Partida Rol por web

Saga Germánica - Mater et Domina

Inicio - La Alianza de Triamore (1190)

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10/12/2012, 11:06
Director

Notas de juego

Encontrásteis un arrollo, lo seguísteis un trecho y lo abandonásteis cuando pensásteis que os estábais retrasando demasiado y poniéndoos más en peligro que envitándolo. Pese a todo parece que os volvieron a encontrar el rastro.

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11/12/2012, 16:17

Jan no podia despejar su mente de las preguntas sin respuesta. Finalmente, pregunto: -Obekin, ¿hay algo de tus perseguidores que debiera saber? Es sorprendente como nos han ganado terreno, aún habiendo buscado perder el rastro en el arroyo. No parecen haberse detenido a descansar siquiera...

Tras su respuesta, continuó: -Estamos cerca de Montcy-Notre-Dame, un pequeño pueblo. Desde allí estaré cerca de mi destino, y no puedo continuar el camino contigo... debemos concluir esta huida pronto... dejame pensar...

 

Notas de juego

Entiendo que bajo el reglamento de la Orden, la interacción con mundanos debe ser mantenida al mínimo. Entiendo por lo tanto que llevar a Obekin conmigo hasta Triamore será considerada una flata grave, ¿correcto?

¿Que ocurre si solo le indico de la existencia del castillo, pero que sea él quien solicite asilo como caballero? ¿Hay posibilidades que funcione, o es una intentona inutil?

Por mucha simpatía que sienta hacia el caballero, entiendo que tengo un deber que cumplir con la Orden. Por otro lado, luchar para defender a un camarada de flandes, enfrentando a los perseguidores, implicaría no perder honor, ¿correcto?

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12/12/2012, 21:47
Director

Notas de juego

Entiendo que bajo el reglamento de la Orden, la interacción con mundanos debe ser mantenida al mínimo. Entiendo por lo tanto que llevar a Obekin conmigo hasta Triamore será considerada una flata grave, ¿correcto?

El Código de Hermes marca que no se debe atraer la ira de los señores mundanos sobre uno mismo. Esto se debe a que de hacerlo, podría causar el perjuicio indirectamente al resto de magos de la Orden. La mayor parte de los magos de la Orden no sólo son magos, sino que además lo parecen, de ahí el problema... En otras palabras, no, no tendría porqué ser una "falta". De momento el único a quien persiguen es a Obekin.

¿Que ocurre si solo le indico de la existencia del castillo, pero que sea él quien solicite asilo como caballero? ¿Hay posibilidades que funcione, o es una intentona inutil?

Es más que razonable, pero como te he dicho, no tiene porqué haber inconveniente en plantearles la cuestión a los magos y que decidan ellos cómo actuar. Por lo que sabes de Triamore tienen una "tapadera" como fortaleza mundana, así que podrían decidir perfectamente qué hacer.

Por mucha simpatía que sienta hacia el caballero, entiendo que tengo un deber que cumplir con la Orden. Por otro lado, luchar para defender a un camarada de flandes, enfrentando a los perseguidores, implicaría no perder honor, ¿correcto?

Desde el punto de vista de la Orden, primero va la Orden y después todo lo demás. Pero la Orden marca unos principios de individualismo muy profundos, cada mago es libre de hacer lo que le venga en gana, siempre que no perjudique al resto de magos. Si crees que debes defender a tu camarada flamenco, estás en todo tu derecho, siempre que no hagas magia ostentosa. Por otro lado, los perseguidores probablemente también sean flamencos. Y sí, si como caballero has dado tu palabra de ayudar a alguien, no cumplirla sería un deshonor.

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14/12/2012, 12:45

Notas de juego

Hay alguna respuesta respecto a mi pregunta sobre los perseguidores?

