Partida Rol por web

Alzó una ceja y la sorpresa marcó su rostro... - Sirenas?.  El chico respondía a Ronan y mientras miraba a ambos tampoco quitaba ojo de la fotógrafa, Máximo podía decir algo sobre ella, pero que casualidad que el periodista se haya ido y ellos apareciesen.

No tenía nada que decir, miró de reojo a Eressea y Valeria y esta última se fue a la cocina, no tardó mucho en preparar unos canapés y traer un licor, vendría bien para apaciguar un poco el frío y lo acontecido. -Podías haber avisado y te hubiera ayudado. Vas a traer algo más? En ese instante sonó el timbre de la puerta. - Iré yo.

Mientras se iba miró a Eressea. No sabía si entendería la indirecta pero esperaba que sí y saliera del rango de visión de los periodistas. Una vez en la puerta miré quien era antes de abrirla.

Me sentía relajado, no negaría que una parte de mi deseaba estar solo, pero la otra hacía que me quisiera quedar cerca de esa mujer. Ahora mismo no me importaba que nos ayudara, siempre son interesantes otros puntos de vista.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por esa llamada al timbre.

-Entonces, Mónica, querida, toma un poco.- Miro con simpatía a aquella mujer y le extiendo la bandeja -Entonces, ¿en que estábamos? ¿de que me he perdido?

Viendo que parecía que molestaba en la sala, me dí la vuelta y andé lentamente hasta la cocina donde me quedé justo al otro lado de la puerta, escuchando.  La sala que llamaban cocina me llamó la atención, repleta de artefactos ronroneantes y fuertes olores. Vegetales y diversos alimentos ,algunos de ellos en estado de putrefacción*, encima de una mesa.

Y armas, cuchillos de todos los tamaños que sobresalían de un tocón de madera tallado.  Me hice con uno, el más grande.

La marcha de Máximo había sido de lo más oportuna y, sabiendo lo profesional que era, me resultó extraño que se hubiera ido sin al menos avisar a través del grupo de Whatsapp que teníamos. Era cuanto menos raro. Por ello decidí tomar mi teléfono móvil y llamar a Máximo, esperando obtener alguna respuesta de él.

EL teléfono de Maximo aparece apagado por lo que Ronan es incapaz de ponerse en contacto con el periodista.Monica le observa alzando una ceja antes de tomar lo que Valeria le ofrece

-"Muchas gracias,señorita"-le dice a la doctora mientras mira cómo Eressëa se aleja de nuevo-"¿Por qué se marcha esa joven tan bonita?Me encantaría poder hablar con ella sobre unas fotografías que debo realizar así que si no les importa iré con ella mientras deciden si nuestra ayuda les conviene-sin esperar respuesta sigue a Eressëa a la cocina

No entendía que le pasaba a la bella Eressëa que de pronto parecía molesta. Quizá por ello la madura atractiva fue a ver que le pasaba. Suspiré.

La mayoría parecían ocupados así que le hablé al chico (Andrea) - Muy bien, sin duda es una causa muy noble. 

Aun así no sabía demasiado, había lagunas en mis suposiciones, así que le pregunté con la finalidad de aclararlas - Háblame de esa persona que perdiste ¿Qué sucedió? - Seguramente era la causa principal de su interés.

Máximo no respondía a la llamada y parecía tener el teléfono apagado, lo que desde luego no terminaba de darme una buena impresión. No estaba nada seguro de que debiéramos fiarnos de Mónica.

-Máximo no responde... -indiqué, en tono bajo, una vez que Mónica se hubo alejado para ir a hablar con Eressea. Resultaba desde luego un tanto extraño que el fotógrafo se hubiera ido sin despedirse al menos por Whatsapp.

