Partida Rol por web

Lewis estaba tan absorto con la increible colección que tenía delante que no se percató de que todos se iban hasta que sonó la puerta y apareció la figura del sargento Highway. Bajó las escaleras hasta la puerta y un momento antes de salir le tendió la mano al señor Pars. - Le agradezco enormemente la deferencia de habernos permitido echar un vistazo a su colección. Es realmente impresionante. Hasta tienen un ejemplar del primer libro de Derek. Le dice Lewis con una sonrisa. A la vez que le dá la mano, trata de averiguar si está nervioso o su sonrisa es totalmente franca.

Una vez todos habéis salido de la asociación comenzáis la vuelta al hotel. Al cabo de poco tiempo, cuando estáis fuera del posible alcance visual de alguien que pudiera estar espiandoos desde dentro de la asociación, Daphne se une de nuevo al grupo.

Una vez lejos de la casa que acababan de dejar, Highway les paró y habló.

- Aunque creo que sois vosotros los que nos tenéis que contar qué habéis decubierto para estar tanto rato ahí dentro, empezaré yo- dijo con su característica voz grave.

- Cuando estábamos fuera, vimos pasar en un Fort-T a nuestro amigo spaguetti, el teniente DiCaprio. Salí corriendo para ver donde se dirigía, pero a los diez minutos lo perdí.

- Pero sé para quien trabaja y dónde encontrarlo- comentó seriamente-. Me topé con una amable muchacha que me dijo la relación de todos los que poseen coche en el pueblo y en concréto de quién es ese Ford-T.

- Al parecer, trabaja para el señor Deaths, es algo así como su secretario, según me ha dicho la muchacha- recordó-. Como le he dicho a Daphne, no lo creo. Yo creo más bien que es la mano que mueve todo y que el señor Deaths es o un pelele o un igual al spagueti. Pero bueno, eso podemos comprobarlo esta noche- sugirió.

-Vaya... pues Deaths, menudo nombrecito, era el jefe de todos éstos gasta que se retiró "por enfermedad".- comentó Derek cuando el sargento hubo terminado -Y desde ese "retiro" Pars se quedó a cargo... por cierto, la pequeña pulla que le lancé sobre los libros es porque ahí arriba he visto uno de los tomos de "La Rama Dorada", la serie que consultamos en París cuando tratábamos de averiguar cosas de los tatuajes.-

Roderick tras escuchar a sus compañeros sopesó la información unos segundos y añadió.

- Pars no me gusta, demasiado amable... y bien informado de todo. Hasta había leído vuestro libro señor Claypole. Con respeto a lo demás...- miró a Highway- me temo que hasta que no investigemos más sólo vamos a ser capaces de hacer conjeturas... aún así me da la impresión de que Di Caprio no es el único pez gordo, es más puede que sólo sea una pieza, la cabeza más o menos visible y quien realmente esté moviendo los hilos sea otro... aunque claro, esto sólo es una corazonada.

- Pues a mí me parece que ese Pars no es más que un pobre hombre que no sabe mucho.-Dijo Steffan ya sin su acentillo.-Lo único que he sacado en claro es parte de la distribución de la casa. Poca cosa. La planta baja: baño, cocina, hall y salón de actos, al que no entramos. Todo estaba limpísimo, impoluto. - Su despacho en la universidad  necesitaba alguien que lo limpiara todo tan bien.- Arriba la biblioteca es lo único que vimos peor nos llevaron sin ponernos pegas. Había unas escaleras que bajaban. Supongo que si hay algo oculto ahí, estará en el sótano. Pero eso sí, sólo son suposiciones.- Se pasó la mano por la frente.- Qué mal lo he pasado ahí dentro.  No sirvo para estas cosas.- Después retomó las palabras de Highway.- Mmm osea que estaba ahí el italiano.

Al igual que le pasa a Craven, hay algo en Pars que no te gusta, esa sonrisa suya es bastante inquietante. Pero a pesar de eso, Pars no parece alguien capaz de secuestrar a quince niños ni matar a más de treinta personas ni él solo ni en compañía de otros, su comportamiento ha sido el de un perfecto caballero y un gran anfitrión en todo momento sin tener nada que ocultar.

