Partida Rol por web

Un poco antes de Halloween, como todos los años, vuestra Señora había puesto en marcha uno de sus maquiavélicos planes. Esta vez, su idea era acabar con un maldito concierto de ruido reggaetón y así, convertirlo en un concierto de Black Metal. 

Sencillo ¿no? 

¡La noche de Halloween todos podrían ver a unos adoradores de lo oscuro sobre el escenario! ¡Era una idea grandiosa! 

En vosotros recayó lo de que el cantante ese de "reguetón" desapareciera. El plan era secuestrarlo, aunque vuestra ama en el caso de las desapariciones no ponía ningún límite a vuestra creatividad y si nadie lo volvía a encontrar, ella no os lo iba a echar en cara. 

El caso es que llegó la noche del concierto y... al escenario salió quien no tenía que haber salido, aquel reggaetonero de mala muerte. 

¿Qué es lo que había sucedido para que la cagarais de ella manera? Secuestrar a una persona no debería ser tan difícil ¿no? 

Como era de esperar, la Señora Oscura os hizo llamar al salón del trono, de donde nunca salían todos los que entraban y allí os reunisteis, sabiendo que ahora os despellejaría hasta que se enterara de qué era lo que había sucedido. 

Vuestra ama daba vueltas por delante de su trono, apenas podía esperar a que terminarais de entrar para daros unos gritos. 

- ¿QUÉ CARAJO HA PASADO EN ESE CONCIERTO? ¿DONDE ESTABAN MIS ADORADORES? - Sí, se estaba refiriendo a los black metaleros que al final, eran quienes habían desaparecido. - ERA UNA MISIÓN SENCILLA, SÓLO TENÍAIS QUE HACER DESAPARECER A UNA PERSONA Y NO HABÉIS SIDO CAPACES DE CONSEGUIR ALGO ASÍ.

Desde luego, estaba claro que lo de elegir esbirros no era algo que se le diera bien a vuestra señora, pero antes de que lo reconociera, moriríais todos, claramente. 

- ¡Tú! El que tiene pintas de extranjero... - Jacques había sido el primero al que había visto con pinta sospechosa. - Explícame cómo narices habéis llegado a ser tan inútiles... 

El lugar? El salón del trono de su Señorísima Señora Oscura. La hora? Poco importaba ya, era simplemente tarde. La situación? Cuanto menos tensa, tan tensa como la cuerda que sujeta la cuchilla de una guillotina a punto de ser liberada y no era para menos, han fracasado.

Pero mientras el silencio era solamente apartado por el sonido que provocaban esos taconazos al andar de su negrura majestad, casi como la brisa que antecede a la mas grande de las tormentas, pronto la adorada Ama de toda la oscuridad y maldad juntas espetaba su desaprobación, enojo y justificada intención de buscar un culpable dejando claro que no solo fallaron, sino que lo hicieron en grande y como era natural, pronto la búsqueda de respuestas se volvió mas que necesaria y allí esta él, el ex héroe de la maravillosa Francia, Jacques Clouseau, la opción mas obvia para señalar al culpable y sobretodo, salvar su propio cuello.

Aclarando su garganta, Jaques no dudó en dar un paso al frente manteniendo la postura mas digna que pudo mantener mientras se acomodaba la gabardina y movía apenas su bigote de un lado a otro para dirigir una furtiva mirada a sus compañeros antes de fijarse en la hermosísima Señora Oscura y como dictaba la etiqueta para tratar con tan refinada maldad encarnada, un leve saludo marcial chocando sus talones realizó antes de hablar.

Será todo un placer mi Malvadácea señora Oscura evacuar toda duda sobre quién fue el responsable de tan lamentable fracaso, sobre todo como ya he hecho mención en reiteradas veces, ese asqueroso ruido al que han llamado de esa forma no debería ni siquiera existir... Es por eso que yo también me siento profundamente consternado por ver este maravilloso plan fracasar y no porque haya sido un mal plan, al contrario, su plan fue la obra maestra de todos los planes malvados y sin embargo, es evidente que aquí hay quienes no merecen ni ser la tierra bajo sus pies...

