Partida Rol por web

Maldición, no, aquello no. Una cosa era luchar contra gente controlada mentalmente y otra muy distinta ser dominado uno mismo. Vencer a los malvados, incluso si la cosa acababa en una pequeña masacre, para Nacho estaba justificado, ser utilizado como una herramienta para masacrar inocentes o, todavía peor, héroes, era algo que iba en contra de todo en lo que creía.

El metahumano luchó con todo su ser, gritó por el esfuerzo, levantó imaginarias barreras mentales, pero todo parecía en vano. Aquella voluntad invasora era demasiado poderosa. Tendría que haberlo imaginado antes de lanzarse tras él con tanto ahínco. Pero, ¿y si dejaba de ser tan útil? ¿y si dejaba de ser el poderoso Vortex? ¿qué haría con el debilucho de Nacho?

Cuesta, es tan cabezota como había supuesto, pero es lo que tengo que hacer. El ultimo golpe, mientras mis ojos se vuelven blancos y los hilos del titiritero se terminan de tejer entre mi forma y la suya.

Así que ese es su pequeño miedo, una sonrisa se forma en mis labios bajo la capucha.
-Me podrías dar pena, pero no me la das. Masacrarías aunque no supieras si son culpables o no.., los grises que no podemos controlar. Todos nos merecemos una segunda oportunidad, pero tu no - mis palabras frías se clavan en su mente mientras los hilos siguen tensándose y flexiono dos de mis dedos- Callate, vuelve a ser quien eres realmente y estate quieto, por que si te mueves no podre impedir que los demás sufran daño. Si mueren sera por tu culpa. 

La situación se vuelve más interesante. Vortex parece que le pasa algo, no se mueve a pesar de que está en medio del caos. El cambio Fénix junto con Montana logran saltar y alejarse unos metros.

Los mercenarios revisan intentando localizarlos, pero por suerte la nevada y la oscuridad juegan a favor de ambos. La maga sigue en el cielo concentrada, ¿estará preparando algún hechizo? Su entrada no fue demasiado espectacular ya que sus espejismos fueron más humo que espejos.

Por suerte Fénix se recupera rápido de su herida y en breve estará al 100%. Montana sigue sin ningún rasguño y ambos en el salto han podido comprobar que se enfrentan al menos a treinta o más soldados bien preparados. Todos con ropa de camuflaje ártico y además con tecnología avanzada. No han visto ningún vehículo pero es posible que haya alguno camuflado. Es algo que deberían tomar a consideración.

- ¡Ostí, tú! ¿Qué hacemos? Son un porrón de gente y bien entrenados y... ¿están controlados mentalmente? - pregunté a Montana sin saber que hacer.

-Vale, Fenix, tengo una pistola normal y mi látigo. Si tengo suerte puedo tumbar a dos o tres con una ráfaga rápida pero son demasiados. ¿Puedes atacarles a distancia?

- Sí, creo que sí. Quizás hasta sin hacer ruido, pero es que son más de 30, Montana. - le dije preocupada y nerviosa

-Me voy a arrepentir de esto pero creo que deberíamos facilitarle al grandullón una distracción. Es una locura pero igual puede funcionar: tu puedes volar y yo puedo soltar latigazos. Vamos a volar del punto A al punto B, entendiendo A como el punto actual y el punto B como algún otro rincón seguro, y de camino intento freír a tres o cuatro -dice Montana visiblemente nervioso. Pese a lo mal que estaba la situación, no podía negar que esa pelirroja le era de su agrado. -Seríamos como... como... ¡un ser alado con cuatro brazos y dos piernas al más puro estilo mitología hindú!

-Por Dios bendito, Dante, pero qué mierda de comentario acabas de hacer. Vamos, tu eres mejor que eso, ¿tantas horas estudiando, tanto doctorado para no poder hacer ni un comentario ingenioso con la adrenalina a tope? -se dijo a sí mismo.

-Apocalispsis, 9-11: tenían sobre sí al ángel rey del abismo, cuyo nombre hebreo es ‘Abaddon’, en griego ‘Apollyon’ y en latín tiene el nombre de "el Exterminador". Seamos Abaddon, Fénix, seamos el ángel exterminador

Eso está mejor Doctor James

- ¡¿Qué?! – pregunté totalmente extrañada y desconcertada. Seguro que aquello sonaba en la cabeza de Montana infinitamente mejor que cuando lo dijo.

- Creía que el golpe en la cabeza me lo había dado yo, no tú. – dije con sarcasmo usando el humor como mecanismo de defensa.

Sopesé lo que proponía.