Me encogí de hombros ligeramente esbozando una ligera sonrisa cuando dijo que se trataba de una causa noble, suponiendo que pese a mis palabras siempre había algo de egoísmo en ese tipo de actos por muy buenas que pudiesen ser las intenciones -se trataba de mi abuelo- expliqué conservando la sonrisa, aunque esta vez la acompañaba un velo de tristeza -pasaba mucho tiempo en las costas de esta isla, desde pequeño me explicaba como una vez se encontró con una sirena en ellas- expliqué -claro que no tenéis porque creerlo, sin embargo sé que no mentía- aclaré entre medias antes de seguir -la reencontrase o no, desapareció de un día para otro, como tantos otros- finalicé la historia.

-¿Hay... algún problema?- pregunté dudando si debía o no meterme al escuchar a Ronan, parecía preocupado.

Mientras Ronan llama sin éxito a Maximo y Mike trata de averiguar algo más sobre lo que Andrea cuenta Marc abre la puerta a los recién llegados aunque os sorprende ver de repente el salón tan atestado pues el buzo entra en el salón seguido de Eneas,Azariel, Ligeia,Carlo (el chico con el que Orien llegó a la playa) y un desnudo Enna que entra mirando en todas direcciones ya que él no conoce la casa aunque puede ver que el salón está abierto a toda la casa y se divide en salón y comedor.Desde él se accede a la cocina,las escaleras que conducen a los dormitorios y dos puertas que dan al exterior,una a la zona de la piscina y la otra a la zona delantera donde un comedor exterior permite disfrutar de las vistas 

Sin poder impedir que entrasen como si fueran una manada de elefantes arrasando todo, miró quienes estaban en el salón, faltaban Eressëa y la fotoperiodista, había visto como la sirena se metía hacía la cocina, pero no donde había ido la tal Mónica, no le agradaba la idea de que por casualidad se encontrasen ambas y esta le hiciera preguntas a la sirena que no supiera responder y por ello se pusiera en peligro. 

-Voy a por algo de comer. Tenía algo de hambre y era también la excusa perfecta para buscar a Eressëa, se había asombrado al ver a otro sireno desnudo, no eran difíciles de reconocer ahora que había visto a unos cuantos, la belleza de todos resaltaba tanto en los hombres como en las mujeres.

Si alguno le decía algo haría oídos sordos, lo único que podía hacer que se parase es que lo pararan agarrándole o llamando su atención tocándole.

Salgo

Escuché con atención el relato del chico. Y mantuve una especie de cara de póker - Bueno... Y supongo que eso te dejó con la espinita de averiguar más cosas ¿Verdad?

Pero también hay otro dato que podría ser interesante - ¿Y hace mucho de eso? Me refiero a lo de su desaparición - Quise saber. No era lo mismo si desapareció hace años o la semana pasada...

El chico hizo aquella pregunta lo que me llevó a lo que acababa de comentar Ronan - Ni idea, hace bastante que no lo veo

Entró mucha gente, entre ellos Enneas, que por su falta de atuendo seguro que iba a atraer la atención de los presentes. Miré en dirección a la cocina, a ver si había suerte y veía la reacción de la fotógrafa.

- Gracias – sonrío cuando me abren la puerta – no sé dónde dejé las llaves.

Entro y espero apoyada en alguna pared a que Azariel haga lo que quería hacer aquí. Veo que algunos hablan pero no me entrometo en la conversación. Me fijo en el chico nuevo, no estaba cuando me fui y no sé quién es, le sonrío y saludo con un gesto de cabeza.

Mis ojos repasan la estancia buscando a la sirena rubia y dan de bruces con el pelirrojo desnudo. Joder, parecen todos esculpidos en mármol. Es que es imposible no mirarles. Mi sonrisa se vuelve cariñosa, recuerdo cuando el sireno se quejaba y no quería vestirse. ¿Dónde estará Nayi? No está aquí.

- Enna ¿quieres ropa? Yo creo que tengo algún pantalón y alguna camiseta que quizá te valgan. – Se lo comento como una opción desenfadada, desde luego no seré yo quien obligue a nadie a taparse, pero siendo que todos estamos vestidos quizás se siente incómodo y bueno, de sentirse incómoda y fuera de lugar soy una experta.