Empezaba a hablar el ex inspector que bajo una fachada de aparente tranquilidad, había un nerviosismo y miedo tan potente que lo único que podía hacer para disimularlo era simplemente hablar y hablar mientras buscaba ordenar sus ideas al tiempo que se balanceaba de un lado a otro sin poderlo evitar.

Como sabrá, toda historia tiene un inicio, un nudo y un desenlace, por lo que para poder comprender el tamaño real de nuestro fracaso, aunque no por mi culpa si cabe aclarar, debo comenzar esta historia por el principio para que pueda entender los pasos que hemos seguido y así, descubrir el verdadero culpable de que su banda favorita no se encuentre en el justo lugar que debería esta ocupando en estos instantes...

Una nueva pausa cuasi dramática, bien practicada como cuando debía explicar el modus operandi de los criminales que siempre terminaba atrapando, en donde presentaba y narraba con evidencia hasta acorralar al culpable... Aquello no era diferente, no iba a ser diferente y por una vez, puede que sus palabras mostraran una verdadera utilidad.

El plan era claro, no claro de que fuera bueno, estábamos por hacer algo malo pero lo íbamos a hacer bien... Usted me entiende mi Señorísima Señora Oscura. El hecho es que para poder secuestrar esa pobre excusa de "artista musical" y poder remplazarlo por la banda que nos ha indicado, primero teníamos que averiguar en que hotel se hospedaba, no había mejor momento para hacer el trabajo que agarrarlo en donde bajara la guardia y todos la bajan cuando van al baño en su cuarto de hotel... El problema es que habían muchos hoteles y al llamar nadie quería reconocer que lo hospedaban por lo que mientras mis compañeros parecían no decidirse que hacer... Yo, el ex inspector Jacques Clouseau, decidí tomar la iniciativa y usar uno de mis muchos talentos para averiguar en donde debíamos buscar a nuestra víctima.

Otra pausa dramática hinchando el pecho y alzando un dedito apuntando al cielo.

En mis años al servicio de la hermosa Francia, me hice de muchos contactos fiables que me terminaron debiendo algún que otro favor por lo que guie a mis compañeros hacia los oscuros callejones del mercado negro de croasants. Allí fuimos con el objetivo de encontrar a ese soplón, uno con un estrecho contacto con la farándula y chimentos del mundo de la música... Pero cuando estábamos por acercarnos a su local, no encontramos con algo completamente inesperado bloqueando la entrada a su local...

El tono del francés se volvió algo mas misterioso e incluso, entrecerró sus ojos como si viviera nuevamente ese momento, casi como si estuviera de nuevo en ese lugar.

Era grande mis Señorísima, no se da una idea del tamaño de esa cosa, tan grande que si se caía de una silla, lo hacía de los dos lados y no solo eso... Era verde, tenía orejas raras, una peluca roja bastante fea y un vestido verde que uggg... Claramente no tenía su maravilloso sentido de la moda... Pera mas grande fue mi sorpresa al reconocer que era esa cosa o mas bien, de quien se trataba... La Princesa Fiona, Estaba claro que eso del beso del verdadero Amor la perjudicó mas que otra cosa y aunque eso no era importante, fue nuestro primer obstáculo para encontrar a nuestra presa.

Claro que él no tenía corazón para detener su relato en ese momento, sin duda no estaban los ánimos para dejarlos al borde de la silla y menos cuando la vida era lo que uno se estaba jugando.

Pero antes que dejarla decir nada, la enfrentamos, por derecha, por izquierda, la Princesa Fiona mostraba que sabía mas de lucha libre que lo que mostró en las películas y sin embargo, mientras se entretenía maporreando a mis colegas... Yo, el ex inspector Jacques Clouseau, usé mi ingenio superior y aproveché cuando estaba entretenida para darle con una baguette de tres semanas por la cabeza y como esperaba, no solo estaba duro como para clavar clavos, sino que también como para noquear a un ogro... Fue cuando me di cuenta que en realidad... La Princesa Fiona era realmente mi soplón transvestido, lo supe cuando vi el tatuaje en su nuca.

Terminó explicando el encuentro para luego negar con un tono que mostraba decepción...

Si mis compañeros no la o lo hubiesen atacado enseguida, le habrían dado tiempo a la "Princesa" de hablar y poder sacarle la información que necesitábamos, pero allí estaba mi soplón mas que soplado en el suelo y con un nuevo dilema, esperar a que despertara, buscar despertarla o despertarlo o buscar otra fuente de información para continuar con nuestra valiosísima misión.

