Partida Rol por web

Cuando en mi mente solo escuchaba los latidos lentos de mi corazón mis ojos se posaron en los ojos medio vacíos de Leon, nooo!! mi grito se fundió con el de Eve, permanecí paralizada unos segundos mientras veía como ella estallaba en una luz brillante que abrasaba a los dos asesinos. Sin pensar mucho en mis acciones sino mas bien en mis instintos corrí hasta el cuerpo de Leon cuando se separaron de él, me arrodille a su lado mientras dejaba el bisturí a mi costado, no me atrevía a tocar el cuerpo, tenia tantas heridas y perdía tanta sangre...acaricie un mechón de cabellos que le cruzaba el rostro aguanta un poco, no te rindas a tus pesadillas tienes que quedarte conmigo.

Mis ojos se desvían de los agujeros del pecho de Leon a los dos asesinos, me regocijo al saber que están tan heridos, pero una parte de mi no puede evitar sentir lastima por el dolor que acaba de recorrer su cuerpo. Me vuelvo hacia Evelin con una mirada impotente, yo...solo pretendía salvarte, pero no he conseguido nada. Abro mi maletín con manos desesperadas intentando encontrar algo que pueda salvarle, saco las pocas gasas que me quedan mientras dos dedos buscan algo de pulso...solo un indicio pequeño es todo lo que necesito deberíais pensar antes de apretar el gatillo, las cosas no se hacen así...tendríais que pensar en los demás y recordar...sentir su dolor.

-Sabes de sobra que les hubierais atacado aunque ellos no lo hubieran hecho- dice con seguridad y frialdad a Stan, tras lo cuál da un paso, pero se detiene cuando Ayira la adelanta y se va directa hasta el cuerpo ya inerte de Leon.
Observa la situación y sus puños se cierran hasta que los nudillos se tornan blancos. Algo dentro suyo se ha quebrado y ya no se siente capaz de hacer lo que pretendía, no podría... Vuelve a relajarse, manteniendo nuevamente la mirada en Sammy y Stan para controlar sus movimientos.

-Debemos irnos Ayira. Vamos- le espeta con cierta sequedad esperando que reaccione y se aparte del cadáver del cazador.

Tras las palabras de Ayira, tanto Sammy cómo Stan empiezan a tener recuerdos de su infancia que creían enterrados y olvidados.
Momentos felices, aunque fueran pocos, quizá jugando con su hermano gemelo, quizá ayudando a alguien que lo merecía cuando aún residía algo de inocencia y bondad en ellos, recordándoles que algún día también fueron humanos.

Sigo con los brazos extendidos en señal de total sumisión, para que Eve observe con claridad los efectos de sus actos. Las yagas sanguinolentas en mi piel, el sudor que trata de enfriar mi cuerpo, mis párpados casi cerrados debidos a las quemaduras. -Se puede decir Eve, que mi amistad para contigo ha sido... -señalo con la cabeza mi pecho descubierto -poco recompensada. Toso y el espasmo hace que sienta mil pinchazos en el cuerpo. Mi cara refleja dolor pero mi lengua pasa por entre mis dientes saboreando el salado sabor a sangre.

-Les dije que soltaran las armas, pero no hicieron caso. Se presentan armados en mi casa. ¿qué esperabas que hiciera? ¿dejaros huir? Creía que sabías más de nosotros, pero veo que sigues presuponiendo cosas pese a tu "experiencia" eres tú quién dice que les habría atacado, no yo. -Apoyo la mano derecha en la pared para incorporarme -y ahora si me disculpáis... -las palabras de Ayira hacen que mi mano deje de tener fuerza y mi cuerpo quede descansando en la pared. Mis ojos se vuelven blancos apenas un instante, dejo de ser consciente del mundo real y revivo un capítulo de mi infancia.

En el jardín de mi casa mi padre una vez colgó un columpio en el árbol. Siempre quise una casita de madera donde poder vivir mil aventuras, pero mi padre no quiso trabajar tanto y no se molestó más allá del columpio. Aquello era todo lo que tenía y no era muy divertido columpiarse sólo. Quizás eso hizo que fuera algo más solitario y me convirtiera en un ser algo más pensativo y racional. Muchas fueron las horas en ese columpio a solas.

Un día estando en el columpio quise llegar tan alto como pudiera. Si lograba saltar en el momento justo quizás llegara a volar como los pájaros. El caso es que volar no llegué a volar si se entiende volar como el acto de mantenerse voluntariamente por tiempo determinado en el aire. Fue más una caída libre tras una leve pero intensa elevación. Cuando caí al suelo quedé inconsciente.

