Partida Rol por web

- Si hay que ponérsela con piernas sería lo mejor... - respondió Amelia, haciendo una mueca al ver lo que habían conseguido, sin entender exactamente su funcionamiento - Es curioso lo mucho que se cubren y la cantidad de agujeros que tiene esto.

La sirena miró a su amigo preocupada pero no dijo nada. A ella tampoco le gustaba estar por la arena... Pero tengo que hacerlo. Así que sin mucho preámbulo se despidió de él y dejó que se marchara a las profundidades. 

En cuanto Enna se hubo ido, Amelia se giró hacia Orien, cruzada de brazos y expectante. 

- ¿A la orilla entonces? 

- Tenemos tiempo y cuanto más saquemos de esto mejor será. Así que sí a la orilla sería lo mejor...- sin embargo parecía que Enna tenía otros planes.- Bueno al menos estate para la reunión que tenemos en nada y así se lo dejas claro al resto y evitamos más roces de los que ya hay.

Dicho esto dejo marchar al pelirrojo sin más.

- Detrás de ti.- le contesto sonriente dejándola pasar delante hasta la playa donde nos habíamos reunido con el resto. Una vez llegamos y comprobamos que no hay nadie salimos afuera, el dolor aunque intenso ya empezaba a ser algo bastante controlable y entro andando sin demasiados problemas. Y cojo lo más pequeño que había entre lo que trajimos.

- ¿Crees que esto va aquí?- digo mientras me lo pongo en las manos notándolas bastante incómodos pero que sabría yo...

Vigilando que no hubiese humanos cerca, Amelia salió antes que Orien, conteniendo el dolor que ya no parecía tan malo. Le ayudó a extender la ropa con cuidado sobre la playa y le ayudó a extenderla sobre la arena, mientras la observaba como si fuera un puzzle que resolver. Le empezó a dar vueltas al pelo en su dedo, pensativa.

- Normalmente llevan dos cosas... Pero hay algunas que no sé para... - dijo mordiéndose el labio antes de girarse a Orien y mirarle con una sonrisa divertida - Veo que no has visto muchos humanos, ¿no? - se acercó y le ayudó a quitárselo, mientras intentaba recordar qué era - Justo esto no sé para qué es... A lo mejor lo usan sólo los pescadores. - volvió a mirar lo demás que había distribuido por allí y cogió las dos tiras de tela largas - Vale, por el tamaño, esto creo que es para las piernas. Póntelo y te digo si pareces humano.

Se lo tendió y esperó pacientemente sentada en la arena, mientras revisaba lo demás y vigilaba que no se acercase nadie. 

- Alguno he visto...- contesto algo a la defensiva mientras dejo que me saque esas cosas de las manos.- Sobretodo en esos barcos pequeños aunque allí los hombres suelen llevar algo parecido a eso solo que bastante más cortos y con colores bastante llamativos.- concluyo señalando a la pieza de ropa que me entregaba. La verdad es que eso si que parecía ir en las piernas. Tenía la misma disposición y no había hueco para el cuerpo o la cabeza, así que estando de acuerdo con Amelia me la intento poner algo torpemente, una cosa era andar y otra mantenerte erguido sobre una sola de esas cosas. La verdad era que la tela humedecida se me adhería y la arena pegada a ella tampoco ayudaba a que fuese una sensación agradable, definitivamente esos humanos tenían unas necesidades muy raras. Aún así termino por ponérmelos y miro con una sonrisa a la joven morena.

- Tú dirás, ¿parezco humano?- mientras me contesta me agacho por otra pieza de ropa y se la lanzo - Bueno te toca a ti, creo que eso sirve para taparse el torso pero tampoco me metería en una tormenta por ello...

Mientras Orien se probaba la ropa, la sirena alternaba la mirada entre el resto de la ropa, los pasos torpes que daba él mientras se lo ponía y el resto de la playa. Cuando terminó, se quedó mirándolo con curiosidad y arrugó la nariz, mirándole casi con algo de preocupación. 

- Bastante... 

Pilló al vuelo lo que le lanzaba y lo observó, dirigiéndole una mirada que claramente quería decir "¿es necesario?". Con un suspiro de resignación, empezó a ponérselo, teniendo algunas dificultades para meter los brazos en los agujeros correctos pero finalmente consiguiendo encajar todo en su sitio. 

- Creo que ya está. - dijo levantándose con cuidado y mirándose, no muy convencida - Es molesto. Pero creo que me hace falta algo para abajo también. La cosa está en... - señaló las dos prendas que quedaban, aparte de las extrañas blancas - ¿Qué diferencia hay? Los dos son más cortos que los que llevas tú pero parecen distintos.

Me quedo extrañado ante su expresión y respuesta.