Agregaba mientras que si hacía una nueva pausa, era mas para evaluar su situación, estaba claro que al menos al principio no fue su culpa o estaba seguro de que así parecía.

Anotado para usarlo en el momento en que se usan las interrupciones

"Compañero, eso no era la princesa Fiona. Nunca encontraste a la Princesa Fiona"
"Lo que nos llevaste a ver era una BOLSA ENORME DE MARIA, que tu te fumaste."

Acto seguido, enseña una fotito de Clouseau, con una bolsa de maría tan grande que nadie se explica de donde ha sacado la pasta con su miserable sueldo de esbirro
Lo único que tienen en comun, la Fiona y la María ¡Es que son verdes! ¡Y enormes!

"Ya sabes, esa bolsita que fuiste a comprarle a ese camello regettonero"
"Yo pensaba que estabas siguiendo la pista a los fans del cantante, pero cuando te vi darle un beso francés al reguetonero... Por otro lado, ya sabemos que los franceses sois muy franceses y mucho franceses"

La adorabilisima presencia de nuestra queridísima grande maestra dueña y señora del mal era siempre un gustazo. Incluso a riesgo de ser despellejado vivo por ella por culpa de la misión fallida por culpa de mis compañeros, mi admiración era tal que deseaba que me tuviera en brazos en su regazo y me estrujase, clavase las uñas, tirase al suelo o pisase cuanto necesitase.

Pero mi momento de fantasía adoradora se fue al garete por el rapapolvo verbal infinito de Jaques. El discurso fue tan largo que no supe como nuestra Señora Oscura no le mandó a callar antes de terminar, quizás se estaba durmiendo. A mi me pesaba la cabeza sólo de oírlo.

Y es que encima Marianus tenía razón.

-Es verdad! ¿Qué local ni que muertos?? si nos llevaste a ver a ese "contacto" tuyo a la plaza de los palitroques!! Fijo que es tu punto de recogida habitual!! Aquél camello salió de detrás de las columnas y empezasteis a hacer cosas raras como si estuvieras más pallá que pacá!

[La plaza de los palitroques]

Tantas, tantas, tantas palabras. Zoponcio sabía que los monólogos malvados correspondían únicamente a los Grandes Villanos, lo había aprendido cuando su primo Zote Mascagrava había utilizado más de 5 oraciones para responder a una pregunta de su anterior jefe y fue inmediatamente reducido a una pila de cenizas por el dragón.

Pero la Señora Oscura parecía tener apenas un poco más de paciencia ¿Era eso algo bueno? ¿La hacía menos mala? ¿Era bueno o malo que fuera más o menos mala? Zoponcio abandonó el tren de pensamiento, la filosofía no era lo suyo, y tenía que aprovechar el momento para seguir inculpando al francés junto a sus compañeros. Quería saber lo que podía hacer la Señora Oscura estando enojada, y quería evitar enterarse siendo él quien la hiciera enojar.

Además, era divertido molestar franceses.

—¡Y luego has quedado tan turulo y desorientado que tuvimos que pedirte una ambulancia para que volvieras a ser medianamente funcional! ¿¡Tienes idea de lo que tarda en llegar una ambulancia en cualquier lado?! ¡Todos sabemos que el sistema de emergencias está también controlado por villanos!— chilló el kobold—Perdiendo tanto tiempo, natural que el reggaetonero se nos escapara.

La joven Mary Sue observaba en silencio mientras sus compañeros no paraban de mentirle a la dama oscura. Ella solo tenía ojos para su señora, tan hermosa y cruel. Pero la conversación no paraba de avanzar mientras sus horribles "compañeros" no hacían más que hablar, hablar y hablar. Pero finalmente se produjo un momento de silencio que aprovecho ella para decir la verdad a su ama.

