Partida Rol por web

-Me refería a que fueras enfermera en la sección de pediatría pero de acuerdo, ya cambio de tema...- se encoge de hombros mientras niega con la cabeza y se levanta retirando los platos para volver enseguida con unas copas de helado de nata y chocolate que tienen un aspecto realmente apetitoso.

Te tiende la tuya y vuelve a tomar asiento.
-A mí me ha pasado algo espantoso cuando iba a comprar... He encontrado un cuerpo. No quiero darte más detalles sobre eso pero me han tenido por lo menos 2 horas preguntándome y pidiéndome datos. Espantoso...- añade con el ceño algo fruncido al recordarlo.

un poco inquieta observo como se levanta y retira los platos, aparece con dos copas de chocolate y nata, cuando toma asiento no doy crédito a sus palabras un cuerpo... ¿pero estaba muerto ya? y donde ha sido que horror la delincuencia es cada vez mas abrumadora...

después de mis palabras duras y viendo el día tan agradable que ha tenido que pasar Edd me levanto de mi sitio y me coloco a su lado, le hago retirarse un poco hacia atrás con la silla y me siento en su regazo, actos seguido cojo una cucharilla y le doy un poco de la copa, después comienzo a comérmela yo, siempre dándole alguna que otra cucharada claro, pero dejandole tiempo a hablar

y entonces dime ¿como ha sido todo?

-Sí, ya no había nada que se pudiera hacer así que me he limitado a llamar a la policía...- aparta la silla para dejarte espacio y sonríe complacido ante tu ofrecimiento de darle las cucharadas de helado.

-En realidad estaba tan limpio que casi parecía de mentira. Dejemos el tema, pasemos a cosas más agradables- coge él mismo otra cuchara y también te la acerca a la boca, hasta que al cabo de poco sustituye el helado por unos dulces besos en los labios que cada vez parecen intensificarse más mientras te acaricia la espalda.

No esta muy receptivo sobre el tema del cadáver así que no insisto mucho en el tema, se que para los que nunca han visto ni trabajado con cadáveres las experiencias a su lado no son nada agradables.

La cuchara me entretiene un rato, pero después agradezco sus labios, son suaves y cálidos, sus manos se deslizan por mi espalda, mis manos buscan su cuello, mientras le beso acompaño la intensidad de sus besos, mis dedos rápidos y ágiles desabrochan los dos primeros botones de su camiseta y se deslizan por sus hombros y su espalda.

Entre besos y beso de vez en cuando no puedo evitar sonreír, sus manos me hacen cosquillas en la espalda, es tan suave acariciándome que a veces pienso que me trata como si fuese de cristal. empujo la silla un poco mas hacia atrás y me siento con las pernas abiertas encima suyo, intento hacerlo todo sin levantarme demasiado, me gustan demasiado sus besos como para desperdiciar momentos sin ellos.

Os quedáis en la silla mientras las caricias y los besos se tornan cada vez más apasionados y lujuriosos, sin perder la suavidad y el cuidado a pesar de ello.
Al cabo de poco te lleva con relativa facilidad hasta su habitación, visitada ya tantas veces, y ahí acabáis la noche con un "postre" de verdad, olvidandoos por un buen rato de cualquier problema o estrés que haya ocurrido a lo largo del día.

Placentero, aunque algo precipitado, te quedas dormida sobre su pecho, cómo ya habías alcanzado a "predecir".

A la mañana siguiente, cuando despiertas, descubres con horror que apenas te quedan 15minutos para llegar al trabajo, pues olvidaste poner el despertador y desde luego Edd no tiene prisa en levantarse, su jornada es mucho más desaohagada y corta que la tuya aunque mejor remunerada.

Horrorizada miro el reloj, no me lo puedo creer esos malditos números negros parpadean como una burla constante, solo tengo 15 minutos!! me levanto rápidamente de la cama sin preocuparme de mi desnudez, buscando mi ropa esparcida caprichosamente la noche anterior por todo el suelo.

termino de vestirme rápida y veloz, no me ha quedado muy bien y debería haberme duchado, pero eso tendrá que esperar a la primera operación de la mañana. Edd mientras permanece tumbado viéndome ir de un lado a otro de la habitación, cuando termino de ponerme el ultimo zapato me levanto de la cama y me giro. La próxima vez podrías encargar un despertador también a parte de una cena, sonrío graciosa y me acerco a darle un ultimo beso Espero que tengas un buen día.

