Partida Rol por web

Crystal asistió decepcionado a los intentos de Hyoga por mantenerse dentro del agua helada. Su compañero y competidor parecía haber aprendido mucho mejor que él las lecciones impartidas por el maestro.

Hyoga tiritaba, pero por dos veces había sido incapaz de mantenerse más de un minuto en el gélido agua.

Crystal suspiró.

Hyoga le dijo Debes concentrar toda tu energía, deja que fluya por tu cuerpo y sea ella la que te sustente.

Alentado y guiado por su maestro, Hyoga logró, por fin, concentrarse y reunir su cosmos interior en su propio cuerpo, de modo que ni el frío más intenso lograra hacer mella en su determinación.

Buen trabajo, pero sólo es el principio dijo con seriedad su maestro Está claro que no es bueno para vosotros entrenar juntos, pero la rivalidad os hará más fuertes.

A partir de hoy entrenareis sólos, durante los próximos dos meses. Y cuando haya transcurrido ese tiempo, comprobaremos si seguís siendo dignos de aspirar a la armadura de Bronce del Cisne

Cabizbajo y taciturno, me marcho sin mirar atras.

Reconozco que estoy mucho más lejos de conseguir la ansiada armadura del caballero de bronce del Cisne que mi rival y es algo que debo solucionar.

Soy débil, apenas soporto el frio clima de Siberia y no tengo conocimientos de nada. Mi madre se merece mucho mas de mi, y debo pagar todo lo que ha hecho por mi a lo largo de mi vida.

Busco una montaña muy alta, la mayor que encuentre y aunque tengo miedo, debo arrostrarlo y convertirme en el mejor caballero.

Comienzo a trepar a duras penas, y apenas dos minutos de ascenso, mi pie izquierdo pierde sujeccion y amenaza con precipitarme de nuevo al suelo.Aun con las manos entumecidas, consigo agarrarme de nuevo y mantenerme sujeto, pero todo tiene su precio y el mio es la sangre que baña mis manos por los cortes del hielo de las paredes. Tras innumerables penurias consigo llegara un saliente y decido continuar con mi entrenamiento.

Flexiones - una, dos,... 1999, 2000! - Ahora abdominales, otros 2000.

El sudor apenas desciende por mi rostro, pues tan pronto como asoma por mis poros, el frio los congela, lo que me levanta un poco de dolor de cabeza.
Rendido, me tiendo en el suelo pero tan solo me permito un par de minutos y decido meditar, creo que debo "fundirme" con el hielo y con el frio.

Me sirvo del ejercicio realizado para combatir el frio y, con las piernas cruzadas, recibo con dolor el viento cortante del pais, mayor aun si cabe en la altura del saliente. Decido pasar el resto del dia alli quieto.

Creo que el poder de la mente es mas importante que la simple fuerza bruta. - El Cisne- El frio, el hielo y la nieve, todo lo que representa vestir la armadura y sobre todo ello, ser merecedor de tal honor es mucho mas que fuerza fisica. La armadura debe aceptarme como su portador. Debo demostrar que por cada celula de mi cuerpo fluye todo lo necesario. - ¡SOY HYOGA Y SERÉ EL CABALLERO DEL CISNE! - En tan solo dos meses vencere a Isaac y asi me ganaré la oportunidad de ser aceptado como caballero.

Cae la noche y me doy cuenta que no he comido nada, pero no importa, descubro con placer que el frio es "mas suave" a pesar de la noche, tal vez estoy mas cerca de soportar los golpes del temporal como si nada. Esto prueba que empiezo bien.Aguanto un par de horas mas y me duermo...

A la mañana siguiente, con las primeras luces del alba, desciendo de nuevo al suelo con mas rapidez que durante mi pasada experiencia con las espadas de cristal
corriendo me acerco al lago que recordaba haber divisado cuando venia.

La superficie esta helada - otra prueba mas - y sin pensarmelo dos veces golpeo con todas mis fuerzas el hielo. Cojo aire. Un golpe seco y el dolor recorre todo mi cuerpo - ARG! - grito mientras observo mi puño sangrante y la decepcion de ver que el hielo no tiene ni una sola grieta. Tal vez sea demasiado pronto, pero debo perseverar. Alzo mi puño de nuevo...

Tal vez pasara una hora o quiza dos, pero ahora estoy sentado en el borde del hueco que he abierto. tengo el cuerpo dolorido como nunca, y sangro por mis brazos, pero es la prueba que necesitaba para demostrarme que puedo hacer todo lo que me proponga sea cual sea la dificultad.