- Pero ya está bien de decir barbaridades. El franchute nos dijo de ir a tomar unos chatos de vino a un bar, que conocía a alguien allí que podría ser útil. Nosotros pensábamos que sería un contacto, alguien que nos ayudaría en la misión, o algo así. En lugar de eso nuestro querido "compañero" se puso tieso a fumar marihuana, nos llevo a un parque lleno de cipotes erectos y acabamos llevándolo a urgencias porque estaba muy pasado. Y cuando nos preguntaron que había tomado resulto que además de la marihuana también se había metido medio pollo de farlopa. Pero debía estar caducado o algo así, mi dama perdóneme pero yo no consumo drogas y no entiendo de esa jerga extraña. El caso es que el sanitario nos contó que el franchute este se había metido tanta mierda que su cerebro ya no procesaba bien, y se convirtió en un lastre para todos nosotros. ¡Y todo esto antes de empezar la misión que nos había encomendado!

A la mujer le importaba un pimiento que Jacques estuviera consternado, la verdad, pues sus sentimientos siempre serían lo de menos, para eso era un esbirro, pero bueno, esperaba que estuviera tratando de llegar a alguna parte con eso de hacernos partícipes de cómo se sentía. 

Vuestra Señora puso los ojos en blanco, desde luego, parecía que aquel esbirro no sabía habla sin marear la perdiz, pues ya llevaba un rato hablando y todavía no había dicho nada... 

- A este le auguro poco tiempo de vida... - Pensó la mujer aún bastante tranquila para estar rodeada de tanto incompetente. 

Lo que parecieron dos horas después, que vuestra señora hubiera mirado incluso su reloj con aburrimiento, de haber llevado uno, la cosa comenzó a llevar a alguna parte o a alguien, porque se habían parado delante de una tal Fiona, que parecía ser alguna especie de muralla. 

Lo de darle a alguien una paliza con una baguete tenía que tener su encanto, eso había que reconocerlo, aunque antes de que la señora Oscura pudiera decir nada, los otros esbirros no dudaron en contar también sus versiones de aquella historia. 

El primero decía que Fiona no existía, que estaba drogado y por eso la estaba viendo, aunque prefirió obviar lo del beso francés, la verdad. Había que ver qué esbirro tan cotilla si se había parado a presenciar eso. El esbirro achuchable, que no era el gato, corroboró lo que estaba diciendo el otro, que al francés se le había ido la mano consumiendo lo de su camello. 

Eso sí, una nunca espera que su esbirro fuera tan sumamente flojo que con una noche un poco "movidita" tuviera que acabar en una ambulancia. 

Mary Sue puso un poco más d coherencia en esa historia, porque muy extraña tenía que ser esa maría si uno terminaba en el hospital... 

- Jacques... ¿me puedes explicar por qué acabaste todo drogado en un hospital? 

Vuestra ama no tenía demasiado claro que fuera a saberlo si iba tan fatal, pero aún así, quería escuchar su explicación. 

Pronto Jaques estaba dispuesto a continuar, pero de pronto era interrumpido y no solo una vez, sino dos, tres y hasta cuatro veces por esos aberrantes compañeros que, evidentemente, tan aterrados estaban que buscaban desviar toda la historia para hacerlo ver mal. Sin embargo, mientras las interrupciones empezaban a suceder, el ex inspector Jacques Clouseau no tardó en sacar del interior de su gabardina un pizarrón plegable.

Ajag.. Ajag... Ajag... Ajag...

Murmuraba mientras ponía en ese pizarrón los datos que parecían ser importantes para sus compañeros mientras que al final, como respetuoso que solo un francés civilizado podía ser, esperó a que su adorada señora de las tinieblas y oscuridad eterna le hablara para exigir las justas explicaciones de algo que, en realidad, poco tenía que preocuparle... Claro que como buen inspector que era, en el servicio de toda su maldad, él era muy consciente de como la paciencia de su Señora estaba por los bordes, como cuando el queso derretido que se desliza por el borde de una tostada francesa.

Enseguida mi Señoísima, una vez mas me disculpo por mis compañeros porque esta claro que la narración no es lo de ellos ya que sin duda luego de escuchar todo eso, cualquiera quedaría bastante perdido... Pero será todo un placer ordenar los hechos tal como pasaron.

Se apresuró a decir el ex inspector mientras que pronto se acomodó a un costado del pizarrón para señalar primero la enorme bolsa de maría, que la verdad, maría era un nombre bastante corriente habiendo tantos sinónimos mas elegante para tan sofisticada sustancia de recreación dudosa.

