Partida Rol por web

 Tras terminar con la cena y la hogaza, y dar cuenta de si jarra, el abrigado joven de la chaqueta hace un gesto hacia el tabernero a la vez que señala su jarra vacía.

 - Otra compadre.- Dice escuetamente. Dice a la vez que deja unas pocas piezas de cobre en la barra.

 Mientras espera, aparta el plato de delante suyo, indicando que ya se lo pueden llevar, y se desabrocha un poco la chaqueta de lana reforzada en cuero. Se entretiene en pasear su mirada por el salón con los distintos parroquianos. No puede evitar fijarse en el recién llegado hombre del bastón. De forma distraida saca de un bolsillo interior de la chaqueta una sencilla pipa de madera, que tras vaciar el contenido, lo rellena con hierba nueva. Finalmente la prende con una vela cercana.
 Parece relajarse, fumando su pipa, exhalando humo en formas anulares.

Ceno con calma y pido al posadero que me sirva otro vaso de vino, cuando se acerca a servirlo le digo: Disculpe, ¿no sabra donde podria encontrar a un señor llamado Gryg?

   Parece que me anda buscando... digo en dirección al recién llegado.

   Mientras me acerco despacio, se puede apreciar un semiorco de un metro ochenta y cinco, mirada seria y un andar salvaje.

   "Espero que podamos llegar a un acuerdo".

Le hecho un vistazo rapido, para comprovar que la descripccion que me han dado se corresponde.
Si señor, creo que si que le estoy buscando, almenos es asi si tiene algun trabajo para mi.

   Más que trabajo es una propuesta, si le interesa escucharla acompáñame a una mesa... por cierto yo invito las cervezas.

   "Recuerda... las apariencias engañan, tal vez tenga lo necesario...".

Porsupuesto, le acompañare a una mesa, Me levanto de la silla apoyando mi baston y durante el trayecto a la mesa comento, aunque creo que bebere algo de aguamiel, ya he bebido suficiente vino.

Los dos se sientan en una mesa cercana y logran captar un poco la atención de las escasas personas que regentan la taberna, sin embargo, sólo son miradas curiosas...

El tabernero se hacerca con el aguamiel y la cerveza y las deposita sobre la mesa, decidiendo cobrar todo junto más tarde, luego, se dirige a la barra sirve otra jarra de cerveza al hombre antes de retirar la otra y disponerse a limpiarla...

Entre todo esto, una elfa entra en el establecimiento...

En tu post, haz una pequeña descripción tuya y narra un poco tu entrada, para orientar al resto...

Hecho un vistazo a la elfa, "no hay nada de malo en recrear la vista" y miro al semiorco, "un autentico contraste" y me dirijo a el:
No quiero decir que no goce de su compañia, ¿pero... podria contarme esa propuesta suya?

   Seré bastante conciso, deseo formar una banda de mercenarios... esa es mi profesión y solía ser el líder de una, como sabrá existen muchos trabajos para este tipo de agrupaciones y poseo buenos contactos para conseguirlos, pero la primera misión que tengo en mente será encomendada por mí... es algo que debo hacer.

   "Con la verdad no ofendo ni temo".

 La curiosidad impregna la mirada del joven de ropa abrigada que está en la barra, centrando su atención en la joven mujer elfa que ha entrado en la posado. Se saca la pipa de entre los labios a la vez que una sonrisa pícara aflora en ellos. El joven hace un saludo a la dama que ha entrado.

 Mmmm. Que hace una joven dama élfica, sola por las calles de esta ciudad. Debe estar muy segura de si misma... o ser una completa necia.

 En cuanto al semiorco y al pallaso del bastón a ver si terminan por decir algo interesante, de momento no me termina de gustar lo que veo y oigo.

Bueno, si he venido asta aqui es porque yo tambien soy mercenario, asi que podria o no interesarme, dependiendo de la paga y los detalles de la mision, ay cosas que no hago, sea cual sea la cantidad de oro que se me ofrezca... otras solo depende... Hace un gesto frotando sus dedos uno contra otro, cualquiera podria saber que es el gesto mas comun para referirse a un precio, o una elevada suma de dinero...
Siga hablando porfavor, yo le escucho atentamente, me gustaria saber si esta oferta es de las que podria aceptar con gusto, o rechazar inmediatamente.

El tabernero observa durante unos instantes a la recién llegada para luego dedicar su atención a los otros pocos clientes del establecimiento.

