Partida Rol por web

- Yay yay yay! yay yay yay! yay yay! - Ikkaku patalea a más no poder pero es incapaz de zafarse de tu llave y ves que comienza a salir un pequeño hilito de humo de su calva.

De pronto, Matsumoto ha llegado hasta vosotros, completamente borracha, os ha cogido y estrechado entre sus pechos.

- uuuh.... No os peléis chica desconocida e Ikkaku! Gamarero! 30 de Dango para todos. Madarame invita!!

Se escuchó un gran griterío en la taberna de emoción pero ella sigue ahogándoos sin darse cuenta.

De estar "peleando" con Ikkaku, de pronto estamos ayudandonos a intentar respirar.

-Ko...kotâicho...por favor...aire....muero...

Cuando me consiga liberar, cojo mis Dango y huyo de la teniente borracha.

Mi hermana quería que fuera a verla...

Por más que lo intentáis entre los dos os es imposible liberaros. ¡¡Qué fuerza tiene esta mujer!! Hacéis palanca apoyando las piernas en su cuerpo y nada. Ikkaku se engrasa la calva y tampoco...

La cosa cambia en cuanto llega el primer plato de Dango. De la fuerza en que tirais y, como os suelta de pronto, ambos salís despedidos hacia atrás, chocando contra una mesa, rompiéndola.

- Dangoooooo!!!!

-A..aire...al fin...huir, tengo que huir...ya nos veremos Madarame...

Ahora sí, cogiendo un plato de dango me escabullo.

Esa mujer es peligrosa...y el sake es su poción mágica...

¿Será tarde para ir a la segunda división?

Ikkaku te intenta seguir pero como no ha pagado la enorme cuenta se lo llevan más para el interior, Rangiku está cantando y cada vez que se dobla para coger más dango todas las miradas, incluídas las del teniente Hisagi, van hacia lo que Ichimaru siempre llamaba "su otra cara".

Logras escubuírte y acompañada por el silencio y la soledad de la noche, te encaminas al cuartel del segundo escuadrón, una estructura muy extensa ya que están unidos todos los edificios de la división.

Al llegar encuentras a un aburrido guardia que se pone erguido en cuanto te ve aparecer, quizás para aparentar profesionalidad.

- Identifíquese, por favor.

-Reena Shihöin.

¿Será suficiente el apellido?

-Tengo asuntos con la capitana Soi Fong.

En cuanto escucha tu apellido se hace a un lado y te desea una buena noche. Recorres los extensos territorios, viendo la zona de entrenamiento, una explanada allá, un par de niveles más abajo de donde te encuentras, rodeada de edifcios, pasas por la zona donde duermen los shinigamis pertenecientes a esa división, el lugar de entrenamiento y finalmente llegas a un alto y estrecho edificio que sin duda es donde se deben de encontrar los aposentos de la capitana además del "despacho".

Cuando vas a entrar, alguien te llama desde un lateral.

- ¡Eh!- el feo del teniente Omaeda llega hasta ti- ¿Qué se supone que haces aquí? Es tarde, nadie debería de estar por aquí.

A pesar de lo grande que es no es que atemorice mucho.

-Busco a mi hermana, teniente. ¿La has visto? Probablemente esté con la capitana.

Muerdo el último dango.

-Se parece a mi, y se llama Yoruichi.

Te escruta de arriba a abajo muy cerca de ti, puedes sentir su aliento y oles su cara colonia empalagosa. Luego vuelve a erguirse.

- La capitana ha dejado claro que nadie la interrumpa esta noche. Y no he visto a nadie que se parezca a ti en los alrededores. Aunque el gato se llamaba Yoruichi... - como dándose cuenta de algo, vuelve rápidamente a acercarse a ti.- ¿Quién eres exactamente? ¿eh? ¿Y qué quieres de mi capitana? ¡¡Porque es imposible ser hermana de un gato!!- te da con su dedo índice en la frente, a intervalos mientras te señala.

-Ya...un gato ¿Eh?

Entra untoque de su dedo en mi frente y el siguiente, me he colocado a su espalda, shunpo, y sigo andando.

-Reena Shihöin. La capitana me espera. Sería más fácil si me indicas...pero bueno, encontraré el camino.

Quizá fuese casualidad pero...Ichigó dejó KO a Omaeda de un solo golpe...no es que se haya ganado mi respeto. aunque sin duda podría conmigo si se lo propone...

Omaeda se dio la vuelta tan sorprendido que reaccionó un poco tarde y gritando.

- ¡EH! ¡¿PERO QUIÉN TE CREES QUE...?!

No obstante, una voz, proveniente desde más de diez pisos más arriba lo interrumpió.

- ¡¿Omaeda?! ¿¡Qué son esas voces?! ¡Te dije que quería tranquilidad!- escuchas a Omaeda susurrar un "lo siento capitana... lo siento mucho..." Luego la mirada de Soi Fong se clava en ti- Déjala pasar, estúpido. Undécima planta, la única puerta que hay, Shihöin.

Y tras ello dejó de asomarse y la pierdes de vista.

-Lo siento, no pretendía que te gritara.

Entro al edificio y subo las plantas, sin prisa pero sin pausa. Llamo a la puerta antes de abrir y entrar.

-Disculpe por el ruido, capitana.

Miro a ver si está mi hermana.

