Observas durante un momento el cuerpo, pero aparte de deducir que murio a causa de las severas quemaduras y de que no fue hace mucho tiempo, no descubres nada mas.
La tarde avanza y dentro de muy poco el sol se ocultara.
Yo tambien amo los sistemas simples. Pero creo que este, aunque es un poco mas complicado, les da mas opciones para personalizar las habilidades del personaje.
¿Ya estas haciendo el cambio de ficha?
Galauf suspira al no encontrar nada, así que se pone en pie y camina hasta colocarse junto a Völund.
-No ha habido suerte, compañero-le dice-. Continuemos, pues. Aunque considero que dirigirnos directamente hacia la entrada principal de la fortaleza es un suicidio. Avancemos por este camino un poco más y busquemos luego un sendero alternativo-propuso el paladín.
Sisi, la ficha la he terminado ya. La tengo en el apartado de "notas" de mi hoja, el que está entre lo de "equipo" y "director". A ver cuánto aguanto con estas nuevas características xDDD
Te has equivocado con las habilidades. No tienes que escoger todas, solo las que veas mas utiles para tu personaje y luego añadirles el bono relacionado a esa habilidad. No selecciones las habilidades a las que no les pones ningun punto, eso solo me confunde. Y tu espada es magica. Recuerda que por el momento no tienen ningun objeto magico.
Hecho, ya está todo cambiado =)
-Mmm ya veo....- se queda sentadon en su asiento, recapacitando sobre que sería realmente ese hombre.Más tarde intenta cerrar los ojos para poder descansar almenos unas horas.
Sus ojos se abren poco a poco.Aún estaba somnoliento, pero cuando alza la vista, observa que el sepulturero no estaba en su lecho, aún estaba oscuro y la puerta de la casa estaba abierto.Sus ojos se abren completamente iluminando levemente con tu tenue luz azul.Agarra su martillo fuertemente y se levanta alerta.Unas pisadas se escuchaban en el exterior junto con unos arañazos.
-¿Sepulturero...?, ¿es usted?....- dice andando lentamente, como si no quisiese que le esucharan andar.
-¿Ha salido a tomar el aire?- pregunta dando por supuesot que era él, pero sabía que habían muchas más posiblidades de que fuera otra cosa, quizás un esqueleto, un bandido que recorría la zona, un animal,etc...
Una vez llegua a la puerta la cierra bruscamente asomándose por la ventana de una forma discreta para ver si podía ver algo.Primero debía saber contra quien se enfrentaba, y luego trazar un plan dentro de sus posibilidades.
-Aaaarggg...- exclama entre emocionado por los instantes anteriores de la posible batalla y por la ira de que quisieran molestarle durante su descanso.
-Malditas criaturas blanquecinas, como osais interrumpir mi descanso y profanar esta honorable casa.Caereis por seres impuros que sois...- mientras hablaba su mente deducía.Las criaturas blancas eran seres físicos, sino muy difícilmente una critura no coporea podría arañar las paredes de la casa.A su mente le llegaban imágenes de esqueletos sedientos de sangre, pues otra cosa no se le podía ocurrir por la tensión dle momento y por lo vivido anteriormente.Aunque otra pregunta se le pasaba por la cabeza.
-¿Donde diablos estará el sepulturero?, sólo espero que no haya caido bajo las garras de esas criaturas...- murmura para si.Tras terminar de pensar se dispone a hablar por si conseguían entenderle.
-Aquí no hay nada que os interese malditos seres d ela oscuridad, ¡marchaos a vuestra morada!- ordena furioso.
- ¡Eh, señor aventurero! ¿Quiere abrir o espera a que pase la noche fuera de mi propia casa? – exclama alguien con la voz del sepulturero y que lleva su candil, pues puedes ver la luz filtrándose bajo la puerta.
Cuando parece que las criaturas se han marchado, un ser golpea la puerta al igual que una tenue luz pasa por debajo de esta.