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14/12/2012, 13:27
Obekin vander Wert

Se hace un incómodo silencio que parece prolongarse una eternidad hasta que finalmente el joven caballero responde a tu pregunta:

-El señor de mis perseguidores es un hombre poderoso y cruel. Si no me atrapan es capaz de arrancarles la piel a tiras, literalmente, seguro que eso les azuza en pos mía. Pero su causa no es justa, me tendieron una emboscada, pero no en el campo de batalla, sino en mis alcobas. Tengo fama de acostarme con toda mujer posa sus ojos en mi, pero en esta ocasión no es cierto, ¡lo juro por todo lo sagrado! -acaba exclamando, un tanto alterado

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14/12/2012, 18:43

Jan piensa un poco y luego dice, con tono severo:

-Cómo yo lo veo, estimado Obekin, tenemos 3 alternativas... pauso un segundo, buscando las mejores palabras.

-En primer lugar, podemos intentar un engaño. Por ejemplo, y contando que los perros seguramente sigan el rastro de vuestro caballo, más que de vos, podemos cambiar de caballos. Vos avanzarías y os esconderías, mientras yo enfrentaría a vuestros perseguidores, diciendo por ejemplo que cambié de caballo con un caballero que encaja con vuestra descripción cerca de la última encrucijada de caminos. Eso los habría de convencer que han perseguido un rastro equivocado y les enviaríamos a quien sabe dónde. No creo que sean tan estúpidos de atacar a un caballero que no es su objetivo principal.

Hago otra pausa, entendiendo que esto que diré podría resultar ofensivo para el caballero: -Otra posibilidad de engaño es que yo me quede con los 2 caballos, con el mismo cuento, como si siempre hubiese viajado con dos monturas y os hubiese canjeado una. Vos podrías haceros pasar por mi escudero, o tal vez esconderos en esta choza con el campesino. Estoy seguro que podremos hacer pasar casi todas vuestras pertenencias cómo si fuesen mías, salvo el escudo, que deberíamos de esconderlo en otro lado. Soy bueno empacando cosas, y tengo morrales amplios... sonrió pensando en mi morral mágico.

Con voz más grave, continuo: -La segunda opción es la emboscada. Plantar cara a vuestros perseguidores y terminar la huida de una buena vez. Podríamos buscar un buen lugar dónde emboscarles, y no esperan 2 caballeros de Flandes con acero vivo. No tengo duda que vos sois más formidable con la espada que yo, pero creo poder ocuparme de algunos bellacos.

Tras otra pausa, con tono más resignado: -Finalmente, está el escondite. No lejos de aquí, existe un castillo. Ese es mi destino en esta travesía. Quien lo regentea es de carácter y temperamento difícil, y podrá no tomar nada bien que le lleve a sus puertas una cacería humana. Yo intercedería por vos, pero puede que seáis invitado a seguir vuestro camino tan pronto sea posible, y que os ganéis una deuda bastante mayor que la que os gustaría. Y en el peor de los casos, si se os echará a vuestros perseguidores, podréis contar conmigo y mi acero.

Miro a Obekin, para asegurarme que ha entendido todas las posibilidades y sus consecuencias.

-Entonces, mi buen caballero, ¿engaño, emboscada, o escondite?

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14/12/2012, 19:19
Obekin vander Wert

-Siendo sincero, dudo de la eficacia de la primera, que si no funcionara desembocaría en tragedia. La segunda me la llegué a plantear yo solo, pero son media docena de hombres y yo estoy rendido de cansancio. La tercera, aunque no me atraiga, me parece la más razonable. Aunque ese señor del que me habláis decida echarme, con haber ganado una noche de sueño me sentiría más que satisfecho...

Notas de juego

Puedes narrar tu llegada, junto con la del caballero Obekin, a Triamore. Yo me encargaré de acabar de puntualizar los detalles, si hiciera falta.

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14/12/2012, 20:40

-Entendido. Vamos entonces, el castillo no está lejos.

Con lo dicho, Jan se lanza a la carrera, azusando a su caballo y dándo ánimos a Obekin para que mantenga el ritmo. Su primer viaje estaba pronto a culminar.

Notas de juego

Esta noche me pondre a describir la llegada a Triamore. ¿Incluyo a todos los personajes en el mensaje?

¿Te pareció divertida la idea del engaño, aunque fuese como una posibilidad media loca?

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15/12/2012, 11:21
Director

Notas de juego

Esta noche me pondre a describir la llegada a Triamore. ¿Incluyo a todos los personajes en el mensaje?

