Partida Rol por web

Una dependienta tomó una especie de minitablet y os pidió poner el dedo índice, diciendo que eso haría vuestras las compras deseadas, de las que Iju se ocuparía de cobrar...

- les queda todo genial señoritas ¿seguro que no quieren nada más?

Sonreí con una sonrisa muy grande, a Jessie y me acerqué a ella para darle un ligero toquecito en la nariz - La opinión de todos, cuenta. Y gracias por ser sincera. - De nuevo dí una vuelta sobre mi para que la falda hondeara, sintiendome como nueva con este conjunto y no la simple bata medica, aunque bien podría llevarmela para jugar a los medicos con cierto pelirrojo...

-Señor, nos lo llevamos. - Le dije al dependiente para recibir entonces su respuesta. Miré a Jessie como preguntandole a ella si quería algo más y luego respondí por mi - Por mi parte nada más gracias*, imagino que si necesito algo más podría venir aquí y volver a comprar. ¿Y tu Jessie? - Ahora con palabras pregunté a mi compañera antes de terminar por esta parte.

Su preguntá fue la que se quedó en el aire por un momento mientras yo caminaba ligeramente de un lado para otro - Bueno, supongo que podriamos ir a comprar otras cosas, ya sabes algo electronico como un ordenador, reproductores, o el sistema de comunicación que tengan por esta epoca. También podríamos buscar de comprar cualquier capricho, como algún dulce, helado o algo así. O supongo que podriamos volver con Iju - Cosa que me imaginaba no querría por el tema de que Iju "obligó" a ser su sirvienta - o con Aysha y los demás. O podemos simplemente dar una vuelta juntas. - Luego de dar todas las opciones que se me ocurrían pregunté yo - ¿A ti que se te apetece Jessie?

Y después de esperara a que respondiera esa pregunta, tenía mucha curiosidad sobre algo - Por cierto Jessie, tengo ganas de saber algo. ¿Qué opinas de los demás? - Igual si miraba su punto de vista sobre el resto averiguaba algo que no había visto de ellos. - Y antes cuando nos disparaban ¿Qué hiciste? - quizás las dos incognitas más presentes en mi cerebro.

La verdad es que tanto toque en la nariz me empezaba a molestar, aunque entendiera que no lo hiciera con malas intenciones. Y por supuesto no iba a decirlo no fuera a molestarla -De nada...- le respondí asintiendo a la chica. Después de eso me acerqué con ella al mostrador -No... yo con esto ya estoy bien, gracias- le dije a la dependienta y a Lizbeth.

Luego de eso la chica propuso ir a comprar "caprichos"... aparte de que yo nunca había hecho eso, no es que me pareciera bien -Pero... Madame Iju nos dijo que comprasemos ropa- dije con corte -No se si comprar "caprichos" con su dinero está bien...- le terminé respondiendo mientras ella proponía hacer unas cosas y luego pedía mi opinión -Si ya terminamos las compras... lo correcto sería indicarselo a Madame Iju- le dije. No se como se lo tomaría... pero eso me parecía que debíamos hacer: ir con ella y que nos diga que hacer... supongo que así funciona mi mente servicial.

Liz no paraba de pedirme opiniones... no tengo la costumbre de darlas... no se como sentirme al estar tan solicitadas -Bueno... si lo quieres saber... no es que sepa dar muchos detalles... a primera vista todos me parecen igual de perdidos que yo con todo esto...- empecé a decir -_{Todos menos Amanda ciertamente... su actitud, actos y que aun tenga escondidas un par de armas blancas...}- se me escapó decir por lo bajo. Antes no tuve problemas en decirle cosas a la cara creo que por la situación inicial y lo que le hizo a Ben... pero una vez mínimamente superado me vuelve a dar cosa decir cosas malas de la gente. No creo que mi respuesta le ayudase mucho... Y cuando hizo su siguiente pregunta, sobre el tiroteo -No... no se que hice- le dije sinceramente -Solo... me dijeron que sonriera, y entonces... pues note agua golpeandome aunque no me mojase y el escudo del doctor se derritio... no se como...- le terminé diciendo. Ese episodio había sido demasiado surrealista.