-Está bien, pero creo que me debe algunas explicaciones, ¿no cree?- le pregunta quitando el seguro y alejándose unos pasos de la puerta para que esté pudiese entrar.
- ¿Explicaciones? Si, puede ser... Aunque si va a rondar por este lugar, no debería sorprenderse por semejantes "cosas" - dice el hombre, entrando y cerrando la puerta tras de sí.
Ambos siguen adelante y aunque la idea de apartarse del camino principal no deja de tener mucho sentido, ninguno logra encontrar una vía alterna entre los peñascos. Sin otro remedio, avanzan hasta coronar la empinada cuesta y la fortaleza aparece por fin en todo su horrible esplendor ante ambos. Pero para llegar a ella deben cruzar antes un gran cementerio construido alrededor.
Más que sobresalir del suelo, las tumbas han sido colocadas dentro de depresiones en la tierra y en el otro extremo del amasijo de tumbas se alza amenazadora la puerta principal del bastión, forjada de un metal oscuro.
Un inquietante silencio cubre todo el lugar. Saben en su corazón que ya casi han alcanzado las puertas de la fortaleza de Handukar y que por ello el peligro será mucho mayor que antes. Aunque no se atreven a decirlo en voz alta, les asalta por un segundo la duda de si vivirán para volver victoriosos, o si caerán como tantos otros héroes antes.
A medida que avanzan entre las tumbas, pueden ver los nombres escritos en las lapidas. Aquí están enterrados guerreros, paladines, hechiceros, nigromantes, ladrones, barbaros, asesinos y arqueros de todas las razas. Pero no resulta tranquilizante el hecho de que varias tumbas estén abiertas y vacías, como si sus ocupantes hubieran excavado con sus manos para salir de ellas.
En el centro del camino hecho de losas negras bien pulidas, hay una estatua de un ominoso esqueleto vestido con una túnica con capucha y que porta una larga guadaña en la huesuda mano derecha, mientras que en la otra tiene un libro abierto. Y al final de la lista de los nombres escritos en el, pueden leer los suyos.
Galauf se adentró junto con su compañero en cementerio sin dejar de mirar la tenebrosa estatua. Cuando leyó su propio nombre en la lista de aquella efigie, que no era otra que la mismísima Muerte, se puso inmediatamente en guardia.
-¡Esto es magia negra!-exclamó alzando su vara-. ¡Völund, no te alejes demasiado! El mal se concentra en este lugar... puedo sentirlo...
Al instante comenzó a concentrarse, tratando de canalizar su poder sagrado a través de su cuerpo.
-Sagrados dioses de la luz de la justicia, concededme el poder para ahuyentar a las fuerzas demoníacas que nos rodean.
La gema blanca que coronaba su vara comenzó a despedir un sinuoso brillo, no demasiado potente en un principio, destinado a crear un campo de luz que repeliese a las fuerzas del mal. Aunque en aquel cementerio oscuro sus poderes parecían menguar, el paladín puso todo su empeño en conseguir canalizar su magia.
Tirada: 1d6
Motivo: Repeler el mal
Resultado: 3
Trato de usar la habilidad de Repeler el mal para ahuyentar a los posibles seres perversos que haya en el cementerio, y que probablemente habrá xDDDD
Y mejor no lo vuelvas a intentar xD
Tirada: 1d20(+5)
Motivo: buscar refugio
Resultado: 18(+5)=23
- ¿Y bien, que desea que le explique? – dice el sepulturero, mientras pone al fuego una olla con algunas semillas y vacía una jarra de agua en ella. Todas esas cosas las ha traído de algún otro sitio, ya que no estaban dentro de su cabaña.
-Si si....Me interesaría saber como puede repeler a esos seres oscuros con esta aparente simple cabaña.¿Hay algo de magia y misticismo detrás de esto?- le pregunta a este.
-Y a usted.....?no le han hecho nada esas criaturas blanquecinas?,¿por qué?, ¿qué eran?- le sigue preguntando.