Recapitulando... Claramente la Princesa Fiona no era, como mencioné, resultó ser mi contacto disfrazado y con ese mismo disfraz quedó desmayado y como ya no nos era de utilidad ante su incapacidad de despertar, no me quedó mas remedio que usar mi plan B para encontrar a ese estercolero cantante de regetton y para eso, necesité  sustraer de mi contacto una bolsa de considerable tamaño de... "maría". Luego de despedirme con los besos protocolares de mi patria, que como saben no es un beso sino tres besos.

Luego de aclarar un poco su garganta, señaló la plaza.

No voy a negar que mi contacto no ha tenido suerte en su vida, ya quedó visto con lo mal que se veía como Fiona, pero no dejad de ser su local el sitio en donde trabaja y en esa plaza, era un buen lugar para usar esa bolsa de maría para poder atrapar a otro de esos regettoneros y así averiguar en donde se encontraba nuestro objetivo... Aunque tan mala es mi suerte que de pronto sentí que tropezaba y de sentir pasé directamente a tropezar contra uno de esos enormes pinchos y peor fue mi suerte que la bolsa explotó en mi cara y mi afiladísimo olfato terminó por absorber toda la maría que había en su interior.

Manteniéndose tan digno como le era posible, cuando habló de tropezar, no dudó en lanzar una mirada con ojos entrecerrados a la adorable bolita roja y toda mullidita... Pero no se detuvo! Sino que pronto señaló el hospital dibujado con una detallada bandera francesa.

No estaba en mis mejores condiciones y por mas que mis compañeros claramente sabían que sin mi iba a ser imposible dar con nuestra presa de mal gusto, cometieron el error de forzarme a ir al hospital en donde me dieron un buen café con croasant para revivir mis sentidos. Todos sabemos que un inspector como yo y con esta nariz tan afilada, habríamos podido seguir sin interrupción alguna... Pero no todo estaba perdido! Porque cuando salimos de ese hospital ya listos para continuar con la caza, me acordé que a diferencia de los regettoneros, sus representantes tienen un mejor gusto y un lugar de reunión... Era la oportunidad perfecta para dar con su paradero.

Fue cuando hizo una breve pausa mirando a Marie Sue...

Mi señora, a este punto debe admitir que mis fracasados compañeros empiezan a contradecirse como señal de miedo de ser descubiertos... Pero continuaré...

De esa forma y como dijo, el ex inspector Jacques Clouseau continuó con su relato con toda convicción malvadamente heroica.

Si, fuimos a un bar de vinos franceses para encontrarnos con el representante de este intento de cantante, puede que suene raro, pero pronto comprendí que no era tan extraño que un pollo extraño, también de color verde, fuera dicho representante y como ninguno de mis compañeros quiso, tuve que buscar incentivarlo en que me revelara el lugar en donde se encontraba nuestra presa... Fue un duelo de tenacidad y resistencia, no solo debí beber con ese pollo, sino que debimos usar mas María para ablandarlo y aunque eso me llevó de regreso al hospital y otro tropiezo, al final conseguimos la dirección de ese hotel, aunque lo que pasó luego de decir el nombre del hotel al que debíamos ir, no me acuerdo mucho...Solo se una cosa mi señora...

Pausa dramática antes de tirar el pizarrón al suelo y señalar con vehemencia a La Pesadilla Mullida.

Fue en ese momento cuando vi entre las hebras de esa Mullidita Pesadilla un trozo de mis cordones! Como recordará mi malvadácea oscuridad, mi incidente con la maría empezó cuando tropecé y tropecé porque alguien aprovechó un instante para sabotear mi calzado al quitarme los cordones y... Ahí está el culpable! Fue por su culpa que nos atrasamos tanto al sabotear mi brillante investigación! También el culpable de todo lo que pasó en ese hotel!

Y con esas palabras, Jacques se puso nuevamente firme ante su señora esperando ver el resultado de su exposición tan "científicamente y profesionalmente" expuesta.

Después de todo lo que habían soltado el resto de esbirros, Jacques iba a tener que estudiar latín para salir de ese embrollo, pero después de haberle escuchado antes, vuestra señora estaba segura de que algo iba a tener que decir. 