Sí, prefiero que haya la menor cantidad de mensajes sólo al director posibles, así todo el mundo disfruta de la narración del resto.

¿Te pareció divertida la idea del engaño, aunque fuese como una posibilidad media loca?

La línia divisoria entre la locura y la genialidad es muy delgada ;-) Desde mi punto de vista los perros deberían estar buscando el rastro de una persona, el caballo es un rastro más, diferente (los perros realmente tienen un olfato muy agudo). Pese a ello, no me parece tan desacertado, un maestro de perreras un poco corto de entendederas sí hubiera podido poner a la jauría tras el rastro del caballo... Hubiera hecho una tiradita oculta, jejeje.

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17/12/2012, 08:10
Sólo para el director

Perdona la demora, he tenido que trabajar todo el fin de semana. Esta noche sin falta hago el post.

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17/12/2012, 21:16

El sol estaba ya alto en la mañana y un viento fresco soplaba desde el poniente. En los alrededores del castillo la mañana pasaba como cualquier otra, hasta que uno de los guardias los divisó a lo lejos, galopando por el camino a toda velocidad.

Dos caballeros avanzaban como el viento hacia el castillo, los colores de sus escudos y la polvareda que levantaban cada vez  más visibles. Los guardias se pusieron en alerta y mandaron a despejar la entrada, mientras uno de ellos corría a buscar al Senescal.

Los caballeros frenaron sus caballos a escasos metros del portón, ante las señales de alto de los guardias. El primero de ellos era un jovencísimo noble con una larga capa de viaje, que casi le envolvía por completo. Su escudo, en las grupas de su caballo, mostraba un águila Frisia junto con un ancla marina y un maizal. Pero por sobretodo, lucía una flamante gorra de rojo brillante de la casa Mercere. El segundo caballero parecía una visión salida de las historias de las Cruzadas. Fuerte e imponente, con su tabardo amarillo y su impresionante corcel de guerra cubiertos por el polvo de mil caminos. El caballero parecía agotado en extremo, pero ni eso alteraba su digno porte. Para un ojo conocedor, ambos portaban escudos de armas de Flandes.

El joven Boina Roja dijo unas rápidas palabras a su compañero y se adelantó hasta la puerta, dónde el Senescal aguardaba con sus guardias armados. Éste reconoció el sobrero del recién llegado y le saludó con una ligera reverencia. Intercambiaron unas rápidas palabras, y a pesar de los gestos de desconfianza del Senescal, finalmente ambos jinetes cruzaron hacia el patio de armas. El senescal se puso a gritar órdenes a sus hombres, quienes un poco sorprendidos aún, procedieron a sus puestos de batalla mientras el enorme portcullis bajaba con estrépito.

Los recién llegados desmontaron,  con visible alivio en sus miradas y amplias sonrisas en el rostro. Recuperaron el aliento unos instantes, pero no paso mucho hasta que otro guardia diera la alarma. Otro grupo de jinetes, está vez bastante más numeroso, había aparecido en el camino y se acercaban a toda carrera hacia el castillo, y parecían traer perros de caza. Ante la alarma, los soldados se posicionaron en guardia, mientras que el joven Boina Roja estrechaba la mano de su compañero para alejarse caminando a grandes pasos hacia el torreón principal, dejando a su camarada al cuidado de los caballos.

Una mañana como cualquier otra acababa de dejar de serlo.

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17/12/2012, 21:18
Sólo para el director

Notas de juego

Espero que te guste. Deje de lado todo los dialogos, pensando que muchos de los personajes oirían de la escena de parte de relatos de PNjs más que la presenciarían en primer persona, y así quedaba un relato más elegante. Si quieres que altere algo, ningún problema.

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17/12/2012, 22:35
Director

Notas de juego

Te ha quedado magnífico, no tengo nada que añadir. Dejaré que los PJs digan o hagan algo y en un par de días prosigue la acción, ya sea de manos de los jugadores o de los PNJs.

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21/12/2012, 07:36
Kalonymus

Kalonymus trató de identificar quienes eran los que daban caza al boina roja y al cruzado. 

Después se fue rápido al torreón para preguntar que era lo que estaba pasando.  Triamore podría fácilmente repeler un ataque así, pero el hecho de que hubiera problemas en chico podría ser señal de que habría problemas en grande.  

