Partida Rol por web

La respuesta de la doctora me hizo sonreír. Y la forma de tratar de apaciguar el tema, me hizo ver que se trataba de una mujer con carácter. Luego siguió con las chanzas - Por mi, si quieres puedes sujetar algo más que una vela – Le seguí el juego.

Con tanta gente de aquí para allá me estaba comenzando a desesperar. Ronan se nos unió, al menos lo hizo con una pregunta interesante dirigida a la doctora – Yo creo que Azariel se hace el loco, con la excusa del idioma… la utiliza para hacer lo que le da la gana – Afirmé rotundo.

- ¿Y tú que crees? - Le pregunté directamente a Bianca.

Tanto entrar y salir me tenían algo desorientada, con lo del arpón, las pequeña pelea de Maximo y Azariel, aún sentía ese pequeño congojo del miedo que había pasado, si no fuera por lo ocurrido la picaresca de Valeria le hubiera hecho sonreír pero esta vez no tuvo ese efecto, aunque por lo visto Mike no tenía solo ojos para mi como parecía, curiosa reacción de mi querido profesor.

Máximo salió del comedor, me disponia a subir al dormitorio cuando Mike me preguntó que opinaba y Ronan volvía a entrar. - Opino que deberíamos preocuparnos en trabajar, pero sí, tiene pinta de que se hace el loco y que Ligeia solo nos regala los oídos con lo que queremos oír. No creo que sea la única que se haya dado cuenta.  

Su mirada se dirigió a Ronan, era guapo y parecía uno de los más decididos del grupo. - No creo que esté loca, más bien creo que intenta hacer que lo creamos.

Había llegado el momento de tirar el bombazo. Yo mismo continuaba siendo escéptico acerca de la verdadera naturaleza de Azariel, aunque no cabía duda de que estaba relacionado de alguna forma con las criaturas marinas que estábamos investigando.

-Cuando salí fuera, Azariel me siguió y me habló muy asustado. Me dijo "Yo Tritón. Yo saber que algo atacar humanos" -expliqué, recordando las palabras que había pronunciado el hombretón-. También me dijo que nos ayudaría a averiguar quién era el responsable de los ataques si yo no llevaba el arpón. Estaba muy asustado de que lo llevara. Al principio pensé que "Tritón" era una especie de apodo que le habían puesto a Azariel en Capri. No sé a vosotros, pero a mí me suena a mote de surfero. Después de eso, Azariel dejó caer que él también llevaba armas bajo el agua, de hecho aseguró "Yo llevar tridente bajo el mar", y que a veces las armas eran necesarias.

Sabía que si dijera "Azariel es un sireno", sonaría ridículo, además de que mi razonamiento prefería no pensar en verdades absolutas, si bien lo de la verdadera naturaleza de Azariel empezaba a ser ya demasiado evidente.

-Y aquí es donde entra Ligeia. En medio de una discusión acalorada donde se puso como una mona oligofrénica y en la que al final ha terminado sin saber qué decir y pidiéndome que dejara acompañarme a ver el pescador, nuestra enigmática compañera dijo una frase que creo que conviene que tengamos que cuenta -informé a mis compañeros, haciendo memoria sobre lo que había escuchado decir a Ligeia-. Dijo que "ellas", claramente las sirenas, no se acercarían mientras llevase un arpón encima y que, en cuanto lo viesen, no se acercarían nunca más. Y aquí viene la guinda del pastel: Poe, el pájaro de Ligeia, estuvo ayer, mientras buceábamos, apoyado en las rocas de las Faraglioni. Ese ave ha demostrado saber encontrar a su dueña con asombrosa facilidad y, sin embargo, ayer no se movió de esas rocas en toda la tarde. Sabía dónde estaba Ligeia.

Me pregunté dónde estaría ahora el pájaro, al que Ligeia había estado haciéndole carantoñas momentos atrás. El ave nunca se alejaba de su dueña, por lo que, fuera donde fuera ella, el águila siempre iba a estar por los alrededores.