El ascensor no baja los pisos todo lo rápido que me gustaría pero no puedo hacer nada para solucionarlo, cuando uno tiene prisa todo parece moverse mas despacio, la gente te molesta mas al caminar y los objetos nunca están donde te gustaría. Por fin llego al coche, bueno tengo 7 minutos para llegar, arranco el coche y procuro ir por el trayecto mas corto, solo ruego que no haya ningún atasco en la carretera.

Sales a toda prisa de casa, sin tiempo si quiera de desayunar o ducharte, consigues llegar al hospital apenas 5 minutos tardes, así que nada que tener demasiado en cuenta, hubiera sido nefasto después de lo del día anterior...

Llegas hasta tu planta, la sexta, te enfundas el uniforme y demás, consiguiendo llegar a tu puesto sin demasiados contratiempos pero realmente hambrienta, uff....

Te encargas de tus pacientes diligentemente, cómo siempre, aprovechando una pequeña pausa para tomar un pequeño tentempié; momento en el cuál una de tus compañeras de informa de que Mindy te estaba buscando.

Mindy es una muchacha de prácticas que está en el piso de pediatría. Es bastante agradable y desde luego muy paciente y alegre aunque algo tímida. Probablemente sea su poco tiempo trabajando lo que le otorga mucha energía y ánimos.
Puedes ponerte en contacto con ella bajando al cuarto piso o llamándola por el interfono del mostrador de vuestro piso.

Los primeros pacientes pasan ante mis ojos rápidos y veloces, no pienso en otra cosa que en un buen café reconstituyente y algo que llevarme al estomago vacío. No obstante no me olvido de que ellos están allí enfermos esperando mi visita de por las mañanas como quien espera impaciente una carta importante así que procuro ser atenta con ellos.

Después de una pequeña pausa y un desayuno frugal recibo la llamada de Mindy, una sonrisa enmarca mi rostro mientras me dirijo al ascensor feliz de poder ver a esa chica tan simpática unos momentos. Cuando se abre la puerta del ascensor en la planta cuarta los colores inundan mis ojos una vez mas. Sin duda es la mas alegre del hospital, llena de dibujos y posters infantiles. Las enfermeras y el personal va de un sitio a otro atareado y yo me dirijo tranquilamente al mostrador principal de la planta donde he quedado con Mindy. En el camino saludo a alguna cara conocida.

Llegas hasta el mostrador y enseguida distingues a la pequeña Mindy.
Es algo bajita pero su cabello completamente rojo destaca enseguida, además es una de las pocas que viste el uniforme de enfermera de color rosa, usado sólo por los pocos chicos y chicas en prácticas.

-¡Hola guapa!- saluda animadamente mientras coge una carpeta y mete varios informes con una risa alegre -Ven, te va a encantar ver esto, además te van a dar algo- te coge de la mano estirándote un momento, pero enseguida te suelta mientras anda a paso rápido por el pasillo que tan bien conoces hasta detenerse frente a la pecera.

-¿No es genial?- pregunta mientras te mira encantada y de nuevo el interior.
Jack se encuentra sentado, dibujando cómo ay es costumbre en él, pero esta vez junto a los demás niños.
No les mira ni les dirige la palabra, pero el hecho de que se haya sentado relativamente cerca de los demás es un gran avance.

Era fácil distinguir a la pequeña Mindy entre un millón de personas, incluso me atrevería a decir entre cinco millones, no creo que haya nadie mas en el mundo con ese color tan bonito de pelo.

Sonrío cariñosamente al escuchar su saludo Hola preciosa, ¿como llevas la mañana? sin contestar a mi pregunta Mindy sale de detrás del mostrador hablando alegremente y me coge de la mano para guiarme hasta la pecera.

Allí casi no escucho sus palabras, mis ojos están fijos en Jack, el pequeño Jack, el sorprendente JAck. Estaba ahí tan tranquilo, con su sillita verde de siempre pero rodeado de los demás niños, no había elegido la mesa dispuesta para él en una esquina, por primera vez en mi vida lo vi en una de las mesas centrales. Era cierto que no les prestaba la mas mínima atención a los demás, pero no le incomodaba su presencia.

