Partida Rol por web

Casi se podría decir que se aburría. A pesar del grito. Él no quería luchar contra ella; aspiraba a alguien más fuerte y por ello, por subestimarla, recibió un buen tajo en el brazo que le hizo retroceder.

Entonces se dio cuenta. Aquella rapidez, esos rasgos...

Se parece tanto a Yoruichi...

Ahora alejado podía coger carrerilla. Le daría con todo. Corrió hacia ella, cargando el golpe, pero justo cuando iba a llegar a ella Byakuya paró el golpe.

- ¡Por fin te atreves a enfrentarte a mí, Kuchiki Byakuya!

Tu capitán te habló:

- Vete de aquí. No quiero a nadie aquí.

Justo en ese momento, alguien, tan rápido o incluso más que tú, se llevó a Soi Fong sujetándole los brazos pegados al cuerpo y agarrándole por el cuello.

¡Sí! Ese ha sido un buen corte.

Vi como retrocedía y se preparaba.

Aunque vaya a ser el último...

Y mi capitán me protegió. Increible...jamás pensé que vería algo así. Aunque sus palabras inmediatamente después hicieron que la cosa fuese más normal. Igual de borde que siempre.

Dejé de arder, y la mueca de dolor fue obvia en mi rostro. Al abandonar ese estado...el dolor del esfuerzo al que obligo a mis músculos es como un latigazo.

-Si señor.

Al ver como se llevaban a la capitana...no lo pensé, salí tras ella para ayudarla. Ocultando mi reiatsu y yendo a toda velocidad.

¿Quién es? Cargando con alguien y no la puedo alcanzar...

Pero no me iba a rendir...la alcanzaría, y protegería a la capitana...o tal vez solo fuese un estorbo.

Reena siguió el rastro, el camino hacia abajo, hacia la zona de bosque con árboles tapando la mayor parte de la superficie. Y sin embargo, no era capaz de alcanzarlas.

¿Cómo podía ser aquello? ¿Ser más rápida que Reena Shihöin?

Siguió el rastro durante un rato. Había claros signos de lucha en algunos árboles, también huellas.

Entonces las vio. En el cielo. Luchaban a una velocidad de vértigo. Usando puños y patadas. Estaban algo lejos, pero nada que no pudiese alcanzar Reena en poco tiempo.

Parecía una lucha encarnizada. Volvieron a desaparecer, quizás descansando después del primer embite. ¿O sería el segundo o tercero?

Las dos son más rápidas que yo. Seré un estorbo para la capitana Soi Fong.

Atacar por sorpresa, ni plantearmelo...eso es de cobardes.

Pese a todo, me acerqué, sin mostrarme, o intentando no hacerlo. Para estar lo bastante cerca como paradefender a la capitana si se veía superada...aunque solo lograra darle un instante de respiro...podría servir.

Esa mujer me recordaba a alguien, pero no conseguía ubicarla.

Me mantuve atenta a actuar.

Las encontraste. Cada una en la rama de un árbol, enfrente una de otra pero bastante alejadas. Desde allí, escondida, podías ver mejor a la extraña:

Ahora mismo entablaban conversación:

Soi Fong: Te has vuelto algo lenta en todos estos años, ¿no?

Yoruichi: Estás más habladora de lo que solías. ¿Es causa de reencontrarte con tu querida antigua mentora, señorita jefa de las fuerzas especiales?

Soi Fong: No seas arrogante. Tú y yo ahora somos distintas. Me he vuelto más fuerte que tú. ¿Recuedas esto?- Soi Fong levantó su Zampakûto y la cara de la extraña mujer cambió radicalmente al asombro y la seriedad. Ya no sonreía relajada. En cuanto la capitana de la segunda división clavó su katana en el árbol, toda la guardia especial apareció rodeando a la extraña- Si el capitán de las fuerzas levanta su katana, todos acuden. ¡No tienes escapatoria! Atacarán a cualquiera que signifique una amenaza incluyendo a su antigua jefa. No debiste irte y renunciar a tu puesto.

Silencio momentáneo. Y de pronto, la mujer sonrió con chulería y diversión antes de...

¡¿Qué había sido eso?! ¡QUÉ RAPIDEZ TAN ASOMBROSA!

Los venció enseguida y volvió al árbol.

- Renuncié a ese puesto pero no creo recordar que renunciase a mi otro título.

Soi Fong: Shihôin Yoruichi, la diosa del shumpo.

Silencio nuevamente. Y entonces Soi fong comenzó a arrancarse las mangas y quitarse el abrigo de capitana.

Soi Fong: Está bien. Entonces tendré que ser yo la que se encargue de esto y te demuestre lo superior a ti que soy.

-Yoruichi...

Mi hermana.

Aunque nunca la conocí siquiera...toda la vida me han comparado con ella. Estaba enfadada aunque no sabría decir exactamente por qué. ¿Por que la prefirieran a ella? ¿Por que jamás fuese a verme? ¿Por que me obligasen a ser como alguien a quién no conocía? Y nunca lo conseguía...siempre la decepción en los ojos de mis padres.