-Ella mintió con toda esa historia de que algo la agarró del pie cuando estaba en el agua, sin dejarle marcas, y que luego la rescató un maromo. Si rememoráis todo lo que ha pasado, desde que regresó ha eludido hablar sobre los ataques, asegurando que seguramente los marineros que vimos hundirse en el mar se encuentren amnésicos en algún lugar. Y el hecho de que se ponga así por verme con un arpón después de dos días... Algo ha cambiado desde ayer, y creo sinceramente que Ligeia vio a esas criaturas, que se ocultan en algún lugar bajo las Faraglioni, y de una forma u otra, Azariel también se encontraba allí... -Respiré hondo, sabiendo que ahora quedaba lo más complicado: convencer al grupo de que volviésemos a las rocas-. Si tenemos en cuenta lo que ha dicho Azariel, y hasta ahora yo me fío de él, estas criaturas no fueron las que atacaron a los marineros. Quiere protegerlas. Hay algo más en estas costas. No sé qué pensaréis vosotros, pero mi intención es explorar de nuevo los alrededores de las Faraglioni buceando, como hicimos ayer para buscar a Ligeia.

Aun rumiaba en su mente que se iba a encontrar al entrar en el comedor, donde imaginaba que todos estarían reunidos. Ronan le había pedido que fuera con él, pero se quedó hablando con los otros dos, una para entender porque tanto jaleo y otra para oír ambas campanas, algo muy razonable. Así que sin saber muy bien donde se metía, ingresó en el comedor, mirando a uno y otro, como intentando adivinar que pensaban. Se detuvo en Ronan.

-¿Que les contantes colega?- primer lo primero, ver donde estaba parado y luego idear como encausar todo aquello, que podría estarse desatando al tercera guerra mundial y él no se enteraba. Lo que le dijo Azariel era muy importante, pero quería verificar la opinión de los demás.

Tas Max entran también Ligeia y Azariel cogidos de la mano

Estaba intentado digerir todo lo que les acababa de contar Ronan cuando entró Maximo y le preguntaba que nos había contado, segundos después entraban los otros dos cogidos de la mano.

Máximo puedo ver claramente la cara de asombro de Marc y una ápice de enfado. 

-Basicamente nos ha dicho que es un tritón y que Ligeia nos ha engañado todo el tiempo desde que volvió, vamos espero que sea desde que volvió y no de antes, el motivo del engaño no lo sé, miedo a que hubiera malas reacciones, a que vendiéramos a Azariel a Franchesca? Miraba a Ligeia esperando una explicación y en su tono de voz dejaba claro que no iba a conformarse con una pequeña historia de que la sirenita encontró un tenedor y que los peces le hacían los coros.

-No lo podría haber resumido mejor -declaré, al escuchar las palabras de Marc. Si bien no estaba enfadado, no podía evitar pensar en lo desagradecida que se había mostrado Ligeia, pese a que la tarde anterior habíamos estado buscándola al creerla muerta. Que hubiera sido Azariel el único sincero de los dos, pese a que éramos unos desconocidos para él, resultaba de lo más peculiar-. Lo peor es que ella nos ha mentido cuando aparentemente sus familiares -señaló a Azariel con la cabeza- no son los responsables de lo que está sucediendo. Es como... vale, nos han contratado para averiguar qué demonios está pasando y solucionarlo, ¿por qué nos oculta una información tan importante?

Al margen de la acción iban sucediendo otras cosas, actitudes infantiles sobretodo. Pero ahora las palabras de Ronan fueron bastante reveladoras.

- Está claro que se cree que lo es – intervine – parece muy descabellado tan siquiera pensarlo, no tiene branquias y tiene piernas. Mientras no pueda descartar lo contrario me inclino a pensar que es psicosomático. Bueno... quizá no sea la palabra adecuada, me refiero que solo está en su cabeza y se comporta como tal. De aquí la que más entiende de eso es la doctora – Hice un ademán con la mano en su dirección.

A lo otro que se comentó... - Propongo volver, pero hacerlo con un equipo de buceo. Así podremos descartar que no existe una ciudad submarina, o alguna prueba oculta bajo el mar – Digo más en broma que en serio, pero el tono, lo del equipo de buceo lo digo en serio.

