Partida Rol por web

Capri es tan bella como se cuenta.Lo principal de la isla son el puerto pequeño,llamado Marina Piccola,el Belvedere de Tragara,que es un paseo sembrado de villas,los Fraglioni,que son macizos calizos que destacan del mar,Anacapri que es una comuna ubicada a baja altura sobre las colinas al oeste de la ciudad de Capri,la Gruta Azul y las ruinas de las villas romanas

La ciudad de Capri es el principal centro de la población de la isla y tiene dos puertos contiguos,Marina Piccola y Marina Grande,el principal puerto de la isla y donde atracan los grandes barcos

La piazzeta central de Capri está llena de tiendas lujosas,restaurantes caros y paparazi a la caza de famosos.La isla dispone de servicios frecuentes de transbordador e hidroala con Nápoles y Sorrento,además de otras muchas conexiones por barco con los puertos del golfo de Nápoles y la península Sorrentina.Los barcos visitan Marina Grande,desde la que se puede acceder mediante funicular a la ciudad de Capri

Tras una larga mañana cubriendo un aburrido reportaje sobre el turismo de la tercera edad en Capri por fin terminas y sales del pequeño periódico en el que trabajas,la cámara que siempre te acompaña colgada de tu cuello y un bolígrafo olvidado en la oreja mientras silbas una alegre melodía que solías tararear junto a tu abuelo en aquellas tardes en las que esperabais a su sirena

El cielo está gris y mientras te diriges a tu pequeño utilitario una fina lluvia comienza a caer pero no te importas,todas las tardes te acercas a la playa o a las calas donde hay más rocas para intentar,de manera infructuosa,atraer a uno de aquellos mitológicos seres que tu abuelo aseguró ver.Hoy además estás más contento de lo habitual pues el día anterior conociste a una interesante fotógrafa con la que mantuviste una animada conversación.La mujer podría ser tu madre pero te divertiste tanto con ella que habéis vuelto a quedar esa tarde sobre las 18:30 en el Paseo Marítimo para ver vuestros respectivos trabajos y seguir conversando ante una buena taza de café

Al salir del periódico solté un pesado suspiro, el trabajo había sido de lo más pesado y aburrido, eso sumado a mis ganas por que el tiempo corriese hasta las 18:30h para volver a reunirme con aquella mujer había hecho de aquella mañana una pesadilla, pero por suerte ya se había acabado así que pronto dibujé una sonrisa sin ningún esfuerzo ¡ni siquiera la lluvia podía turbar mi estado de ánimo ahora! a no ser que... 

Miré el teléfono solo para asegurarme de no haber recibido algún mensaje cancelando la quedada y al no verlo sentí unas irrefrenables ganas de dar un pequeño saltito de júbilo mientras andaba, avanzando hacia mi destino.

"¡Destino: Paseo Marítimo!" - dije para mí mismo.