Anonadada no pude hacer mas que abrir mucho los ojos, sonreír y abrazar a Mindy. Es genial sencillamente perfecto, no podía reaccionar en estos momentos, no quería perderme ninguno de sus movimientos. Permanecía frente al cristal bebiendomelo con los ojos.

Mindy te devuelve el abrazo entre risas y asiente.
-Ha mejorado más en dos días que en todo un año, eso me han dicho... yo sólo llevo unos meses aquí- se encoge ligeramente de hombros y abre la puerta despacio -Vamos...- te hace gestos para que la sigas al interior de la pecera y saluda a todos los niños con una amplia sonrisa.

Los pequeños os devuelven los saludos pero enseguida vuelven con sus propios juegos, montando una especie de castillo en el suelo con gruesas piezas de plástico de colores.

Mindy se acerca hasta la mesa, poniéndose en cuclillas.
-Jack, tenías algo para Ayira, ¿verdad? Voy dárselo...- le habla calmada y cariñosamente mientras coge un folio, tendiéndotelo.

Lo curioso es, que cuando lo miras, no encuentras dibujo alguno, si no una frase que abarca todo el papel: "ABRE LOS OJOS".
Escrito con color rojo muy vistoso y letras desiguales, no te cabe duda de que lo has leído y sin embargo, cuando parpadeas aturdida con el mensaje, tales letras han desaparecido y en lugar de ellas ves un dibujo.

Al parecer eres tú, bueno eso es identificable gracias a una flecha con tu nombre.
A un lado está el hospital y junto a ti y cogiéndote la mano, una especie de animal que parece un perro, aunque mide lo mismo que tú.

No puedo salir de mi estado de estupor, son demasiadas emociones intensas en tan corto periodo de tiempo. Miro atentamente el dibujo y por el rabillo del ojo miro al pequeño Jack. Nada parece haber cambiado en él, permanece sentado y ausente con una cera azul en la mano. El papel reposa entre mis manos y un pequeño sonido se desprende de mis ligeros temblores.

Es impresionante... nunca había visto un dibujo personalizado de Jack. Es decir siempre pinta cosas no cercanas, nada que tenga que ver con su día a día. Mis ojos de dirigen esta vez hacia Mindy.

Dime ¿no te parece precioso? comienzo ha hablar del dibujo como si nada, pero mi intención es ir mas allá, tal vez una interpretación externa me ayude a olvidarme de esas letras, continuo como si no quiere la cosa con las preguntas. Me ha pintado de una forma muy graciosa ¿verdad?, lo que no se exactamente es que ha pintado a mi lado. Paso un dedo por encima del dibujo Es como...bueno la verdad no sabría como llamarlo ¿que te parece a ti?

Mantengo mi mirada lo mas tranquila posible, sonrío unas cuantas veces mientras comento lo bonitos que me parecen sus dibujos y espero paciente a las respuestas de Mindy ¿ella habra visto las letras?

-Sí, ¿verdad? Creo que es un dibujo excepcional, has tenido mucha suerte de que te lo haya personalizado- te sonríe con dulzura mientras se mete las manso en los pequeños bolsillos delanteros de su larga camiseta hospitalaria rosa.

Mira de nuevo el dibujo, poniéndose a tu lado lo cuál hace que se note más su corta estatura.
-Ah, pues no sé, parece un perro aunque va vestido, ¿no? Ya sabes cómo son los niños con los dibujos- ríe algo despreocupadamente -¿Tienes alguna mascota...?

Mientras respondes observa al pequeño y se pone algo más seria.
-Aunque hay que admitir que Jack no es cómo el resto y podría significar algo que nosotras mismas no entendemos. Una bestia, tal vez una amenaza... No lo sé, supongo que no- añade negando con la cabeza.

La verdad es que noo deberia preocuparme ni alterarme tanto por un simple dibujo, con una sonrisa bajo el brazo que lo sostiene y mantengo el folio pegado a mi costado izquierdo.

Me alegra tanto ser su primer dibujo personalizado... dejo escapar un pequeño suspiro, una sonrisa aflora a mis labios cuando observo como continua sentado tranquilamente rodeado de todos los pequeños, es asombroso.