-Pues... me recuerda a un viejo anime* gore... pero no sabría decir o atinar cuál-meditó Aysha mientras veía a Cameron con el traje de neopreno. Debía admitir que los músculos sobresalían por lo ceñido, marcándose bastante bien y aquello le hizo preguntarse cómo serían los estándares de belleza en esta nueva época. Sin embargo, Vincent e Iju no parecían tener una fisonomía tan diferente... salvo que se les hizo muy bajitos a comparación de su estatura. Podrían influir la nacionalidad, al igual que los cambios de alimentos y la influencia de la guerra en los años posteriores-. Si te soy sincera, el negro no es lo tuyo. Te quedarían bien las prendas que hagan resaltar tus ojos ámbar*. Es decir, sí, el negro está bien, pero completamente no. Podríamos buscar algo que haga contraste y...

Se interrumpió con la llegada de la intendenta solicitando colocar su dedo índice y, como se estaba dejando llevar por la situación, lo hizo sin poner pero alguno. Notó el rostro de decepción de la chica y, tomando cierta iniciativa, ella habló primero.

-Dígame, ¿qué ropa le quedaría mejor a mi amigo? -señaló con cortesía al cuerpo en general de Cameron. Aunque ya sonreía y visiblemente se mostraba de buen humor, sus ojos aún poseían ese brillo peculiar de alguien que acababa de llorar. Todo esto le servía para distraerse, y lo disfrutaba-. Tal vez... alguna sudadera negra, eso sí... y un tono intenso que lo haga resaltar como ... el rojo o el amarillo. ¿Tienen mezclilla?-luego miró a Cameron-. ¿Usas mezclilla? 

Aprovechando que estaba de buenas, prosiguió hablando y rememoró una duda que le venía carcomiendo desde que despertó.

-Disculpe, señorita. ¿Hay alguna cafetería o biblioteca cerca?

A lo lejos, a unos cuantos metros, se pudo escuchar la voz animada de Aysha hablando con una encargada de la tienda junto a Cameron. Tanto Ivanna como Shizu podían notar que la castaña y el pelirrojo estaban vestidos de distinta manera a como llegaron con las batas: ella llevaba un vestido azul oscuro que contrastaba con una blusa clara, medias negras y zapatos*, mostrando una forma menuda y delgada de la chica; y el pelirrojo llevaba un traje de neopreno negro ceñido, haciéndole resaltar su figura tonificada y musculosa*. Aysha llevaba en una mano la bata que estaba usando, y Cameron veía a las dos mujeres hablar.

Sonreía a Jessie en todo momento mientras esta decidía sobre sus prendas y demás, pero cuando empezó a dar negativas sobre ir a comprar caprichos y demás la sonrisa se me fue poco a poco convirtiendo en una ligera mueca. Me acerqué poco a poco a Jessie con esa expresión y cuando estaba a su lado puse mi mano sobre su cabeza de una manera un tanto seca, intentando transmitir desde un primer momento temor.

Y justo después la pasé a una caricia, primero de su pelo y después de su mejilla. Un suspiro salió de mis labios - Tienes razón. El dinero no cae del cielo, y tenemos suerte de tener ropa y un lugar donde vivir. No debería ser tan egoista con alguien que nos está dando todo esto - Mi mueca no era de enfado, era de tristeza al recordar algo. - Podrias hacerme un favor. No llames Madame a Iju. - Me repateaba que lo hiciera, prefería que me lo llamara a mi y solamente a mi, pero hasta ese paso habría que llegar. Por ahora solo mi mueca de tristeza y la caricia a Jessie estaban presentes mientras le pedía aquel favor. - Volvamos con ella anda - Y le ofrecí mi mano, la misma con la que la había acariciado, para empezar a caminar juntas.

