Partida Rol por web

^[PER]Logras discernir más a fondo en el aspecto de tu rival, pero no puedes hallar ninguna debilidad aparente. De hecho, parece ser el más saludable del grupo. Puedes notar que debajo de sus ropajes de cuero hay una cota de mallas que le sirve de protección adicional.

Sabia que los guerreros solían llevar cotas sobre sus pechos… pero eran confiados para no cubrir su parte inferior… debía dejarme llevar por mi corazonada y ^[FUE]entonces lancé un tajo a su pierna derecha exactamente en la rodilla, debía causar daño en sus articulaciones para debilitarte y tenerle a mi merced, el tajo fue de izquierda a derecha de forma rápida para acto seguido ponerme en pose defensiva.

Logras atravesar tela, piel y músculo con el poderoso tajo de la espada. Aunque tu rival retrocedió justo a tiempo antes de que se la cercenaras por completo. Se chupó los dientes y soltó un improperio antes de lanzarse a por ti.

Ves como sus armas se ponen borrosas y se mueven en todas direcciones, mientras que él todavía tenía fuerzas para lanzarse de frente hacia tu postura defensiva.

^[RES]Alcé mi mandoble enorme poniéndolo en posición diagonal, resistiendo como podía sus arremetidas, tratando de desviar uno que otro golpe confiando en mi gran tamaño, aunque el suyo no ayudaba demasiado,  me aferré fuertemente al espadón, esperando con suerte la herida causada cobrara factura y menguara su ritmo, ahora sabia donde debía atacar, el estaba ahora , en clara desventaja.

El cazahombres rápidamente esquiva tu ataque y te devuelve una pesada carga con su espada. Parece gritar una orden a sus hombres para que te ataquen, y uno reune el valor suficiente para arrojar un golpe de la cachiporra hacia un costado de tu cara.

—¡Si te rindes ahora, quizás no tengamos que matarte!

Intentas esquivar el ataque pero no logras moverte a tiempo, sientes una terrible punzada en un costado de tu cuerpo y la simple acción de recobrar el equilibrio te causa un inmenso dolor. Debes pensar bien tus siguientes pasos si quieres salir vivo de esta.

Sientes un golpe en tu cabeza y de repente, todo se vuelve oscuridad. Ese bastardo de Darryl te había tendido una trampa en pleno combate y acabaste cayendo en ella sin hacerle un solo rasguño. Ahora veías todo borroso y tu boca tenía un sabor a tierra que indicaba que habías caído. Sientes como varios hombres empiezan a desarmarte y atarte para empezar a tirar de tu cuello con sogas.

Tu boca fue amordazada con un trapo sucio y te ataron las manos y el cuello para asegurarse de que no pudieras escapar. Para tu fortuna, todavía conservabas tu collar.

Empezaron a llevarte fuera del nido, y podías ver al resto de los bandidos que conformaban tu pandilla siento sacados de sus escondites. Algunos vivos y otros no tanto. No veías a Stepan por ningún sitio.

Te unieron a una hilera de desconocidos que parecían haber pasado por más dificultades que tu. Algunos despojados de sus ropas y voluntad eran guiados por más cazahombres en una fila y eran celosamente vigilados. Contabas al menos un par de docenas... el simple pensamiento de escapar fue aplacado por tu sentido común. No te habías mantenido vivo durante mucho tiempo por tomar decisiones premeditadas.

Darryl te empujó para que te unieses al resto de la caravana que se empezó a encaminar a través de los senderos del bosque. Solo podías reconocer un solo destino al que viajabas, el sur. ¿Pero a donde exactamente?

Los demás prisioneros estaban cabizbajos y callados, otros gruñian insultos mientras eran empujados y algunos realizaban plegarias y rogaban ser liberados. El silencio y unas pocas burlas eran las únicas respuestas que recibían.

Quizás tenías un poco de tiempo para planear algo antes de llegar a tu destino si todavía querías conservar el pellejo.