Partida Rol por web

Día de la ejecución de Rukia Kuchiki.

El capitán Kuchiki, implacable e inexpresivo, se prepara para acudir a la cita de ver, al igual que los demás capitanes y subcapitanes de las 13 divisiones, cómo la hoja sou kyoku ,con un poder destructivo superior a mil zampakûtos, es liberada y atraviesa a la delincuente.

Mientras tanto, las fuertes medidas de seguridad continúan dentro del Seireitei pues los Ryoka, que aunque algunos han sido capturados y llevados al cuartel de la cuarta división, pueden seguir con su empeño de salvar a la suspendida shinigami.

Además, con el capitán Aizen muerto y la subcapitana encerrada por haber atacado a su propio hermano el capitán Hitsugaya, la quinta división se encuentra desorientada. Los shinigamis están haciendo grandes esfuerzos por contrarrestar tal falta en sus fuerzas.

No obstante, a ti, tu capitán te encomienda la misión más aburrida de todas. Junto a tu compañero Rikichi, debéis llevarle comida al teniente Abarai, herido tras una fuerte y emocionante pelea contra el Ryoka líder.

Muchos grupos de shinigamis pasan a vuestro lado, corriendo en busca de algún intruso e ignorándoos.

Faltan 2 horas para la hora determinante.

Suspiré, de nuevo. ¿Por qué tenía que llevar yo comida al subcapitán? Rikichi se bastaba para eso...y además le haría muy feliz.

-¿Lo has cogido ya todo? Cuanto antes se la llevemos antes podremos irnos a hacer algo de verdad.

Yo llevaba una jarra de agua en la mano.

Quería ver la ejecución...no por la ejecución en sí, sino para intentar comprender mejor a mi capitán.

Rikichi se colocó al lado de Reena, cargando con un petate bastante pesado.

- Sí, ya está todo.

Continuó caminando a su lado, esquivando a los shinigamis que pasaban corriendo y gritando por su lado.

- Seguro que al teniente le alegra tener algo de visita.

Estaba preocupado. Renji había quedado muy malherido y su Zabimaru rota por completo. ¿Cómo podía ser que un simple Ryoka le hubiera vencido? ¡Renji era el más fuerte del mundo!

Suspiró, mirando al suelo y tocándose el tatuaje en su frente.

-Creo que le alegrará más la comida. Aunque después de haber sido derrotado así...igual ni eso.

Marqué un paso bastante rápido. Pero nada que no pudiese seguir Rikichi con su saco.

No han capturado a todos los Ryoka...¿Dónde estarán los demás?

- Quizás. Oye, sí que tienes prisa por ver a Renji, ¿no?

Siguió el paso de Reena que parecía muy interesada en llegar cuanto antes, quizás esperando que el capitán le encomendase alguna misión más interesante, aunque prácticamente nunca lo hacía.

Llegaron al cuartel de la cuarta, les dejaron pasar y recorrieron unos pasillos. Nunca había estado tan lleno el cuartel de curación. Esos Ryoka la estaban liando bien algo que a Rikichi asustaba, porque habían conseguido que hasta los capitanes se peleasen entre ellos como fue el caso de Ichimaru e Hitsugaya.

Finalmente llegaron a una sala con barrotes. Rikichi frunció el ceño, creyendo que no era necesario que se encerrase a Renji quien se incorporó al verles entrar, con vendas por todo el cuerpo excepto en su cara y el pelo largo y suelto.

- ¡Renji! Te hemos traído comida. Ten.

-Rikichi, tengo prisa por terminar esto, no por ver a Renji.

Dejé la jarra con agua a su alcance y me apoyé en la pared contraria, sin decir nada. Molesta por la absurda "misión".

Sencillamente esperaba que nos diese permiso para irnos...por muy vendado que estuviese, seguía siendo el subcapitán.

- Ooh.. gracias.

Cogió la comida y el agua y comenzó a devorarla. La verdad es que tenía hambre y necesitaba curar el cuerpo antes que el espíritu. Zabimaru se le había materializado, y eso solo significaba una cosa. Necesitaba estar preparado.

- Decidme- continuó, sin mirarles y con tono bastante serio-¿Cómo están las cosas ahí fuera?

Quizás Ichigo había logrado salvar a Rukia, aunque francamente lo dudaba. Nadie podría contra el capitán Kuchiki, ni siquiera ese Kurosaki.

-En dos horas Rukia será ejecutada. Sin embargo, el ryoka  que te ha dado esta paliza sigue libre. La quinta división está hecha un lío. Los capitanes Ichimaru e Hitsugaya se han peleado...y poca cosa más.

-¿Alguna pregunta más, sub-capitán?

Preocupante pero aún había algo de esperanza. ¡Ichigo continuaba vivo!

- Nada más. Podéis retiraros.

¿Y si Ichigo no aparecía a tiempo?

