales y tienes que reprimir las ganas de vomitar. En todas las calles, callejones y senderos había una batalla. Hombres que resistian el avance de mutantes y demonios astados que se abrían paso con hachas, espadas serradas y martillos de guerra.

Los monstruos más grandes y fuertes combatían en las calles, convirtiendo cada rincón en un crudo campo de batalla. Mientras que el caos reinaba en las calles, en los hogares otros invasores entraban y asesinaban a los que se refugiaban, transportando los cadáveres a través de las calles abandonadas y saqueadas. Hacia el punto más alto, donde coronaba el espectáculo de caos un enorme coloso de piedra rodeado de runas malditas, abalorios y sangre.

Lo habías encontrado, era el obelisco. Con cientos de cadáveres a sus pies y un millar de guerreros monstruosos que bailaban, rugían y alzaban sus armas a su alrededor. El enorme altar se iba activando poco a poco, y los glifos depravados brillaban con una intensa luz verdosa, en cuestión de segundos, el obelisco se sobrecargó de poder y detonó en una onda expansiva que mitigó las llamas y cesó los gritos. El sonido fue ensordecedor incluso para ti, que caiste cuan pesada eras al suelo con los oídos aturdidos. Miraste de nuevo y todavía las runas brillaban con un color mortecino, pero todo lo demás estaba en total oscuridad.

Cuando pensabas que todo había acabado, millares de ojos brillosos te observaban desde la oscuridad. El trabajo de los monstruos aún no había terminado.

Detrás de ti, una figura ataviada en ropones azules te ofreció la mano, con toda la velocidad del mundo. Y una voz femenina te ordenó:

—¡Vete, rápido!

Era momento de correr.

Cargando editor
14/10/2018, 11:20

¿Teobalt? ¿Quién? Desde luego que no conocía a nadie con ese nombre en el Colegio. O al menos, no me sonaba. ¿Quién era este chaval? ¿Cómo se había colado aquí? Al igual que yo, tampoco parecía que perteneciese aquí. Miré al cielo durante unos segundos y era como si el tiempo avanzara según corría hacia adelante. ¿Igual el tiempo funciona con el espacio? Tenté la idea de volver hacia atrás para comprobar si la luz solar vuelve a su posición anterior pero eso conllevaría perder de vista al chaval y tampoco tenía tanta curiosidad. 

Entrecerré los ojos tras aquella explosión. Tenía la sensación de que cada vez me encontraba más cerca del peligro. Y seguía sin entender nada; llegados a este punto, ya daba igual. Quise establecer una relación con el nombre del bosque. Era mucha casualidad que se llamase "Bosque del Alba". Recordé lo que aquel especie de salmón me dijo: "bosque donde el sol está naciendo". Eso podría significa que tal vez Teobalt fuese el fauno... Se me aceleró el corazón. ¿Y si le preguntaba?

Arrugué la nariz por culpa del olor y también tras las segunda repetición de aquella misma frase.  Algo no cuadraba. Era como si me encontrase en un sueño. Pestañeé un par de veces sin dar crédito a lo que tenía delante. Miré en todas las direcciones buscando aquel chico de la capucha pero lo único que encontré era caos, destrucción y... el obelisco. Y, aunque el paisaje desprendía mucho calor, me quedé helada por dentro. ¿Cómo se suponía que iba a llegar hasta allí? 

Observé como aquella piedra gigante se iluminaba según el cántico de sus acólitos. ¿Y ahora qué? Para cuando quise prepararme para la explosión, fue demasiado tarde. Me encontraba sentada en el suelo escuchando mis propio latidos y respiraciones. Se había hecho el silencio y ya no se veía ningún fuego. ¿Están todos...? No tardé más de dos segundos en darme cuenta de lo equivocada que estaba.

Me levanté en seguida en tensión y agarré mi único arma que hasta ahora no había utilizado. Ya estaba harta de correr de allá para acá sin objetivo. Qué viniesen. Iban a encontrar acero. Me giré del susto en cuanto escuché una voz detrás de mí.

¿Que me vaya? —repetí sus palabras con cierto tono enfadado— ¿Por qué? ¿Y tú quién eres ahora? 

Cargando editor
14/10/2018, 19:44
Abzu

Justo cuando le empezaste a inquirir a la figura, parecía que empezaba a desvanecerse y adquirir ese aspecto de "eco" que tenía el muchacho que te llevó hasta ahí. Poco a poco, empezaba a desvanecerse.

¡Soy Erembia! —Te gritó la voz—. Ya has reunido lo suficiente... Vienen... Sal de aquí. ¡Despierta ahora!

Hasta que finalmente, simplemente se desvanecio. Los millares de ojos rugían mientras que se acercaban hacia ti a toda velocidad. Una horda de monstruosidades cargaban en dirección a la cordillera donde te hallabas, liderados por un colosal monstruo de piel blanca que te habías encontrado hace un rato.

Quedarte a luchar, o escapar por tu vida. Era el momento de tomar una decisión.

Cargando editor
15/10/2018, 18:11

Me giré ante lo que me pareció un grito autoritario que me pilló por sorpresa. ¿Erembia? Entrecerré los ojos pensativa. Su nombre me sonaba y esos ropajes... ¡Era la representante de los magister! Pero ya era demasiado tarde. Ella ya no estaba tampoco. Y sus palabras no me tranquilizaron, más bien lo contrario. 

Volví a encararme hacia los demonios y hacia aquella criatura familiar. Me encontraba sola contra aquella horda y mi única defensa era una maldita espada que parecía de juguete. 

Joder, joder...  —murmuré para mí misma mientras daba dos pasos hacia atrás—. ¿Y ahora qué? —tomé aire y me hinché el pecho. El miedo se estaba transformando en enfado. Estaba harta de ir como un pato mareado a todos los sitios. Con frases misteriosas y carentes de significado. —¿¡Es que las pruebas consisten sólo en correr y correr!? —me quejé a grito pelado como si eso fuese a solucionar algo.

Miré al fondo, hacia aquella piedra gigante. Era lo más parecido a un arma en igualdad de condiciones. ¿Podré canalizar la misma energía a mí favor?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Duda1: ¿Es posible que el obelisco haya creado "hilos" de energía residual en la zona que pueda utilizar en mi favor para realizar hechizos más poderosos?

Duda2: ¿Cómo de lejos está el obelisco y la trayectoria a realizar para llegar haciendo un rodeo y no ir de frente contra la horda?

 

No sé qué tiradas habría que hacer para ambas. La primera supongo que instrucción. O a lo mejor no necesito tirada. Bueno, yo la hago y ya decides.