Tal vez los miembros de la asociación estén involucrados en los asesinatos de los negros, chinos e hispanos y en el secuestro de los niños, pero estás casí seguro que Pars no tiene nada que ver en ellos. Debe ser lo que suele llamarse un hombre de paja.

Eres bastante bueno calando a las personas y en el rato que llevas hablando con Pars estás convencido que no le has escuchado ninguna mentira ni detectado nada que pueda tratar de ocultar. Incluso durante la interrupción de Daphne, Pars ha actuado como un perfecto caballero y perfecto anfitrión.

Pero aún así, hay algo que no te gusta en ese hombre. Y sientes esa sensación en el estómago que te dice que detrás de esa sonrisa casi permanente puede que se esconda un psicópata perturbado que ni necesita mentir ni tiene absolutamente nada que ocultar. Por si fuese poco, a esa sensación se le añaden sus palabras sobre el libro de Derek, que todo el mundo considera como la ficción más fantasiosa, menos él, que ha dicho que destilaba realidad.

Aunque lo que te ha dejado más perplejo es su frase de despedida. Ya que realmente piensas que en verdad se ha alegrado de conoceros, no solo a Derek, sino a todos, incluso a Daphne. De hecho dirías que la persona que más ilusión le ha hecho conocer ha sido precisamente ella.

Daphne estaba mas relajada al ver a sus compañeros a salvo. Estaba más que claro que la mujer se había preocupado mucho por los hombres, independientemente de que su hijo estuviese secuestrado. No crea —respondió a Wood con cautela— Puede saber más de lo que aparenta ¿O acaso sospecharon en Reims que yo sabía algo? No era algo que la gustase recordar, era evidente, pero había que dejar aquel punto claro y no permitir que se fiasen. ¿Entonces?¿Se os ocurre algo? ¿Venimos luego?

En lo poco que tardáis en llegar al hotel la tarde se termina y comienza a anochecer. Aunque no puede decirse que vuestra visita a la asociación haya sido un completo fracaso, tampoco puede decirse que haya sido un éxito.

Ya que , en estos momentos, aunque parece que sí estáis sobre la pista de los asesinos de inmigrantes, no os encontráis más cerca de los niños de lo que lo estabais esta mañana. Y por mucho que tratéis de evitarlo, tenéis la terrible sensación de no haber dejado de dar palos de ciego desde que hace ya más de cinco días los secuestrarán.

Aún así, no podéis hacer otra cosa que no sea avanzar y tirar del único hilo del que en estos momentos disponéis, confiando que encontrar a los asesinos os pondrá de nuevo sobre la pista de los niños.

Tal vez sea el momento de hacer una visita nocturna a los locales de la asociación, como han propuesto Steffan y Daphne o igual es preferible volver mañana por la tarde para hablar nuevamente con Pars mientras hacéis averiguaciones sobre el señor Deaths y su secretario personal vuestro viejo amigo el teniente DiCaprio.

En cuanto volvéis a poner un pie en el hotel os recibe de nuevo el mismo recepcionista.

- Buenas noches caballeros. ¿Qué tal les ha ido la tarde? Bien supongo.- Pregunta mientras hace un giño cómplice.- Me alegra comunicarles que nos acaban de llamar de parte de una persona.... digamos bastante importante que desea permanecer en un segundo plano, para decirme que están todos ustedes invitados a cenar.

Cuando lo deseen pueden bajar al comedor donde estaremos encantados de servirles la cena.

Steffan miró a sus compañeros con cara de resignación. En los sitios tan pequeños era difícil que pasaran desapercibidos y seguro que el Sr. Pars era el que les invitaba a cenar. No veía ya qué podían hacer para evitarlo así que por qué no aprovecharlo.

- ¿Qué decís?Nos vendrá bien charlar tranquilamente con una buena cena.

Roderick que había permanecido meditabundo nada más salir de la asociación miró a sus compañeros más serio de lo normal, estaba claro que no estaba cómodo y que estaba empezando a ponerse nervioso, pero como era habitual en él prefirió mitigar su nerviosismo echándose un nuevo cigarrillo a la boca, ya había perdido la cuenta de cuantos llevaba y cuando miró su pitillera arrugó el ceño, a la mañana siguiente tendría que comprar más cigarrillos...

