Partida Rol por web

El amanecer irrumpió en la modesta casa que alojaba a los dos recién llegados. La luz del sol incidió directamente en los ojos de Shun, que despertó instantes antes que su compañero. Parecía que la construcción tenía ese efecto a propósito, pues la luz entraba como un rayo a través de un ventanuco colocado justo enfrente de los camastros.

Mmmmm... ¿ya es de dia? digo mientras reprimo un bostezo.

Me levanto de la cama y me visto y aseo con el fin de brillar mas que la radiante luz que cegó mi rostro dormido hace escasos minutos.

Una vez hecho esto me siento y espero a que vengan a buscarnos para el entrenamiento.

me ha extrañado que no nos hayan levantado mas temprano supongo que han tenido piedad de nosotros por ser el primer díadigo levantándome de un salto-la verdad es que me ha sentado bien un poco de reposo después del viajito que nos hemos marcado

En realidad respondió súbitamente una voz femenina que provenía del exterior de la casa no os he despertado porque quería saber si seríais responsables y lo haríais vostros mismos. Por ahora añadió, vais bien 

Se trataba de la joven que conocieron el día anterior, June. ¿estais listos?

¡Por supuesto! digo mientras me levanto de un salto de la cama. Para ti siempre estare listo.

De que tratará el entrenamiento de hoy?

miro a shun con aire intrigado.Me tiene despistado nunca se por donde va a salirMeneo la cabeza y dirijo hacia la puerta con aire resignado:Por supuesto estamos dispuestos para lo que nos hayas preparado

Magnífico, Osito! Me encanta tu espíritu.  exclamó la joven Vamos, os llevaré hasta el campo de entrenamiento, ¡la mayoría ya estrá allí!

June acompañó a los dos recién llegados hasta un promontorio cercano, en el que ya habría unos 20 jóvenes que vestían igual que ellos mismos, a la usanza local. Los jóvenes eran altos y recios, de cuerpos fibrosos y musculados.

Muchachos comenzó la presentación June éstos son nuestros nuevos compañeros. Adelante, presentaos vosotros mismos...

El grupo miraba expectante a los dos nuevos aspirantes, ambos nipones. Todos los miembros del comité de recepción parecían de origen griego, y varios de ellos presentaban una actitud algo reticente para con Shun e ichino.

Observo las caras de los demá alumnos y viendo las miradas que nos dirigen susurroEstupendo, creo que somos los mas queridos de la isla.Shun por lo que mas quieras recuerda lo que te dije anoche y cuida tus palabras

Cruzando una mirada de complicidad con Ichino comprendo que la situación requiere diplomacia y nada de tonterias, asi que decido presentarme ante el resto mostrandome digno de alcanzar la armadura de Andrómeda:

Hola machotes. Me llamo Shun y vengo desde Japón y tengo que decir que me encanta la isla, June y estas falditas tan monas. Tras esto hago una pausa para captar el interés de mis oyentes. Podeis considerarme un compañero mas y cualquier cosa que necesiteis podeis contar conmigo... hago un guiño mientras digo esto para mostrarme amistoso ...y con mi amigo Ichino seguro que tambien.

Al finalizar mi discurso miro a Ichino y levanto el pulgar mientras pienso: Ves como no tenias que preocuparte? Lo tengo todo controlado.

Me quedo unos segundo paralizado mirando a Shun con los ojos abiertos por la sorpresa y luego en estado de shock apenas acierto a decir : hola macho... quiero decir hola compañeros soy Ichinoy vengo de Japon.que ganas de llorar me están entrando si es que no tenia que haberle dicho nada ..

Tras el discruso tan animado de Shun varias cosas ocurrieron al mismo tiempo: Ichino se puso completamente pálido. June se llevó la mano a la caara, a la frente de su máscara en claro gesto de sorpresa. Y el resto de asistentes prorrumpieron en una carjada general, un estruwendo tal que llegó a oirse casi en todo el complejo.

June se acercó a sacar de allí a los dos huérfanos, y les asignó enseguida una tarea anodina, para que los demás regresaran a sus entrenamientos.

Dioses, ¿cómo se te ocurre, Shun? preguntó preocupada Ahora serán mucho más rudos contigo, por el mero hecho de que... ¡no te tienen ningún miedo!

La joven se giró hacia Ichino, que aún se estaba recomponiendo. Las carcajaas entre los otros jóvenes continuaban, y muchos ni siquiera disimulaban el objeto de sus bromas: los dos jóvenes nipones.

¿No podías haberle avisado?

June, no es culpa de Ichino. El me dijo que cuidara mis palabras y eso he hecho...aunque creo que me han malinterpretado. Acto seguido mi cara muestra una sonrisa malvada y con un gesto de chuleria y despreocupación digo: Además preciosa, no debes preocuparte por mi. Los hombres rudos nunca me asustaron...

Finalmente recupero mi semblante habitual y dirigiendome a mi compañero pregunto: Ichino, no crees que nuestro entrenamiento acaba de volverse mas interesante?

Mira... por ser tú lo pasaré esta vez, osito respondió la joven pero si vuelves a tratarme como un trozo de carne o a llamarme preciosa, ¡te comerás la cadena con la que vas a entrenar!

Realmente no había modo de saber si June estaba o no enfadada, ya que la máscara de plata que todas las mujeres caballeros llevaban impedía ver su expresión.

Ahora continuó bajad con el resto de compañeros y colocaos unop enfrentee de otro, empezaremos con el entrenamiento básico.

La pareja de jóvenes se situó junto al resto de muchachos dispuesta a comenzar. June entregó a cada uno una recia cadena de hierro forjado, de unos 5 metros de longitud. Mientras ella hacía eso, apareció como de la nada su maestro, paara dirigir los entrenamientos.

Cefeo avanzó con sembalnte serio, y comenzó a impartir órdenes, esperando que todos los presentes las acataran sin rechistar.

Separaos todos 4 metros. gritó Ahora, comenzareis a voltear vuestras cadenas con rapidez. Calculad la distancia a la que se encuentran vuestros compañeros. Si lo haceis bien, ninguno de vosotros sufrirá daño alguno. ¡Comenzad!

Shun se sentía como pez en el agua con su nueva y flamante cadena. El joven comenzó a voltearla con firmeza,sin perder en ningún momento su control.

Ichino, por contra, se las veía y deseaba para tan sólo evitar golpear a nadie. El joven de su izquierda hubo de saltar para no ser golpeado en una ocasión, casi golpeando al tiempo al siguiente individuo de la fila. Afortunadamente su pericia bastó para evitarlo. Sin embargo, una vez más, Ichino perdió el control, amenazando con golpear al propio Shun...