Partida Rol por web

Nebula sintió como sus piernas se recomponía lentamente hasta dejarle un dolor sordo y mucho mas aceptable, que también desapareció cuando Catapult realizó un nuevo hechizo. Con un suspiro de alivio se puso en pie agilmente, probándose para asegurarse de una plena funcionalidad.

- Muchas gracias guapo, cuando acabemos el trabajo recuerdame que te invite a algo - le dice sonriendole y guiñándole un ojo -. En cuanto a evitar el combate, no me han pagado para eso. Pero no te preocupes se me da mejor pelear que volar.

La joven se reunió con el resto que estaba decidiendo la mejor manera de actuar y alzo el pulgar como señal de que todo iba bien cuando saltador se intereso por ella. Una vez decidieron bajar por las escaleras, se dispuso a ello, confiando en su indumentaria, el hecho de no ir cargada con ninguna clase de equipo, y el apoyo mágico del espíritu. Puesto que algunos ya habían iniciado el descenso cuando estuvo lista, optó por situarse en la retaguardia y descender en ultimo lugar protegiendo al grupo de cualquier ataque que pudiera llegar desde atrás.

Por lo visto el grupo había decidido ir por las escaleras, así que Ian decidió seguir la voluntad del grupo...

-MMMPFF... Menos mal que dije que abriría paso... siempre va por libre- masculló el Orco refiriéndose a Steelface

Sigilosamente Saltador se deslizó hacia las escaleras, mirando a los lados preparado para cualquier problema que pudiera surgir. Por seguro que antes o después aparecerían guardias coorporativos o alguna sonda controlada por un ciberpiloto... o algo peor de cortesía del departamento de seguridad mágica, pero Ian preferiría que fuese cuanto más después mejor... por lo menos una vez conseguidos los datos.

Download estaba casi dispuesto a conectarse para al sistema de seguridad cuando Catapult sugirió el uso de su elemental para ocultarse.

Asintió cuando el grupo se dispuso a avanzar y trató de ocultarse entre los retazos que ofrecía el elemental.

—Si nos damos prisa podemos alcanzarle y avanzar todos —dijo refiriéndose a la iniciativa de Steelface.

Bajo la cobertura del espíritu guardián, el grupo accede a la escalera de incendios. Apenas han empezado a girar la esquina de la primera vuelta cuando en un mal movimiento, Catapult pasa al lado de una caja de herramientas oxidadas (probablemente dejada allí por los técnicos de la torreta para dar más credibilidad a las reparaciones) con tan mala fortuna que su gabardina se queda enganchada, arrastrando la caja metálica hacia el hueco de las escaleras¹...

...por suerte el espíritu del Aire está alerta y atrapa en un pequeño y silencioso torbellino la caja y las diversas herramientas que ya caían sin solución hacia los pisos inferiores.

-Estás caminando por una línea muy fina, hijo del Oso. Presta atención a dónde pones los pies se escucha un susurro, como del viento pasando entre las hojas de un sauce, mientras el espíritu devuelve la caja a su posición original.

Aliviados, el grupo sigue su descenso hasta alcanzar el tramo que lleva a la primera puerta lateral que da acceso al edificio, la del piso 55, el más alto. Cuando se acercan a la puerta, tanto Catapult como el espíritu notan una resistencia invisible y la bruma que difumina las siluetas de todos los runners comienza a volverse sólida. Aquellos que tienen posibilidad de percibir astralmente reconocen los efectos propios de una barrera de maná invisible.

Además, una cámara de seguridad enfoca la puerta desde enfrente, una medida de seguridad habitual y hasta predecible teniendo en cuenta que se trata de los pisos de los ejecutivos de la compañía. Acercarse a menos de un par de metros de la misma sin duda hará que el vigilante de seguridad detecte a cualquier intruso en sus imágenes.

—Voy a tratar de anular esa cámara. Dadme un instante.

Download hizo un gesto con la mano para detener al grupo y se colocó de espaldas contra la pared. Un instante después sus ojos quedaron abiertos, casi en blanco y se sumió en un pequeño trance.

El icono de Download apareció y el nodo de seguridad del edificio estaba frente a él. Tenía que entrar, actuar y salir. Muy rápido.

La silueta luminosa que representa a Download localiza el servidor de IB: una fortaleza medieval con enormes muros de piedra y guardias armados con lanzas. Más allá de los muros yace la torre central del castillo y cientos de cuervos sobrevuelan los muros llevando mensajes digitales entre las garras de sus patas.

Registrando el exterior, Download encuentra la tronera que corresponde a la cámara que busca, ahora sólo queda bloquearla para que no se abra, efectivamente cegando la cámara en el mundo real.

Mientras Download se pierde en el ciberespacio, sus compañeros se plantean qué hacer. El candado magnético de esta puerta exterior parece sólido¹ y además varios cables conectados al cierre indican la presencia de un sistema redundante de seguridad².

Podría forzarse con el suficiente tiempo, pero quizás las puertas de los pisos inferiores sean más fáciles. Después de todo, se supone que este es el nivel donde se encuentra la oficina del presidente Brackhaven, cuando se digna a volver a su antigua empresa.

Dadme un momento, mejor abrirlo ahora con relativa tranquilidad que después si realmente nos es necesario. Con paso decidido y todavía en silencio por si había alguien escuchando el aleman sacó de uno de sus bolsillos un set de ganzuas de diferentes tamaños. Vale, ahora con cuidado...