Cuando entras te encuentras a Yoruichi completamente desnuda, sentada con las piernas cruzada, tan tranquila, mientras Soi Fong intenta mirar para otro lado sosteniendo una túnica de shinigami en alto y con acelero y rubor en las mejillas no para de pedirle " Por favor!! Vístase Yoruichi-sama!! Sé que está en su casa pero su hermana está ahí!!"

Y mientras Yoruichi, cruzada de brazos y sin entender le responde:

- ¿Y qué? ¿Por qué como gato a ninguno os importa y ahora tengo que...?- por fin se fija en que has llegado y sonríe.- ¡Eh! ¡Reena! ¡has venido! Ven, siéntate, tenemos Dango :3 .

La miro, de arriba abajo.

-Si hasta desnudas nos parecemos...aunque yo tengo un tatuaje en el hombro.

Me siento sin darle mayor importancia, dejando mis zanpakutoh a un lado.

-¿Así que de verdad eres el gato que decía el teniente Omaeda? ¿Por qué te transformas en gato?

Soi Fong se quedó parada ante tanta naturalidad. ¡Cómo podía hacer semejante comentario y sentarse tan tranquila!

... Hermanas...

¿Había dicho que se parecían hasta desnudas? Se le fueron los ojos de nuevo al cuerpo de Yoruichi.

Frunció el ceño y apretó los labios. Parecía enfadada, pero quizás más bien era de nervios.

Soi Fong: - Mejor me voy y os dejo a solas...

Yoruichi: - ¡Luego te paso a ver!

Soi Fong ocultó su cara, bajó los brazos, desistiendo de vestir a su mentora y se fue. ¿A dónde? Quién sabe. Al fin y al cabo estaban en su habitación.

Yoruichi tomó algo de Dango.

- Lo del gato es un secreto que con el tiempo te enseñaré. Al fin y al cabo eres mi hermana. ¿Cómo es tu tatuaje? Yo pensaba en hacerme uno...- le tendió Dango. Yoruichi hablaba con naturalidad, del mismo modo que se movía, como si no le extrañase tener a su hermana a la que acababa de conocer hacía un par de horas a su lado.

Me abro la ropa, de forma que me quedo desnuda de cintura para arriba. con unos pechos muy muy parecidos a los suyos. Le muestro mi hombro.

-Bueno, ¿De qué querías hablar?

Acabo de cenar dango pero...eso no me impide tomar más.

Pese a que desnudarme o que me vean desnuda no me afecta...tenerla cerca si, estoy algo tensa.

Yoruichi se acercó mucho muchísimo para ver bien de cerca el tatuaje. Luego se separó nuevamente.

- Muuuy chulo. Tienes buen gusto, hermanita.-te da una palmada en el hombro- Y los pechos también.- le sonrió.

Bebió un poco de agua y atacó otro poco de Dango acercándote otro a ti.

- ¿Querer? Poca cosa. ¡Me alegro de tener una hermana!- lo dice de forma tan natural y feliz que es obvio que te puedas sorprender.- Dime, cuéntame más cosas de ti. Por cierto, ¿qué haces en el escuadrón 6? Es algo que no acabo de comprender. Como Shihöin deberías de estar aquí. ¿Se ha portado mal Soi Fong contigo?

-Tsk...ella ni me conocía hasta hoy. El por qué no estoy en la segunda es por que al ingresar en la academia pedí a Yamamoto que se ocultara mi apellido al menos hasta que me graduase. No quería facilidades de ningún tipo.

-Y...ademas...llevan toda la vida comparándome contigo. Y yo ni te conocía. Hubo un tiempo que te odiaba ¿Sabes? No paraba de oir de boca de nuestros padres "Debes ser más rápida, como tu hermana." "Ella era más alta" "Yoruichi era más guapa" "Yoruichi podía hacer eso" "Tu hermana no habría fallado""Debes entrar al segundo escuadrón, tu hermana era la capitana""Espero que no nos decepciones, estabamos orgullosos de tu hermana"...y cosas así.

-Acabé negandome a entrar al segundo escuadrón si no era por méritos propios y me echaron de la familia. No volví a usar mi apellido hasta que el capitán Kuchiki lo averiguó. no sé...¿Os conocíais? Lo hizo solo con verme y no lo entendí...aunque ahora viéndote...En fin, me eligió para su escuadrón. Aunque me putea bastante la verdad...siempre desde su frialdad educada. Bueno, supongo que acabaré consiguiendo que me respete...

El rostro de Yoruichi se fue haciendo más severo conforme le explicabas tu situación.

- ¡JA! Está claro que posees suficiente poder como para superarme. Solo necesitas técnica y un buen entrenamiento. - lo dice con absoluta certeza- has vencido a un arrancar ni más ni menos. Estoy orgullosa de ti.  parece que no ha escuchado la parte en que comentabas que la odiabas.- Y sí, conocía al pequeño Byakuya. No nos llevamos muy bien. Le puteaba bastante de pequeño, ¿sabes?- parecía divertida ante aquellos recuerdos- Y espero que ahora te trate mejor o le apalizaré.

-No le digas nada sobre mi. No quiero favoritismos.- la miré seria.

-¿Y que tiene eso de vencer a un arrancar? He matado muchisimos Hollows. Y ya vistes los problemas que me dio...Soi Fong o tú habríais acabado con él en un momento y yo lo hice al límite.

Descarté el asunto poniendome la ropa, más por que era incómodo tenerla doblada a medio poner que por nada más.