Partida Rol por web

Seguis las indicaciones de Fenster y llegáis a donde se supone que se oculta Natalya. El escondite ha visto días mejores. Las paredes de madera están sucias de moho y con daños de antiguos incendios. El fuego ha reducido a cenizas algunos trozos del tejado cubierto de musgo. A pesar de todo, parece que estructuralmente aguanta.

El edificio está situado cerca del acantilado, y derrumbes de varias décadas han llenado la parte sur con rocas pequeñas y piedras. Las ventanas están tapiadas con maderos.

Opik  miró a Erik.

Dijiste que se te daba bien pasar desapercibido... ¿quizá sería conveniente que echases un ojo primero?

- Podemos observar las salidas y mientras yo llamo a la puerta principal, vosotros la pilláis cuando intente escapar.

-De acuerdo, voy a colocarme por si veo alguna posible salida.

Trato de rodear el edificio para ver otras salidas, mejor si Opik o Erik me acompaña

Opik asintió y comenzó a seguir al elfo.

Al acarcaros a la casa, veis que hay dos puertas de acceso al interior, una al sur y otra al oeste.

Algunso rodeáis la casa, pero no véis movimiento.

Erik sigue a los demás intentando buscar una entrada alternativa o al menos un lugar desde el que ver el interior.

Dijiste que se te daba bien pasar desapercibido... ¿quizá sería conveniente que echases un ojo primero?

Erik asiente con la cabeza.

- Necesito localizar una entrada, no creo que pueda entrar por la puerta y pasar desapercibido. A ver si hay suerte... - dice con poco convencimiento.

-Si no hay maneras de entrar sería buena idea que comprobaras la entrada y te fijaras si hay algún tipo de trampa o dispositivo de alarma.- Tinuviel no se dio cuenta pero había empezado a susurrar, sólo se escuchaba el sonido de las olas y los pájaros marinos a lo lejos del distrito.

Ya investigado el edificio por el exterior, Karash se encamina a lo qu paraece la entrada principal. Cuando casi ha llegado, la puerta se abre de repente y salen dos tipos, enfundados en cota de malla y un lucero del alba cada uno en la mano y un escudo de madera pequeño.

¡Fuera de aqui, largo! - grita uno de ellos.

Por lo que poco que se ve, dentro no hay nada, y no hay puerta que dé acceso a la casa. Parece que en su día fue una especie de almacén.

Karash levanta las manos: Tranquilos, no busco problemas. Me han dicho que aquí podría encontrar a una persona ¿Estáis solo vosotros?

No tenéis nada que hacer aqui. Vamos, largaos.

Erik se lleva la mano a su arma mientras hace un gesto con la cabeza hacia sus compañeros.

Opik se acercó, desarmado y con las manos claramente a la vista.

Buenos días. -saludó con una sonrisa - Verán, no queremos molestar pero estamos buscando a una amiga y nos han dicho que se aloja ahora mismo en - miró el edificio y torció el gesto - este almacen.

No queremos ningún problema pero es algo urgente.

Llevan los manguales en las manos. Pensó Tinuviel. Sabía que las cosas se iban a poner mal de un momento a otro, nadie salía de una casa con armas y escudos en las manos pidiendo paz. Karash con su amabilidad sólo iba a conseguir retrasar lo inevitable. Y entonces...

Opik, te estás buscando que te abran el cráneo, joder, ten cuidado...

No lo habéis entendido, aquí no pintáis nada. Marchaos.