- El objetivo es que pasemos lo más desapercibidos posibles, ¿así que porque esa cara de disgusto? - ¿no sería lo suficiente o acaso tenía algún problema con los humanos que no sabía? - Me temo que no voy a ser el único que haga de modelo para el otro.- le contesto sonriente presionándola para que se pruebe la ropa negra. Después de un rato en el que tarda en ponersela puedo ver que a pesar de que le queda grande por la parte de abajo se nota que arriba está excesivamente ajustada y seguramente porque estaba mojada como lo que me había probado yo también se le pegaba a su contorno de una manera que me dejaba un poco descolocado. Hacía un momento la había visto completamente desnuda y no me había importado pero ahora tenía como un halo de misterio que me llamaba mucho la atención. Sin embargo teníamos otras cosas que hacer para caer en tonterías y atiendo a su pregunta.- Definitivamente nunca he visto a un humano llevando la más corta y esos se parecen bastante a los que te comente solo que con un color más aburrido, puede que sea algo solo de pescadores como los otros...

Ante esa pregunta, Amelia frunció los labios y no dijo nada hasta que consiguió ponerse la camiseta. Cuando terminó, se dio cuenta de que Orien la miraba de forma extraña. ¿Será que a él tampoco le gusta? Desvió la mirada un momento y se mordió el labio, pensativa. Luego tomó la prenda que parecía más adecuada.

- Está bien, pues los aburridos serán. - comentó mientras intentaba ponérselos en las piernas, estando a punto de caerse varias veces. Después de pensarlo unos segundos, decidió responderle a lo que había dicho antes - Digamos que... Tengo la opinión contraria a tu hermano sobre los humanos. Ya sabes, mataron a mis padres y eso no es algo que se pueda olvidar fácilmente. Así que todo esto es... tremendamente incómodo. - esbozó una sonrisa sarcástica, mirándole mientras intentaba subírselos hasta que más o menos encajaron - ¿Y a ti qué te parece? 

Observo como se pone la pieza más grande de las que quedaba y definitivamente le quedaban grandes, pero ese no era el mayor problema, sino lo que me acababa de confesar.

- ¿A que te refieres, la ropa o sobre odiar a los humanos? Lo primero me da a mí que vamos a necesitar un vestuario más amplio para cubrirnos a todos. En cuanto a lo segundo te diré lo mismo que a mi hermano, no pienses que todos son iguales. Hay que ir con cuidado porque precisamente existen algunos como los que mataron a tus padres pero no creo que todos sean así y es posible encontrar un punto en común.- me encojo de hombros siendo consciente de que sino había sido capaz de convencer a mi hermano de lo contrario menos iba hacer ante una desconocida que además tenía un hecho de mucho mayor peso para opinar de cierta manera...

Amelia se quedó escuchándole, asintiendo a lo primero y quedándose callada por lo segundo. 

- Tú mismo has dicho que has visto a "algunos" humanos. Así que eso significa que has conocido a muchos menos... - respondió lentamente, mirándole fijamente, más intentando leer sus pensamientos que desafiarle - ¿Has conocido a alguno que se muestre amable con nuestro pueblo? ¿Alguno que se preocupe por no contaminar el mar o no pescar? No todos serán asesinos, pero no he conocido la historia de ninguno que sea todo lo contrario. - Amelia se encogió de hombros repitiendo su gesto, cruzándose de brazos y desviando la mirada a sus nuevos pies. ¿Cómo pueden ser tan desagradables? Volvió a levantarla con gesto serio - Es posible que los haya, pero hasta que no encuentre a uno, los seguiré tratando como los que he conocido. Como un peligro para nosotros y... 

Resopló y sacudió la cabeza, cortándose sus propias palabras. Como una plaga. Se quedó en silencio, esperando alguna respuesta de Orien mientras se sentaba a mirar el resto de la ropa.

- ¿Y qué hacemos con esto? ¿Lo guardamos o lo dejamos? Y para conseguir más ropa... ¿Volvemos a intentar lo de antes? ¿O tienes alguna otra idea?

- A mí lo que me sorprende es como se hace una ley de no cruzarse con ellos y aún así todas las sirenas han conocido millares de humanos para poder decidir que todos son crueles, malvados y asesinos. Aún me parece más divertido como la mayoría de ellos se supone que no conocen de nuestra existencia y aún así toda la gente a perdido familiares contra ellos.- le comento con calma mientras me encojo de hombros.-  Respondiendo a tu pregunta: no he conocido a ningún humano, que demonios la primera conversación que he tenido con uno ha sido la humana de ayer. Pero lo que si he hecho es estudiar nuestra historia y lo que sabemos de su historia, hubo una época en la que nos entendimos, en la que nos respetábamos. Y fue así hasta que un humano fue mezquino, uno solo y ya basto para condenar a toda una especie. Siento mucho lo de tus padres pero si tenemos que asumir que todos los humanos son así por lo que hicieron esos asesinos, ¿en que se diferenciaría que ellos nos exterminasen por la existencia de la bruja de los mares? ¿No ves que sería un ciclo que además no podríamos ganar?- me había dicho que no iba intentar convencerla pero estas cosas eran superiores a mí, además que tampoco creía haber hecho mella en absoluto. Por lo que vuelvo al tema de la ropa centrándome en sus últimas preguntas.

- Supongo que habrá que guardarla en un lugar donde pueda secar o sino no nos sera útil. En cuanto a conseguir más ropa habrá que repetir porque se me están agotando las ideas, aunque solo si nos da tiempo.- concluyo mirando al cielo para hacerme una idea de cuanto tiempo nos quedaba para la reunión.