Fue entonces cuando empezamos a hablar de los demás y un poco de mi sonrisa volvió - Perdidos ¿Eh? Bueno... reconozco que Ivanna, el guapetón y Shizu parecían algo perdidos. Sin embargo Aysha aparentaba sobrellevarlo. Sin duda Aysha es una chica fuerte aunque... - Tiene sus puntos debiles y por como se ha mostrado, tiene muchos. Que haya sido fuerte esta vez solo ha sido por los demás... ¿Altruismo? - De golpe volví al mundo real cuando hablaba Jessie por lo bajo de Amanda - Tu despreocupate de esa. Es solo una niñata que se creé la mejor porque ha de ser la primera en todo y ha de entrometerse en donde no la llaman creyendose la más listilla del lugar cuando lo único que sabe hacer es robar y hacer trabajos sucios para sobrevivir. - Sin duda había dado mi opinión sobre Amanda... y de una manera muy bruta.

Me aclaré la voz debilmente mirando a otro lado - Quiero decir. No te preocupes por esa criminal. Sé tratar a las de su calaña y te protegeré de ella para que no te haga daño otra vez. - Y ya después de ello me quedó algo por preguntar lo cual no había denotado en su respuesta. - Y bueno... ¿De mi que piensas? - Sin duda era una pregunta peliaguda para ambas partes, pero no me importaba quería saber que pensaba de mi a toda costa.

Tras ello empezó a explicarme lo de las balas en agua. Fue un tanto extraño verlo y la explicación no se quedaba corta. - Vaya, entonces tu también tienes otra entidad como la mía. La mia comenzó a protegerme cortando las balas. Menos mal que hemos tenido a esas especies de angeles guardianes ¿Verdad?

Poco a poco, a medida que Lisbeth iba entristeciendo su expresión con aquella larga caricia por la cara... me iba sintiendo más culpable -Lo... lo siento Lizbeth. No era mi intención que estuvieses así... lo lamento... no quería que te sintieras egoísta...- dije con arrepentimiento... yo sólo lo había dicho por servidumbre, no quería hacerla sentir mal -Va... vale... no la llamaré Madame. Es sólo... mi educación...- le dije para ver si así conseguía que se sintiera mejor... Tengo la costumbre de llamar Madame a mis superiores... sólo era por costumbre, no quería que le sintiera mal -Si... si quieres no vamos... po-podemos hacer otra cosa... si lo deseas...- le termine diciendo.

Luego la chica parecio recuperar el ánimo cuando empezó a hablar sobre nuestros compañeros, y empezó a criticar severamente a Amanda... vaya, creo que se me escapó. Sus palabras eran duras... Y simplemente las escuché en silencio. No quería decir si lo apoyaba o no. Y entonces me hizo esa difícil pregunta: ¿que opinaba de ella? Por un lado me había hecho una pregunta sobre ella y debía responder; pero por otro quizás no le guste oír lo que diría ni yo quiero decirlo o mentir -Em... y-yo... yo pienso que...- no sabía muy bien que decir, y tenía la cara como un tomate -Te... te que-eda muy bien el vestido...- termine respondiendo. No era mentira; y así al menos tenia una respuesta -Por fa-favor Lisbeth... n-no me pidas más opiniones sobre pe-personas... por... por favor... p-por amistad...- le terminé pidiendo casi suplicando con toda la educación del mundo. Quizás le sentará mal pero... no... no puedo con esas preguntas. Mi educación se centró en no juzgar a las personas y no dar opiniones negativas... esas preguntas me ponen en compromiso.

Sobre el tema de las balas y esas entidades -Si... fue suerte... ains...- suspire -Aunque mi entidad parecía enfadada conmigo... me gritaba... Y me mordió la mejilla...- dije masajeandome la mejilla mencionada, recordando ese momento.