Por un momento, parece como si siguiera la conversación entre el semiorco y el otro hombre, aunque queda claro que no puede prestar mucha atención mientras toma pedidos y cobra a los que regentan el lugar.

   Bueno al parecer olvide mencionar lo que busco, si bien dinero habrá a montones yo estaré a cargo de la banda y los trabajos que acepte se realizaran sin chistar, generalmente no consulto sobre ellos... si deseas formar parte necesitas saber eso, pues en mi banda no habrán cuestionamientos al líder, pues no ando en busca de cobardes.

   Me quedo esperando la respuesta del pintoresco hombre, mantengo mi seriedad de siempre aunque un poco de furia se refleja en mis palabras.

   "Me parece que sólo le interesa el dinero, eso que pensaba repartir sin muchos cuestionamientos, no creo que sea parte de la pequeña comunidad que tengo en mente, aunque nunca se sabe".

   La joven elfa no tardó demasiado en llegar al establecimiento. Después de todo, había estado recorriendo la ciudad durante todo el día y había reunido suficiente información como para llegar al lugar que había atraído su atención casi de manera inmediata al escuchar acerca del tal Gryg y su propuesta de la creación de una banda de mercenarios. Por alguna extraña razón había cautivado su atención y su instinto le decía que debía dirigirse a esa taberna. Jamás desobedecía a su instinto, era algo muy importante para ella, y aún cuando gustaba de analizar las situaciones, prefería seguir su instinto en primer lugar. 

   Al entrar al lugar percibe la mirada de dos sujetos sobre ella, pero no presta demasiada atención. Prefiere mantenerse al márgen y observar la situación ante todo, así que decide sentarse en una mesa algo cercana a donde un semiorco comienza a mantener una conversación con otro sujeto. Se mantuvo en silencio unos instantes intentando escuchar algo de la conversación.

   ¿Acaso será este sujeto el semiorco del que escuché hablar?

   La joven elfa mantenía su rostro casi oculto con la capucha de su abrigo la cual lo cubría casi por completo. Su atención se diríje a donde la conversación de esos sujetos, esperando que no lo noten. No le gustaba llamar la atención y mucho menos cuando quería conseguir información.  

Tranquilo, crei que haviamos venido a negociar. Mira a su acompañante, su cara ha canviado de tranquila y risueña a seria e inquebrantable.
Yo he venido a trabajar y ganarme algo de dinero, puedo seguir tus ordenes sin cuestionarlas, puedo robar para ti, saquear templos, enfrentarme a tus enemigos, buscar informacion o todo lo que tu quieras, pero nunca matare a nadie en tu nombre, sea cual sea el precio.
Se levanta de la silla, coje una moneda de oro de su bolsa y se dirije hacia la barra.
Tu has puesto tus condiciones, estas son las mias, si no las aceptas se ha terminado la negociacion.

"No he me he manchado las manos de sangre por ninguna cantidad de oro y no comenzare ahora"

 El joven apoyado en la barra mira etretenido al tipo del bastón que habla con el semiorco así como a la dama élfica. Una sonrisa divertida aflora en sus labios al ver como se sienta a fisgonear en una mesa cercana al semiorco, no pide nada en una posada... que otros motivos puede tener en una posada si no es para comer y beber... obtener información?

 Finalmente parece que la conversación entre el tipo del bastón y el tal Gryg se tuerce un poco, el joven abrigad se fija en en los gestos que dicén más que las palabras.

  Me levanto de mi posición y me acerco a la barra: Tranquilo, lo que bebimos va por mi cuenta, ¿de cuánto se trata? exclamo en dirección al tabernero... por cierto, aún no conozco su nombre le digo al curioso individuo, que se acerca a decirme la cuenta.

   Me giro ahora hacia mi anterior acompañante... entiendo bien lo que dices y mis términos pueden ser algo distintos en la práctica... no soy un asesino, ni mucho menos... te propongo realizar una misión que tengo en mente hace un tiempo, luego de culminada podrías decidir si quieres continuar a mi lado, pero de hacerlo será algo más permanente... por cierto ¿cuál es tu nombre? pues siempre se me olvida el preguntar este pequeño detalle... termino la frase con una pequeña sonrisa en mi rostro.

   Me encuentro mucho más calmado, aquella mirada fría que presentaba al comienzo ya ha cambiado y cada una de mis palabras suenan sinceras.

   "Tal vez me equivoque con él... aunque eso no suele pasar muy a menudo".