En esto que vuelven los tortolitos. Ronan habló de nuevo y dejó una pregunta en el aire – ¿Tal vez para ver lo buenos que somos...? - Dije con poca convicción

El cuerpo del tritón comenzó a temblar, pero era un temblor solo perceptible a Ligeia que sentía la vibración através de sus manos. Era rabia, mezclada con pena y frustración de no poder hablar como ellos, de no comprender todo lo que hablaban, aunque habia quedado claro.

- No entender nada - dijo enfadado irguiendose en toda su altura, imponente, clavando su mirada en Ronan, que había ido a contar SU secreto a todos sin esperar a que él dijera si le parecia bien que lo compartiera con todos . - Yo contar historia. Un hombre y una sirena enamorar. Bebé juntos tener. Pero la cria no ser bonita, ser deforme. Hombre robar y llevar bosque donde matar. Desde ese momento tener prohibido que humanos conocer sirenas. Castigo ser la muerte para sirena que incumpla esta ley- hizo pausa para que calara la idea que aquello implicaba.

- Cuando Ligeia entrar al agua yo salvar. Mi gente obligarla a jurar que no decir nada de sirenas - su rostro se contrajo ligeramente por el dolor del recuerdo de su hermano chantajeandolo por estar con una humana - Sirenas y tritones asustados. Vuestros arpones.... vosotros siempre matar, destruir... pero yo....yo saber que no todos así. Yo amar vuestro mundo - su voz comenzó a dulcificarse a la par que sus rasgos - Querer conocer cosas, costumbres, animales - se pasó la mano libre con suavidad por sus tatuajes

- Madre saber siempre que yo querer salir a tierra - esta vez hablaba mirando a Ligeia a los ojos - ella querer tambien averiguar quien atacar humanos y porque y seguro que perdonar por estar aquí - sabía que se había preocupado antes cuando dijo que queria volver al mar.

Y así estaban las cosas. Las actitudes de la mayoría eran de escepticismo sobre que un sireno o tritón estaba frente a ellos tomado de la mano de una joven con un tatuaje grotesco en el rostro, pasando por el disgusto por ser “engañados”. Era más o menos lo que se esperaba… no, en realidad esperaba más drama, dentro de todo estaban contenidos.

-Ronan. No nos conocemos de nada, a ninguno- dijo abarcando con sus manos a todos los que estaban en esa sala-. Es normal que ella quisiera guardarse un secreto como ese, el cual no le pertenecía- se pasó la mano por la boca-. Sos biólogo, sabes bien lo que pasa cuando el humano encuentra una nueva especie, la precaución es el paso más lógico a seguir- miró luego a Mike, quien estaba mucho más centrado que el día anterior-. Mike, lo de las pruebas puede ser un problema. Sabés bien que quien nos contrató nos tiene bien vigilados, eso les pondría en sobre aviso en caso de que… las pruebas fueran concluyentes. Si vas a hacer algo, que sea donde solamente vos puedas saber los resultados- y aún faltaba que Valeria y Bianca dieran su opinión, la cual no podría anticipar de ninguna forma-. Lo mejor, es ahora sentarnos, hablar tranquilos y mantener esto entre nosotros. Tanto si es verdad como si es algo mental, no queremos que escale más allá de lo controlable.

Hay muchos datos que no se saben, que pueden ser definitorios y si estaban dudando de los demás solo conseguirían pasar por algo. Máximo estaba acostumbrado a oír todo, armar un escenario y luego sacar conclusiones. De momento, creía que Azariel intentaba hacer las cosas bien.

Y no había errado en mi predicción, Ronan y su ignorancia habían hecho subir el pan. No solo había asimilado la extraña noticia de que existían tritones y sirenas, cosa muy curiosa tratándose de alguien que había pasado la vida estudiando el océano, sino que además había convencido a los demás de que la mala era yo y de que podía ser aún peor a juzgar por las palabras de Marc, que no podían estar peor encaminadas. Resoplé con algo de hastío cuando Mikel habló. Y miré a Marc que esperaba mi respuesta, pensando, espera un poco, no soy yo… aguarda un momento. Menos mal que Máximo les había comprendido y escuchado. A las malas nunca se cuentan bien las cosas. Vaya lío estaba armando.