Lo siguiente que recuerdo es a mi padre mirándome fijamente y levantándose de mi lado al verme abrir los ojos. Comprobó que estaba bien y se fue al árbol a cortar las cuerdas que sostenían aquel madero. Me quedé sin columpio.

Supongo que no tuve muchos momentos felices.

Este último pensamiento hace que vuelva en mí y vea como Eve se acerca a mí, pero al ver a Ayira su gesto cambia y observo sus nudillos blancos de la presión. Vamos Eve, ya estamos en una habitación vacía, tu y yo. Termínalo, lo estás deseando. Agacho la cabeza esperando el golpe de gracia pero le dice a Ayira de irse.

Vuelvo a levantar la cabeza -A ti... Ayira... un placer conocerte, podíamos quedar algún día para comer. Una sonrisa burlona acompaña a esas palabras mientras pienso en como sería comerme a un bombón como ese.

Miro a Eve -Espero que nos veamos pronto gatita -con la mejor de mis sonrisas.

No dudes que volveremos a vernos.

El tipo apoyado contra la pared parece perder la fuerza unos segundos y sus ojos se vuelven del revés mientras susurra cosas sin sentido, habla demasiado rápido y demasiado bajo para poder entenderle, pero parece estar soñando, sus glóbulos oculares giran como en la fase rem. He vuelto ha hacerlo, espero que recuerde cosas felices al menos le hará pensar y reflexionar unos segundos.

Evelin se dirige a mi en tono brusco y frío, no me esperaba esta reacción de ella ante la muerte de Leon, él que había corrido hasta aquí para salvarla cuando he comprobado que podía salir de aquí por sus propios medios, dolorosos y sangrientos como he tenido la oportunidad de ver pero validos a la hora de escapar de unos tipos así. Me levanto y cojo mi maletín mientras el tipo parece recuperar el control de su cuerpo.

Cuando me llama por mi nombre me giro con una mirada llena de odio el hombre al que amo se alimenta y deleita con niños de 5 años, espero que me sorprendas con una cena mas encantadora...si puedes. Tras lo cual me doy cuenta de que he dicho que todavía amo a Eddie... Sal de mi cabeza...no puedo amarte tu eras el tipo perfecto y entonces te volviste loco! tengo que olvidarte... Miro hacia Evelin con una mirada suplicante No podemos dejarle aquí, se merece descansar en otro sitio.

Eveline observa a Stan de forma distante y fría, sin dejarse impactar o emocionar por sus palabras cargadas de mentiras.
-Quizá en otra vida, en la cuál tu mente no haya sido carcomida por el odio y el rencor. Entonces me gustaría conocerte- le devuelve una sonrisa que enseguida borra de su rostro, observando cómo Ayira la increpa y se enfada con ella. Pobre, no tiene ni idea de lo que tiene en mente ni de lo que siente...

-Ayira, por favor, basta... No voy a cargar con otra muerte a mis espaldas esta noche así que te SUPLICO que te marches ahora... Yo me encargaré de su cuerpo, te lo prometo. Confía en mí- la mira con seriedad y fijeza, directamente a los ojos durante unos segundos, esperando convencerla de que corra y se salve, de que le dé un pequeño motivo para poder seguir conservando la esperanza.

Asiento ante las palabras de Evelin, se que es una de las personas en las que puedo confiar, agarro el maletín con fuerza y me dirijo hacia la puerta de salida corriendo todo lo que puedo. Confío en ti...

Antes de salir me giro a mirar los rostros de los dos asesinos mientras intento grabar en mi mente sus rasgos para no olvidar jamas esta noche. EL pasillo por el que hemos entrado es corto así que termino de recorrerlo en poco tiempo mientras visualizo la puerta por la que hemos entrado. Me paro unos segundos a tranquilizar mi respiración y ha escuchar los ruidos que provengan de fuera.

Ayira se marcha pasillo abajo, por el mismo que vino, ante la atenta mirada y supervisión de Eveline, que no va a permitir que ninguno de los dos asesinos intente algo contra ella... De todos modos ésa idea resulta desechable con Stan, el único en condiciones suficientemente óptimas sería el otro.

-Os recomiendo que también os vayáis...- dice mirando a ambos de reojo mientras empieza a acercarse al cuerpo ya frío y pálido de Leon.