El orko se quedó quieto esperando a que el hacker hiciese su trabajo. No le gustaba nada quedarse quieto durante una operación, ya que eso podía significar ser detectados por los guardias corporativos y sus sistemas de seguridad. Mirando a todos lados de repente ve como Steelface se mueve para forzar la cerradura que dejábamos atrás...

-¿Crees que eso es buena idea?- dijo con tono preocupado

Miro a sus compañeros y habló otra vez expresando lo que pensaba

-Deberíamos movernos cagando leches hacia la merca y pillarla. Si la chuneamos, aunque salte la liebre, podríamos salir por piernas con ello. Como nos trinquen antes de tenerlo para conseguirlo las vamos a pasar putas...

La presencia de la cámara les obligaba a detenerse mientras download borraba su presencia de todo registro visible. Sin embargo siquiera considerar entrar por aquella puerta parecía un callejón sin salida. Artemis sabía lo suficiente de cerraduras electrónicas para estar convencido de que aquél candado sería casi imposible de abrir sin la llave original a menos que utilizasen la fuerza bruta, y de lo segundo tampoco estaba totalmente convencido.

- Deberías dejar de actuar por tu cuenta Steelface. Aunque Download desactive la cámara y tú inutilices la alarma, no podremos pasar por aquí sin abrir la puerta "a la antigua"... - el elfo agitó la pistola para que entendiesen mejor lo que quería decir. - ... y con eso terminaría nuestra infiltración silenciosa. Estos son pisos ejecutivos, la seguridad será abrumadora y tampoco sabemos qué necesitamos para activar los ascensores para descender hasta nuestro objetivo desde aquí. Yo digo que descendamos por las escaleras de incendios hasta el 45, entramos, hacernos con la tarjeta de seguridad naranja que nos falta y continuar por el interior. -

Nebula seguía los pasos del resto del grupo, aun maravillada por no sentir ningún dolor después del tremendo golpe que se había llevado al dejarse caer del ala delta. Intentaba permanecer alerta a cualquier signo de que los hubieran descubierto, hasta que todos se detuvieron, al parecer porque pretendían examinar o abrir una puerta, aunque aun estaban muy arriba.

- ¿Que hacéis? Nuestro objetivo esta mucho mas abajo, dentro estará todo mas vigilado, seguid bajando...

No entendía porque habían decidido detenerse, pero fuera lo que fuese seguía alerta a cualquier sorpresa que les hubieran reservado.

Steelface tiene el impulso de probar sus habilidades contra el candado de la planta de ejecutivos, pero las palabras de sus compañeros le hacen reconsiderarlo. Mientras Catapult lucha por atravesar la barrera, el resto de los runners pasan cuidadosamente bajo el ángulo de visión de la cámara para alcanzar el siguiente tramo de escaleras...

Gracias señor del viento, honras los antiguos pactos y así te honras a ti mismo, eres libre de volver a tu plano con mi bendición y  agradecimiento. Digo con un sincero respeto y agradecimiento en mi voz.

 Inmediatamente después disperso los conjuros mantenidos y apago el foco, para poder penetrar la guarda astral sin disrupción y evitar así alarmar a su creador, es demasaido fuerte para pasarla sin romperla y esta es una misión de sigilo no de asalto.

 Espero un gesto de que la camara esta hakeada y paso la barrera.

Ian veía como todo marchaba bien... quizá demasiado bien. Con cuidado avanzó delante de sus compañeros para ver que les aguardaba en el siguiente tramo.

-A ver que nos espera. ¿Steelface, Renegado cubrís el avance? Nébula, ¿vienes cerca de mí por si necesitamos de tus habilidades?

Con extremo cuidado y su arma preparada el orco avanza hacia su objetivo. Con un poco de suerte nada saltará hasta que obtengan la información que buscan...

Bien, bien, entiendo. Volvió a guardar las ganzuas en uno de los bolsillos y se ajustó de nuevo el equipo. Atento a los ruidos intentó escuchar por encima de los movimientos de sus compañeros.

Los runners descienden la primera decena de pisos, ya sin la cobertura del espíritu. Pese a todo, consiguen progresar sin incidentes. De cuando en vez una ráfaga de viento especialmente fuerte hace temblar toda la estructura de la escalera de incendios, pero salvo obligarles a agarrarse a las barandillas laterales, el descenso se desarrolla a buen ritmo.

Al llegar a la altura del piso 45 y los inmediatamente inferirores, las medidas de seguridad parecen menores: las puertas externas no parecen tan sólidas y los candados magnéticos parecen de menor calidad, aunque siguen teniendo sistemas de alarma².

Quizás sea el momento de decidir si se entra ya en el edificio o se sigue bajando. La primera les proporciona más cobertura ante posibles patrullas (si es que la escalera está vigilada) pero les obliga a buscar una ruta alternativa por el interior del edificio, incluyendo hacerse con las tarjetas para los ascensores. La segunda les proporciona una ruta más directa al piso 10, pero con más riesgo de ser descubiertos...

Mientras piensan en ello, [color=#00FF00](Percepción: 5 éxitos)[/color] Steelface cierra el puño para que sus compañeros se detengan y se lleva la mano al oído. Haciendo esfuerzo, la mayoría de los runners son capaces de escuchar voces en la escalera de incendios, un par de pisos más abajo.

[color=#00FF00](Percepción: 5 éxitos)[/color] El experto en "adquisiciones" está casi seguro de que las voces corresponden a dos mujeres y un hombre.