En ello estaba pensando, cuando la mano de Azariel vibró en la palma de la mía, yo estrecho la mano con algo de fuerza. Estoy aquí, no pasa nada. Se solucionará todo con algo de ayuda de personas como el argentino y quizás alguien más tome conciencia aquí. Escucho como él cuenta su historia, mirándolo con tristeza. Evito la mirada del biólogo por pura decepción, obligarle a contar así las cosas... Tarde o temprano lo habría contado igualmente, cuando él se sintiera preparado, sólo necesitaba un poco de tiempo, estar contento entre nosotros, como cuando ha bajado por esa escalera mirándose las chanclas.

Cuando lo escucho hablar de mi rescate acaricio su antebrazo con la mano libre; como ahora, también entonces había sido una situación muy difícil, sentí su mano cargada de dolor y la estreché un poco más.

Luego miro a Máximo, que toma la palabra esforzándose en empatizar y comprender las cosas, y no en dañar y malmeter. Su actitud es conciliadora. Y yo, ahora, no puedo más que mirar a Valeria y presionar los labios uno contra el otro, luego a Marc. No añado nada más, no soy yo la protagonista de esta historia que va mucho más allá de quién nos ha contratado; la magnitud del problema es muy grande, así que aguardo en silencio lo que tengan que añadir, intentando apoyar al sireno en todo lo que mi cuerpo y mi cariño puede transmitir.

No me había equivocado, había dado en el clavo, ocultaban algo y era eso, JODER!, ¿será un tritón de verdad?, con lo que me fascina este tipo de criaturas, va va Bianca respira. Cuando me dí cuenta solté el aire que estaba aguantando haciendo que este sonase, la noticia le había impactado pero tenia que comprobar que era verdad.

Ay Dios espero que sí jijiji. 

Me es imposible evitar la emoción pero dejando que todos hablaran y sin prestar más atención de la necesaria camino lentamente hasta ponerme delante de Azariel. - Siento mucho que todo esto haya sido así de repente, mi yo interior esta deseando creer que eres un tritón pues cumpliría una de mis fantasías. Pero mi yo racional necesita pruebas.  Entiendo que por precaución ocultarais esta cosa que decís.

Me gire para mirar a Máximo y luego a Marc sin perder de vista a la pareja, señalando al primero. - Tiene razón en lo último que ha dicho, señalé luego a Marc. - Pero por mucho que os moleste, el también. Estoy mas de acuerdo con Máximo, sentarnos y hablar pero no sabemos si lo que decis es 100% cierto. 

Miré a Azariel y le sonreí. - Como puedes demostrarnos que dices lo que eres?, se supone que no existís, tienes cola o algo que puedas mostrarnos?, detrás hay una piscina, algún poder psiquico, ojos de pez... cerró la boca, se estaba emocionando y eso lo podría preguntar después.

-Máximo... No. Esa información no podía mantenerse en secreto porque alguien quisiera -Puse los ojos en blanco. La idea de que Ligeia hubiera querido que estuviéramos días enteros "jugando a las casitas" con Azariel hasta que él se decidiera por su propio pie a hablar sobre su naturaleza era irresponsable. Irresponsable sobre todo porque se estaban produciendo ataques con víctimas mortales o, como mínimo, desaparecidos-. Esto no es Vacaciones en el Mar. Estamos aquí para realizar una investigación. Hay gente siendo atacada en estas costas. Víctimas. Nuestro tiempo es valioso y no podemos estar aquí días mareando la perdiz hasta que Azariel se viera confiado a decir algo. ¿Y si tarda una semana? ¿Y si tarda un mes, Máximo? ¿Es necesario que la gente de Capri tenga que aguantar un mes de posibles de ataques? ¿De verdad no crees que Ligeia debería habérnoslo dicho a alguno de nosotros y luego haber convencido a Azariel de dar ese paso?

Bufé ligeramente, pensando en que al menos todos parecían haber comprendido que era el momento de sentarse a hablar de forma tranquila sobre lo que debíamos hacer. Justo lo que le había dicho a Azariel mientras intentaba tranquilizarlo... antes de que Ligeia conviertiese la situación en un programa de Laura Bozzo.

