Partida Rol por web

Shadow of the Crystal Palace

Capítulo I: El Show Gatuno

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02/12/2019, 04:30
Guardiana de los Mitos

16 de Octubre, 1891

 

Era una clara noche de Octubre, una hermosa luna llena se filtraba en el interior de las paredes traslúcidas del Palacio de Crystal. La edificación, que usualmente bullía de movimiento incluso en aquellas horas de la noche, se encontraba silenciosa y a oscuras, exceptuando la Sala de Conferencias A, donde un grupo de amantes de los gatos se encontraba congregados para asistir a la primera reunión del año del el Club Nacional de Gatos. El evento que se discutiría en esa reunión era, por supuesto, el aclamado Show Gatuno que se realizaba cada año en esa época, donde gatos de todo el país desfilaban en las pasarelas del Gran Salón del Crystal Palace. Aún cuando se trataba de un evento prestigioso y donde se movían altas sumas para poder participar, podía verse a participantes de distintas clases sociales, mezclándose y conversando entre ellos.

A la entrada a la Sala, un pequeño grupo de asistentes se encargaban de recibir y registrar a los gatos que iban llegando con sus dueños. A estos últimos se les entregaba un botón que los identificaba como participantes del evento, y se les guiaba hacia las sillas que estaban ubicadas frente a un podio sobre una plataforma, donde un hombre revisaba sus notas con atención y daba golpecitos al micrófono. Poco a poco, la sala se iba llenando, y los protagonistas de esta historia encontraron sus puestos ubicados en la última fila del salón, sin conocerse entre ellos, ni saber que sus vidas estaban por cruzarse definitivamente.

Notas de juego

Puntos extras para quienes agregen en Notas de sus post una imagen del gato con su nombre.

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02/12/2019, 15:33
Emmaline Grant

 

Avanzo entre todos esos amantes de los gatos intentando por todos los medios no soltar una carcajada con la situación. Del abultado bolsillo de mi larga capa sale un ruido de impaciencia, y tuerzo el gesto un segundo. Hace un par de semanas que el pequeño y yo nos conocemos, y aunque congeniamos bien no soy capaz de hacer que se comporte. Para ser tan pequeño es extraordinariamente testarudo y le gusta explorar, hasta el punto de que ya he tenido que bajarlo varias veces de las cortinas. Durante el corto paseo hasta el Crystal Palace ha estado durmiendo, pero parece que la tranquilidad se ha terminado.

Con un dedo doy un par de toquecitos a mi bolsillo, que vuelve a hacer ruido.

-Queda muy poco, relájate...

Al llegar a los asistentes saco un momento al gatito para que lo registren. Es tan pequeño que cabe en las palmas de mis manos abiertas, pero eso no impide que intente saltar a la mesa para explorar un poco. Apenas soy capaz de retenerlo antes de que se lleve un golpe, y sonrío medio disculpándome a la dama que nos ha apuntado. Cuando por fin terminamos todo el trámite me siento en mi sitio con él en mi regazo. Ahí por lo menos no se me puede perder. Miro a mi alrededor y sonrío amablemente.

-Buenas noches.

Notas de juego

Damas y caballeros, les presento a Bismuto

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02/12/2019, 15:38
Alexey Yurovich Popov

A Alexey no le hacía especial gracia la presencia del gato, por suerte el propio gato parecía replicar esos sentimientos con una fría indiferencia, rota solo por algunas quejas cuando la comida no estaba disponible.

Por lo menos era cierto lo que su antiguo dueño le había dicho, Nikolai era un gato tranquilo que parecía creerse por encima del resto del mundo acicalándose o dormitando desde el sitio mas elevado que pudiese encontrar.

No obstante a Alexey no le quedaba otra que hacer de tripas corazón y resoplar mientras llevaba la cesta con el gran gato, parándose a menudo y cambiándolo de una mano a otra. Por supuesto su nombre no era Nikolai, pero eso no tenía importancia, ya que tenía que ocuparse de una masa de pelo vaga y cara tanto valía llamarla como le venía en gana.