- Vale, intentémoslo. – aceptó a sabiendas de que era una auténtica locura. – Pero busquemos un punto B que esté a resguardo, ¿vale? No sé cuánto podrá protegernos mi escudo mientras volamos a la vez…

─No me das miedo, titiritera. Sólo puedes controlarme, pero no acabar conmigo. Y no puedes quedarte ahí, eternamente enlazada a mi mente sin hacer nada más, así que tarde o temprano tendrás que soltar tu presa y, si los soldados no logran acabar conmigo, cosa que no es nada seguro que consigan, yo acabaré contigo. Suéltame y no desparramaré tus entrañas por doquier. Hazlo, porque si no me sueltas voluntariamente...

La rabia que inundaba la mente de Vortex estaba a punto de desbordarle, una ira tan profunda que se alimentaba de la frustración, el miedo y la traición para formar una ola difícil de parar. La titiritera tendría que decidir si usar a su títere o no, si arriesgarse a que el muñeco tensara tanto el hilo como para romperlo o si era mejor cortar los hilos ella misma. De todos los que había podido elegir, Vortex era la figura más pesada, tal vez aquello no había sido muy buena idea...

Una sonrisa mientras le escucho, cabezón, testarudo y que se cree que puede amenazar cuando no sabe que esta pasando.
-No lo voy a repetir otra vez, transfórmate o te aseguro que los dos que están correteando no saldrán bien parados. Puede que así la próxima vez te pienses dos veces hacer lo que has hecho, dos inocentes a punto de morir por tu inconmensurable ego.

Sí ego, necesitas ser el maldito centro de atención y por eso te lanzas sin pensar en las consecuencias. 

─Pesarán en tu conciencia, no en la mía, bruja. Además, no vas a acabar conmigo, no puedes. Y yo sí puedo acabar contigo. Me necesitas controlado y yo no te necesito en absoluto. Haz lo que te parezca, no negocio con terroristas.

Cabezota, sí, sin duda, pero había algo más bajo aquella coraza de odio irracional que estaba mostrando. ¿Podría llegar a entenderlo la joven maga?

La voluntad de la maga estaba superando la voluntad y cabezonería de Vortex, al menos de momento el el poderoso muntante no puede dejar de obedecer esa orden. El problema es que cuando ella lo libere podrá tomar su preciada y ansiosa venganza contra la persona que ahora lo está controlando. La "titiritera" como Vortex lo llamaba de momento parece tener controlada la situación pero todo puede cambiar, sólo es cuestión de tiempo...

─¡El titiritero es Hermione! ¡Está entrando en mi... arrrrggggh! ─gritó Vortex mientras se sujetaba con fuerza la cabeza en eterno fluir de su forma vaporosa.

Tras un breve forcejeo interno ─que a él le parecieron días enteros─ el metahumano finalmente se encogió sobre sí mismo y su figura pareció encoger, concretarse y dejar de fluir. Se estaba transformando en una persona. Un civil, frágil, más bien estilizado y, en aquellos momentos en los que se encontraban rodeados de combatientes armados hasta los dientes, extremadamente vulnerable...

Se acabo, me he cansado de sus tonterias. Si quieren que lo maten, que se lance al sol en una supernova o que se congele. Me elevo hasta una altura prudencial antes de romper los hilos que se iran deshaciendo lentamente hasta que llegue la reacción hasta el y me alejo hasta la parte alta donde se que estara el  que ha montado todo esto. Solo digo una cosa.

-El otro hombre no tiene poderes, ella es de naturaleza psiquica y el gilipollas de ahi abajo, matalo ahora antes de que vuelva a transformarse o te dara muchos problemas. Yo me voy, me espera una isla en el caribe.

- Oye, Montana, cambio de planes. Yo nos hago volar a por Vortex y tu lo coges con tu látigo y nos largamos cagando leches de aquí. - le dije nerviosa ante el cambio que se estaba produciendo en lo que hasta el momento era una cosa negra y ahora era una persona normal como ellos...

-¡Vamos pues! -sin miedo Montana se dejó agarrar por la chica y desplegó su ya famoso látigo.

- Vamos - me agarré a Montana (oye, para ser profesor está bien cachas, omá... no es momento...) para llevarnos a los dos volando lo más bajo posible, rápido y zigzagueando, para no ofrecer un blanco tan fácil.

Ojalá esto salga bien...

¿Qué es eso de que Hermione es el titiritero? ¿En serio? Japuta...

Vortex ahora transformado en un frágil humano nota que el control que la maga disponía de él se ha liberado. En ese momento Fénix junto con Montana vuelan sobre él y el arqueólogo y aventurero con su látigo logra atrapar el cuerpo de Ignacio y sacarlo de allí volando con la ayuda de Fénix. Os habéis alejado de la zona de peligro, los mercenarios os disparan y posteriormente se repliegan y comienzan a colocarse en posiciones defensivas. Veis que llegan refuerzos desde el interior, al menos ahora podéis verlos y veis que son muchos más de lo que habíais pensado.

Vortex está intacto y el resto ya está recuperado del todo, por lo que ahora solo queda que tracéis un plan o decidáis no impedir el robo. La maga parece haberse esfumado y debió abandonar la escena a través de uno de sus portales.