- En eso tengo que darte la razón... - Pensó vuestra ama. - Los gabachos son de lo más besucones. - A lo que claramente, la mujer puso cara de asco, pero no dijo nada al respecto, dejando que el yonki del grupo siguiera exponiendo sus hechos. 

Claro que luego contó aquello de haberse esnifado la maría y bueno, estaba claro que aquel hombre no tenía una nariz, sino más bien una aspiradora. 

- Seguro que la Dyson aspira menos que este hombre... 

Lo de revivir a alguien con un café y un dulce, era algo que se debería hacer diariamente. En esto vuestra ama estaba totalmente de acuerdo, pero no se iba a poner a darle la razón a nadie que luego se subían a la parra y de ahí ya no habría quien los bajara. 

Después de escuchar todo lo que tenía que decir, que parecía que nunca sería poco, la mujer centró su mirada en la pelotilla roja, que más que un esbirro, parecía una pelota anti estrés. 

- ¿Quieres explicarme por qué estabas tratando de volver al hospital con el francés? 

Porque vamos, al final les iban a tener que guardar una habitación si nada más empezar la misión ya habían ido dos veces. 

- ¡Mis esbirros son peores que el pupas! 

*Aaaahhhhh~ como desearía ser estrujado por mi señora cual pelotita antiestr-*!! - la acusación de Jaques me distrajo de mi ensimismamiento fantasioso sacándome de mi burbuja perfecta

- Eh? quien? yo?! Pues para que nos repitiera el nombre del supuesto hotel! Evidentemente! A ver a ver a ver... si Jaques acaba de admitir que ni se acordaba del nombre del hotel al que teníamos que ir!! ¿Cómo se va a acordar de la cantidad de veces que me pisoteó yendo p'alante y p'atrás de la plaza a lo que decía que era un club, que ahora resulta que era un bar de vinos, y de ahí al hospital y de ahí a la supuesta Fiona francesa de los pollos verdes?! Que me estrujen como a una bolita antiestrés si entiendo nada de lo que dice que planeaba este detective narizudo de neuronas quemadas! - digo dando unos cuantos botes cabreado.

-El lioso Jaques estaba tan liado físicamente como suele estarlo verbalmente, y lo noté en cuanto llegamos a la plaza. Sus cordones estaban tan desatados y liados como él!! Después de tropezarse esa primera vez como bien ha dicho, fui corriendo a intentar avisarle, pero como soy una pelota que no le llega ni a la rodilla, y él ya estaba más pallá que pacá. Me pisoteó! una y otra vez! fué vergonzoso! Por mucho que le gritase no me oía entre tanto beso francés - me puse todavía más rojo de rabia si era posible - no veía más abajo de lo que le permitía su enorme nariz!

-Para cuando decidieron llevarle al hospital, había perdido ambos zapatos. Y ya me ve a mi, botando histéricamente intentando avisarles de que no le dejarían entrar descalzo. Porque en la entrada había dos individuos con un cartel enorme promoviendo la asquerosa sanidad de la que tanto presumen los hospitales. No se podía entrar sin sandalias!! Parecían unos HIPPIES promoviendo la buena salud - BUAGJH.... -se me pusieron todas las hebras de punta de la repelús.

-Yo no entiendo de pies, mi grande y adorada malévola de los infiernos. No tengo pies! pero sí entiendo de señales. Y encima después de pisotearme tanto, y por el BIEN DE LA MISIÓN, no pude más que arrastrar sus apestosos zapatos y intentar ponérselos en la entrada del hospital, haciendo que me pisoteara de nuevo y tropezándose otra vez. 

-Pero por el bien de la misión y por el bien de mi señora hubiera dejado que me pisotearan cientos de veces! y si se me tenía que enredar un trozo de cordón de su apestoso zapato, pues es lo que uno tiene que aguantar con tal de cumplir las órdenes recibidas. En vez de irse besuqueando por ahí con franceses - mi mirada de desconfianza absoluta entrecerrando los ojos taladraba a Jaques en la frente.