Al escuchar las palabras de Ayira suelto una carcajada -puto depravado -la ironía en mis palabras apenas se deja notar y empiezo a incorporarme. -Cualquier cena sería mas agradable si es en tu compañía, estoy seguro. -le guiño un ojo pero ya va caminando por el pasillo dirección a la salida.

Miro a Sam y le hago un gesto con la cabeza indicándole que siga a Ayira si puede cuando Eve no me mire. -Una lástima Eve. Creo que te va a costar un poco recuperar mi amistad -Echo el cuerpo hacia delante para conseguir levantarme del todo. Apoyo una mano en el suelo y clavo una rodilla en el suelo mientras estiro la otra. El simple hecho de doblar las rodillas me causa dolor.

Consigo ponerme de pie y estiro mis músculos lanzando un grito de dolor que se escucha en todo el pasillo y me apoyo en la pared fatigado.

Duranto unos instantes algunos recuerdos volvierón a mi mente, casí llegué a sentir una felicidad tiempo atrás perdida, sinembargo el momento paso tal como vino dejandome unicamente algo desorientado, escuchando sin interés lo que mi compañero decía a Eve.

Ayira había ido retrocediendo hasta que se perdió por el pasillo de salida, Eve aun continuaba mirandonos mientras se acercaba al difunto novato y yo no tenía ganas de permanecer demasiado tiempo cerca de aquella chica. De modo que como nos aconsejó salí de aquel pasillo, aun me dolían las quemaduras y necesitaría un par de días para recuperarme y algo de sangre. Frustrado no pude evitar gritar y golpear la pared.

-¡Mierda!, ¿Dóndo cojones están los guardias que necesitamos para controlar esto?, puta mierda de organización, qué cojones pretenden.

Veo como Sam sale impotente golpeando la pared y no parece que vaya a hacer mucho más. Eve no ha querido llevarse el cuerpo y dice no cargar con otra muerte en su conciencia, así que empiezo a sospechar lo que pretende hacer y yo sólo no puedo hacer mucho más en mi estado. Un resplandor más como ese y tendrían que usarme como carboncillo para dibujar a mano alzada.

Me retiro de allí caminando lentamente mientras miro a Eve. Tienes suerte de que te quieran viva. Doblo la cabeza un poco para mirarla y me voy del pasillo.

Salgo por la puerta y avanzo unos metros intentando alcanzar la enfermeria antes de desfallecer -¡QUE VENGA UN PUTO MÉDICO! -Mi último esfuerzo hace que no pueda soportar más el dolor y me desmaye en mitad del pasillo cayendo al suelo con un golpe sordo.

Venganza y rencor dice. Como si yo discriminara a quién mato o a quién ...

Todos se han marchado, perdiéndose en la interminable red laberíntica compuesta por aquellos laberintos. Eveline sólo esperaba y deseaba que el destino guiara a Ayira para salir airosa de la situación, le había dado algo de tiempo de ventaja y ésos dos no irían tras ella en el estado que les había dejado... Pero ahora se encontraba algo débil a pesar de haber podido disimularlo y debía encargarse de otro asunto más importante. Había hecho una promesa.

Se arrodilla junto al cadáver de Leon, empapándose las piernas desnudas de su ya fría y espesa sangre.
-Vamos Leon, no pensarías que iba a dejarte aquí tirado, ¿no...?- sonríe para sí misma con tristeza y descuelga un pequeño colgante de su cuello, poniéndolo en el de él con cuidado, cómo si aún pudiera sentir dolor o molestia por sus gestos.

-Mi sacrificio te salvará, y acabará con la posibilidad de llevar a cabo el absurdo ritual...-asiente con firmeza y se inclina más sobre él -Unirnos en uno sólo, quizá sea la única posibilidad de estar cerca de ti... ¿me perdonarás?- tras estas frases que nadie escucha, Eveline besa cariñosamente los labios de Leon, iluminándose con un resplandor sobrenatural y cálido, el cuál forma el dibujo de unas alas que enseguida quedan extinguidas. Toda ella se apaga con rapidez hasta caer sobre él.

Al cabo de un par de minutos, todas las heridas están sanadas, y aunque sucio y con la ropa agujereada Leon vuelve a despertar.

Tras unos pasos escucho como Stan cae tras pedir asistencia, por un momento pienso en continuar y largarme a mi piso, sin embargo vuelvo y me acerco a cuerpo tendido.