-Cuando salí fuera para irme, Azariel se me acercó. Estaba asustado, así que intenté tranquilizarlo. -Miré levemente a una silenciosa Ligeia, que había quedado silenciosa ya en el exterior de la villa cuando había desmontado toda su argumentación-. ¿Verdad o no, Lig? -No esperaba que ella me respondiera-. Y le dije "Será mejor que busquemos un sitio tranquilo en el que conversar todos". Luego llegó Ligeia y, en vez de colaborar, comenzó a soltar sus tonterías diarias como que salía "con una cosa para asesinar". Poco más y le faltó decir que yo había matado a seis millones de sirenas o algo así. El Hitler del arpón. -Suspiré, mientras dirigía una mirada de reproche a la chica con sonrisa de tiburón-. En vez de querer solucionar la situación, le echó más leña al fuego... Pero bueno, todos visteis cómo se puso conmigo antes de salir. O con Máximo, únicamente por hacerle una broma con el móvil a Azariel.

Al menos, mi discusión con Ligeia había agitado el avispero. Mike, que hasta hacía un rato se hallaba tan alicaído como un alma en pena, ahora estaba más despierto. Tal vez fuera porque estaba viendo posibilidades más allá de Bianca o porque la revelación sobre Azariel le había infundido ánimos. Fuera como fuera, volvía a ver en él resquicios del Mike enérgico y lleno de iniciativa y teorías con el que había iniciado aquel trabajo.

-Azariel no sabe qué ataca a las embarcaciones. Nosotros tampoco. -Tomé asiento en la mesa del comedor, con intención de que debatiéramos acerca de lo que tocaba hacer-. Es evidente que si los ocho no trabajamos juntos, no vamos a solucionar lo que está sucediendo. Nada de secretos, y esto va para todos. -Pese a que sólo había una persona en la sala que había guardado secretos, no quería hacer leña del árbol caído-. Es hora de poner todo lo que sabemos sobre la mesa y debatir qué hacer a continuación. Para mí, es prioritario que Azariel nos lleve con su gente, bajo las Faraglioni. Pero en cualquier caso y quiero ser firme con esto, que este secreto no salga del comedor. No informaremos a Francesca de los progresos que hagamos. No sabemos qué intenciones e intereses puede tener el señor Bellocq al respecto.

Las palabras de Azariel me dejaron más que sorprendido, tanto que me costó reaccionar. Luego Máximo se dirigió a mi, más palabras sorprendentes o quizá es que no acababa de entenderle. Hablé con él, me pareció muy interesante – Sugieres que... ¿Ocultemos la información? No estoy diciendo que me parezca mal, pero si es lo que dices... en ese caso lo mejor que podemos hacer es simplemente... No investigar – Y es que en el fondo ya lograba entrever que se avecinaba un problema de ética de tres pares de cojones.

Ronan habló, en sus palabras había parte de mi incomprensión por lo que había comentado Máximo . El también tenía parte de razón, habían ataques y personas que estaban resultado heridas. La situación no era sencilla – Vale... Entonces nos centramos en resolver lo de los ataques.

Intente aportar otra posibilidad a lo comentado por Ronan, cencillamente por si era más factible – Si... Si lo que dice Azariel es verdad... Puede hablar con los suyos y que nos diga porqué se está atacando a humanos inocentes. Creo que es el quid de la cuestión.

-Mike, a riesgo de equivocarme, diría que ese es el problema: que su gente tampoco sabe qué o quién está atacando a los humanos -dije, recordando lo que me había explicado Azariel en el exterior de la villa-. O al menos eso es lo que creí entender antes cuando hablamos fuera. Teniendo en cuenta el testimonio de Marc y Bianca cuando fueron atacados, puede que fueran otra facción de sirenas con pensamientos menos pacíficos que los de nuestro invitado y su familia.

Suspiro, hastiada de nuevo. Sonrío de medio lado cuando Bianca habla de su cola, me disponía a responder algo que destensara un poco todo, de hecho miré a Val un momento cuando abrí los labios pero Ronan era taaaan pesado con el temita de marras.