Alargo la mano derecha hasta agarrar el brazo de Mindy suavemente, gracias por haberme llamado de verdad, ha sido una sorpresa que no me esperaba. Observo gratamente como el rostro de Mindy se ilumina y me dirige una mirada para despues mirar al pequeño Jack. Ahora ya no puedo retrasarme mas, mi turno sino va a ser una pesadilla, suelto el brazo de Mindy y encamino mis pasos de nuevo hacia la puerta de la pecera. La joven enfermera camina conmigo, si vuelve ha prepararme un regalito no dudes en llamarme, vendré corriendo, bueno a menos que este en una operación. mi rostro se gira hacia la joven y esbozo una sonrisa agradable.

-Sabía que te gustaría- asiente animadamente y te sigue hasta el exterior de la pecera, andando un rato por el pasillo junto a ti mientras deja que hables, prestándote atención cómo si fuera lo más interesante que le han explicado nunca.
Resulta agradable hablar con alguien que sabes que te está escuchando.

-De acuerdo, mucha suerte con el resto de la jornada, esperemos que puedas salvar muchas vidas más- te dirige una sonrisa amigable, despidiéndose de ti con la mano y tú te desvías hacia los acensores mientras ella sigue recto.

Subes hasta tu planta, empiezas a encargarte de tus habitaciones asignadas, siendo interrumpida cuando eres requerida para una operación de urgencia.
Al parecer ha habido un incendio en una calle cercana y los afectados están siendo transportados al hospital, así que imagínate lo atareada y estresada que acabas, estando 4 horas seguidas en quirófanos sin apenas descanso, pero ahora puedes relajarte un poco.
Compruebas tu móvil y ves 2 llamadas perdidas de Edd.

La jornada ha sido intensa, parecia no tener fin. Sin duda el edificio debia haberse transformado en un infierno, los heridos llegaban calcinados, o con socks demasiado fuertes como para decirte su nombre. Pacientemente fui atendiendo cada caso que me asignaban, cuatro horas mas tarde salí del quirofano como si mis huesos hubiesen sido golpeados por un gigante.

Vaya que raro que me haya llamado al trabajo, y más a estas horas. expreso este pensamiento en voz alta en los probadores, dejo el movil de nuevo en la bolsa y cierro la taquilla. Necesito una ducha para relajarme despues de eso ya llamare a Edd.

La ducha se prolonga algo mas de lo necesario, pero teniendo en cuenta que no me ducho desde anoche y las cuatro horas intensas de quirofano creo que se merecen un poco de agua caliente. Cuando salgo de la ducha aun envuelta en la toalla cojo el movil y marco el numero de Edd, mientras espero paciente a que lo coja saco ropa de la bolsa y la voy colocando en el banco de enfrente.

Llamas al teléfono de Edd mientras preparas tu ropa, pero al parecer ahora es él el que no está disponible... Tal vez se encuentre en una de sus muchas reuniones con clientes importantes, en fin.
Vuelves a ponerte el uniforme, dispuesta a tomarte con mucha más calma el resto del turno, pasándote por el mostrador de tu planta para recoger y revisar algunos informes de tus pacientes, pero entonces la encargada te pide que bajes hasta Urgencias menores (así llamáis a los pacientes que acuden a urgencias pero no requieren operación ni son caso de vida o muerte, inmediata al menos).

Total, que no te queda más remedio que ir hasta allí, por suerte tu pulso vuelve a ser tan firme cómo siempre después de haberte relajado.
Cuando llegas encuentras a una muchacha rubia (Sara), con un par de pañuelos de papel sobre su mandíbula, los cuáles ya están bastante empapados de sangre.

Has ayudado en la intervención quirúrgica de extracción de balas cómo buenamente has podido, por suerte consigues controlarte a pesar de los nervios y la conmoción de los hechos ocurridos hace escasos minutos.

Cuando la operación acaba, te lavas y te dispones a ir a tu planta para intentar tranquilizarte un poco y pensar en lo ocurrido, ya que al parecer la chica de los puntos no está por ahí...

Una mujer que pasaba junto a ti, te detiene cogiéndote del brazo con cierta fuerza, pero una vez te has detenido afloja la presión.

-He visto lo que habéis hecho... O mejor dicho, el resultado. Pero no te preocupes, he acabado el trabajo- comenta mirando de reojo la sección de urgencias y de nuevo a ti -Seguro que tienes la cabeza hecha un lío, pero puedo darte algunas respuestas.