No pude controlar un fogonazo de mis espadas.

El fogonazo abajo y en frente de ella un poco a la izquierda no le pasó desapercibido. ¿Quién se atrevía a interrumpir su divertida conversación con Soi Fong?

La miró pero desde aquella distancia no podía distinguir mucho. Solo que llevaba ropas shinigamis y dos zampakûtos.

Soi Fong también debió notar aquel reiatsu y miró en aquella dirección.

- ¿Y tú quién eres?

Mierda...por perder el control un momento me han descubierto...tsk.

Me acerqué, sin prisa. Que me viera bien...no me importaba estar herida en el hombro derecho y en el costado. O las magulladuras producto del efecto secundario de mi técnica. Incluso así nos parecemos tanto que me reconocerá...aunque no me conozca.

-Sexta división, Reena...Shihöin.

El asombro se mostró en ambas mujeres. Al parecer Soi Fong ni siquiera sabía que la hermana de Yoruichi estuviese en los 13 escuadrones. Desde que Yoruichi se marchó... no quiso saber nada más de la familia Shihöin.

La cara de sorpresa de Yoruichi indicó que era la primera noticia que tenía; y sin embargo, no pudo más que creérselo. Aquella chica era parecidísima a ella. El pelo, la forma de la cara, la forma de los ojos... incluso su voz tenía cierto parecido.

Seguro que el cuerpo bajo el traje se parece también. ¡Increíble!

Se sentía feliz. Bajó con un rápido shumpo hasta ponerse cerca y mirarla mejor casi sin disimulo. Cuando habló lo hizo con simpatía y sonriendo.

- Mmmm, eres muy guapa, ¿lo sabías? Claro que nos parecemos bastante. ¿Me estás diciendo que soy tu hermana mayor?

Y sin embargo, había algo que no le cuadraba.

- ¿Sexta división? - Miró entonces a Soi Fong, extrañada y cruzándose nuevamente de brazos- ¿Acaso no la aceptaste en tu escuadrón?

¿Debería atacarla? No...en realidad no es culpa suya todo por lo que he pasado...pero...¡AAHH!

-Eso parece.- respondo a lo de si somos hermanas.

Dejé que Soi Fong respondiera a su pregunta sin añadir más.

En realidad, pocos conocían mi apellido capitán Kuchiki y Comandante Yamamoto aparte. Quizá alguno de los otros capitanes y tenientes...o alguien que lo hubiese escuchado por ahí....pero muy pocos, ya que no hay rumores...y los habría.

Y hoy ha sido la primera vez en los seis meses que  llevo entre los shinigamis que muestro el máximo de mis habilidades a alguien que no sea mi capitán.

- Ese no es el caso ahora.

¿La hermana de Yoruichi no había querido entrar en su escuadrón? ¡¿Por qué?! Nunca dijo cuanto odiaba a Yoruichi... nadie lo sabía...

- Apártate.- le dijo a Reena.-Tengo un asunto que tratar con Yoruichi. Mantente al margen.

El tono de Soi Fong era tan brusco como siempre y no daba cabida a negarse.

Asentí, después de todo era una capitana.

Sin embargo ahora...ahora intervendría para parar un golpe mortal en cualquiera de las dos direcciones. No solo a la capitana.

¿¿Por qué pienso así?? Ella...por su culpa...por ser tan perfecta...

No había sido una buena infancia la mía. Pero por culpa de mis padres, no de mi hermana la desconocida.

Ella parecía...sorprendida y contenta...¿Por qué?

Yoruichi miró a Soi Fong. La verdad es que tenía ganas de seguir jugando. Cuando menos se lo esperaba Reena, Yoruichi colocó su mano en su hombro y le dedicó una sonrisa además de un "Luego hablamos".

Volvió a la rama donde estaba antes y volvió a mirar a Soi Fong, esperando que ésta se decidiese.

Soi Fong: No creo que puedas volver a hablar con ella.

De pronto Reena perdió de vista a la capitana de la segunda para ver que se había colocado detrás de Yoruichi, quien parecía muy sorprendida, engatillándola con la zampakûto.

Soi Fong: ¿Sorprendida? Y eso no es todo. "Pica hasta la muerte, Suzumebachi". - Yoruichi ya no parecía tan divertida, observando que su aprendiz iba en serio. La Katana se transformó.- ¿Recuerdas cuál era la habilidad de mi Suzumebachi? Dos pinchazos en el mismo sitio. El primero dibuja un Homonka y el segundo mata de forma instantánea.

Yoruichi se liberó del engatillamiento pero Soi Fong apareció por detrás de ella.

- ¡No escaparás de mí! ¡Porque yo te he superado!

Se enzarzaron en una lucha en la que el homonka se dibujó en el pecho de Yoruichi. Intentó, con el shumpo, alejarse, pero Soi Fong, rápida, volvió por detrás.

Para cubrirse recibió un corte en la mitad izquierda de la cara donde se dibujó un nuevo homonka.

Empezó una persecución que Reena dificilmente podía seguir aunque lo lograba. Veía a Yoruichi alejarse de Soi Fong mientras ésta le daba alcance. Yoruichi lanzó unos cuchillos para distraer a Soi Fong pero de poco sirvió.