Sus disculpas instantaneas me reconfortaron un poco, casi agradeciendo que servilmente se hubiera arrepentido por algo de lo que no tenía culpa. Le sonreí y le seguí acariciando la mejilla aunque ahora con dos dedos nada más a pesar de mantener mi mano en su mejilla. - Gracias, pero no es tu culpa. Es solo... una cosa que olvidé. Y no te preocupes por lo de Madame, entiendo que se lo digas a todos es solo que... me cabrea que diga que somos de su propiedad. - Suspiré y negué con la cabeza - Llámala como quieras. - Una vez ya más recuperada y me levanté y negué con la cabeza a su oferta de hacer otra cosa - No debemos gastar un dinero que no es nuestro, como mucho podemos pasear o conocer a alguien. Por eso, miremos el lugar mientras volvemos con Iju* - Y fue entonces cuando le ofrecí mi mano para ir juntas

Sabía que la estaba poniendo en tensión y sabía que lo que tendría que decir de mi sería malo, pero me gustaba ver a la gente así, inquieta, alerta, en guardia. Sabía que me estaba acercando a tu punto más débil. No obstante me pidió que parara, después de elogiarme, ante lo cual sonreí un poco pícaramente. - Está bien, no te preguntaré más sobre los demás - Que estuviera suplicando era un paso muy grande, solo me faltaba que fuera más personal y a través de algún tipo de castigo que le diera por desobedecerme - Poco a poco...

Y ya de nuevo hablamos sobre el tema de dichas entidades y poderes - Menos mal que no soy la única que vió una entidad... pero... - Empecé a pensar sobre lo que había dicho de su entidad, sobre como actuaba y cual era su actitud, y luego empecé a pensar en la mía hasta que hilé un poco toda la información que tenía. - Jessie... una pregunta sobre las entidades. ¿Te gusta servir? ¿Te gusta que te dominen? - pregunté desconcertada y con absoluta curiosidad - Sé que no tienen nada que ver las preguntas con las entidades, pero respondemé sinceramente e igual pueda comentarte algo que creo que es cierto. Tus respuestas me lo confirmarán. - Me hice la interesante pero realmente quería saberlo antes de decirle lo que corría por mis pensamientos.

Para Ivanna la moda era un tema serio, y aunque no desamparó a Shizu, vio lo mono que se veía en ese atuendo, pero ella quería más, no quería que el lindo chico se conformara solo con uno. Se dejó llevar por él y mientras este se cambiaba, ella fue a buscar otras opciones para el chico.

Volvió con Shizu después de escoger algunos conjuntos que para ella quedaban perfectos.

- ¿Qué opinas? - preguntó con una sonrisa. Podía verse lo emocionada que estaba con el tema. La moda era lo suyo, natural para alguien que venía de donde ella venía.

Al leer la nota, Ivanna enloqueció de felicidad - ¡Claro! - y entonces fue a buscar más.

Llegó con ellos con una cara de emoción tal y tan agitada que casi parece que hubiera corrido por toda la tienda.

- Te verías guapísimo en cualquiera de ellos - le sonrió y dejó que el chico escogiera si optaba por alguno de ellos.

- Iré a buscar algo para mí esta vez - le guiñó un ojo y trató de no alejarse mucho para no perderlo.

Si bien se probó varios atuendos, llegó vestida con un conjunto negro, sobrio para lo que ella acostumbraba usar cuando era famosa

- Yo era una estrella, ¿sabes? Antes solía medirme ropa todo el tiempo - pasó a hacer un pequeño desfile a Shizu antes de decidirse si podía comprar algo más, pero el negro de seguro se lo llevaba.

- Creo que si es posible, me quedo con esto - sonrió y solo esperó que su anfitriona aceptara.

Al ver que lo que parecía una cajera se acercó, puso su huella sin discusión y miró a Shizu complacida - ¿Cuál es tu favorito? -.

