Partida Rol por web

—A soldar chapa, como en los viejos tiempos. Me encantaba remendar el impacto de un proyectil y decir "sigo vivo y tú no, pringado". Solo espero que ésta atmósfera no tenga algún componente demasiado inflamable...

 Levanto la vista del terminal y me dirijo a mis compañeros

Muchas gracias por colaborar, así podremos dirigirnos cuanto antes al planeta - señalo un plano de la nave y añado - si os parece bien, Dieter soldará las salas de la izquieda - señalo los puntos en el mapa -  y Samael soldará estas otras - señalo en el mapa y añado - intentaré echar un ojo cuando termine esto... ¿vale?

Vuelvo al terminal y sigo con las reparaciones - malditos sensores, creo que hay algo mal que no he visto antes, quizá sea...

Los cuatro días posteriores transcurren con tranquilidad. Mientras varios miembros de la tripulación se dedican en cuerpo y alma a las reparaciones otros se encargan de la intendencia, revisar el material, comprobar si hay material inservible y aprovechar la estancia en un planeta habitable para reponer agua y gases.

Al atardecer del cuarto día Asier comunica a Magar que la nave está lista, la reparación del casco no soportará un combate naval y algunos sistemas secundarios no funcionan por haber perdido componentes junto a los fragmentos del casco. Pero la nave puede despegar y aterrizar de nuevo.

Magar se ha pasado estos días tratando de conseguir más mertelio de los lagartos y si es posible alguna flor.

-Vayan preparando el proceso de despegue- dice Mágar con su característico autoritarismo. -quiero examinar ese planeta-

Nave preparada Señor - digo a Mágar - Iniciando comprobaciones previas al despegue.

Reviso de nuevo todos los sistemas para despegar - parece que yodo funciona bien, nos vamos...

—Voy al baño y vuelvo. En cuanto vuelva me preparo para pilotar.

Todos los sistemas de la nave responden a las órdenes del piloto y los tripulantes sin incidencias y en pocos minutos os encontrais abandonando la atmósfera de la pequeña luna verde en dirección al planeta sobre el que orbita.

Todos sabeis que este es el momento de saber si las reparaciones del casco han sido eficaces y suficientes, la reentrada en la atmósfera os lo dirá.

No pierdo la vista de las pantallas de la nave, en busca de algún tipo de problema o fuga en el casco.

Todos los sistemas funcionan perfectamente - digo en voz alta - listos para el aterrizaje

Me mantengo de espaldas, intentando que no se noten los nervios - Tiene que aguantar, todas las reparaciones están bien hechas, las he comprobado una a una...

La nave comenzó a vibrar al penetrar en la atmósfera del planeta. Sentado en su asiento y con las manos en los mandos, a Dieter de pronto se le ocurrió que nunca había pensado en convertirse en un explorador. Ahora mismo conducía una expedición minera con graves síntomas de fiebre del mertelio. Y dicha expedición no parecía precisamente preparada para iniciar una excavación de minerales radioactivos. A Dieter le daba mala espina.

—No entiendo de geología, pero sí un poco de física. Si lo pensamos, es imposible que el mertelio haya viajado del planeta al satélite por sí mismo. Solo un megavolcán o algún cataclismo de una magnitud colosal podría lanzar un pedrusco de mertelio más allá del campo gravitatorio del planeta. ¿No sería conveniente escanear el planeta con cuidado antes de aterrizar?

Puede ser que el planeta y la luna tengan similar composición - Contesto a Dieter - Podemos hacer un escaner buscando el mejor lugar para aterrizar, pero si los nativos nos han señalado el planeta - por un momento se me ocurre la idea de como nativos con ese nivel tecnológico pueden tener esa información, pero lo olvido de inmediato - seguro que tiene que haber.

Muevo las manos rápidamente sobre la consola - voy a escanear el planeta buscando minerales y un buen lugar de aterrizaje - hago una pausa y añado en tono de broma - ¿preferís verano o invierno?

Cita:

-No sea aguafiestas, señor Neumann, ya tenemos varios millones en mertelio, si hay más en el planeta conseguiremos ese más y volveremos a la civilización con la cantidad suficiente para ser increíblemente ricos, si no lo hay solo seremos moderadamente solventes-

Magar se acaricia la barba con la mirada puesta en el planeta... cómo cambiaban las cosas, de estar teniendo miedo a morir a sentirse increíblemente rico en pocos días, había elegido bien la vida del aventurero espacial, por más que sus compañeros no estuvieran a la altura.

Dieter refunfuñó por lo bajo como toda respuesta. La fiebre del mertelio era demasiado fuerte como para hablar de los contras del plan de Mágar.

 - Ojalá nuestros reptilianos amigos tengan razón y encontremos toneladas de mertelio. Hasta podríamos subcontratar a alguien más pringado que nosotros para que lleve el cargamento a su destino. Hasta le podríamos pagar el sueldo que nos darán a nosotros sin descontarle mucho en comisiones. Ja, ja, ja.-

Por supuesto, todo rastro de pesimismo ha desaparecido de Quincy ante la perspectiva de la riqueza inmensa que pueden llevarse a casa. O a donde no le encuentre su santa, quizás una opción más apetecible.

Art había pasado la mayor parte de los últimos días callado y en su cabina, realmente no tenía buena cara, pero hasta ahora tampoco os habíais percatado.

-"Chicos, me encuentro un poco mal." -Dice mientras se incorpora de su butaca en el puente. -"Creo queee voooyyy a ....."

Y se desploma en el suelo.

Cuando veo a Art caer de la butaca me aparto de los mandos y voy a su lado

Art, Art - digo mientras le toco el brazo y le muevo un poco - ¿que te ha pasado? - le aflojo el cuello de la camisa y grito - ¡Thomas! Art se encuentra mal, ¿puedes venir?

Bajo el tono y añado, tranquilo, el doctor llega en seguida. - aunque parezca que no oye, siempre es importante hablar... o al menos eso decían en clase cuando se hablaba de primeros auxilios...

-"Chicos... no me encuentro bien..." -Dice el lacónico explorador antes de caer al suelo desplomado.

Magar se aproxima rápidamente a Art...

-Señor Montgomery, tenemos una urgencia médica- dice por el dataóptico

Inmediatamente el explorador se desploma.

-Corrección, dos urgencias médicas...- dice sin que le cambie la voz.

Luego ya hablo con Ashier.

-¿Sabe usted que ha podido afectar a estos débiles humanos en el planeta?-

Ggoigo caer a nuestro explorador y me dirijo hacia el, dejando a Art tumbado en el suelo.

¿Que esta pasando? - Digo a Magar - esta afectado a los humanos que se han quedado en la nave. Espero que nuestro médico este a salvo, o si no...

Con desgana y aún refunfuñando por no dejarle tomar una muestra de la extraña planta que le podría haber sacado de su miserable situación como vil medico de nave, se dirige a la sala de mandos con su viejo maletín médico.