Se atusó su propio bigote mientras registraban al gato y, de nuevo entre resuellos, se dirigió a su asiento interrumpiéndose solo para hacer una cortés inclinación de cabeza a la señora de mediana edad que ocupaba el asiento contiguo. Casi al instante sintió envidia al ver el pequeño gato que llevaba, aunque le habían dicho que los gatos pequeños eran rebeldes estaba claro que no le costaría llevar un gatito así.

Notas de juego

Y aquí tenemos a Nikolai. El último zar gato que tendrá Alexey.

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04/12/2019, 10:04
Terry Knight

Llego al Crystal Palace arramblando el pequeño transportín metálico donde tras mucho pelear he conseguido embutir a Míster, el voluminoso gato que la anciana señora Blatherwick ha tenido a bien prestarme para el concurso. Pero vamos, que para mí diez kilos de gato no deja de ser un cojín con patas. Y encima malhumorado. Saco de mi bolsillo otra de esas hedionadas galletas para gatos y se la meto a través de los barrotes para que la vaya royendo mientras me dirijo a mi asiento. No me cuesta mucho reconocer al señor Popov con su enorme bigote, y supongo que la mujer que está al lado debe ser la señora Grant.

Buenas noches señora. Caballero - digo mientras me siento - Terry Knight - me presento - Mis disculpas por no haber llegado antes...

Notas de juego

Y aquí tenemos a Míster, el gato capaz de comerse a Cthulhu a la parrilla como se descuide XDDD

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08/12/2019, 18:43
Dwight Paxton

Con la invitación en la mano, Dwight se movió rápido para encontrar un gato adecuado para la exposición. El buscafortunas estuvo de suerte, tirar de algún que otro contacto para hacerse con un gato adecuado y, de carambola, una acompañante a juego con el mismo. Cuando el hombre recibió a la muchacha que llevaba al felino, encontró deliciosa la contraposición entre la dulzura de la joven y la mala leche que gastaba la mirada del gato.

—Perfecto, querida —apuntó con una sonrisa radiante, distendida —. Vayamos a por ese primer premio.

Ante el registrador de participantes, Dwight señaló el conjunto de dama y felino con su bastón de paseo. Presentó con tono de presentador y sonrió como el más hábil político.

—Le presento a Nutmeg du Soleil D'Ecletant, pura raza de Británico de Pelo Corto procedente de la exótica Praga. Y la hermosa dama que me acompaña, la siempre cándida y dulce Josephine —guiñó el ojo a la joven mientras esperaba que inscribieran a su candidato.

Notas de juego

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09/12/2019, 16:40
Klaus Von Falkenhorst

Llevaba poco más de un mes afincado en la ciudad. Ya había conseguido alquilar un piso medinamente decente no muy alejado del centro y solía recorrer sus esquinas más pintorescas junto a Molly Reginald, una joven de familia bien, educada y aventurera con la que había comenzado a cartearme algún tiempo antes de viajar a la metrópoli, con la excusa de mejorar mi inglés escrito por mediación de un conocido que me debía un favor y era amigo de infancia de la pequeña de los Reginald.

Me pasmaba que la muchacha, de cabellos cobrizos siempre recogidos y ojos color avellano, conociese algunos de los agujeros más decadentes y peculiares de la ciudad, en mi tierra natal ninguna hija de unos ricachones sería capaz tan siquiera de mirar a aquellas calles sin caer enferma, pero aparentemente Molly se dedicaba a innumerables labores de ayuda a los necesitados y era capaz de hablarse de tú a tú con algunos de los sujetos más siniestros que había visto nunca (con o sin un arma de fuego de por medio).

Cuando la fecha de la reunión señalada se acercaba se me ocurrió consultar a mi acompañante sobre si conocía algún lugar donde pudiese hacerme con algún felino no demasiado magullado, a lo que me respondió con una sonrisa, tomándome de la mano y arrastrándome hacia los barrios altos, donde me hizo esperar a la puerta de la 'casa de una amiga' durante casi una hora, antes de salir con una jaula cubierta por una tela de lo más peculiar. Al levantarla me encontré con cara a cara con uno de los animales más raros e inquietantes que había visto en mi vida: un gato sin pelo, de cola un poco desagradable (como de rata) y un fruncido ceño que coronaba dos pozos de ambar rajados por una hendidura negra.