Se le acercó a su colega.  Salve sodal, ¿quienes os persiguen y porqué motivos? 

 

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22/12/2012, 12:05

Jan se descubre ante Kalonymus y realiza una leve reverencia. -Salve Sodalis. Soy Jan de Utrecht, Case Mercere. El perseguido es mi compañero de viaje, al parecer una partida de media docena de hombres con perros. Tras pausar un instante, continúa. -Os ruego me dispenseis, ya que la cortesía me obliga a informar antes que nada ni a nadie a la Señora del Castillo. Pero por favor, acompañadme y decidme vuestro nombre buen señor.

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22/12/2012, 21:04
Kalonymus

 

¡Vamos vamos, te acompaño! Vamos con la Princepessa Daria, por aquí.    Y apresuro el paso rumbo a la sala de audiencia de Daria la Gris.  Pido en el camino a un paje que vaya a buscar a don Albrech, Que esto es cosa de mundanos también, dile, que venga flotando si fuera necesario.  Hay un cruzado.  Malditos cruzados.  ¿Que, lo encontraron atosigando judíos, o gitanos o mercaderes granadinos?  Ya, ya Kalonymus, que sabes que muchos de ellos si tienen honor y buen corazón.  Los verdaderos culpables son quienes les llenan los oídos de odio y los azuzan contra otros por ambición de poder.

Mi nombre es Kalonymus, seguidor de Merinita, un gusto Jan.  

No me has dicho porqué persiguen al Cruzado.  ¿Te dio razón de ello?  

¿Perros? O estaban de cacería los perseguidores por casualidad o este tipo se ha fugado de una prisión o calabozo.  Los animales son para seguir rastros de quien huye o se esconde.  Debo avisarle a Wulf que hable con los caninos... 

 

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22/12/2012, 21:54

Jan avanza por el torreón siguiendo a Kalonymus:

-En realidad, no me consta que haya participado en las Cruzadas, pero podría haberlo hecho, no lo sé. Dejamos Flandes por el mismo camino y nos encontramos antes de llegar a Las Ardenas. Sobre sus razones, que le perseguían por causa injusta. Pensé que podríamos perderles por el camino antes de llegar aqui, pero con esa jauría no fué posible.

¿Kalonymus? Tengo un mensaje para vos, pero permitidme que hable con la Señora Daria antes de ponerme a mis tareas de Boina Roja.

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22/12/2012, 23:28
Obekin vander Wert

Obekin, pese a no hablar en latín, trata de añadirse por todos los medios a la conversación. Él es la razón de que haya unos hombres de armas a las puertas del castillo y, responsable como se siente, quiere defender su causa ante el señor del castillo. Se hace bastante complicado hacerle entender que deberá esperar la audiencia y que Jan es un invitado de honor con el que el señor del castillo deseará hablar antes que con él. Al final se resigna y Heinrich, el maestre del castillo, se hace cargo de él, haciendo que atiendan sus necesidades y las de su montura. Y ya puestos asegurándose de que no deambula por donde no debe.

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22/12/2012, 23:34
Daria la Gris

Daria la Gris, señora arcana de Triamore, desciende al mundo de los "mortales" de mal humor. Odia ser interrumpida cuando está en su laboratorio (que es casi siempre, por otro lado). Os recibe en el salón de la torre principal y cuando conoce de la llegada del caballero y de sus perseguidores resopla con desagrado.

-¿Así que un mundanucho llama a las puertas de la Alianza para pedir ayuda? ¿Y le persiguen además?

Todo apuntaba a que en ese mismo momento denegaría toda ayuda y mandaría a paseo al caballero, para que se enfrentara a su sino sin molestarla más, pero afortunadamente en ese mismo instante aparece, literalmente, el viejo y bonachón Albrech, teleportado hasta la sala con silla incluída.

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22/12/2012, 23:41

Notas de juego

Pensé que Obekin se quedaba en el patio, es lo que le hubiera pedido, hablar con La dama Gris y presentar su caso primero, y que luego le llamaran. Basicamente, para que si me dan la brinca a mi, no esté él presente