Finalmente llegaron a un claro. Alejadas.

Y algo pudo ver Reena en Soi Fong. Una explosión de reiatsu a su alrededor, rodeándola con fuertes corrientes de aire. Yoruichi observaba, con cara de preocupación.

- ¿Sorprendida? Tienes suerte. Serás la primera en luchar contra esta nueva técnica. La he desarrollado yo solita, y aún no tiene nombre.

Yoruichi: Te equivocas. Sí que lo tiene.

Soi Fong paró.

- ¿Cómo has dicho?

Yoruichi: Se llama Shunko.

Ahora Reena podría ver lo poderosa que era su hermana. El por qué de tantas comparaciones. Comprendería cómo era posible que aún no la hubiera igualado...

Yoruichi levantó un brazo con el puño cerrado e inmmediatamente el efecto que había tenido la técnica en Soi Fong, se vio multiplicado diez veces más en Yoruichi cuya ropa quedó desgarrada, levantó piedras a su alrededor y el reiatsu se extendió con forma de rayo varios metros por encima de ella.

- ¿Sabes por qué ese traje no tiene mangas? Porque con esta técnica son inservibles. Ten cuidado, Soi Fong. Aún no controlo bien ésta técnica.

Suzumebachi...con la velocidad de la capitana, es peligroso.

Las dos eran mejores que yo, no había discusión alguna. Rara vez se contemplaba un combate así...por lo que qué menos que prestarle el máximo de atención. No solo al combate en sí sino a la posición de sus piernas...brazos...sus movimientos.

Mi nivel de hakuda no es suficiente...no debo descuidarlo, aunque suela pelear con mis zanpakutoh. Si lo mejoro...no soy nada mala en el Kidö, quizá pudiera hacer eso....Shunko.

Miré mis armas un instante.

O incluso modificarlo y aplicarlo a mis armas gemelas.

La cosa se estaba poniendo muy muy tensa...me preparé para intervenir en favor de la capitana...parecía llevar las de perder.

Empezó una nueva lucha. Pero ahora era Yoruichi quien dominaba, y Soi Fong comenzaba a desesperar.

- ¡¿Por qué?! ¡Llevas más de 100 años sin luchar! ¡Sin entrenar! ¡Te debía de haber superado! ¡Desde que te fuiste! ¡Desde que me abandonaste!

El intercambio de golpe continuaba mientras Soi Fong, a la que nunca habías visto perder los papeles por desesperación, gritaba.

- ¡Te admiraba! ¡Mi único sueño fue servirte! ¡Te seguía a todos lados! ¡Te admiraba! ¡Te idolatraba! ¡Era feliz! ¡¿Por qué Yoruichi?! ¡NO PUEDES SUPERARME! ¡ES IMPOSIBLE!

Soi Fong cargó a la desesperada, con todo su reiatsu, con todo. Y cuando menos te lo esperas, Yoruichi dijo " alto" y cortó el golpe en seco.

- ¡AHHHHH!

Sin rendirse, Soi Fong saltó una vez más a la desesperada pero Yoruichi esquivó el golpe y contraatacó, dejando un puño a pocos centímetros de la cara de la otra mujer.

Silencio. Y luego fue Soi Fong la que habló:

- ¿Por qué? ¿Por qué no me llevaste contigo? Yoruichi-sama...

Nunca. Jamás habrías imaginado que verías a Soi Fong llorar. Al parecer durante todo aquel tiempo habías sentido un dolor muy parecido.

La capitana se derrumbó.

Revertí el shikai y envainé mis armas...me marché de ahí, no era algo para ojos ajenos a ellas dos.

Que tuvieran intimidad.

Tal vez el capitán necesite algo.

Regresé a donde lo dejé...eso si, sin acercarme demasiado, si estaba combatiendo no querría a nadie cerca.

Cuando estabas a ya llegando a la linde del bosque... la voz de Yoruichi a tus espaldas, más su mano en tu hombro de nuevo te paró.

- ¿A dónde crees que vas?- Si la veías la podías ver sonriendo.

-Parecíais necesitar...intimidad. No creo que a la capitana le guste que la vean así...siempre es muy dura.

Me giré para verla, provocando que su mano cayese de mi hombro.

-Mi capitán ya debe haber matado al ryoka, quizá necesite algo.

Yoruichi soltó un bufido.

- Concéntrate y siente los reiatsus. ¿A tí te parece que el combate haya terminado?

Podías sentir ambos reiatsus ahí arriba. Grandísimas cantidades incluyendo la del ryoka.

- Ichigo vencerá. Ven conmigo de vuelta al claro. Desde allí podrás ver mejor. ¿Una carrera?- Le guiñó el ojo.

-Si yo he sido capaz de herir a ese Ichigo...el capitán lo destrozará.

Cierto, debí comprobar los reiatsus...

-Tú estás con ellos. Mi deber es detenerte...algo que no puedo hacer. Además...

Se me ocurrió que quizá detectara el reiatsu de Renji y Rukia...me concentré en ello.