Polly rió al ver mi expresión y me comentó que estaba matando dos pájaros de un tiro ya que aparentemente aquel animal había sido un regalo de compromiso que un señoritingo había hecho a una amiga suya, estos habían roto su enlace y la molesta dueña del animal se veía repelida por el mismo, así que se quería deshacer de él a toda costa.

Bauticé al felino con el nombre Teufel (el que se da en mi tierra a los demonios) y me convertí en el fruto de las risas y cortesías de una Molly que se volcó en obligarme a mimar al animal como si de un hijo se tratase, haciéndome comprarle un ajuar de cojines, peines e incluso roedores falsos ensamblados con cuerdas y madera.

He de reconocer que el bicho comenzaba a caerme muy bien a pesar de su extrañeza.

Cuando comenté a Molly para qué lo quería me obligó a llevarla como acompañante a la inscripción del concurso donde disfrutaba enormemente analizando a los otros participantes. Se dedicaba a tomarme del brazo y comportarse como si fuese mi esposa, en una peculiar charada que ya había sufrido varias veces desde mi llegada.

Notas de juego

Behold Teufel, el gato del averno.

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10/12/2019, 10:13
Jonathan Lansky

Poco a poco, las sillas se fueron llenando. Los sonidos que reinaban en la sala eran tan distintos entre ellos que más que una reunión entre gente de media y alta sociedad parecían haber entrado a algún mercado popular en las calles más concurridas y pobres de Londres. De fondo había música suave, mientras que entre los presentes se escuchaban conversaciones, presentaciones, algunas risas entre personas que ya se conocían entre ellas. Para completar, el incesante maullido de los concursantes que se removían unos en las piernas de sus dueños, otros dormitaban, muchos otros traviesos intentaban escapar o se subían al cuello de sus dueños. En general, era un ambiente cálido y agradable.

A la media hora de haber empezado el evento, un hombre subió al estrado, deteniéndose ante el micrófono. Por los pasillos entre las sillas, varios encargados con uniformes que los señalaba como parte del evento estaban pasando a recoger a cada gato, colocándolo dentro de cómodos contenedores. Algunas señoras de edad en especial parecían reacias a dejar que se llevaran a sus mascotas, pero aquellos que ya habían tenido experiencia en estos eventos aseguraban a los presentes que los gatos recibirían el mejor trato posible.

El hombre en el estrado, el señor Jonathan Lansky, comenzó a dar el discurso de bienvenida. Su tono y la cadencia de su voz era ciertamente soporífera, por lo que los murmullos y voces comenzaron a menguar hasta quedar en un aletargado silencio. -... y el señor Harrison Weer ha renunciado a su puesto como juez para el Show Gatuno de este año, una institución fundada por el mismo señor Weer, hace más de veinte años atrás. Si contamos los conejos, palomas, aves de corral, y otras criaturas domésticas, el señor Harrison Weer ha pasado mas de cuarenta años como juez criador. En una carta a la revista Aves de Corral ha expuesto que está haciendo entrega de su puesto como juez en el Show Gatuno debido a ciertas diferencias entre el administrador y él respecto a los tipos y horarios de los premios. El señor Weer considera que para mantenerse justos con los expositores que deben pasar grandes gastos y riesgos para poder traer a sus mascotas hasta el show, el número de premios debería aumentar. Su puesto de jurado en el Comité de Frutas de la Real Sociedad Agricultora es el único puesto de este tipo que el señor Weer quiere mantener. Es innecesario para esta institución agregar que los amantes y expositores de gatos en todo el país están devastados por la decisión del señor Weer.- El señor Lansky hizo una pausa. Luego continuó. -Más de seiscientas razas para mostrarse...-

Antes que puedan seguir siendo torturados por aquel pesado discurso, la señorita Grant y los señores Popov, Knight, Paxton, y Falkenhorst, sintieron como alguien les daba un toquecito a la espalda. Al girarse pudieron ver al señor Rupert Merriweather haciéndoles una disimulada seña para que lo siguieran, y luego salió de la sala por una de las puertas laterales.

