Partida Rol por web

Saludos, Xylor. Respondo con voz queda, neutra y deliberadamente descargada de emoción. Los desconocidos poderes de los ancianos violando mi libre albedrío, pisoteando la confianza que 'dicen' tenían en mi.
Ha sido precipitado e imprudente llamarme así, Antiguo. Ahora mi contacto humano sospechará de mi fingida inocencia y, por qué no, quizás le llame la atención que podamos comunicarnos de manera indetectable para ellos. Los humanos son peligrosos, numerosos y disponen de artilugios que ni imaginamos y enseñarles cualquier carta, por pequeña que sea, podría suponer nuestra aniquilación.
Mi voz es gélida ahora, un témpano de raciona indignación que recubre un invisible núcleo de anhelos insatisfechos y lujuriosos pensamientos.
Antes de que Xylor replique, añado rápidamente, contestando a su pregunta inicial
Sí, en efecto, hemos decidido hacernos pasar por humanos para determinar si las acciones humanas son una verdadera amenaza.
Esgrimo ahora una media sonrisa a mi vez, esperando la tormentosa respuesta del anciano.
Ya os dije que podríais confiar en mí

Tu tono,nunca antes usado por una joven sirena para dirigirse a un Anciano hace que Xylor estreche los ojos de manera peligrosa y que su cuerpo se enderece.Una amenaza invisible pero palpable parece hacer más pesado el aire que os rodea e incluso hasta el agua te parece densa a tu alrededor

-"Cuidado con tu forma de hablar,no olvides que soy muy superior a ti y me debes respeto.Ningún humano ha oído mi llamada por lo que si se han dado cuenta de algo habrá sido por tu estupidez al mostrar lo que no debías"-responde el hombre con la misma frialdad que tú has usado-"Dices que tienes un contacto ahí arriba,bien ¿has averiguado algo de utilidad o aún seguimos igual que cuando se os encomendó esta misión?"-

El lejano rumor de las olas rompiendo en el exterior, las débiles y frescas corrientes de aire que se filtraban por ocultos resquicios en las calcáreas rocas, la pacífica y tenue luz que penetra en la caverna y la cosquilleante sensación de las gotas que caen de mi mojado cabello sobre la curva de mi mejilla. Todo se para en seco cuando el antiguo muestra su orgullo herido, sustituido todo ello por opresivo silencio, aire enrarecido y el lento ascender del miedo atenazando mi garganta.

Tras unos segundos interminables, bajo mi mirada en signo de respeto. En mi interior, me pregunto si el anciano sólo se quedó en las formas y no en el fondo de mi crítica y confirmo ligeramente decepcionada que poder y orgullo son inseparables.
Disculpadme, Xylor, venerable anciano. Contesto suavemente con un débil esbozo de sonrisa. He sido ciertamente torpe al haberme sorprendido y alterado al verme llamada de manera irresistible hasta esta gruta.
Miro al luminoso techo de cuarzo, mis ojos brillantes otra vez.
Mi contacto.. solo necesito un poco de tiempo más.
Vuelvo la cabeza, mirando a los ojos a Xylor, buscando respuestas a preguntas todavía no pronunciadas.
Es uno de los tripulantes del barco que trajeron. El será mío, mi escudo..y yo el tridente que hará que los hombres no vuelvan a manchar estás aguas con sus impurezas.
Sigo mirando al anciano, buscando reacciones, gestos, ligeros ademanes al escuchar mis palabras.
Aquello que sea que haya estado atacando a los hombres, mordiendo y asustando a los pescadores es posible que sea de los nuestros. Ruego a los ancianos que investiguen tal posibilidad, un intento tan torpe y descuidado que lo único que ha conseguido es atraer la atención sobre nosotros.

Sus ojos siguen clavados unos segundos más en ti como si quisiera penetrar tus pensamientos y averiguar la sinceridad en tus palabras.No sabes si ha creído en tus palabras o no pero su gesto vuelve a ser sereno e incluso se permite una pequeña sonrisa mientras coloca uno de tus rizos tras tu oreja

"Está bien,pequeña Eressëa,será así.Te daré un poco más de tiempo para que consigas de ese humano y de otros lo que necesitamos pero recuerda que sus vidas no son importantes,sólo las nuestras"-se acerca a ti tanto que vuestras narices casi se rozan-"Esa posibilidad la tenemos muy presente y he de advertirte del peligro pues creemos que la Bruja de los Mares es la causante de todo este desbarajuste.Si la encontráis,si dais con ella ¡matadla!No dejéis que os obnubile con sus bellas y traicioneras palabras pues es un ser retorcido y malvado al que poco le importa su especie pues sus ansias de venganza contra los humanos son mayores que su amor o lo que queda de él por nuestra especia.Si llevamos razón en esto y ella es la culpable su muerte será el fin de la incipiente guerra contra esos humanos"-coge tu cara entre sus manos y te da un beso en la frente antes de soltarte y alejarse de ti-"Vete ya,Eressëa y consigue esa información o la muerte de esa sirena traidora.Cualquiera de esas cosas te convertirá en una heroína entre los nuestros"-dice con pasión

La reacción de Xylor la pilló algo por sorpresa, pero no demasiado pues, desde el primer momento, Eressëa se había preguntado por qué ellos.  Los ancianos sabían quien o qué era el causante de esta situación con los humanos..y el grupo que habían lanzado a la superficie, ella inclusive, a investigar, era un señuelo, un cebo, para forzar a actuar a la Bruja.

Sin embargo, Bruja involucrada o no, la situación con los humanos estaba en el borde del abismo. Envenenadas las aguas, mutilados por hélices o aplastados por redes, los humanos bien podrían acabar con ellos sin siquiera proponérselo.  Para destruir a los humanos, la Bruja debía controlar a los humanos adecuados.  Eneas sabría qué hacer con la Bruja, adelantarse a sus planes y meterse dentro de su mente...siempre que lo que había contado Xylor fuese cierto.  Tenía bastantes dudas

Eressëa nadaba de vuelta, sin recordar siquiera haberse puesto en movimiento.  Tal era el poder de Xylor que podía hacerla ir y venir sin que su propia mente se viese involucrada.  Por un segundo, se puso en el lugar de los hombres que los suyos habían hechizado a lo largo de los años.  
 

La luz del sol se filtraba rojiza hasta las aguas donde nadaba la esbelta sirena.  El ya reconocible estruendo mecánico del barco en el que habían venido, retumbaba a través de las aguas.   En unos minutos estaría allí..

Marc

La risa de Lua te acompaña aún un buen rato mientras nadas con rapidez para coger tu tritón y dirigirte a la Gruta Azul donde Xiomara os mostró sus "tesoros" humanos y lo que allí hacía con ellos

Una vez en la cueva escondes el tridente lo mejor que puedes y te diriges hacia el exterior en dirección a los espigones más alejados de la playa humana para poder hacer el cambio sin que ningún dos piernas te descubra