Partida Rol por web

Ladeó la cabeza algo sorprendida por ver algas o algo parecido en ese sitio. Había oído hablar de esos "árboles" que crecían en la superficie, pero eso parecía muy pequeño para tratarse de lo mismo. Pero poco importó cuando llegaron a otra caja de metal, pero mucho menos cerrada que la otra. Mientras se sentaba abrió los ojos como platos y luego arrugó el gesto con odio al oír hablar de la humana monstruo de pelo azul. Dejó que Orien hablara y asintió con gesto grave. 

- Intenté impedírselo, pero no me escuchó. Dijo que lo mantendría en secreto... Pero está claro que mentía. Lo siento. - bajó la cabeza, esta vez dirigiéndose a Orien. Luego volvió a mirar a Carlo, sumándose a lo dicho por Orien. Es posible que incluso nos sea útil este humano... - Por lo menos saber qué ha hecho con él. Y cuántos humanos más hay metidos en esto y si piensan ir a pescar a más de nosotros... 

Suspiró, llevándose la mano a la frente, mientras con la otra se agarraba dónde podía durante el viaje. Tendría que haberla matado, aunque me ganase el odio de Azariel. Aunque él intentase hacerme lo mismo.

Carlo os conduce fuera de la playa hasta el final del paseo marítimo donde hay un aparcamiento con multitud de vehículos de todos los estilos.El joven se dirige hacia uno que sorprende a Azariel pues parece incompleto ya que los agujeros que tiene indican que puedes caerte por los lados en cualquier momento.Se trata de un 4X4 y el tritón se sobresalta cuando Carlo presiona algo que lleva en las manos y un repentino pitido que suena dos veces a la par que unas luces se encienden en el vehículo aparcado un poco más adelante como por arte de magia.

Una vez os acomodáis en el coche el chico arranca y conduce con rapidez hasta adentrarse en una carretera con curvas que parece conocer bastante bien aunque la velocidad a la que va os hace temer por vuestra vida y en más de una ocasión tenéis que sujetaros para no caer de lado sobre los asientos.El viento que silba alrededor vuestra hace casi imposible mantener una conversación y la fina lluvia que no ha parado os deja empapados cuando llegáis al bello interior de la isla,el centro de Capri.

El hogar de Carlo es una lujosa casa en el centro de Capri de una sola planta y con todas las comodidades actuales,un pequeño camino empedrado y flanqueado por césped conduce hasta la puerta de la construcción.Accedeis a una confortable sala donde el calor os recibe haciendoos sentir inmediatamente mejor.Fuera la lluvia golpea los cristales y el chicor se acerca a bajar un poco las persianas a la par que cierra las cortinas.El buen gusto en la decoración y los pequeños detalles personales diseminados por las estancias hacen del lugar un sitio confortable que invita a relajarse mientras mantienes una agradable conversación.Fotos de Carlo con una mujer mayor que él pero muy parecido os indican que se trata de un familiar,probablemente su madre

-"Pasad y poneros cómodos,por favor"-dice Carlo mostrando un amplio salón decorado en blanco y madera de buena calidad.Señala el sofá cuyos asientos parecen increíblemente cómodos-"Sentaros y prepararé algo rápido ¿qué queréis beber?"-

Tuvo que pedir ayuda a Ligeia para subirse a aquel cacharro, sobretodo porque no comprendia como se hacia, pero antes inspeccionó la carroceria con extrema curiosidad. Una vez en marcha sintió ese pellizco de miedo que pronto se transformó en adrenalina pura y dura. Conocia la velocidad debajo del agua, pero aquello era... el viento y la lluvia les golpeaba con fuerza y la sensación de vértigo era.... abrumadora y liberadora a la vez.

Rió con ganas cuando cayó contra el asiento y sobre la joven que habia trastocado todo su mundo. La rápidez a la que iban no le permitió decirle nada, pero no hacia falta. Sus ojos al mirarla hablaban por si solos.

Cuando se bajaron, sus manos peinaron los cabellos de ella para acabar con ambas manos abarcando su rostro antes de besarla. Un beso profundo e intenso. Luego siguió al tal Carlo al interior, aunque sentia que todo se tambaleaba un poquito, quizás por el cambio de ir de cuatro ruedas a dos piernas.