Hora de comer - Me incorporo no sin algo de dificultad. Con mi madre en mi pensamiento y una gran sonrisa en mi rostro salto al agua

Realizo algunos movimientos sencillos para acondicionar mi cuerpo a la temperatura del agua y sin pensarlo dos veces me sumerjo en busca de pescados. Al principio se me escapaban, pero a medida que mi cuerpo se acostumbra al movimiento del agua, pesco comida para varias jornadas. Descubro con satisfaccioón que ahora aguanto mucho mas la respiracion bajo el agua, no como durante la prueba impuesta por mi maestro Cristal.

Por mi mente se pasa la idea de volver a la montaña para seguir mi entrenamiento, pero cambio de idea al darme cuenta que entrenar bajo un agua tan helada que ralentiza mis movimientos podría ser muy provechoso para mi.

Desayuno y vuelvo a sumergirme. Ya en el agua comienzo ejercicios de combate, puñetazos patadas, todos los movimientos que se me ocurren. Pasa el tiempo y a pesar del cansancio, noto como los musculos se van fortaleciendo. Con la caida de la noche y emprendo el camino a la montaña cargado con muchos peces.

El tercer dia decido seguir con mi meditacion. La nieve comienza a caer a mediodia y permito que sus copos vayan cubriendo mi cuerpo.

¡NIEVE! - de nuevo intento sacar algo en claro de este hecho tan logico. Tal vez se pueda crear nieve utilizando eso que llaman Cosmos...

Trato de crear nieve con solo mis ganas. Nada
Trato de concentrar mi fuerza con la idea en mi mente de crear nieve. Nada.

Sigo entrenando durante los dias:

Golpeando la montaña y la superficie del lago para endurecer mis puños; Buceo y pesco y recibo el frio para endurecer mis resistncias;

Hago ejercicios fisicos para endurecer mi cuerpo y mis musculos; y, lo mas importante, soporto todo esto para endurecer mi mente.

Al paso de semana y media, me levanto cargado de energia, soñe con mi madre y me animaba. Durante mi meditacion para crear nieve se me escapa una carcajada.

- ¿Todo el tiempo tratando de unirme a la nieve y al hielo y trato de crear nieve yo solo?. No. Debo dejar que todo fluya por mis venas y solo a traves de ello tal vez tenga el poder de crear nieve de la nada.

Practico con esta idea y en el anochecer del dia 24 consigo crear un par de copos. Parece poco, pero se que no lo es. Creo que jamás habia dormido tan bien como aquella noche.

Sigo practicando todos los dias a partir de aquel, y cuando acabo el primer mes, ya soy capaz de crear suficiente nieve como para crear una pequeña bola.
Ha llegado la hora de seguir con el entrenamiento y ahora debe ser mas duro. Parto de la montaña cuya cumbre ya habia coronado dias atras y ya no suponia mayor reto para mi.

El segundo mes fue aún mas duro, cada entrenamiento que se me ocurria era peor. El clima no me afectaba ya y cada vez trepaba montañas mas escarpadas y partia
bloques de hielo cada vez mas grandes. Poco a poco y con el intensivo entrenamiento, conseguia mantener la nieve hasta convertirla en hielo.

Entonces llego una prueba totalmente distinta, un dia al salir de un profundo lago me encontre cara a cara con un gran oso blanco hambriento. Hasta aquel dia solo
habia "luchado" contra rocas y bloques helados, contra el frio y contra mi mismo en algunas ocasiones, pero delante mio tenia un peligroso rival.

Lanzo un garrazo mientras soltaba un rugido que asustaria a muchos, pero no a Hyoga, destinado a ser nada mas y nada menos que el caballero del Cisne.
Esquive sin problemas el golpe y observe una herida en su flanco. Deduje dos cosas, ni el era un principiante en combates ni a mi se me paso por alto un punto debil.

Le permiti llevar la iniciativa - La calma, la paciencia y la templanza son virtudes dignas de caballeros - para que se cansara. Al cabo de unos minutos fue demostrando el cansancio y pase poco a poco al ataque. Procure no perder la concentracion y evitar atacar a su punto debil - Un caballero sabe el punto debil de sus rivales, pero todos merecen respeto y dignidad - debia vencerle sin recurrir a tácticas tan bajas como atacar a la herida.

Aguantaba mis golpes y apenas fue capaz de provocar algun rasguño sin importancia y rasgar mis ropas ya deshilachadas por el duro entrenamiento precedente.
Di un salto hacia atras y me concentre en lo que me rodeaba, en mi interior, en el esterior y note poco a poco como la energia fluia hacia mis brazos.

Lo siento, pero el siguiente golpe sera el definitivo - dije mientras acompañaba mis palabras con un rapidisimo golpe en el torso que lo tumbó e incapacitó.

Lo deje atras junto con un pez para cuando se despertara. El combate habia terminado y no soy quien para decidir sobre la vida o la muerte de nadie. Mi camino resulto
mas agradable cuando comprobe que una pequeña parte de su torso, donde recibió el impacto de mi puño, estaba congelado...

