Partida Rol por web

La punzada del cocinero del Grindylow Embrujado es la gota que colma el vaso. El marino chelaxiano sucumbe al envite para agravio de la capitana del Melena hambrienta, que se mantiene a cubierto en el castillo de popa.

Al ver que Nicholas acababa con uno de los marineros, la pantera no quería ser menos. El pobre que tenía enfrente fue el objetivo de sus ataques, aunque al parecer sólo el mordisco fue capaz de hacer mella en él. Lo que no quiere decir que se hubiese llevado menos daño.

Las fauces de la negra pantera quedan pintadas de rojo sangre tras el feroz mordisco del eidolón. Por su parte, el gnomo concluye el largo conjuro y una asquerosa rata del tamaño de un perro surge en medio de la batalla. 

Malickud salta la barandilla con poco arte para acercarse hasta la refriega, mientras una rata terrible se manifista junto a un pirata y trata de morderle con muy poca fortuna.

Harper ataca al marino que está herido pero falla de nuevo su golpe.

Viendo que la cubierta estaba prácticamente intransitable entre mis compañeros, aliados y enemigos, levanto la cabeza observando la zona hasta que, por fin veo a mi objetivo.

En la anterior ocasión, la fuerza de las olas no había sido suficiente, pero al ver la situación, nuevamente invoco el poder de Besmara y una enorme ola aparece en la cubierta y golpea al marinero que está luchando contra Harper. 

La rata gigante convocada por Malickud apenas chasquea el aire cuando el marinero se vuelve contra ella y la clava a cubierta con el sable, fulminando al mágico animal antes de que éste desaparezca para volver a su plano de origen.

-¿Qué es esto? ¡Malditos brujos marinos! ¡Responderéis ante el Imperio!

Harper no parece estar nada fino hoy. Y Mr Plugg se lo recuerda al imprecar al pícaro con varios de sus estridentes chillidos. Sin embargo, Sandara sí hace gala de la conexión espiritual que le une a Besmara al conseguir que una ola se eleve inesperadamente por encima del casco para arrastrar a otro soldado al mar.

Prueba unos cuantos hechizos de acero.

Con habilidad, Feijud se coloca junto al marinero que lucha con la pantera de Nicolas y le ataca con velocidad.

Ninguno de los envites del capitán del Grindylow Embrujado consigue acertar en su oponente. Al mismo tiempo, otro de los marinos recula y busca coger desprevenido a Feijud, pero el pirata de Puerto Riesgo esquiva con facilidad el ataque.

Ya más animado viendo que los marineros iban cayendo, aunque fueran de uno en uno, Nicholas se las arregló para alcanzar de nuevo a otro de los marineros. Aunque su arma hizo poco daño, por lo menos le hirió.
El joven confiaba en que Alcaudon terminara el trabajo.

Viendo que la cosa se comienza a complicar, la capitana chelaxiana se sube a la baranda del castillo de popa con la aparente intención de saltar por la borda.

Al ver que la capitana trata de escapar, Alcaudon mira a Nicholas y este asiente. Acto seguido la pantera obvia a los marineros y se lanza a por ella. No puede hacer mucho más aparte de llegar a su lado, pero espera que sea capaz de impedir que se escape.

La pantera de Nicholas sale disparada hacia la capitana del barco esquivando los ataques de los marineros chelaxianos, uno de ellos gracias al escudo protector creado por el inteligente convocador antes del inicio del combate. Cuando la ve venir hacia ella, la líder del Melena hambrienta suelta un improperio con frustración para luego saltar al oscuro y frío océano:

-¡Pagaréis cara la afrenta, escoria! 

Viendo que la capitana se tira al agua para tratar de escapar, la pantera hace lo propio y salta tras ella. No piensa dejar que se salga con la suya así como así.

Mientras Alcaudon salta al mar en pos de la capitana, uno de los soldados lanza un tajo en diagonal que Feijud esquiva sin problema alguno. Está claro que el pirata de Puerto Riesgo es un tipo aguerrido de armas tomar.

El gnomo escala hasta la cubierta de popa y salta justo detrñas de un marinero, sorprendiéndole con una buena estocada y aligerando la presión sobre Feijud.

Capitán parece que necesitas la ayuda de un gnomo cuentacuentos.

Dice a modo de broma.

Esa perra Chelaxiana prefiere a los tiburiones que nuestra grata compañía. ¡Harper enseña a esa cobarde que no se huye de la tripulación del Grindylow!

Harper da un paso y ataca a otro pirata de los que rodea a su capitán.

El intendente del Grindylow sorprende al marino, que se revuelve hacia el gnomo sin demasiado acierto. Por su parte, Harper acaba con otro de los soldados. Cada vez quedan menos oponentes en pie, parece que la batalla se ha decantado hacia vuestro lado.