Partida Rol por web

Anunque las piernas de Ikki no le permitían seguir el duro y rápido ritmo que su nuevo maestro el estaba imponiendo, el muchacho no flaqueó en ningún momento. Por cada paso que el Caballero dab, el huérfano debía dar dos, pero no se amilanó.

Por fin, tras una larguísima caminata, atravesando desfiladeros, rodeando lagos de lava hirviendo, y dejando atrás parajes desolados, llegaron a lo que parecía ser el hogar del Caballero del Diablo.

La casa parecía estar hecha de una mezcla de piedras volcánicas endurecidas y madera fosilizada, en consonancia con el resto del lugar.

Hemos llegado. dijo Guilty secamente este será tu hogar hasta que finalice tu entrenamiento. O mueras.

     -- Bien, en peores hospicios he estado.

Ya veremos si opinas igual dentro  de un tiempo  dijo Guilty mientras entraba en la casa.

Al entrar en la casa, Ikki comprobó que accedían directamente a una especiel de pequeño salón. El interior del lugar resultaba sumamentee austero. Tan sólo un par de armarios y una mesa con tres sillas componían el mobiliario. Una puerta daba acceso a la cocina, más pequeña aún que el salón. Otra conducía al aseo, y otra a un pasillo.Por ese pasillo se accedía a los tres dormitorios de la casa.

Sin embargo, lo que más llamó la atención del joven huérfano fue la hermosa jovencita que se afanaba en dar un poco de color al lugar, colocando unas flores medio mustias en un jarrón. La muchacha sonrió al ver entrar a Guitly 

¡Padre, bienvenido! le saludó, a lo que Guilty respondió con un igero gruñido de reconocimiento.

Oh  continuó la muchacha ¡Por fin ha llegado el aspirante! Bienvenido a nuestra humilda casa, ¡mi nombre es Esmeralda!

     -- Encantado de conocerte, yo soy Ikki, digo dejando claro que es un saludo mas por educacion que por confianza.

La muchacha no pareció notar- o no quiso aparentar- que el frío saludo de Ikki la hubiera molestado.

Guilty la despidió de manera brusca para que se fuera a hacer las tareas de la cas, y acto seguido señaló con un dedo el último de los dormitorios, el más pequeño de los tres. Esa será tu pocilga durante tu estancia aquí. Procura no mancharla demasiado de sangre. Ahora comenzaremos con tu entrenamiento. continuó diciendo mientras salía al exterior.

Necesitaremos agua. Sigue aquel camino y llena esos cubos.

Los cubos que señalaba el  caballero estaban practicamente oxidados, sus asas parecían a punto de desmoronarse en las manos de quien las aferrara. Había 4 cubos, ninguno en mejor condición que el resto, aunque al menos no tenían agujeros.

Llena aquella cuba y después ven a cenar. dijo señalando una especie de vieja bañera de latón, cubierta por tablas de madera para que el calor no penetrar en el agua Si cuando se pongo el sol no has acabado, no habrá cena para tí.

     -- Cojo los cubos y voy a llenarles, aunque busco cualquier cosa que me facilite el trabajo, como un carretillo, o incluso una rama que me permita llevar mas cubos de menos viajes.

Ikki comenzó a acarrear los cubos, cuando tuvo una idea genial. Si lograba algún tipo de herramienta, tardadría menos y haría menos esfuerzo con los brazos. Tras el primero de los viajes, el joven encontró una gruesa y robusta rama medio seca. Ikki logró emplearla como soporte para cargar los cubos sobre sus hombros, repartiendo el peso equitativamente.

Ikki trabajó afanosamente toda la tarde. Al principio parecía que el palo que usaba para acarrear varios cubos al tiempo le ayudaría enormemente. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que, a pesar de que transportaba maayores cantidades de agua, ta,bién iba más lento por el peso.

Cuando faltaban tan sólo unos minutos para que el sol se pusiera, Ikki, volcaba el último cubo necesario para llenar la gran cuba que había junto a la casa. Cansado, pero a tiempo, Ikki podría cenar...

     -- Con la satisfacion del deber cumplido, vuelvo a la casa y  digo:

     -- La cuba ya esta llena, intento que mi voz no demuestre ningun sentimiento, sino que exprese la tranquilidad que demuestro al saber que cumpliria con lo encomendado.

El caballero del Diablo no emitió más que un gruñido como signo de aprobación ante el esfuerzo realizado por Ikki.

Esmeralda, sin embargo fue mucho más comunicativa que su padre, alabando la tarea cometida y admirando el esfuerzo hecho por el muchacho sin quejarse. La velada transcurrió entre la seriedad de Guilty y la inocencia de su hija, en lo que podría llamarse una cena agradable.

Una vez acabado el yantar, Guilty se incorporó.

Es hora de acostarse. Mañana te espera un duro trabajo, niño. expuso, casi en tono amable, el primero desde que Ikki había llegado Esmeralda, recoge todo esto.

Sí padre contestó obedientemente la joven que comenzó a realizar la tarea enseguida, mientras su padre ya se retiraba

     -- Ayudo a Esmeralda a recoger las cosas, y la pregunto:

     -- Como habeis terminado en esta isla.

Esmeralda se encontraba alegre y sonriente mientras fregaba los platos, agradecida por la ayuda de Ikki, hasta que el joven hizo esa pregunta. Los ojos de la joven se humedecieron, y sus manos se congelaron, apenas unos segundos, aunque el huérfano lo notó.

Yo era muy pequeña cuando mi padre me trajo aquí. explicó Nunca me ha contado mucho, aunque por lo que he podido averiguar, creo que fue cuando mi madre murió.  La joven suspiró antes de proseguir Antes él era una persona muy alegre, ¿sabes? Era muy bueno con los demás, y sobre todo con mamá y conmigo. Pero un día ella desapareció. Nunca supe qué le ocurrió, y no quise preguntarle. el dolor en su mirada era desolador...  un par de semanas después vinimos a esta isla a vivir, y apenas hemos tenido visitantes. Eres el primer alumno que mi padre acoge...

     -- Siento haberte hecho daño, perdoname, espero poderte ayudar, ahora durmamos que mañana sera un dia muy largo.

ISLA DE LA MUERTE

DIA 2

Ikki despertó sobresaltado, su espalda congelada. Cuando abrió los ojos y vio sobre él a su maestro, que sostenía un cubo de agua gélida ahora vacío, comprendió.

Vamos, vago. espetó Ya es hora de comenzar el entrenamiento.

Guilty salió sin nisiquiera mirar atrás, tan seguro estaba de que el joven huérfano lo seguiría. ¿O quizá se rebelaría?

     -- Como buen caballero que sere acepto lo que me manda mi maestro pero algun dia seremos iguales y entonces ya cambiaran las cosas, pienso....

     -- Con una mirada de odio me levanto y acompaño a mi maestro, Buenos señor espero que el entrenamiento sea tan ameno como el de ayer y tan productivo tanto para la casa como para mis musculos...