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11/12/2019, 22:54
Klaus Von Falkenhorst

Fue justo en le momento en que me separaron de Teufel que, por un breve instante, casi me resistí a entregarlo. Hasta entonces no me había dado cuenta de que había forjado algún tipo de lazo con el animal desde que había pasado a ser responsabilidad mía. ¿Podía ser que sabiendo como sabía de la importancia de una vida hubiese extrapolado la necesidad de proteger esta incluso cuando se trataba de un simple animal? Algo se removió molesto en el fondo de mi cabeza, tras mi fruncido ceño, pero froté el graso pellejo del felino y lo entregué a los operarios encargaos de llevárselos, manteniendo el contacto visual con estos hasta que desaparecieron de mi vista.

Tras escuchar la cháchara intranscendete (al menos para mi) del señor Jonathan Lansky como si del zumbido de un mosquito se tratase, peor quedándome con los nombres in la información mínima que podía ser del más remoto interés si necesitaba hablar con algún otro participante en aquella pantomima y mantener mi mascarada, fui abordado por el que debía de ser el señor Rupert Merriweather, mi cliente, al que todavía no había visto en persona. Agradeciendo su intromisión como si de un enviado divino se tratase, le seguí, junto a otras cinco personas, a través de una puerta lateral, dudando si preguntar para confirmar mi sospecha sobre su identidad o esperar a que sea quien fuere, nos sacase de la ignorancia. ¿Quienes eran estos otros sujetos? Eramos un grupo de lo más variopinto y sería extraño que alguien pensase que salíamos a orinar en grupo, más estando en compañía de una dama.

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12/12/2019, 14:40
Alexey Yurovich Popov

Alexey acabó ciertamente sorprendido, cuando no escandalizado al ver a todos los "señores" que se reunían con él y la dama. Encontrar afeminados era raro, pero encontrar hasta cuatro, todos juntos y todos que, si su intuición no le engañaba habían acudido debido al Señor Merryweather.

Y de hecho en Rusia una presencia así hubiese sido relativamente común, las leyes contra la homosexualidad apenas estaban calando y se aplicaban de forma leve si es que llegaban a aplicarse. Sin embargo por cuanto sabía, en Inglaterra no sólo estaba mal vista, sino que además ni tan siquiera los homosexuales decidían ir sin bigote.

Además supuso también que ninguno de ellos habría pertenecido al ejército donde el bigote era obligatorio; todo esto iba transcurriendo en la cabeza de Alexey hasta que finalmente con su acento ruso preguntó con curiosidad mientras se atusaba su propio bigote -disculpadme caballeros, ¿pertenecéis a algún grupo de afeminados ingleses?

No había malicia en su pregunta, aunque si se cuestionaba el motivo de Merryweather para juntarlos ya que sin duda llamarían la atención allí donde fuesen. Quizá esa fuese su intención, así que esperaría a otro momento para preguntárselo.

Cuando el susodicho llegó y les invitó a seguirle no tuvo ningún reparo en dejar a cargo de otros a su peluda y pesada bestia felina, algo envarado siguió a los demás mientras se preguntaba que les esperaba.

Notas de juego

En esa época era impensable ir sin bigote en Inglaterra, de hecho hasta era ilegal en ciertos sitios o en ciertos ámbitos sociales.

Un ejemplo es el ejército, donde se tenía prohibido afeitarse el bigote. Como casi siempre posteo en el trabajo (y tengo la web sin imágenes) no me había fijado, pero vais todos sin bigote. xD

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12/12/2019, 15:08
Klaus Von Falkenhorst

- En mi caso no, enmostachado camarada. Es más, lucí un hermoso bigote durante todo mi servicio en el ejercito, en mi Alemania natal durante años, pero he de reconocer que en un arranque de ira y frustración di cuenta de mi bello facial para terminar descubriendo que sin ese peso me encontraba más sano e incluso en mejores condiciones higiénicas. Conste que esto lo digo sin tratar de ofenderle en lo más mínimo. Sabe dios que si algún día me tocase servir de nuevo a mi patria, dejaría que mis desaforadas crines volviesen a capear libremente en el frío cortante de cualquier posible campo de batalla.- El comentario de aquel sujeto, de acento ruso, si no me fallaba demasiado la memoria, me había hecho sonreír por su descaro, no era aquel un lugar en el que arrancar un concurso de rodillas en la entrepierna de buenas a primeras, tan solo esperaba que no me encontrase ante un odiador de los invertidos, pues tras haber reconocido un antiguo camarada su condición y apetencias, convertí su cruzada en la mía propia, o al menos en una cruzada vecina. - Klaus  Von Falkenhorst para servirles.- Me presenté girándome para ver el rostro a todos mis compañeros. 

