Partida Rol por web

Tras unas palabras pronunciadas en el idioma de Azarial tanto él como Meredith volvieron hablar de manera que la chica les entendiera

-"Paris"-respondió al tritón-"Mi padre se llamaba Paris,murió hace unos años ya igual que mi madre,en realidad se llevaron poco tiempo pues aunque él sobrevivió la muerte de mi madre su corazón murió cuando ella lo hizo y poco después él también pereció"-sonrió con añoranza mientras Carlo le cogía la mano con cariño-"¿La reina?Imagino que tendría constancia pero no estoy segura,mi padre me habló de ella pues la esposa que mi padre tenía en el mar era su hermana por lo que esa mujer sería mi tía,ojalá hubiera podido conocerla aunque imagino que ya no vivirá"-extendió la mano hacia Azariel para cogérsela-"Pero me alegra conocer al menos a alguien de ahí abajo,tu hermano Orien y su amiga Amelia no estaban muy contentos con lo que les conté pero creo que finalmente entendieron que ni Carlo ni yo queremos perjudicaros sino ayudaros en todo lo que podamos"-

Ligeia se quedó sentada mirándolos alternativamente incluso cuando hablaron en ese peculiares tono de voz extraño en el que hablaban las sirenas. No tenía nada que añadir ni que aportar así que se limitó a beber callada. En otro momento y lugar la muchacha habría deseado aprender el idioma, pero en aquellas circunstancias era impensable siquiera planteárselo. 

Sus dedos se cerraron con más fuerza alrededor del brazo de Ligeia y su espalda se tensionó. Su respiración se volvió ligeramente mas pesada. No conocia al tal Paris, pero era lógico si salió del mar

- Madre no tener hermanas - dijo en tono seco. De repente algo no cuadraba en su mente. Sentia dudas y confusión. ¿Estaba mintiendo esa medio humana? ¿O era su madre quien le habia ocultado que tenia una tia por ahí? Una idea se perfilaba en su mente.. pero no pensaba compartirla con aquellos desconocidos. No. Lo hablaria con Ligeia a solas y luego con el resto. Quizás con su hermano también, aunque él ya tenia esa información y no se habia dignado a decirle nada.

Giró el rostro para mirar a su tesoro - Creo que deber volver a tu hogar - luego volvió a mirar a Carlo y Meredith - Agradecer ayuda...¿poder llevar en... animal metálico? - no recordaba bien como se llamaba aquello en lo que habian llegado hasta allí desde la playa

Suspirando la mujer retiró la mano de Azariel y miró con pesar hacia Ligeia

-"Es difícil de asimilar,lo sé pero quiero que entendáis que ni Carlo ni yo queremos haceros daño,sólo ayudaros en lo que necesitéis"-se pone en pie y mira a su hijo que hace lo mismo y asiente al tritón-"Carlo os llevará dode queráis pero será mejor que vayáis en mi coche,no vaya a ponerse a diluviar nuevamente"-la mujer calla unos segundos antes de añadir-"Espero que podamos vernos otra vez,antes de que vuelvas a tu hogar.Ha sido un placer"-se dirige también a Ligeia para despedirse antes de salir de la estancia y dejaros a solas con Carlo

El chico observa cómo su madre sale de allí con los hombros algo hundidos y se vuelve a mirar a Azariel con tristeza

-"Mi madre sólo quiere conoceros un poco,siempre ha soñado con poder recuperar a esa parte de su familia,la que corresponde a tu especie...Jamás os haría daño"-camina hacia la puerta-"Vamos,os llevaré donde me digáis"-una vez que salís os dirigís hacia un vehículo de color rojo,un pequeño utilitario que no oculta los años que tiene pero que su dueña parece cuidar con mimo.Una vez dentro Carlo espera que le digáis hacia dónde debe dirigirse 

La mujer había sido la primera en hablar en sireno a pesar de que Ligeia no les entendía. No le había importado dejar a la humana fuera de lugar. En los asuntos familiares del sirenito no se mete. Solo cuando los dedos de la mano del sireno se ciernen con tensión en su brazo, lo mira, lo conoce lo suficiente para saber que tras sus ojos sobrevuelan pensamientos profundos que resquebrajan algunos pilares. La muchacha acaricia con suavidad la parte interna del brazo que la sujeta, le sonríe cordial desde fuera, intentando infundir paz en la tormenta que parece estar formándose dentro de él.

Sonríe más ampliamente, ladeando la cabeza cuando habla del animal metálico, pensando e cuánto ama todo lo que él es.

- Tenemos que encontrar a Eneas, no te olvides de eso. Vamos a buscarle. Si no estaba en el hotel, seguramente esté en el mar. ¿Y si vamos a la cala?

En otro momento le habria encantado hablar con aquella mujer que parecia pertenecer, al menos en parte, a su mundo. Pero la sorpresa de aquel descubrimiento y aquella información... algo no cuadraba. Y alguien estaba mintiendo y ocultando datos importantes.

- Saber que no querer eso - dijo respondiendo a Carlo tras dejar que Meredith se marchara de la sala y tras llevar unos minutos mirandolo fijamente - Pero estar muriendo humanos - la caricia de Ligeia era como un bálsamo para él y aquello acalló parte de su azoramiento interior.

Giró el rostro para quedarse prendado de esos azules ojos - Antes hablar con Eressea. Importante para yo. Mi - dijo corrigiendo su última palabra - ¿Confiar en mi tú? Luego buscar Eneas - le preguntó mientras repasaba el contorno de su rostro con la punta de dos dedos antes de seguir hacia fuera al chico.

Esperó a que Ligeia le diera la dirección de su morada*