Partida Rol por web

Un mal sabor de boca te hace despertar en tu celda, otra vez. Un gotear caía en tu cabeza y agua salada se había entrometido en tu boca mientras que te levantabas y desperezabas. Otro día en los calabozos. ¿Cuantos habían pasado? Seguramente una semana, y ya se sentía como un año. Estabas bajo el fuerte militar de Melraba, un asentamiento fronterizo del territorio Derchios donde se enviaban a todos los prisioneros que no estaban destinados a morir por el hacha del verdugo.

Claro, todos los desgraciados que acaban en aquel agujero terminaban siendo entregados en calidad de esclavos al mejor postor, usualmente de los reinos fronterizos. Para acabar trabajando en una cantera hasta el final de sus días. Entraban y salían prisioneros de aquel sitio, la mayoría los sacaban cuando ya estaban fríos como una trucha.

Aunque estabas atrapado, tenías la seguridad de sentirte más seguro ahí abajo que en el bosque con ese montón de peligros andantes, además, los rumores acerca de aquellas criaturas acosando Thibe y habitando el bosque del alba se hacían más y más comunes. Solo esperabas que Rolf hubiese sobrevivido a esto.

Los guardias abren las celdas para dejarte la miseria de comida que era suficiente como para dejarte vivo, y finalmente se retiran haciendo un fuerte sonido con la reja.