Partida Rol por web

Sonrío imaginándolo caminar, y sobre todo, imaginando su curiosidad por todas las cosas que abarquen su campo de visión. Va a ser divertido esto.

- Solo no, conmigo.

Lo ayudo a recolocarme la falda, me dejo guiar y cuando empieza de nuevo a coger cosas, yo me pongo el tanga, por las medias ya no se puede hacer nada, están rotas, pero bueno, en realidad da igual, me pondré otra cosa cuando lleguemos arriba.

- Estos son unos cascos para escuchar música – mi móvil estaba en la mochila cuando salté, así que es imposible enseñarle como funciona, habrá quedado inservible – y esto es dinero con el que comprar cosas, quizás nos sirva para algo – río divertida, creo que no me va a entender, pero – el resto no… necesitaremos ropa para ti – me señalo mi ropa – tela, uy, espera, el bañador ¿dónde lo hemos dejado?

Con el furor uterino que me ha dado, he soltado el bañador ¿dónde está? Lo miro de nuevo y veo lo que hace con la diadema. Con todo mi cariño la cojo y me la pongo en el pelo para que vea donde va, luego se la devuelvo.

- Música - sonrio ilusionado antes de arrugar el ceño - ¿Porque no escuchar con oidos? - miro los cascos mientras tarareo una canción. Es algo que me encanta, cantar, pero no uso mi don, sino que lo hago como cuando hay una celebración en casa.

- Ropa. Si. Necesitar arriba - corroboro como si hiciera falta hacerlo mientras recojo el objeto que me devuelve Ligeia y tras ver como funciona me lo pongo yo. Aprieta un poco detrás de las orejas pero sonrio contento al saber ya donde va y la ayudo a buscar.

- ¡Bañador aqui! - alzo la prenda triunfal y busco aquello donde meti mi camara.

- Porque a veces no es directo, es algo grabado que puedes escuchar después todas las veces que quieras.

Veo como se pone la diadema, sonrío y la vuelvo a coger de su pelo cuando se para de nuevo.

- Es para sujetar el pelo y que no moleste en la cara, - me la pongo otra vez - ¿Ves? tú no tienes el pelo largo, no la necesitas, pero si quieres ponértela....

Me encojo de hombros, estaría guapo con cualquier cosa que de pusiera en realidad. Me quito la mochila de la espalda y la abro para dejar ahí dentro en bañador.

No puedo evitar sonreir como un tonto cuando veo como me lo quita de la cabeza y se la pone ella. Está tan hermosa... Guarda el bañador en su mochila y me acerco para cogerla de la mano y hacerla girar sobre si misma antes de pegarla contra mi y cantarle al oido

Me aparto con suavidad - Pensar en esperar a ser de noche para subir. ¿Bien? - Quería conocer su opinión  pues a lo mejor para ella era muy tarde. De repente me asaltó un pensamiento - Otros humanos preocupados. Si no encontrar quizas enfadar - mi ceño se arruga molesto por no haberme acordado de aquello. Habia hablado con los demás de devolverla a la superficie para evitar que su gente se enfadara al no encontrarla pero habia sido egoista y la habia llevado allí sin importarle el resto del mundo

Guardamos su bañador en la mochila mientras yo lo contemplo, el tirón de mano me pilla desprevenida cuando volví a aponerme la mochila cerrada, pero desde luego cuando me canta me sumerge más en el sueño en el que parezco estar inmersa.

Mis manos se sujetan a sus hombros, a su cuello, haciendo pequeños círculos enredados entre mechones de su pelo. El regalo de su voz, susurrándome al oído melódicamente cosas que no alcanzo a entender es tan hermoso que me eriza toda la piel, vuelvo a sujetar mis piernas a él, acariciando sus escamas con los deditos de los pies.

- Eres un sueño hecho realidad, sirenito – susurro besando su frente.

Se aparta, parece preocupado, niego levemente con la cabeza quitándole importancia. En realidad el resto del mundo en este momento me importa muy poco, había medio olvidado por qué estamos aquí.

- No creo que se hayan dado cuenta de que falto yo. Aun así, quizás sí sea más prudente subir de noche. Apuesto a que tienes ganas de saber lo que es caminar…

Miro hacia arriba, no sé muy bien qué hora es, de hecho estamos bajo techo, aun así parece que nos queda algo de tiempo, lo abrazo por detrás, feliz, apoyando mi mechilla en su espalda, yo también quiero cantarte, aunque ahora mismo no me sé la letra de ninguna canción, pero sí recuerdo una melodía. No es muy alegre pero es la única que me sé.

Mi mirada se vuelve ligeramente soñadora cuando menciona lo de caminar - Necesitar estar fuera del agua para probar. Pero poder aguantar ganas - espero haber sonado convencido

La veo colocarse detrás de mi y la siento contra mi espalda, envolviendome con sus brazos. Recorro sus dedos con los mios mientras ella me canta al oido y cierro los ojos. No se porque aquella canción me recuerda a madre. ¿Qué pensará cuando sepa que me he marchado? Creo que ella me conoce mejor que yo mismo y sabe que necesito hacer esto. Y encima la he conocido a ella... No, no puedo volver a mi vida de antes. Al menos no de momento.

- Contar a mi cosas de arriba - le digo con suavidad cuando el hechizo de su voz ha desaparecido - ¿Tener familia?¿Amigos especiales?¿marido*? - la verdad es que no he caido en que quizás ya comparta su vida con alguien.

Niego con la cabeza, parece que le interesa conocer cosas de mí, lo cual me asusta un poco en realidad, no quiero contarle mi historia aún. ¿Y si me juzga? ¿Y si cree que fue mi culpa?