-Tio no creo que nadie venga en un rato, debe haber problemas en otro lado seguro, me extrañaría que estos vinieran solos.- Sabía que no me escucharía pero no pude evitar pensar en alto mientras me echaba al hombro a mi compañero y lentamente me dirigía a alguna de las salas donde podría quizás encontrar ayuda.

Paranoico y desconfiado mantenía mi arma bien sujeta en la mano y mis sentidos alertas ante cualquier ruido de pasos acercandose.

Quizás allí podría conseguir algo de vitae para curarme, al menos tenía más posibilidades que si me quedaba en casa.

Siento como alguien me levanta y vuelvo a la consciencia lentamente. Las yagas ya no duelen, las heridas ya no sangran, la piel ya no se cae a tiras Y una mierda. Mi mente vuelve a sentir dolor y mis ojos vuelven a ver. Sam me arrastra por el pasillo y me dice que no van a ayudarme.

-¿Que vienen más? Pues mira, mi pistola y la semiautomática siguen al lado de aquel puto rubio y la gatita salvaje. Así que como alguien más venga voy a tener que hacerles comer pus. - Me suelto de Sam y comienzo a andar yo solo. ¿Y qué plan tienes? -Necesito a mi reina, ella sabrá como curarme esto rápidamente. -Necesito un teléfono, necesito sangre para reponerme.

La damisela de negro ha venido a visitarme pero ni si quiera ella ha podido vencerme,la muerte es tan solo una puerta y abrir otra.Siento algo que corroe mi cuerpo y me veo sumergido en un mar blanco donde veo a lo lejos un angel hermoso como se acerca a mi.-Nunca imagine que fuera asi la muerte-Me veo tumbado o levitando en el aire cuando empiezo a distinguir el rostro de ese Angel,sonrio al saber quien es y pienso que la muerte era la unica forma de estar juntos al saber que "ella" estaba conmigo.Le devolvi aquel beso enredandome en sus labios como una planta de espinas que se enreda por el tronco de un arbol,me separe,la vi a los ojos y le enrede el pelo tra sus oreja al verla de tan cerca,fui a besarla de nuevo cerrando los ojos pero cuando los abri estaba tendido en aquel sitio de nuevo,ensangrentado,dolorido y sucio.

Toso mientras me muevo intentando ponerme en pie,aun siento el dolor de las balas en mi cuerpo y aun veo tendida las pistolas a mi lado que estan bañadas en mi propia sangre.Me apollo en la esquina al levantarme y confuso intento recordar lo que ha pasado cuando unas palabras lejanas vienen a mi mente-Unirnos en uno sólo, quizá sea la única posibilidad de estar cerca de ti... ¿me perdonarás?-Mi vista se vuelve hacia mi cuello y veo que pende de el un colgante.Llevo mi mano hasta el y lo aprieto con fuerza mientras una lagrima empieza a recorrer mis ojos..-¿Por que lo hiciste?..-Me quedo mirando el suelo,pensando en mis errores,mientras aun mantengo la mano apretando el collar.-Te perdonare,pero solo cuando cumpla mi mision:Devolverte a ser lo que eras-Alineo los ojos y un brillo se cruza por ellos y sonrio -Al menos le haremos sufrir juntos- Vengandose,uno se iguala a su enemigo; perdonandolo, se muestra superior a el.

Cogo las armas y una de ellas me las llevo detras de mi espalda apoyada entre ella y el pantalon,la otra en una de mis manos.Miro alternativamendte de un lado a otro y con sigilo me dirigo hacia donde me parecen oir unas voces..

Intuyes que Ayira debe haberse dirigido a la salida... Aunque nunca se sabe lo que pueda haber pasado mientras estabas inconsciente. Bien, en realidad muerto, pero resulta difícil afirmar éso mientras sigues caminando y respirando por los distintos pasillos.

Para desgracia tuya enseguida te das cuenta de que ése lugar resulta demasiado laberíntico puesto que todos los pasillos son casi iguales exceptuando la numeración de algunas puertas que te ayudan mínimamente a guiarte pero aún así no lo suficiente, se empieza a echar de menos un mapa...
Repentinamente suena una alarma bastante molesta y sonora anunciando el "Protocolo 83" del mismo modo que cuando llegasteis con Ryan, que quién sabe dónde o cómo estará...

Tras la alarma empiezan a oírse pasos desde diferentes lugares propagados por el eco. Las patrullas empiezan a dispersarse.