De nuevo se puso a curiosear. Cogió el marco de fotos y se lo acercó para olerlo. Luego observó la imagen antes de devolverla a su sitio y mirar al joven

- Agua - ¿que otra cosa podia beber? Recordaba que en casa de Ligeia bebian café y luego estaba esa bebida amarilla del bar que no recordaba su nombre... pero mejor tomar algo que su cuerpo tolerase o acabaria por morir de hambre en la superficie. - Yo ir contigo - dijo sonriendo, pero en su interior pensaba que era mejor no perderle de vista. Aún seguía desconfiando de él. La marcha de su hermana tan de repente le habia generado más dudas.

Tan pronto me subo al jeep las alas de Poe aterrizan sobre la rueda trasera del aparato, sabe que me marcho y no va a perderme otra vez, como cuando me sumergí, con la lluvia no puede volar tan bien, así que nos acompañará como un copiloto más. Sonrío, abro los labios para decirle algo pero Azariel se me cae encima subiendo.

Me echo a reír divertida mientras mi sirenito curiosea insaciable todo lo que hay en nuestro transporte. Lo sujeto de la mano mientras entusiasmado disfruta de la velocidad, feliz, henchido de adrenalina.

Cuando bajamos rebosa tanta alegría, está tan ebrio de novedad, de descubrimiento, de vida, que me besa los labios con pasión. Jamás he visto a nadie disfrutar tanto de la vida como lo hace él. Sobra decir que las muestras de afecto en público me siguen produciendo vergüenza, nadie jamás habría estado orgulloso, o contento, de mostrarse a mi lado como lo hace él. Correspondo el beso con vívido entusiasmo y los mofletes ruborizados como nunca.

- Yo quiero cerve, si tienes.

Sujeto la mano del tritón antes de que siga a Carlo, y lo acerco a mí, pegando su torso al mío mientras Carlo se marcha a buscar algo de comida.

- Es un buen hombre cuidó de mí cuando estaba triste, puedes confiar en él – murmuro con ternura, subiendo mi mano por su torso hasta llegar a su nuca, mirándolo a los ojos – me alegra haberte visto mejor con tu hermano ¿todo solucionado?

No estaba demasiado convencido de que el tal Carlo fuera de fiar, pero si ella lo creia así.... Percibió su movimiento de acercamiento y vió su mano ascender por su pecho y alzó una ceja con picardia mientras sus manos se posaban en sus caderas de forma posesiva. Su sonrisa traviesa se difuminó ligeramente al preguntarle por Orien

- Todo no creer, pero... - se encogió de hombros mientras posaba otro  beso sobre los labios de la joven, intentando controlar sus más bajos instintos que parecian aflorar con la cercania de sus cuerpos. - El creer que yo tener culpa de todo. Incluso que madre enfadar con él -

Minutos más tarde Carlo vuelve con una bandeja con un par de cervezas y agua para Azariel.Sin decir nada la deja en la mesa y se va para volver poco después con otra bandeja y platos.Sándwiches,empanada y patatas hacen que vuestros estómagos os recuerden que no habéis comido nada en horas

-"Adelante"-os ofrece mientras él también se sirve-"Mi madre no tardará en llegar y le alegrará conoceros,sobre todo a ti que eres hermano de Orien"-dice el muchacho echándose la cerveza en un vaso

Y cada vez que me mira, cada vez que me toca, mi cuerpo vibra, llamándole con impaciencia. Sus manos se apoyan en mi cadera atrayéndome hacia él, sus labios abrazan los míos, correspondo el beso mientras mis manos suben hasta su nuca y mis talones se alzan del suelo.

Habla y yo termino abrazándole con tranquilidad, en ello estaba cuando Carlo vuelve de la cocina. Me separo de Az no con brusquedad pero sí con cierta vergüenza.

- ¿Qué es eso que dijo Orien que era importante? – pregunto con curiosidad bebiendo directamente del botellín de cerveza.