- Ya te he dicho que tengo mucho miedo a esas cosas, te lo ha explicado él, me he disculpado ya ¿es que no te callas nunca?

Me llevo la mano libre a la frente con mucha paciencia, no me había dejado hablar fuera, había entrado como un niño acusica y llorón que va a contar a la profe que le han hecho algo malo. Ni siquiera me había dejado margen a hablar de nada, me había insultado, menospreciado y con todo su desprecio no había aceptado mis disculpas. ahora volvía de nuevo a cargar en mi contra absurdamente.

Estrecho la mano del sireno, conteniendo la mala hostia. Lo que me había costado intentar arreglarlo. Vale, Li, tranquila, no lo entiende, no es culpa suya.

- Deja que hablen Marc y Val, el resto lo ha entendido ¿eres tú el jefe? Lo que yo debería o no haber hecho no lo entiendes, menos insultándome y tratándome como lo has hecho ahí afuera... Azariel dice que no son sirenas. Y desde luego no te aconsejo que te lleven ante su gente. Cállate un poco, cansino. - Pongo los ojos en blanco – me dio la sensación de que las sirenas no sabían nada de lo que estaba pasando, yo lo expliqué. No sé si me creyeron, la mayoría de las cosas no las entendí, ya te lo ha dicho, tienen miedo y mucho. Ten un poco de paciencia, espera a que todos opinen. Pero te adelanto ya que no todos son como él.

Sonrío y miro al sireno de nuevo, le protegería de cualquier cosa con mi propia vida.

El hombre miró a la joven rubia impactado por su petición ¿Pruebas?¿Porqué? ¿Porqué iba a mentir y engañar? Escuchaba hablar al resto de humanos y veia lo mismo que había visto entre su gente. No se escuchaban unos a otros ¿acaso no habia dicho que el castigo era la muerte? Y el guapito ahora queria exponer a su especie. Pero tenia razón en otra cosa. Estaba muriendo gente y debía haber hablado antes. Era un egoista, tal y como le habia increpado su hermano. Quizás  tenia razón. Rodeó los hombros de Ligeia intentando transmitirle su calma y su apoyo y la miró sonriendo para no transmitirle su pesar. Carraspeó antes de soltarla y encarar a Ronan. Hubiera preferido hacerlo con Mike o Bianca, humanos muy hermosos ambos, pero quien mostraba ira y desprecio era él. Quedaría más patente su don con él.

Su canto sonaba a eco de caracola y a musica de instrumento mientras se acercaba a él mirandolo a los ojos. Despacio rodeó con su diestra la nuca del hombre mientras seguía entonando aquella canción, para que quedara evidente para todos que no podia resistirse, y después lo atrajo hacia él para besarlo, deleitandose en aquellos labios, saboreandolo, mientras le quitaba el arpón de su brazo.

Cuando lo tuvo en las manos dio un paso atrás para apartarse y que todos vieran que él no hacia amago de coger su arma. Luego se lo tendió de nuevo. No queria aquella cosa en sus manos. Comenzó a hablar con voz triste y suplicante - Sentar todos a hablar, pero tratar mejor a Ligeia. Por favor. Tu tono hacer daño a mi. ¿No poder hablar amable?¿No poder apartar odio? - Quizás debería apelar a su condición dentro de las sirenas, pero imaginaba que allí poco valdria si supieran quien era su madre.

Cuando Azariel comienza a cantar todos calláis mientras un nudo se hace en vuestro estómago y contenéis la respiración extasiados ante lo que escucháis,sin embargo es Ronan quien resulta totalmente subyugado por la melodía y se muestra incapaz de reaccionar cuando los labios de Azariel besan los suyos y sin saber cómo responde ansioso por complacer a aquel hombre que coge su arpón sin que él se oponga.En ese instante Ronan haría y daría todo por Azariel y cuando éste propone hablar y tratar mejor a Ligeia Ronan asiente con vigor dirigiéndose al sofá y sólo cuando toma asiento se da cuenta de lo que acaba de suceder y siente que vuelve a ser dueño de su mente