Saludos.

Su lengua era torpe y tosca. Agitaba la mano de un modo un tanto exagerado. Y les escuchaba hablar, demasiado rápido para su gusto. Es entonces cuando Cara-pescado se dirigió a él y, aunque le sonrió, se notó cierto hastío en su gesto: volvía con el tema de la ropa. La ropa picaba, era completamente innecesaria. Ni siquiera proporcionaba algún tipo de protección. No entendía por qué era tan necesaria.

Como fuese, parecía algo parte de un ritual.

Sólo... ¿calzone?

Trató de recordar la palabra utilizada. Ya era un esfuerzo llevar algo que apretaba y que molestaba, pero era un esfuerzo a cambio de una comodidad para los demás, pues había notado varias miradas que parecían querer decir algo. Su cara reflejaba el disgusto incluso al aceptar aquello.

Se preparó para seguir a la chica, pero también saludó con la mano, efusivo, a Azariel y a Ronan.

-Nuestro compañero, Máximo. Se marchó en ferry. Ha dejado el equipo -le informé a Andrea, intentando que no se notara la duda en mi tono. No confiaba en Mónica y el hecho de que Máximo estuviera con ella la última vez que le vi tampoco ayudaba a que confiara mucho, aunque puede que solo fuera una coincidencia-. Es extraño que no responda a las llamadas...

Con la llegada de los tritones, no pude evitar pensar que cada vez había más hombres fornidos en el salón. Desde luego Valeria estaría en esos instantes en la gloria con tanto maromo. Al divisar a Enna, lo saludé con un gesto de mano, dibujándoseme una sonrisa al ver que el sireno se encontraba desnudo. ¿Qué pensaría el joven Andrea de todo aquello?

-Sí, en gran parte sí- admití sonriendo ligeramente por lo obvio que podía ser cuando Mike concluyó en que aquello me había marcado y me impulsaba a averiguar más sobre el tema, entonces aparecieron algunas personas más, y, no iba a negarlo, captaron mi atención, en especial el hecho de que apareciese un chico completamente desnudo, lo cual de por sí podía ser bastante sorprendente pero además ¿no acababa de venir de la calle? aquello me intrigó un poco lo que hizo que quedase algo absorto y perdiese ligeramente el hilo de la conversación mientras le contemplaba, fue al notar que la chica con tatuajes en la cara me saludó que volví en mí, devolviéndole el gesto, ella también tenía un aspecto que destacaba -perdón, sí, mi abuelo... - dije a Mike y Ronan en señal de que volvía a estar por ellos -pronto hará un año de ello- expliqué al reengancharme haciendo una breve pausa al meditar sobre la historia de ese tal Máximo -bueno, no conozco los detalles pero... si ha dejado el equipo supongo que no es tan extraño que no conteste...- dije tratando de tranquilizarse en caso de que estuviese preocupado por él -sino siempre puedes mandarle un mensaje, quizá solo está ocupado y contesta más tarde- le ofrecí como alternativa.

Volví a mirar a los recién llegados, parecía que nadie iba a presentarnos pero también parecían ocupados entre sí así que no sabía si interrumpir o no, mejor esperaría a que acabasen de buscarle aquellos calzones a Enna, parecía una tarea importante.

Esto comenzaba a parecer un circo, o cuanto menos un sainete. La gente iba y venía y me preguntaba si tenían muy claro a donde. 

Entendí un poco más lo de Máximo gracias a la aclaración de Ronan y... la verdad es que lo de abandonar, ahora con lo ocurrido no me parecía mala idea - Quizá yo también debería hacerlo... - Parecía tener más sentido eso. Tratar de poner tierra de por medio con este lugar. Mi alumna había muerto ¿Por qué seguir aquí? 

Me levanté - Voy a buscar a Francesca, quizá siga los pasos de Máximo - Y me dirigí al exterior.