Ella se apartó dejando en evidencia sus efectos sobre él, pero él no parecia incómodo ni avergonzado. Si se notaba extremadamente cuiroso con los nuevos alimentos que habia traido el joven.

Cogió el agua de la mesa y aunque ya habia visto como los humanos bebian de aquel tipo de recipiente, no era tan fácil, al menos no para hacerlo con la misma naturalidad que ellos. Degustó el liquido en su boca pero... no sabia a nada. ¿Y el sabor salado? La boca de Ligeia sabia mil veces mejor que aquello.

Se acuclilló delante de la mesa, quedando sus musculas piernas marcadas contra la tela del pantalon y con ambas manos aferradas a borde del mueble, mientras inspeccionaba la comida e intentaba captar los olores que desprendian. - ¿Tu madre venir? Yo pensar que ser tú quien contar cosa importante - dijo girando el rostro unos segundos para mirar a Carlo con gesto desconfiado y nada disimulado. Se incorporó con lentitud para esperar la respuesta de aquel hombre.

El joven no hace ningún gesto de sorpresa al encontraros abrazados y fundidos en un beso en el salón,se limita a tomar asiento y beber un poco de su cerveza.Observa a Azariel con curiosidad cuando éste se agacha para mirar la comida y aunque el tritón muestra su falta de confianza Carlo no parece en absoluto temeroso de él.Vuestras preguntas hacen que se encoja de hombros y mire el reloj que tiene en la muñeca

-"Tu hermano te dijo que yo tenía algo importante que contarte porque era yo el que estaba allí pero en realidad esta historia pertenece a mi madre más que a mi pero supongo que no pasa nada por ir adelantando algo ¿verdad?"-pega un buen trago de su vaso evidenciando que ahora sí se encuentra algo nervioso pero sin previo aviso suelta la bomba-"Sé lo que eres,lo que es tu hermano y lo que es Amelia,la otra que estaba con él y lo sé porque en cierto modo yo también lo soy,por mi sangre corre parte de la vuestra lo mismo que por la de mi madre"-se calla y mira a Azariel dejando que las palabras penetren en la mente del tritón y las entienda a la perfección

Amelia, aquella era la sirena que había sido tan capciosa… que… ¿Qué? Espera ¿qué ha dicho? Me quedo cariacontecida mirándole, luego miro a Azariel. Me quedo sentada en el sofá sin decir nada, me llevo la botella a los labios y apuro mi cerveza.

Ha dicho que es una historia de su madre y que está en su sangre, que corre parte de… solo parte ¿? ¿y la otra mitad? ¿Humana? Un momento. Vale… necesito… pensar… un momento… ¿Eso… puede pasar? Claro que puede pasar, Azariel contó la historia en el salón hace días, pero era una leyenda ¿no?

Luego abro mucho los ojos pensativa, ehm… ¿Cuántas veces han sido? Una, dos… ¿tres? En ninguna hemos usado… Qué tonterías.

- ¿Por qué dices en parte?

Tengo que hacerme con un test de esos. Venga, no me jodas. Estoy pensando tonterías, como siempre. Querida mente ¿puedes dejarme en paz un momentito? 

Totalmente incorporado su postura era clara y evidente. La de aquel que espera cualquiera cosa, preparado para reaccionar de forma rápida ante lo que fuera.... salvo aquello.

Su pecho subia y bajaba despacio, remarcando la ropa prestada mientras su rostros denotaba la confusión de todo aquello. ¿Sería que no entendia bien al humano? Si. Si lo entendia perfectamente. Miró a Ligeia, luego al humano otra vez.

- Eso ser prohibido.  - musitó como si sintiera que podría romper el ya frágil equilibrio del momento - Yo pensar que ser primero en... romper  reglas.- dió un paso en dirección a él, quizás más brusco de lo que pretendia, pero antes miró de reojo a la joven que estaba sentada, tan bonita como el mismo amanecer que habia contemplado a escondidas desde pequeño

- ¿Quien ser tu padre? ¿Alguien más saber esto? - preguntó preocupado con un tono algo más alto. Quizás alguien sabía aquello y por eso habia iniciado la guerra. Porque cada vez era más evidente que el ataque a los humanos era para promover algo mucho mayor.

