Partida Rol por web

-Rukia y Abarai me pidieron que fuera al Rukongai con ellos, no sé que tendrán pensado ni a que hora volveré. Así que no lo sé.

Me termino de vestir.

-Pero si necesitas hablar ven a verme. Después de esto somos amigos ¿No?- sonreí, aunque hice cierto enfasis muy sutil en "amigos".

-Descansa un poco más, kotaicho, te vendrá bien.

Me voy al sexto escuadrón a ducharme.

Ves que se pone algo "tenso" cuando le dices "kotaicho". Lo de anoche le ha marcado bastante.

¿Amigos?

- Bueno, pues... que te vaya bien el día.

Una vez llegas a las duchas ves que están vacías por lo que tienes tranquilidad. Te mojas, te enjabonas, te enjuagas y te colocas la toalla en el justo momento en que Renji te grita "Oi!! Shihöin!!" y te abre la cortinilla.

Al escucharlo...en lugar de ponerme la toalla en el cuerpo, me la pongo en el pelo, para secarmelo...dejándole que me vea enterita.

-¿Sí, teniente? ¿Quiere frotarme la espalda? Me temo que ya he terminado de ducharme....

Te mira, de arriba a abajo. O más bien se queda pillado en tus pechos. Luego mira para afuera antes de cerrarte las cortinas en las narices. Entonces ves su sombra volverse a las cortinas, en posición de cabreo total.

- ¡¿De qué coño vas?! ¡¡Pedazo de pervertida!! ¡Vístete ahora mismo! ¡Rukia ya nos está esperando!

-¿Pervertida yo? Si el que ha abierto las cortinas de golpe has sido tú, Abarai.

Me seco del todo y me visto...aunque me ciño la parte de los pechos algo más de lo habitual, divertida por la situación.

-Y ya sé que voy un poco tarde, pero tenía que ducharme...esta noche hesudado un montón...y bueno no todo el sudor era mío...

Al decir lo último le miro a la cara, con picardía.

-Ya estoy. ¿Vamos?

Y de nuevo tus pechos vuelven a llamarle. Intenta mirar hacia otro lado, pero la atracción es demasiado fuerte como para desviar la mirada.

Finalmente, con el comentario del sudor te mira.

- ¿A quién te has llevado a la cama? - Eso con voz calmada, e inmediatamente te señala con dedo acusador.- ¡APROVECHADA! Sabes que medio Seireitei está deseando pasar la noche contigo. ¿Quién ha sido tú víctimca? ¡Seguro que uno de los pobrecitos que se te pasan el día mirando!

E inmediatamente se calma. Se aprieta la coleta.

- En fin. Vámonos. Ya llegamos tarde y tengo cosas que hacer después.

Os encontráis con Rukia en la salida del cuartel y juntos os encaminais al Rukongai.

-¿Ah si? ¿Medio Seireitei? curioso que sepas eso....¿Por qué será?-rió avanzando ante el hasta llevar con Rukia.

-¡Oi Kuchiki! ¿Buena noche? ¿Puedo llamarte Rukia?

Avanzo a su lado, dejando que guíe.

-Bueno ¿Dónde vamos?

Renji prefiere no contestarte.

- Vamos al distrito 78 del Rukongai. Por lo visto hay unos cuantos dando la lata. No queremos que los mates, pero si nos ayudasen a dejarles inconscientes para que se tranquilicen... te lo agradeceríamos.- te explica Rukia- Y claro que puedes llamarme Rukia.- te sonríe.

Salís del Seireitei y avanzais a más velocidad. Cuanto antes estéis de vuelta mejor.

- Mi noche bien, por cierto. Tranquila... ¿Y tú qué tal?

Renji continúa mirando hacia el frente.

Renji:- Rukia. Es mejor no saberlo.

-Mi noche no ha estado mal. He descargado mucha energía.- reí.

-Ten cuidadocon Renji, es un pervertido que espía las duchas.- le susurro de forma muy audible, divirtiéndome.

-De los distritos no deberían encargarse shinigamis con menos importancia...quiero decir...¿No es excesivo un teniente?

Y Renji se acerca, con su cara de mala leche, hasta estar muy cerca de ti.

-Oi! Eres tú la que se pone la toalla en la cabeza antes que en el cuerpo...

Rukia lo separa. Ya estáis cerca.

Rukia:- Nosotros pertenecimos a este lugar. Queremos ocuparnos nosotros. Pero creemos que con los últimos acontecimientos tú serás más eficaz. Mira.

Llegáis. Hay bastante caos. Una gran "pandilla" de adultos persigue a los niños y les quita la poca comida que consiguen. Ríen y empujan a los niños y ancianos.

- Con dejarles inconscientes será suficiente.

-Oye...no soy muy buena conteniendome...no sé si esto es buena idea...

Suspiré y liberé mi reiatsu, para llamar la atención y poner nerviosa a la gente.

A base de shunpo aparezco delante de unos y otros, sencillamente dándoles un capirotazo en la frente que los mandaba  varios metros atrás. Aunque, con los que estaban a punto de golpear a un anciano o a un niño era más dura y usaba el puño.