-Y total para que le dieran una información de la que ni siquiera recuerda, el nombre del susodicho hotel. Menuda pérdida de tiempo! Menudo incompetente! Por suerte yo, que siempre estoy a ras de suelo, al volver del hospital acabé sobre una página de periódico que alguien desechó cual basura... y tan basura que era! era la página con el artículo que hablaba precisamente de ese maldito chillón reaggetonero, que no se le puede llamar ni cantante. Y estaba escrito el nombre del hotel. Así que finalmente pude enseñárselo a todos los demás y meterles prisa para ir cuanto antes! Si no fuese por mí aún estaríamos por ahí en esa plaza viendo como Jaques se parte las narices con todos los palitroques.

Mary Sue permanece atenta a la señora oscura y en cuanto flojea su atención sobre La pesadilla mullida™ toma la palabra.

- Mi ama, esta cosa minúscula tergiversa la historia buscando salvarse de vuestra furia. Pues es bien sabido que no ocurrió como lo cuenta, ya que estuvo bebiendo un licor muy fuerte llamado Mezcal. Y no solo eso, se comió el gusano que había dentro de la botella. ¡Algo asqueroso!

La razón para volver al hospital es que la "fiera" también estaba malita. Pero por consumir bebidas de alta graduación en horas de trabajo. ¡Que desperdicio de sicario! Mientras nosotros estábamos trabajando para completar la misión aquí la cosa pequeña esta estaba de fiesta. Que no vea la factura del hospital a lo que subió, y encima lo cargo todo a su cuenta.

La mujer se podía imaginar sin esfuerzo una escena entre el francés y la bola antiestrés, con la música de Benny Hill en la que el hombre intenta pisar a la bola, se cae, se vuelve a levantar... Sí, definitivamente, entre aquellos dos podían haber montado un buen show. 

Entre hoteles y hospitales, la mujer estaba pensando en que quizás lo más sencillo sería acabar con vuestro sufrimiento, regalándoos un ataúd con encanto del que no pudierais salir... 

En el momento en el que la mente de vuestra ama se estaba yendo, la voz de Mary Sue, la hizo volver al presente. 

- ¿Qué es eso de irte de fiesta y comer gusanos? ¿Tenéis algún tipo de fetiche con los hospitales? 

Claramente la mujer se cruzó de brazos mirando a la pelusilla esa, esperando que su respuesta la gustase o pensaba depilarla. 

Mary Sue se estaba intentando pasar de lista intentando escurrir el bulto de sus propios errores... en contra mía!!

-Si fuiste tú quien salió con un montón de botellas de aquél supuesto club de bar de vinos frente a la plaza de los palitroques! ...tras tanto pisotón le pedí que me diera algo para recuperarme, durante la pausa-café-croasant de Jaques. Ni corta ni perezosa Mary Sue me lanzó aquella botella de Mezcal tras notar el gusano dentro! como bien acaba de decir le dio mucho asco... - la señalé con mi puntiaguda cola en forma de flecha.

-...pero cuando yo lo vi... era un GUSANO ROJO DE PUNISHER!!!  De PUNISHER!! Mi señora! - recalqué con vital importancia golpeando el suelo con mi cola a modo de látigo - un potenciador energético brutal digno de un manjar de las criaturas no-humanoides del infierno! Bastaba con sacarlo de la botella para volverme mucho más fuerte y poder asfixiar a ese cantante de pacotilla en cuanto le viera. Pero la boca de la botella era tan estrecha que acabé atragantándome con casi todo el licor, y cuando casi tenía al Energético Mangar Gusanoide... La muy burra de Mary Sue me alzó de la cola y me dijo que estaba "enfermo". Sólo estaba empapado de licor!! Y el gusano escapó! - dije con un lamento. 

-Y ya le aseguro mi dueña que no me llevaron al hospital. ¿cómo iba a llevarme a un hospital? si ni siquiera soy una persona! ME LLEVÓ AL VETERINARIO DE ENFRENTE!! ¿en qué clase de Hospital tratan bolas de pelos??! INCONGRUENTE! Mary Sue debía estar tan borracha como Jaques drogado, pues pasó olímpicamente de la información que encontré en la página del periódico y me dejó allí tirado, en un veterinario rodeado de animalejos asquerosos - y ahí sonreí maliciosamente.