El chico miró a Ligeia pero no respondió a lo obvio ya que Azariel sí parecía haberlo entendido y con eso le bastaba.Sus ojos volaron hacia Azariel para evitar cualquier ataque que éste intentara hacerle si es que pasaba algo así,claro

-"No está prohibido puesto que ya ha sucedido otras veces.Respecto a mi padre...en realidad mi padre era humano y murió hace ya unos años y sin saber nada de este tema pues mi madre nunca quiso revelárselo a nadie por si pasaba algo irreparable"-cogió la cerveza y dio un largo trago antes de seguir-"Yo apenas poseo una pequeña parte de vuestra sangre,es mi madre la que fue hija de uno de los vuestros y uno de los míos así que tendrás que esperar a que ella llegue si quieres respuestas"- 

Ligeia escucha en silencio mientras bebe.

El tritón no compartia la opinión del humano. Que hubiera sucedido antes no significaba que no estuviera prohibido, sino que los que lo habian hecho lo habian ocultado bien. Si el pariente que mencionaba el chico era un tritón, sin duda lo habria tenido muy fácil. Si era sirena.... bueno, tampoco era imposible.

- Entiendo - Le dijo ante sus palabras. Tendrian que esperar. Su mirada se desplazó hacia Ligeia, la cual permanecia callada. Como para no estarlo. Se colocó a su lado y le rodeó los hombros con un brazo para pegarla a su costado. Algo en su interior bullia pero no sabia como verbalizarlo. Muchas emociones en tan pocos dias.

No sabia si todo aquello tendria que ver con los ataques a los humanos ¿podria ser?

No pasa mucho tiempo cuando la puerta se abre y entra una mujer alta con el pelo corto que enmarca un atractivo rostro de mujer madura.Viste una falda larga y su torso se cubre con un jersey oscuro de cuello de cisne y una corta chaqueta marrón que no oculta varios collares largos que cuelgan de su cuello

-"Oh, hola"-exclama al girarse tras cerrar la puerta y veros en el salón.Su mirada interroga a Carlo el cual hace un gesto tranquilizador hacia la mujer-"¿Y Orien y Amelia,se fueron ya?"-un tinte de decepción se filtra en el tono de la mujer al sentarse en el brazo del sillón junto a Carlo

-"Mamma,ellos son Azariel y Ligeia...Azariel es hermano de Orien y Ligeia es una amiga suya.Humana"-remarca para que su madre le entienda-"Ella es Meredith,mi madre.Les he explicado por encima la situación ya que Orien consideró oportuno que lo hiciera pero he pensado que tú querrías ser la que les dijera todo desde el principio pues Azariel opina que nuestra existencia está prohibida"-

Meredith mira a Azariel detenidamente y sonríe antes de comenzar a hablar en el idioma de él

-"Entiendo tu confusión pero créeme,soy hija de un tritón y una humana.Hace años ambos se enamoraron perdidamente y él abandonó todo para vivir aquí en la tierra junto a ella.De su unión nací yo...pero si te parece hablemos mi idioma para que tu amiga no se sienta excluida y te diré lo que quieras saber"-sugiere con amabilidad ella

Ahora ya estaba preparado para recibir la confirmación de aquello que les habia anticipado el tal Carlo.

- No pensar yo. Ser realidad. Antes humano no poder  siquiera conocer existencia nuestra - sus dedos apretaron con suavidad el brazo de Ligeia, como si necesitara confirmar que seguía allí, a su lado, a pesar de su silencio - ahora algo obligar a salir a la superficie - su pecho subió y bajó ante su profunda respiración sin confiar del todo en aquellas personas

Escuchó a la madre del humano y asintió. Si, queria que Ligeia se enterara de todo. Lo merecia por haberse entregado al mar como lo hizo, por seguirle donde él fuera... por ser ella.

- Ahora tu decir que no ser prohibido, pero tu progenitor tener que renunciar a su mundo.. - justo como habia hecho él por estar con su humana de pelo azul. - ¿Como llamar él? ¿quienes más conocer esto ?¿La reina saber ? - ¿sabria su madre aquello?