Despues de aquel combate vinieron otros, algunos osos y muchos malhechores armados que atacaban aldeas y robaban, pero siempre resulté vencedor.

Estoy listo, cuando caiga el sol, partire de vuelta a Tokio llevando mi armadura de bronce del caballero del Cisne. - Con esas palabras me levante el dia que debia emprender mi regreso ante mi maestro - Han pasado dos meses, soy mas fuerte, mas rapido, mas resistente, mas habil y mas inteligente que la ultima vez que me presente ante Cristal. Las ganas me guian.

Saludos maestro, - digo con una leve inclinacion de cabeza - he regresado para reclamar la armadura del Cisne. Estoy preparado para el reto. - Me giro para mirar también a Isaac - Saludos a ti tambien Isaac, espero que tambien aprovecharas el tiempo.

Tras un brevisimo torneo con muchos jovenes que pensaban que podian aspirar al rango de caballero (tal vez muy sospechoso dado que nadie tenia posibilidades ni contra
Isaac ni contra mi), llegó la predecible y ansiada final. Isaac y yo frente a frente.

Comienza el combate - esto es serio, es un rival muy poderoso pero yo no lo soy menos. Los dos parecemos calmados, lanzamos nuestros puños y detenemos sopesandonos el uno
al otro. Finta tras finta recibimos golpes y los damos por igual.

Isaac esta mas curtido que yo para el combate, seguro que su entrenamiento se basó solamente en el fisico, pero por desgracia para mi, esto le esta dando algo de ventaja al acusar menos que yo los golpes y causando mas daño con los suyos. Los segundos se hacen minutos y estos a su vez horas. El sudor y la sangre cubre nuestros cuerpos y mi cuerpo parece proximo a desfallecer. Isaac gruñe creyendose vencedor y sus golpes son aun mas demoledores.

Mis fuerzas flaquean y mi resistencia se agota por fin. Los ultimos golpes me superan del todo y me encuentro tumbado en el suelo, sangrando por todo mi cuerpo y al borde de la
inconsciencia. La oscuridad se cierne sobre mi y me imagino a Isaac gruñendo por su triunfo...

Hyoga. Hyoga. Levantate y lucha hijo mio - Una dulce voz se introduce por mi mente y recorre todo mi cuerpo. Mi cuerpo recupera sus fuerzas poco a poco.
¿Madre? ¿De verdad eres tu? - Susurro. Si, es ella, no tengo ninguna duda. Mi cuerpo se revitaliza y me siento con fuerzas de nuevo. - No te decepcionaré, venceré y te sentirás orgullosa de mi.

Me levanto y sostengo la burlona mirada de Isaac con la mia cargada de resolución.

Miro a mi maestro. Con un leve asentimiento de Cristal, el combate continua..

Isaac comete el gran error que queria, creerse tan vencedor que olvida cubrirse de mis golpes. Me concentro. Por mi mente pasa todo mi entrenamiento, recordando el combate con el oso. De repente se desata una pequeña tempestad fria como el hielo y cortante como el mas afilado cuchillo.

Isaac da un paso atrás y yo uno adelante. Un remolino se comienza a formar a mis pies y su viento levanta mi rubia melena dejando mi objetivo delante. Nada se interpone entre mi rival y yo.

Noto como el hielo se empieza a formar poco a poco en mis brazos y como algo dentro de mi "estalla". No recuerdo nada más.

Despierto. Segun Cristal habian pasado unos pocos minutos. Me levanto creyendome perdedor pero mi maestro desarma mi decepción con una sonrisa satisfecha. Con un leve gesto me indica que mire a mi espalda. Me giro.

Isaac esta allí, con su cuerpo practicamente congelado e inconsciente. Y yo recibo mi justo premio.

¡¡Mi nombre es Hyoga. Y soy el caballero de bronce de la constelación del Cisne!!

La lista de ataques que se me pueden ocurrir son

1.- El polvo de diamantes, es el ataque basico de la serie con bailecito y todo y congelando enemigos

2.- El circulo de hielo, el que utiliza para inmobilizar enemigos

3.- Trueno del alba, para cuando se cabrea mucho

4.- La ejecucion de la aurora, como el polvo de diamante a lo bestia

5.- Hielo al suelo, ataque para congelar las extremidades inferiores e impedir que se mueva

6.- Ataud de cristal eterno, para meter a alguien en un cubito de hielo a lo grande

Luego se me ocurren un par que no son de la serie

7.- Resguardo de la luz del norte, que cree un muro de hielo delante mio que proteja de los ataques

8.- Bruma de escarcha, niebla densa y fina para ralentizar a los enemigos y limitar su vision