Partida Rol por web

Dejando atrás al mediano sin llegar a entender el por que lo hacia, cruzó la esquina para observar que es lo que había al otro lado. Apenas le dio tiempo a ver que es lo que habia cuando escuchó a su espalda una explosión, rápidamente alzó la espada y salió corriendo hacia donde estaba Rimi, el cual parecía estar bien. - ¿ Estas bien pequeño?, ¿Qué ha ocurrido?. -

 Nada logre sobrevivir a la explosion sin un daño aparente 

Exclamo mientras me saco algo de polvo de la ropa. Toco el fondo del cofre para ver si hay algo invisible. Y luego me voy con mis compañeros. 

Siguen por el pasillo tras no haber encontrado nada en el cofre, resultando una simple trampa, una vez giran en la esquina pueden ver otro pasillo. A su izquierda, hay una serie de puertas parecidas a la que vieron antes, la de la celda del "hombre", cada una de ellas con una mirilla.

Sintió alivio al ver al pequeño volver sano y salvo, aunque también algo de cabreo por la absurdez que había hecho para no conseguir nada. Apoyó una mano en el hombro del mediano y prosiguió su camino hasta encontrar de nuevo otra bifurcación.

- Mucho cuidado con lo que podamos encontrarnos en esas celdas. – comentó el elfo al llegar a la altura de las puertas. – Rimi, ¿alguna trampa? - Había entrado muchas veces en este tipo de lugar, y cada uno era diferente entre si, por lo que mejor era estar precavidos por lo que pudieran encontrar.

 Sigo avanzando buscando trampas por el pasillo, mis ojos van y vienen en todas direcciones. 

Avanzas por el pasillo alerta y de manera precavida. Parece ser seguro.

Cuando Rimi parece terminar su búsqueda todos escuchan un sonido proveniente de la primera celda, una especie de gemido.

Al escuchar el leve gemido alza una mano, como indicando a sus compañeros para que se detuvieran. Tras saber que no había trampas por la zona, sujetó con fuerza sus espadas y se acercó a la primera celda. Con mucho cuidado dio un vistazo rápido por la pequeña ventana para evitar ataques (si los hubiera) y al no producirse ninguno, volvió a asomar la cabeza para cerciorarse de que o quien era lo que se lamentaba.

    Escucho el gemido y sólo se me ocurre que puede ser aquel hombre que habíamos soltado antes y empuñé con desdén mi hacha, esperando que lo sea como para arreglar cuentas con él. Pero me detengo ante la señal del elfo y me quedo detrás de él, haciéndole de apoyo por si algo saliese de allí dentro. Otra celda, otro preso...

 Mi daga en mi mano y en guardia alerta comenze a observar todo el pasillo. Recorriendollo con mis ojos.

Observas a través de la rejilla. La celda es más pequeña que la anterior, más sucia y simple también, aunque la puerta sigue teniendo ese extraño sistema.

Dentro, distingues a una persona, está acurrucada en una esquina y parece dormir, aunque no plácidamente, se acomoda y gime constantemente. En uno de sus giros, puedes ver como de su cabeza sobresalen unos pequeños cuernos.

-Una figura que no alcanzo a ver se encuentra durmiendo en la celda, aunque gime y solloza como si tuviera una pesadilla. – Susurra el elfo a sus compañeros. - ¿Qué? ¿Vamos a hacernos de nuevo los héroes o continuamos? – Pregunta con cierto sarcasmo mientras avanza hacia la segunda puerta y hace la misma operación para mirar por la mirilla.

Observas a través de la rejilla. La celda es más pequeña que la anterior, más sucia y simple también, aunque la puerta sigue teniendo ese extraño sistema.

Dentro, distingues a una persona, está acurrucada en una esquina y parece dormir, aunque no plácidamente, se acomoda y gime constantemente. En uno de sus giros, puedes ver como de su cabeza sobresalen unos pequeños cuernos.

Esta celda es igual a la anterior, pero está vacía.

 Me doy vuelta

Shh.. Parece un demonio. Susurre con calma. Esta dormido les dije. Decidid vosotros a mi me da del todo igual.

terminado de decir esto espere a que ambos se decidieran.

- ¿Un demonio?, ¿Estas seguro Rimi?. – preguntó al mediano continuando con el bajo tono de voz. – ¿Que tipo de demonio?. – No acababa de creerse las palabras del mediano, pero después de lo que había visto en este lugar, todo podía ser. Lo que tenia claro es que no le apetecía liberar a un demonio, si es que realmente se trataba de eso.

Viendo que la segunda celda estaba vacía, avanzó sigiloso a la tercera para hacer la misma operación que en las anteriores puertas. Una vez hubiera visto que es lo que había en ellas decidiría.

Si un demonio creo yo. No conozco humanoides de esos con cuernos. 

Dije extrañamente sonriendo soncarronamente y haciendo con las manos el contorno de los cuernos en su propia cabeza.