- Poe es mi familia, es un águila- señalo su búho – mucho más bonita que los búhos, es así de grande – extiendo los brazos- creo que un poco más, cuando salgamos vendrá seguramente. Él sí estará preocupado. Te va a encantar. Cuando me dieron su huevo era así de pequeñito;salió delante de mí. Es el único ser vivo que me importa de verdad. – A parte de ti ahora, pienso. - ¿Y tú? ¿Esa sirena morena era tu….pareja? ¿O quizás Eressëa? ¿Y tu hermano? ¿Qué ha pasado con eso?

La escucho con atención y ya estoy deseando conocer a Poe. Creo que me lo habia mencionado antes, pero pensaba que Poe era una cosa y no un nombre de ave. - Yo querer conocer - asiento enfatizando mis palabras imaginando como será tocar un animal de la superficie

- Yo no tener pareja nunca. Amelia acabar de llegar con nosotros - resoplo con cierto desdén pues realmente me dolió ver que su aparencia externa no concordaba con lo que me habia demostrado. - Eressëa amiga de siempre. Ultimamente...íntima - me encojo de hombros como si no le diera mucha importancia a ese dato, pues para mi es algo natural

Me aparto un poco para coger entre mis manos algo parecido a la camara, pero más plano y alargado. - Mi hermano nunca entender esto - le doy vueltas con la tristeza tiñendo mis ojos - Mi hermano no querer que yo mandar. El amenazar con contar a madre si no dejar puesto de lider. Madre saber que yo querer contacto con humanos asi que no tener miedo, pero ver a Orien hacer así.... Conmigo - mi voz se va quebrando mientras me llevo el objeto al pecho cuando digo la última palabra buscando los ojos de Ligeia - Por eso aceptar -

La verdad es que aún no sé muy bien cómo encajan ellos las cosas… sé que le ha gustado pero no sé cómo… quizás era más por tocarme a mí ¿Las sirenas también tendrán alguna abertura? No me lo he planteado jamás. La rubia sí parece que era su amante de alguna manera, aunque no le da mucha importancia. Dice que no ha tenido pareja jamás.

Lo que sí parece afectarle más es el otro tema.

- Eras tú el líder, fue tu idea, por eso me diste la capacidad de respirar bajo el agua tú – sonrío, bendito momento.

Lo abrazo, creo que está dolido aún por su hermano, creo haber entendido que su hermano lo obligó a desistir en su empeño. Sin embargo aquí estamos igualmente. Lo abrazo con todo mi cariño. No tengo mucha práctica en esto de mostrar afecto por alguien que no sea Poe, pero lo intento.

- Supongo que no importa quién sea el líder de nada, si querías conocernos, aquí estoy yo. Antes… hablaste de una guerra… - igual ahora es el momento para preguntarle.

Me fundo en ese abrazo que me regala mientras suspiro antes de volver a apartarme. Tengo que mostrarme más fuerte y decidido delante de ella, no va a querer tener al lado a alguien débil e inútil. Aunque allí  arriba seré bastante inservible pero prefiero centrarme en su pregunta. Es importante. ¿Pero puedo contarle todo?

- Madre reunir sirenas y tritones. Descubrir que humanos querer atacarnos. Muchos querer seguir escondidos, otros en cambio.... querer guerra. Mi misión era observar pero yo necesitar entender, buscar... - mis ojos vibran intentando encontrar una palabra que explique lo que quiero - poder vivir juntos. Como antes. Antes paz... antes de que humano y sirena enamorar. antes que humano matar bebe no querido... -Eneas o Eressëa lo habrian contado mejor, más bonito, pero en esta forma me cuesta más, aún así he intentado contarlo con la intensidad que merece

Frunzo el ceño cuando termina de hablar ¿Puede nacer un bebé entre un humano y una sirena? Claro, si pueden tener piernas es natural… no lo había pensado así. ¿El mató a su bebé? Hay hombres despiadados como padre, entiendo ahora la inquina generalizada. Ahora sí lo comprendo todo. Qué horror, imagino el dolor de la sirena si su bebé perdió su vida a manos de quien había ayudado a formarlo. Qué horrible.

- No queremos atacaros… Sólo que dejen de morir personas en el mar. Nada más. Algunas son buenas personas, los dos marineros se lanzaron sin pensar a rescatar a mis compañeros, y no volvieron, no merecían morir ahogados. Siento muchísimo lo del bebé.

Presiono un labio contra el otro algo compungida.

A pesar de que Ligeia sigue respirando con total normalidad bajo el agua su cuerpo lleva demasiado tiempo sumergido en el helado mar y aunque antes no notaba el frío debido a la tensión inicial,la excitación y el placer junto a Azariel,ahora que está más calmada empieza a notar que su cuerpo se está congelando pues su ropa no es la más adecuada para estar allí abajo.Su cerebro empieza a ir más lento y sus ojos comienzan a cerrarse un poco mientras que Azariel se fija en que el color de ella ha cambiado ligeramente del suave blanco a un azul un tanto preocupante

Mientras Ligeia me habla noto que el color de su piel parece cambiar y sus párpados comienzan a entornarse. Alarmado miro hacia arriba. No ha pasado todavia el tiempo que le di al darle el beso de la sirena para que pudiera respirar pero algo sucede. Algo malo. La arrimo hacia mi para intentar cobijarla con mi cuerpo y me dirijo a la salida.

Siento que mi corazón tamborilea dentro de mi pecho asustado mientras intento recordar donde poder subir a la superficie y que sea lo más seguro posible siendo el momento del dia que es. Creo que hay unas calas donde los humanos no van en esa época del año... Si, ahora me viene a la mente.

Nado lo más rápido que puedo en busca de una de ellas mientras le susurro al oido una y otra vez que aguante un poco más. Que yo cuidaré de ella y la pondré a salvo, cueste lo que cueste