Aunque Sammy se dispone a llevar a cuestas Stan y tras hacerlo unos metros, éste decide andar por su propio pie a pesar del esfuerzo que le supone.
Sammy se siente un poco desorientado por los pasillos de La Organización ya que todos parecen iguales excepto por algunas puertas numeras esporádicamente.
Por suerte Stan está más acostumbrado a ello y puede llegar a una de las enfermerías sin demasiados contratiempos, al fin y al cabo desde ahí podrá ponerse en contacto también con Akasha.

Cuando entráis una enfermera de aspecto hosco y frío os atiende con el ceño fruncido mientras pregunta qué ha ocurrido y os guía hasta unas camillas bastante confortables.
El olor a esterilizante resulta tan intenso que incluso molesta, pero es probable que no le importe demasiado que sus "pacientes" estén cómodos o no.

Mientras la susodicha se dispone a empezar a tratar las heridas de Stan, de nuevo vuelve a sonar ésa irritante alarma anunciando el "Protocolo 83"...

-Mierda-Me encuentro algo confuso,aun no llego a comprender por que estoy vivo..otra vez.Cogo el colgante y me lo escondo entre mi sueter donde noto su frio contacto con mi pecho.Miro de un lado a otro alternativamente y solo veo puertas y pasillos.Intento guiarme por mi instinto,pero no se por donde empezar,cuando de ipsofacto suena de nuevo aquella alarma en mi cabeza es tan escandaliza que me hace llevar las manos a los oidos dejando caer el arma que sostenia en una de ellas.No hay tiempo que perder cuando escucho a lo lejos pasos retumbados de botas pesadas,cogo el arma y me la llevo junto a la otra..-Ya vienen..-Me agazapo en una esquina,donde solo haya penumbra y donde pueda tener algo de vision..-Vamos a intentarlo..-Cierro los ojos mientras llevo una mano a mi pecho y apretando los dientes empiezo a crear un arma sobrenatural en mi,cada uno de mis dedos son cuchillas tan aflidas como las de un hombre-lobo.Agacho la vista y cuando veo en lo que se han convertido mis manos,no puedo dejar de asombrarme.No ha pasado demasiado tiempo,o si,no se,pero deben de estar apunto de pasar cerca de mi.Leon se prepara para salir de su escondite cuando vea la oportunidad exacta..

-Aguanta Ayira,prometi salvarte..-

Llegamos a la enfermería y una enfermera con cara de pocos amigos nos recibe preguntando qué ha pasado. -Que ¿qué pasa? que aquí no hay más que ineptos e inútiles. -La miro de arriba a abajo -espero que usted sea la excepción que confirma... -La alarma vuelve a sonar estridentemente. Instintivamente miro los altavoces anclados en el techo como si eso fuera a darme más información o consiguiera bajar el volumen.

Miro mis heridas Donde coño esperan que vaya yo ahora. Que se busquen la vida un rato. Mi misión había fracasado, la sujeto número 2 había escapado. El resto no es cosa mía en mi estado.

Me dirijo hacia el teléfono de la sala de enfermería mientras me desnudo completamente dejando mi ropa tirada por el suelo según avanzo. Descuelgo el teléfono. -Pues digamos que estoy algo "quemado" de todo esto. Eche un vistazo a ver qué puede hacer, esto duele la hostia. -Me quito las botas dejándolas caer y quedo de pie expuesto a la mirada de la enfermera.

Marco el teléfono de Akasha mientras dejo que la enfermera observe mis heridas. -Sam, se nos escapa otro ángel. ¿Qué esperan, que lo hagamos todo nosotros? -Agacho la cabeza echándome un vistazo a ver si las partes blandas han quedado muy deterioradas. Me cago en la p... -Termino en un susurro apenas audible.

Negando con la cabeza volví a sacar mi arma y revisé el cargador, mientras sonaba de nuevo la alarma. Joder porqué no me había largado a casa a descansar, entonces aquello me la habría sudado.

Con gesto consado me dirijo hacia la puerta cierro unos segundos los ojos y enciendo un cigarrillo antes de dirigirme a Stan.- Mira a ver si pueden hacerte un apaño, aunque me temo que estas heridas no curaran facilmente. Mientras trataré de echar un vistazo a ver que cojones ocurre, me la suda que sea un angel o no, pienso vaciar el cargador en el primer gilipollas que me cruce.

Sin esperar respuesta me giro y salgo por la puerta, pero al instante vuelvo a entrar sonriendo.- Por cierto ¿cómo cojones llego sin dar muchas vueltas hasta donde hay problemas?