Al escuchar la voz de Aysha, Ivanna se acercó a Shizu y se la señaló, para luego hacer algunas señas a la chica. Se encontraban hablando con lo que parecían ser las cajeras de este nuevo siglo mientras llevaba una bolsa de ropa para ella y otra para Shizu. Solo esperaba que "su dueña" no se enfadara demasiado.

Tanto Ivanna como Shizu lucían diferente*.

Ivanna gritó animosa y con bastante fuerza - ¡Aysha! ¡Cameron! - y poco le importaba si en ese siglo era impropio. Comprar ropa la hacía feliz, además que hacía mucho tiempo que no había tenido la oportunidad de lucir bien.

- Vamos, Shizu - tomó al chico de la mano con gentileza y le sonrió para dirigirse hacia sus compañeros.

Menos... menos mal. Al final no se lo tomo muy mal ni se deprimio, e intentó que no me sintiese culpable... aunque no podía evitar sentir culpa; y parecía que seguía sin gustarle demasiado Iju. Al final sólo asenti -De... de acuerdo- dije. Vi como me ofrecía la mano para dar el paseo hasta encontrar a la peliverde... Y aunque me diese un poco de corte se la tome para que no volviese a sentirse mal.

Al final, parece que Liz accedió a dejarme de hacer esas preguntas que me incomodaban tanto -Gra-gracias Lizbeth...- le agradecí con timidez... pero parecía que la chica se conocía más preguntas incómodas en las que no intervenían ningún compañero.

Esa pregunta... era muy directa y personal; y me volvía a dejar en una situación muy desagradable -Esa... esa pregunta no tiene que ver con las entidades...- dije intentando evadir la pregunta; pero ella parecía seguir queriendo saber la respuesta -A-a mi... me gusta ayudar e-en lo que se pueda... se-sentirse útil esta bien...- le respondí con los nervios a flor de piel y la mirada evasiva. Era una respuesta sincera... aunque incompleta; ayudar no era lo mismo que servir. Se que ahora aunque dijese algo no me metería en problemas... pero aún así se hacía difícil decirlo -_{Aunque... si-siempre es preferible que sea una opción a una obligación...}- termine diciendo con la boca pequeña... era consciente de lo dicho. No... no me gustaban ninguna de esas dos cosas.

Me dió su respuesta a mis preguntas, y realmente era una de las opciones de las reacciones que esperaba que salieran de ella. Realmente esperaba que fuera brutalmente sincera, pero también me guardé en el cajón la evasiva. - Humm... - Pensé un momento tras analizar lo que había dicho, más bien haciendola sufrir por lo que iba a decir a continuación. Aproveché ese momento antes de llegar a Iju para acercarla a un asiento a solas y explicarselo haciendo que tomara asiento.

-Mira Jessie, tu entidad te mordió como has dicho, y estabas como forzada a sonreir antes. Mi entidad se presentó como una guerrera a mis servicios, y obedeció mis ordenes. - Esperé a ver si se daba cuenta - A mi me gusta dominar, y es por eso por lo que pensaba que nuestras entidades tienen que ver con quienes somos o como somos. Tenía dos opciones para ti y la tuya, que te gustara servir o ser dominada lo cual hubiera sido una ligera alegría para mi ya que nos complementamos - Sonreí tontamente pero ya veia como no quería ser forzada a nada.

Así que aclaré mi voz y continué - Y la segunda es... que no seas capaz de tomar decisiones. Es decir, que necesites que te digan que hacer. Que no te guste puede ser una cosa, pero hay decisiones que necesitas de una mano para tomarlas y algunas suelen ser importantes. En otras palabras, si yo te hiciera una petición, como te he estado haciendo hasta ahora con la ropa y algunas cosas más, podrías escoger entre si o no, pero no has sido capaz de anteponerte y decir que no. Has hecho todo el rato lo que yo quería por hacerme feliz sin siquiera decidir un no.