Zabimaru... tenemos que hacer algo...

Les dio la espalda, esperando a quedarse nuevamente a solas.

Bien.

Sin más que unas palabras, me marcho.

-Rikichi...voy a ayudar en la búsqueda de ese ryoka...te dejo a ti que comuniques que nuestra importantísima misión ha sido llevada a cabo.

Voy al último lugar en el que se viese al ryoka.

Vas hasta el puente de la torre blanca, donde Rukia está encerrada. Ahí fue el último lugar donde se vio al Ryoka. Intentó salvarla, junto a Hanataro, del cuarto escuadrón y Ganju Shiba, de la familia desterrada Shiba.

Los informes dicen que el capitán Kuchiki intentó reternelo, pero un fuerte aliado se lo llevó. No se sabe nada del paradero.

Justo en ese momento se abre la puerta de la torre y la condenada sale con un collar rojo del que salían unas cuerdas que suprimían su Reiatsu y por la que iba sujeta por varios encapuchados.

Ya estaba llegando la hora.

Me la quedo mirando ¿Por qué rompió las leyes de esa manera? Conocía el castigo.

En definitiva, poner al capitán en esa situación...la peor parada seré yo. ejecutada aparte, claro...pero ella sabía lo que pasaría y lo eligió. ¿Por qué?

Tendría que dejar la búsqueda para más adelante, la ejecución estaba muy cercana ya.

Los seguí.

En ese momento apareció el capitán Ichimaru. Pasó sin decirle nada a Reena y llegó hasta Rukia.

- ¿Cómo? ¿Ya te marchas?

Rukia permaneció callada. Parecía calmada aunque la presencia del capitán de la tercera siempre inquietaba.

- Podría liberarte ahora mismo. Huirías con ese chico pelirrojo...- Rukia lo miró ahora sorprendida. Quizás albergando alguna esperanza que ya había descartado. Y entonces Gin se irguió nuevamente- Pero no lo haré.

Se volvió para alejarse, sonriente y con aquel aspecto de serpiente.

- Ya nos veremos. ¡O quizás no!

Se paró al lado de Reena.

- ¿Shihöin verdad? Tu capitán te estaba buscando. Te espera en su casa.

Y sin más, se fue. Y por el rostro de Rukia se derramó una lágrima antes de gritar de desesperación.

-Eso ha sido cruel e innecesario...tsk.

Lo dije mientras se marchaba...no esperaba respuesta, era un simple comentario. No me gustaba ese tipo de comportamiento y no lo pude reprimir...fuese capitán o no.

Me dirigí hacia la casa de mi capitán.

En cuanto Reena llegó le indicaron que fuese a la habitación del capitán; no obstante, él ya había salido de ella y se lo encontró por el jardín, caminando, ya preparado. Siempre inexpresivo.

- Shihöin, vendrás conmigo a la ejecución. El teniente Abarai no está en condiciones.

Continuó caminando, sin esperar respuesta. Iban bien de tiempo y quizás ya era hora de hacerle algún favor a Reena o quizás, presentarle cual es el precio de la desobediencia.

No era necesaia respuesta alguna, más que una inclinación de cabeza, respetuosa.

Le seguí.

Mi brazo izquierdo descansaba sobre las empuñaduras de ambas katanas.

¿Me hace sustituir al subcapitán? No creo que esté sugiriendo que soy la siguiente en el escalafón...¿Qué trama?

Continuaron el recorrido en silencio, a buen paso. Subieron una escalera que contaba con más de 100 escalones, recorrieron diversas zonas, cada vez subiendo más por cuestas y comprobando que las vistas del Rukongai desde allí eran fabulosas.

Hasta que...

El capitán se paró cuando estaban en una zona bastante amplia de suelos blancos y un par de altas torres de vigilancia. Delante de ellos, cortándole el paso, estaba el teniente, Abarai Renji, al parecer recuperado y con Zabimaru en la mano.

- ¿Qué haces, Renji?

Renji: - Salvaré a Rukia, así que no puedo dejarle pasar.

Byakuya: - ¿Acaso crees que podrías vencerme?- silencio.- Shihöin, continúa. Luego te alcanzaré.

Tal y como ordenó, continué.

Renji...está loco. No tiene nada que hacer contra el capitán. Y menos sin dominar el shunpo. Aunque lo hace por proteger a su amiga de la infancia...supongo que se puede entender que lo intente.

Yo no tenía lazos así. No desde que Reishi marinmaru fue devorado por un hollow.

Pero a los pocos minutos de continuar, Reena se encontró con un obstáculo más. Rikichi estaba allí, zampakûto en mano, cortando el paso.

- L-Lo siento, Reena, pero no puedo dejarte pasar.

-¿Y por qué es eso? Rikichi...voy a pasar. La diferencia será que te dolerá...apartate, haz el favor.

¿Hasta tanto llega su admiración por Renji?