-Y entonces usé todas mis habilidades... acojoné a todos los animales de la sala de espera creando un caos descomunal en el veterinario. Debía haberlo visto mi señora! Mordiscos y animales volando por doquier. Destruí todo el local hasta que escapé de allí. Y cuando el dependiente le gritó a Mary Sue que quién iba a pagar todos esos daños, yo le grité que AL INFIERNO CON ÉL!... El infierno nunca paga!! si eso es lo que Mary Sue interpreta de "que la factura era a su cuenta" es que no entiende de contabilidad. - dije con obvia mezquindad.

-Salí corriendo de allí cual delincuente bien educado. Rompiendo cristales! Lo que no entendí es porqué Mary Sue salió detrás mío cargada de bolsas de galletitas para mascotas. ¿Acaso es una cleptómana?? primero botellas y luego golosinas para perros! Me parece mi señora que Mary Sue no tenía para nada presente la misión y no hacía más que robar para saciar su cleptomanía! ...yo no paraba de insistir que teníamos que ir al hotel que salía en el periódico! Nuestra única pista. Y era ignorado!! pisoteado, e ignorado! - era indignante!

Así que resultaba que aquel gusano iba a tener una utilidad. ¡Quién se lo habría imaginado! De todas formas, así pensando en cómo sería, seguro que aquel gusano molaba. 

- Me tengo que echar uno de esos para mi colección... 

Claro que parecía que el juguete para gatos aún tenía más cosas que decir. 

A la mujer no le costó mucho imaginarse el pollo que se debía haber montado en aquel veterinario, pero bueno, como ella sí que no lo iba a pagar, que le mandaran la factura al que quisiera. Eso sí, parecía que Mary Sue también había andado algo empanada con tanto alboroto. 

Vuestra señora no entendió muy bien para qué ibais a necesitar las galletas para perros, pero igual resultaba que la única fémina del grupo, a falta de saber lo que era aquel gato negro que había por allí, había tenido alguna especie de idea o de revelación con tanto animal asustado por la zona. 

- Mary Sue ¿para qué eran aquellas galletas? 

Así, la señora oscura se quedó mirando a la mujer y pensando en que con ese gorro podía hacer que corriera y no fallaría una tirada con su tirachinas...

Mary Sue suspiraba con resignación al escuchar como la cosa mínima que tenían por compañero seguí mintiendo y diciendo barbaridades. Y no solo habría provocado que se saltaran el turno de Marianus Rajuelo, que era el siguiente en la cadena para ser acusado, para fijar la atención de la señora oscura en ella. Pero así es la vida, injusta y cruel.

- Mi ama, me temo que este grupo disfuncional no hizo más que dar palos de ciego sin saber que hacer. Pero yo no, mi ama, yo sabía que ese odioso regattonero que tanto os disgusta tiene un perrito precioso que debe sacar a pasear, debe llevarlo a la peluquería canina y necesitaba una excusa para acceder al lugar. Así fue como accedí a la ficha del cliente con su ubicación, y de paso me hice con algunas de esas galletas que tanto le encantan a los chuchos por si nos hacían falta. Y todo eso no habría sido posible sin los conocimientos de los trillizos, esos tipos que parecen bebes gigantes pero que se pasan el día viendo la televisión. Fueron ellos los que me dieron la idea de como localizar al chucho, y de paso a su dueño. Tal y como usted me ha enseñado, mi ama.

Miauuuuuuuuuuuu

(Pausa para lamerse las partes)

Nuestra Karen, digo... nuestra Mary Sue, no se detuvo a hablar con los tres trillizos para sacar algún tipo de información de esos tipos, que parecían salidos de un catalogo de juguetes rotos con los que ya no juegan ni los perros chicos. Y he visto perros comer auténtica basura. Además, huelen mal.

Mientras ideó su mentira... brrrrr... robó unas galletas, pero no por qué fueran más útiles en el futuro, sino para comerlas embobada mientras observaba a un tipo raro. Un hombre que pedía limosna en una calle, vestido de calabaza. Muaiuuuuu... Si se puede decir que estaba vestido. Le aseguro su Gran Malignidad que daba vergüenza, aunque eso no parecía importarle a Karen. ¿Quizás se veía atraída por tal individuo?

Eso nos distrajo de nuestro cometido por encontrar el paradero del reguetonero y su perrito, al que me encantaría darle un afilada sorpresa.