La miré entonces para ver su reacción ante esto que había pensado y tras ello continué - Hay una tercera... pero creo que es imposible que ocurra. Por eso y con lo que me has dicho, creo que tu entidad se basa en la falta de toma de decisiones. ¿Me pregunto cuales serán las entidades de los demás? Pero no te preocupes Jessie. No es malo no saber tomar decisiones, ni tampoco es malo dejar que te ayuden a decidirlas. Tan solo necesitas alguien en quien confiar para ello, y que sepas que las decisiones que va a tomar por ti no son malas para ti. - dije esto último agarrandole la mano y acariciandosela casi maternalmente

Suspiré - No voy a decir que confies ya en alguien. Es muy pronto para ello pero en algún momento podrás hacerlo. Por ahora... intenta hacer caso a tu entidad sin que te vuelva a morder - y justo entonces empecé a reirme por lo bajo. Acerqué mi mano a su mejilla y le pellizqué muy levemente - A fin de cuentas tienes unos mofletes muy monos para que te los vuelva a morder una entidad cibernetica. - Ya estabamos cerca del coche de Iju, así que no veía problema en esperar en aquel sitio o movernos a otro lado.

Le había respondido brevemente, ¿porque estaba tardando tanto en responderme?. Me daba cierto miedo... ¿que me iba a decir que se estaba tomando tanto tiempo e incluso tenía que tomar asiento?. Empecé a escuchar su primera respuesta y no la entendí demasiado -Vale... a mi me mordieron y a ti te obedecían... ¿y que?- pensé, sin verle la relación a la pegunta que le respondí. Pero la chica ya continuó y lo fui entendiendo -Lo dicho... tu lo que querías era a alguien sumiso a quien que tomar como servicio personal- pensé mientras decía que "nos compenetraríamos" si me gustase que me dominasen. Según ella, una opción pudiera ser que mi entidad tiene que ver conmigo... solo le veo una cosa relacionada conmigo; y yo no pego bocados -Si es así... quizás esa guerrera suya no sea tan leal como parece...- pensé.

La segunda opción que comentó, desarrollando la idea de que ella representaba mi falta de iniciativa... realmente no la compartía. Yo... yo se tomar decisiones. Vale que pido muchas segundas opiniones, me dejo arrastrar y que a veces tengo mucha inseguridad... pero yo fui quien decidió no coger esos vestidos y comprarme esta ropa... no creo que por eso esa cosa digital que tenía en la cabeza me hubiera mordido por eso... era más porque parecía cabreada con todo -Si... me gusta que la gente se sienta bien... ya lo he dicho... _{no creo que sea por eso...}- dije timidamente, como si me defendiera. Lo que si que tengo es una incapacidad enorme a negarme a las cosas... pero decisiones se tomar.

La chica dijo que necesitaba a alguien en el que confiar... claro... supongo que querría que fuera ella. Y me acarició la cara haciendo que esta se pusiera roja mientras Liz decía que mis mofletes eran monos -Gracias... por el cumplido... y ofrecimiento Lisbeth... pero no sera necesario...- quise decirle del todo, pero al final solo le dije la primera parte -Has... has dicho que hay una tercera opción... ¿cual es?- le pregunté con cierta curiosidad.

¿A... Acuario...?- pensé en mi cabeza, tratando de hablar con aquella sirena con complejo de piraña -¿Estas... ahi? Me gustaría hablar contigo... si no... te importa claro... perdón si molesto- pensé algo nervioso... no sabía del todo si quería hablar con aquella mujer tan agresiva... pero quizás... me lo podría explicar mejor... me llamó "su chaval"... así que supongo que odiar no me odia.

-¿Eh? - Me sorprendí al oir sus palabras de agradecimiento, más concretamente cuando dijo que me ofrecí - No me estoy ofreciendo. La confianza es algo que cuesta ganarse, lo sé. Solo te digo que cuando la tomes con alguien, dejes que esa persona te ayude. Aunque si al final resulto ser yo no me importaría ayudarte desde ya... Aunque no te conozco mucho salvo lo básico.