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14/12/2019, 14:57
Terry Knight

Esa cuestión es totalmente irrelevante, señor Popov - contesto al ruso - Tenemos algo bastante más prioritario entre manos ¿No les parece? Supongo que el señor Merryweather ya les habrá puesto al corriente de los pormenores de nuestra pequeña reunión ¿Cierto?...

Notas de juego

Qué curioso. No tenía ni idea XDDD. Yo nunca he llevado porque el pelo en la cara me pica una barbaridad.

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14/12/2019, 15:55
Emmaline Grant

No entiendo ni una sola palabra de lo que dice el caballero del estrado, y estoy demasiado entretenida procurando que el gatito permanezca en dónde pueda controlarlo. Cuando vienen a recogerlo lo cojo con cuidado y se lo entrego al hombre, acompañando mi gesto de una sonrisa amable.

-Por favor, tengan cuidado con él. Es muy pequeño y se escapa a menudo.

Al ver al señor Merryweather sonrío y me pongo en pie con parsimonia. Apenas reduzco el paso cuando oigo lo que pregunta el caballero de edad con acento ruso, pero me ruborizo visiblemente. Obviamente no nos conocemos de nada, y no es el tipo de pregunta que yo habría esperado. Sonrío y hago una ligera reverencia con la cabeza cuando otro de los caballeros decide presentarse, y luego niego un momento ante el comentario de un tercero.

-Yo soy Emmaline Grant, encantada.- Sonrío con gesto de disculpa.- No se puede decir que haya dado muchos detalles, no...sólo algo muy general.

Notas de juego

Esa es una información curiosa XD aún ahora tengo entendido que el ejército español sigue ciertas directrices con respecto al cuidado de cabello, tatuajes y demás.

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16/12/2019, 20:24
Dwight Paxton

Dwight siguió a su anfitrión con cierta gracia, se despidió de su acompañante asegurándose de que el felino presentado recibiera los mejores cuidados posibles. No lo ponía en duda, aunque Nutmeg le lanzó una de sus habituales miradas de desprecio gatuno.

Yo también te quiero, amigo —respondió socarrón para después seguir al señor Merriweather y reunirse con la pequeña camarilla de colaboradores que su contratante había ajuntando.

Con una mirada distraída hacia el ruso, Dwight esbozó una ambigua sonrisa a la cual no acuñó respuesta alguna. Optó por la cordial ignorancia ante las preguntas impertinentes a dar ninguna respuesta. Mas, fijándose en la dama presente, eso llamó más su atención.

Me llamo Dwight Paxton, encantado de prestar presencia a tan multinacional conjura —sonrió con picardía, con delicadeza, tomaría la mano de Emmaline, si así se prestaba, para besar el dorso con gentil ademán —. Y un placer conocerla, Miss Grant.

Sonrió encantador volviendo a mostrar rigidez británica, pero enseguida relajó el cuerpo. Dwight parecía bastante disoluto en su actitud.

—Ignoro, míster Knight, para qué nos hemos reunido aquí. Salvo, obviamente, la necesidad de míster Merriweather por mis habilidades —respondió al caballero con un asentimiento cortés.

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16/12/2019, 22:25
Rupert Merriweather

Antes que todos terminaran de salir por la puerta, uno de los acomodadores se acercó al sexto componente del grupo, quien silenciosamente había permanecido detrás. -Señor Gallach, un momento, por favor.- El joven, al parecer tomado por sorpresa, se detuvo y se apartó del resto, tratando de que la atención recayera sobre él y que no se fijaran del resto de los invitados que dejaban la estancia. -Por supuesto, señor Norwell.- Dijo, y avanzó hacia quien lo interpelaba.