- Sería una falta de educación no aceptar tan amable invitación, además he de admitir que tengo apetito- dijo al tiempo que se encaminaba al salón esperando ser seguido por sus compañeros, no sin antes dirigirse hacia a la señora Greywood y decirle algo algo al oido.

- Señora Greywood, me gustaría hablar con usted durante la cena... creo que es importante- le susurró al tiempo que le dedicaba una mirada seria y preocupada.

- Sí, cenemos- dijo escuétamente el sargento.

Su cabeza era un bullidero de pensamientos. Él tenía ganas de entrar en la casa de el tal señor Deaths y ver si estaba allí DiCaprio. O por el contrario entrar en la casa que habían estado sus compañeros y rebuscar para encontrar algo de información.

También habría que preguntar por la casa de señor Death, pero eso ya lo hablarían durante la cena.

Daphne asintió con solemnidad y esbozó una sonrisa preocupada. Aquello se estaba complicando mucho. Finalmente se dirigió a la mesa donde se sentó a esperar a que sirviesen la cena. Había un nuevo nombre en la trama. Si sus hijo no estuviese en peligro no lo haría por simple orgullo, pero el orgullo desaparecía cuando entraba en juego la vida del pequeño Matt. Daría el nombre de Deaths al Mayor y que sus compañeros de análisis hiciesen su magia.

Si lo único que quieres del mayor es información sobre Deaths no hace falta rolear la llamada. Leighton te informa que la tendrás mañana por la mañana en la oficina del telégrafo. Si quieres algo más de él, coge el teléfono y llama.

De igual forma, también puedes llamar a tu chico para ver como le va a él y que te cuente que vieron en casa de tu cuñada.

Roderick tomó asiento en la mesa con el cigarrillo en los labios, tras una calada más vió como Daphne se sentaba a su lado y le dedicó una mirada seria mientras posaba lo que le quedaba de cigarro en un cenicero.

 Se Aproximo a ella hablando con disimulo y le dijo.

- Señora Greywood, ambos poseemos caracteres diferentes y puntos de vista muy dispares... pero a pesar de que yo para usted no soy santo de su devoción- "Y lo mismo se podría decir al contrario...", pensó- me veo en la obligación de ponerla sobre aviso... verá... no soy el hobre virtuoso que debería ser pero poseo un sentido muy agudo en cuanto a echarle el ojo a las personas se refiere y definitivamente Pars no me ha gustado en absoluto, sabe mucho más de lo que aparenta, se mostró demasiado amable con nosotros... pero especialmente interesado en conocerla a usted- la miró a los ojos con intensidad- no se que es lo planea, ni el alcance de sus conocimientos, pero me temo que está tratando de implicarla en lo que sea que esté tramando... Según me contó Sor Madeleine, usted formó parte muy activa de lo acaecido en Reims y ha estado trabajando como agente doble, puede que usted sepa o tenga algo que esta panda de lunáticos quiera, no lo sé y vive Dios que me gustaría poder aportar mucho más... como por ejemplo alguna pista del paradero de los niños...- sus palabras y su manera de mirar a Daphne eran tan sinceras como su preocupación y nerviosismo- pero de lo que si estoy seguro es que debe tener cuidado, mucho cuidado... especialmente ahora que Pars la ha visto y que al parecer el pez gordo de esta ciudad ha puesto la vista en nosotros.

Volvió a coge el cigarrillo y a darle otra honda calada.

Daphne miró al capellan y no pudo evitar preguntar sorprendida y delante de todos ¿Cómo que Pars me ha mencionado?¿Sabía que iba con ustedes? La confusión estaba presente en el rostro de la mujer.

-Mmmm....- dijo un receloso Derek mientras seguía al resto -Me intriga más saber quién nos está invitando que las pocas ganas que tengo de cenar aquí.... vamnos a ver de qué se trata todo esto.- y actuando como lo que se supone que es terminó diciendo -Esta cena podría considerarse una especie de soborno, eso está clarísimo.-