Por otro lado cuando me preguntó sobre la tercera opción sonreí mirando de lado - No pienses mal de mi pero... Barajé como tercera opción que te gustase que te humillasen o que te pegaran, pero con lo que he hablado contigo... eso no cuadra. Eres más inocente de lo que pareces y simplemente has tenido una educación muy sumisa. Si te llegase a gustar empezaría a pensar mal de tu antiguo señor... y mejor de mi. - reconocí mirando a otro lado. No quería que me llegara a preguntar sobre mi pasado así que traté de evadir el tema.

-Como sea, solo quería hacerme una idea de porque tenemos esas entidades... Así que... salvo que sea lo de que no sabes decir que no, no entiendo aún a que se asigna esas entidades... Si pudiera volver a hablar con la mia, o con Lachesis. - Pensé justo en ella en mal momento... si acaso me respondiera sería más útil que preguntarlo al aire

-Oh, y me parece que no te he agradecido suficiente que me hagas estar tan feliz y que me soportes, así que... - Me acerqué entonces a su mejilla y le di un beso delicado en ella -  te debo una. - Y terminé la frase acompañandola de un guiño - Por otro lado... ¿No quieres saber nada de mi? Solo estoy preguntando yo y me da que he logrado incomodarte más de una vez. Pregunta lo que quieras vamos, no tengas miedo.

- no molestes ahora niño, tengo a los perros detrás para eliminarme. Si logro un momento ya te hablaré yo. Pero piensa bien las preguntas para no hacerme perder el tiempo.

Oyes la voz lejana y en un tenue eco.

Vaya... no esperaba que me respondiera mi entidad en mi cabeza... Y parecía seguir cabreada. Asenti a sus palabras meditando bien que preguntas hacerle... pero entonces empecé a oír la tercera opción de Lisbeth, y se me fue de la cabeza lo anterior mientras ahora me ponía como un tomate -¡Nononono! No me va eso... eso suena excesivo...- negué con los nervios a flor de piel... ¡no me va eso para nada! Y ahora que pienso... ¡¿Como es que Lisbeth se imaginaba eso?! No creo que mi aspecto ni mi forma de ser hagan entender esas cosas. A su justificación de que sólo quería hacerse una idea de como van esas entidades, simplemente asenti tratando de serenarme. Es verdad, Lachesis también estaba en mi cabeza... son demasiadas cosas ya las que tengo en ella; sólo espero que no terminen por acabar con mi cordura tener tantas voces ahí dentro.

Entonces fue cuando recibí aquel beso en la mejilla por parte de Lizbeth... y entonces me teñi entero de rojo intenso. Creo que en toda mi vida... las únicas personas que me han dado un beso han sido mis padres, ya sean en la frente o la mejilla; nunca otra persona -Gra-gracias...- tartamudee con muchos nervios mientras la chica me guiñaba. Luego me preguntó si yo no queria saber nada de ella -N-no es eso... no... nunca he tenido costumbre de hacer preguntas más allá de "¿que necesitas?" como imaginarás- le respondí con cierta timidez -Pero... si quieres que te pregunté cosas... sólo se me ocurren preguntas básicas, como la edad, de donde vienes o como era tu familia y como te criaste... no se me ocurren muchas más... perdón- terminé diciendo. Ya me había quedado claro que su afición favorita era dominar a gente... así que pregunté otros datos personales comunes.

Y sin mas, había entrado en la resistencia y en el underworld de ese mundo, y era fabuloso, era como  estar en casa, así que obedeció en cada una de las cosas que había dicho su desconocido nuevo amigo que aún le hacía sentir desconfiada e incómoda pero era mucho mejor que el grupo de descongelados y la chica peliverde. Miró sus sudaderas, pensando seriamente que debió haber sacado más de esa tienda para poder vivir en ese mundo como fugitiva. Nice, volvería a ser OA y viviría en las sombras, no podía dejar de preguntarse cuanto tardaría en posicionarse en las altas esferas de poder de la deep web, pues ahí no importa la edad sino los logros. 