El resto continuó a través de la puerta, cruzando un pasillo, y siguieron al señor Merriweather cuando éste se adentró a una pequeña habitación. Parecía tratarse de una pequeña sala de espera, un poco abarrotada de cosas. Cajas cubiertas de telas blancas, algunas sillas elegantes pero envejecidas, un espejo de pie cubierto parcialmente, una mesa con una lámpara de aceite, que el señor Merriweather se apresuró a encender. Una vez vio que el último de ellos entraba, le hizo una seña para que cerrara la puerta.

-Me complace ver que todos os hayais presentado, dispuestos a seguir con esto; como advertí a alguno de vosotros, a partir de este momento entraríais a cruzar la fina linea de la legalidad y el peligro. Mientras esperamos que el joven señor Gallach decida si unirse o no, asumo que vosotros no os conoceis ni os habeis visto hasta el día de hoy. Ya he escuchado como algunos os habeís hecho introducciones, permitidme ser el siguiente.- Se llevó las manos a la espalda elegantemente y bajó la cabeza a modo de saludo. -Como la mayoría de vosotros ya sabeis, soy el señor Merriweather, y soy el patrocinador de este proyecto. Todos habéis aceptado a los términos y estipulaciones de lo que se hará, y muchos de estos acuerdos ya están en movimiento.- Miró a cada uno de ellos a los ojos, con amable sonrisa, y con un gesto de la mano los invitó a continuar con las presentaciones.

Notas de juego

El señor Gallach queda de momento apartado de la misión, ya que la jugadora se ha desaparecido desde los exámenes. En caso que no reaparezca para mi próximo post, continuaremos sólo ustedes cinco.

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17/12/2019, 23:57
Klaus Von Falkenhorst

- Encantado, señor Merriweather. No negaré que es un placer conocerlo así, en este ambiente tan 'distendido', si atendemos a que la naturaleza de mi trabajo suele ser sobria y solitaria. Es un placer conocer al resto, pero no estoy muy seguro de saber la naturaleza del trabajo para el que he... Hemos sido contratados.- Aquella última frase era más una pregunta que una afirmación. - Mi especialidad no suele ser agradecida por el ciudadano común y no sé si los aquí presentes agradecerán realmente mi presencia, todo depende de aquello de lo que vayamos a hablar. ¿Por qué nos ha citado aquí, señor Merriweather, si no es mucho preguntar?

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19/12/2019, 16:44
Dwight Paxton

Dwight atravesó el umbral por el que invitaba el señor Merriweather y aceptar trabajar en esa línea de legalidad y peligro. El sudafricano la atravesó sin duda alguna, con garbo incluso, mientras se acomodaba en una de los avejentadas sillas mientras oteaba, con ojo profesional, todo el montón de cosas dispersas por la estancia.

Escucho atentamente, míster Merriweather —sonrió tranquilo con la mirada distraída a su alrededor, pendiente de miss Grant, para qué negarlo, tras escuchar a su anfitrión.

"Su especialidad" suena realmente misterioso, míster Falkenhorst —trató de pronunciar correctamente con su acento británico —. Supongo que compartimos sensaciones en cuanto a la ejecución de nuestras especialidades. En mi caso, ni el ciudadano común ni el adinerado, me temo —sonrió socarrón mientras se fijaba en las reacciones de los presentes una vez más, pero volviendo, en última instancia, a Merriweather.

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19/12/2019, 20:00
Emmaline Grant

Sonrío con amabilidad y agradezco la cortesía del señor Paxton con una leve inclinación de cabeza. Con un gesto suave tomo asiento en una de las sillas puestas a tal efecto, y escucho atentamente lo que el señor Merriweather nos dice. Cuando algunos caballeros ya han hablado considero que ha llegado mi turno.

-Sinceramente a mí también me gustaría saber de qué podrían servir mis habilidades a estos caballeros.- Hago un leve gesto de saludo con la cabeza, preferiría no ofender a nadie. Mi tono es suave y mesurado, pero imprimo a mis palabras un leve tono de pregunta.- Y cuáles son los pormenores de nuestra...misión, por así decirlo...