Fui especialmente poco suave con uno que estaba ahogando a una niña. Estaba poniendo en pie a un chaval, sonriéndole y dándole la vasija de agua que el matón le había quitado, cuando lo vi. Desaparecí de delante del chico y aparecí en el aire, ante el otro...girando ya en plena patada. Y por que justo al final me contuve por que el golpe...le habría dolido a un teniente si lo daba como lo iba a dar.

Cogí a la niña antes de que cayera al suelo, y la puse de pie.

-Ya estás a salvo pequeña.- le acaricié la cabeza.

-Cualquiera de vosotros.- dije de forma que me escucharan abusones y abusados. -Si alguien se pasa de la ralla, mandadme una carta a mi, Reena Shihöin, y vendré. Pobre de aquel que abuse del débil...y de aquellos que mientan en la carta.

-¡Oi, hentai!- llamo a Renji -Ya no quedan por aquí.

Tu demostración no deja indiferente a nadie y la mayoría de los niños ahora quieren ser como tú.

Los ancianos te dan las gracias una y otra vez, intentando obsequiarte con la poca agua que tienen.

Renji, que sin querer le ha dislocado un hombro a uno de los suyos, te mira.

- ¡Vale! ¡Gracias por tu trabajo! Rukia y tú podéis iros si queréis. Yo me encargaré cuando despierten.

Rukia te mira, esperando tu decisión.

Rechazo el agua con educación y sonriendo. -No hace falta, de verdad.

-Ok, Rukia. Vamos a buscar a ese Ganju.

-Hasta luego, kotaicho.

Ya a solas.

-¿Has pensado algo más sobre Ichigo? ¿O quizá es Renji?

Comenzais a caminar hacia donde viven los Shiba, nobles desterrados.

Y vuelves a poner a Rukia nerviosa.

- ¡¿Eh?! ¡N-No sé de lo que me hablas!

Mira hacia el frente, sonrojada ligeramente, apretando el ritmo.

Al fondo veis una estructura de lo más extraña.

-jijijiji

Al llegar miro esa casa.

-¿Y esa discreta casa es a dónde vamos? Vaya...

-¿Qué pasa con ese Ganju? ¿Para qué lo quieres ver?

Rukia está seria. Parece triste.

- Tengo que pedirle disculpas a Kuukaku-sama.

Termináis por llegar. Fuera está Ganju. Realmente, aunque haya sido uno de los intrusos nunca te has topado con él, aunque sí sabes que le hizo un buen peinado a Yumichika.

Ganju os mira y percibes que no con muy buena cara.

Rukia hace una pequeña reverencia y se queda mirando hacia abajo:

- Me gustaría hablar con Kuukaku Shiba, por favor.

Antes de que responda Ganju, una voz parecida a la de Yoruichi suena desde atrás. Esa Kuukaku está allí, mirándoos.

Kuukaku:- ¿Qué quieres?

Y al fondo, viniendo del Seireitei puedes ver a Hisagi corriendo hacia vosotras. ¿Qué lleva en la mano? ¿Son flores?

No..dime que no son para mí...

Me aparto levemente, es una conversación en la que pinto poco...aunque no me distraigo, por si hay que defender a Rukia.

Observo de reojo a los Shiba, mientras el teniente se acerca.

Escuchas a Rukia pedir disculpas y esa Kuukaku se las acepta desde el principio, algo que a Rukia le parece muy confuso y quizás por eso vuelve a disculparse antes de recibir un puñetazo en toda la cara por parte de la chica Shiba que tanto se parece a tu hermana. Le explica que no quiere más disculpas. Que la perdona.

Y entonces, para Kuukaku hay algo más interesante. ¿Qué hace aquel shinigami viniendo con aquellas flores hacia su casa?

Kuukaku: - ¿y ese quién coño es?

Rukia mira, extrañada, Ganju mira, preparado para atacar, Kuukaku mira, cruzada de brazos y con cara de pocos amigos.

-El teniente Hisagi.

Es posible que las flores no sean para mí ¿Verdad? Por favor...no quiero...

-Shiba Kuukaku...te pareces a mi hermana un poco. Al menos la actitud. ¿Conoces a Yoruichi?

Y ahora es cuando se fija en ti más que en el teniente que está a punto de llegar o en Rukia. Entrecierra los ojos y te escruta bien. De arriba a abajo e incluso te parece que puede ver a través de ti.

- Mmmm... Tú debes de ser Reena. Esa que se marchó de casa...- Parece que te conoce bastante bien. Bueno, es algo normal teniendo en cuenta que ella tiene noticia de todo aunque nadie la tenga de ella...- Sí, conozco a Yoruichi. Somos buenas amigas. Te pareces mucho a ella.- Hisagi está cerquísima de alcanzarte.- ¿Y ése quién es?- parece ser que cuando hablaste ignoró la información referida al teniente.- ¿Tú novio? Bonitas flores...