Con la computadora nueva, la tomó y la contuvo como si le hubieran dado el más precioso regalo del mundo, y lo empezó a revisar, escuchando apenas al chico, no había conexión con el mundo, sólo con esa nueva nueva computadora que le abriría un mundo nuevo y le haría ganar poder. Sonrió de medio lado escuchando las últimas indicaciones del Yu.

—  nada que no haya hecho antes, bueno, en mi mundo —  levantó su vista hacia el chico — te contaré un secreto —  puso una sonrisa dulce, le encantaba poder contar lo que había hecho —  hackee el sistema del arca, cree un alias, y me colé al programa, no me han detectado, creo que nunca lo hicieron, toda la vida que ellos tienen es falsa, —  se encogió de hombros, abrazando aquel computador —  con esta preciosidad espero poder hacer cosas como esas... y creo —  en ese momento ya había empezado a sonar las alarmas del ataque —  es hora de empezar a probarlo, vamos, dime qué debo hacer, esto parece demasiado divertido —  esa era su motivación, su verdadera motivación, que algo fuera un desafío, que la hiciera vibrar, la chica no tenía muchas motivaciones más allá de que la divirtiera, pero lo que consiguiera en el entretanto, era bien recibido —  vamos, no perdamos el tiempo —  se tomó de su brazo y lo jaló, no sabía a donde iba, pero ya quería llegar. 

-Tranquila Jessie - le sonreí al ver su nerviosismo y su cara colorada. Aproveché justo entonces para soltarle un piropo - Estas muy mona cuando te sonrojas. - No pude evitar soltar una sonrisilla a cada segundo que estaba aún más roja. Pero no quise torturarla demasiado, aunque fuera una tortura para bien, así que me detuve... Al fin entendía saber lo que era ponerse limites... Si lo hubiera sabido antes...

Entonces fue que me explicó que no estaba acostumbrada a hacer preguntas más allá de su servidumbre. Sonreí de nuevo y escuché sus preguntas, entonces respondí desviando primero el tema al de antes - Bueno, puede que te sirva de experiencia para hablar más suelta con los demás. No tienes porque cortarte conmigo, no te juzgaré tranquila, prefiero que seas capaz de hablar más distendida y así puedas conocernos en profundidad a todos. - Entonces suspiré y miré al cielo antes de responder a sus preguntas - Y has hecho muy buenas preguntas... al menos para mi. Mi pais de origen es inglaterra, allí nací y me crié en un barrio modesto... - Más bien modesto... es lo que me gustaría que hubiera sido o noble. - Mis padres eran personas acomodadas con lo justo para llegar a fin de mes. Ambos me malcriaron un poco, mi padre era muy protector conmigo y mi madre me daba los caprichos que yo quería... pero al crecer... supongo que eso cambio al evolucionar mi nivel de malcrianza por mi parte... Mi padre no me protegía nada, es más me llegaba a amenazar, aunque amenazas veladas gracias a que sabía muchos de sus secretos. Mi madre me empezó a insultar y trataba de castigarme siempre que me veia haciendo un poco el vago... pero no duró mucho ya que también conocía secretos que no quería que se contaran...

Callé por un momento soltando un profundo y largo suspiro - Si estoy ahora aquí no es por voluntad propia... Mis padres me engañaron y me trajeron al programa siendo engañada... Fue por ese entonces que me di cuenta de mis acciones y... durante la criogenización, he llegado a pensar en como mejorarlo. O eso creo... - Miré entonces al suelo mostrando al fin mi mirada a Jessie por apenas un segundo donde se podía notar cierto aspecto vidrioso. Por suerte me contuve antes de que dicho vidrio se rompiera. Y con una respiración volví al tema mirando a Jessie ocultado esa mirada vidriosa con una sonrisa - En cuanto a mi edad... digamos que soy joven ¿Vale?