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26/12/2019, 17:45
Rupert Merriweather

El señor Merriweather miró a los presentes mientras hablaban, y sonrió antes de continuar. -Perfectamente.- Dijo, accediendo a dar la correspondiente explicación. -Es de mi interés recuperar cierto objeto, un pequeño sarcófago, del cual algunos de ustedes conoce la descripción; éste se encuentra en estos momentos aquí, en el Crystal Palace.- Detuvo un momento la mirada en el señor Knight antes de seguir. -Por supuesto, normalmente, en un día cualquiera, el Crystal Palace estaría abierto al público y lleno de gente incluso a esta hora; pero gracias al evento de esta noche y el hecho de que todos tenéis gatos que pudieran ingresar al show, podréis recorrer el lugar sin causar curiosidad o suspicacia. Hay una seguridad mínima mientras no os acerquéis a los pisos superiores y permanaceis en el ala que está actualmemte cerrada debido al Show Gatuno. Este es, el ala norte.- Señaló hacia una puerta disimulada que se encontraba al otro lado del pequeño cuarto, posiblemente una entrada de sercicio.

-No debería ser complicado descubrir donde están almacenadas las cajas y paquetes, en algún lugar de todo esto. El joven señor Gallach se encargó de que el paquete fuera enviado a esta localidad en vez de al Museo Británico. Desafortunadamente no sabemos exactamente donde fue colocado; no pudimos tener tanto control al respecto.- Volvió a colocar sus manos a su espalda. -Entiendo que algunos de vosotros aún no veais como podriais ser de utilidad. Os aseguro que os he seleccionado cuidadosamente para evitar cualquier contratiempo. Calculo que no debería tomarles mucho tiempo entrar, encontrar el sarcófago, y volver a este cuarto donde les estaría esperando. En caso que no me encuentre aquí, el señor Knight lo haría llegar a mis manos tan pronto sea posible. Ahora, si tenéis alguna otra duda o pregunta antes de iniciar...- Dejó en el aire.

Notas de juego

Son libres de hacer las preguntas que deseen, a las que contestaré sin esperar que todos hayan posteado, así que no se preocupen.

Una vez estemos todos listos y decidan seguir, avanzamos.

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26/12/2019, 22:16
Klaus Von Falkenhorst

Acentué el hoyuelo de mi mentón hasta el punto en que casi pudiese parecer que allí había surgido un trasero, entre mis dedos, analizando cada palabra de Merriweather antes de dejar de jugar conmigo mismo, volviendo a juntar mis brazos a mi espalda, con mi mano derecha tomando de la muñeca al brazo izquierdo, como si temiese que pudiese salir corriendo a nada que se pusiese nerviosa, unas reacciones propias de tener que comenzar a pensar en nosotros como un grupo, un cierto nerviosismo, pero, en caso de ser propenso a las ventosidades, sería capaz de controlarlas, no eran ese tipo de nervios.

- Así pues nos pide un trabajo de incursión y extracción. Como ya he comentado este tipo de intrusiones no son mi fuerte, a no ser que me encuentre como apoyo a muchos metros de distancia, tras la mirilla de mi arma, pero supongo que una vez aquí me uniré a la fiesta. No tengo muy claro cómo proceder pero si alguien con dedos más largos y experiencia en estas lindes quiere que entretenga a algún vigilante o sirvienta con alguna charada absurda, trataré de ser de utilidad.- Aquello se había convertido más en un entretenimiento que en la misión que habría esperado, no podía dejar de sonreír de medio lado, como el espectador desprevenido que se ve obligado, por su facilidad para parecer distraído, a ser voluntario para un número de mesmerismo o ilusionismo. - ¿Y cómo sabremos que hemos dado con el objeto que usted precisa? Habrá más bultos, cajas y baúles por el lugar, intuyo.

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27/12/2019, 18:59
Rupert Merriweather

-El objeto, como comenté, es un sarcófago pequeño, como una caja o cofre de piedra, de unos sesenta centímetros de largo por veinte de alto y veinte de ancho.- Explicó el hombre, haciendo un cálculo apróximado entre el espacio de sus manos, antes de volver a colocarlas a su espalda. -Es posible que se encuentre clasificado como "objeto arqueológico egipcio" debido a que fue encontrado en una tumba egipcia. Más no puedo asegurarlo, y sin el señor Gallach como guía tendremos que depender sobretodo en intuición.- Sonrió a la única dama presente en el grupo.