Partida Rol por web

Sombras de Brecillia

Escena 1: Refugiados

Cargando editor
26/07/2011, 11:30
Viento

A punto estoy de fingir una caída por el empujón recibido, para coger subrepticiamente la daga de mi bota y rajar con ella la primera parte que pille de uno de los matones, antes de huir corriendo, cuando aparece por allí la hija del alcalde, que parece que no sólo actúa movida por la curiosidad sexual, como imaginaba, sino por alguna innata bondad ante la que no puedo evitar sentir debilidad.

Esto, en mi hogar, significa que te debo una. Aunque no lo sepas o... no le des importancia -pienso, mientras la miro intensamente, ignorando la mirada de la pelirroja. Esa sonrisa, esa inocencia... seguramente, creció en una vida de privilegios, como hija del señor poderoso del lugar, y eso le habrá hecho crecer en un capullo de seguridad que quizá le haga inconsciente ante ciertas cosas, pero también es verdad que podría haber utilizado su vida rodeada de privilegios como excusa para convertirse en una completa estúpida, y sin embargo, parece querer transformarse por voluntad propia en un espíritu generoso...

Escuchándome más a mí mismo que a ella, bajo la vista finalmente, humillado por la súbita comparación entre lo que pienso en ese momento -vengarme de esos matones, darles una lección, quizá con sangre, como sugería el último con su gesto antes de ceder ante la petición de la hija del alcalde-, y lo que veo -la generosidad, la inocencia-, sin poder aguantar su mirada. Casi en el mismo gesto en que me doy la vuelta y me alejo sin decir nada, le beso la mano, inclinándome doblemente sin que ella lo sepa: ante su esbelto cuerpo y ante la superioridad de su espíritu puro ante el mío, ya corrupto y sin remedio.

Tras distanciarme de las dos jóvenes, sigo con la idea de volver a la posada y obsequiar a Lilith el vestido, aunque en mi lista de prioridades se añade ahora la de vengarme de los cuatro matones, lo que hace que parte de mi ardor se divida y no preste tanta atención a imaginarme en asuntos de faldas, sino que la dedique más a otear el lugar por el que se alejaron los cuatro pendencieros.

Cargando editor
31/07/2011, 23:41
takisis

Dejo a la señora en su sitio y ma miro profundamente.

Me sacudo la cabeza y me dirijo al herrero para ofrecerle mi mano- Soy Artros, y sí, has adivinado correctamente, vengo con la nueva compañía, a ver que tal se nos dan las fiestas.

Intento mantener una conversación normal con él- pero a veces mis pensamientos se distraen- maldita vieja, cómo habrá tenido esas ideas, pero y si tiene razón. Debí matarla, debí matarla con mis propias manos, debí saber sus intenciones, maldita mujer.

Me dirijo de nuevo al herrero- ¿qué es lo que hay preparado para esta noche?, ¿habrá algún torneo en el que pueda ver en juego sus espadas?

Cargando editor
16/08/2011, 12:00
yren_damanegra

Artros

El herrero te mira y niega con la cabeza.

- No, las pocas espadas que hago son para los soldados del castillo. No habrá lucha de espadas esta noche pero podrás disfrutar con la competición de tiro con arco - señala con la mano el arco de tu espalda - Pero, ten cuidado con Fiala, la cazadora. Nunca ha perdido una competición de Arco...

- Aparte de eso, - prosigue -  habrá actuaciones de esos  apestosos elfos ... disculpa... de los elfos dalishianos, juegos varios de habilidad y una cena presidida por el sheriff y por el caballero Ser Vilem. Luego, vendrá el vino... borracheras y peleas... tendrás la diversión que quieras y más... jajajaja... - se ríe fuertemente. 

Te das cuenta de que la anciana se ha perdido de vista.

 

 

Itán

La pelirroja se te come con los ojos mientras te alejas. Echas un vistazo en derredor. Los cuatro rufianes caminan despreocupadamente  hacia la posada y entran en ella.

Al poco, salen del local, primero una preciosa elfa dalishiana y a continuación un elfo dalishiano de aspecto desgarbado, largas orejas y naríz y pies demasiado grandes que le confieren un aspecto de payaso. El elfo corre tras la elfa y la agarra del brazo mientras le comenta algo en Dalishiano. La elfa le murmura algo y de un tirón se libera de su mano y a grandes pasos y enfadada se dirige hacia la carreta Dalishiana que está tras el pueblo. El elfo la mira unos segundos y luego la sigue con paso desgarbado.

 

Kazurh, Lilith y Morrowir

Los elfos, miran sorprendidos al enano y hacen una profunda reverencia antes de despedirse y encaminarse a la puerta. Pero justo al llegar a ella, cuatro tipos de aspecto joven y despreocupado entran en el local y apunto están de chocar con lo elfos. 

- ¡¡Joder, aparta orejotas!! - comenta el más alto mientras pega un empujón al elfo y se abre camino.

Otro de ellos, echa miradas lujuriosas a la elfa.

- Nena... seguro que debajo de esa ropa... tienes un bonito y delgado cuerpo de tetas pequeñas pero duras... jajajajaja - se ríe el tercero mientras se dirige a la barra sin dejar de mirar a la elfa.

El cuarto, simplemente hace amago de lanzar un pellizco al culo de la elfa la cual, pega un respingo y sale del local no sin antes echar una mirada de odio a los cuatro jóvenes. El elfo, recuperado, sale del local pidiendo disculpas. 

Los cuatro tipos se apalancan en la barra.

 

Cargando editor
16/08/2011, 23:34
takisis

Cuando el herrero nombra a la mujer cazadora, resoplo. Me hago una idea de quién puede ser- Le digo.

Esa arrogancia, hum.- No compañero, no creo que me úna a la fiesta del torneo, esta noche no creo que pueda disfrutar mucho con mi arco.

Cargando editor
17/08/2011, 10:30
Kazoya

Vuelvo avergonzado junto a mis compañeros pero 4 niñatos entran molestando y haciendo algo a la elfa que hace que el pelo se me ponga de punta.

Cuando van a la barra me levanto y agarro una silla y avanzo hacia ellos con la idea de estamparle la silla en la cabeza al que le ha tocado el culo a la elfa, pero miro al posadero y pienso que el no tiene culpa, y no podria pagar los destrozos, asi que antes de llegar decido soltar la silla pero continuo avanzando hasta los niñatos.

- Eh niñatos, creo que necesitais una leccion de modales, porque no salimos fuera para que os enseñe algo de la vida. Si es que sois capaces de enfrentaros a algo mas que una humildes bardos...

Los miro con burla, pero noto la sangre acelerandose y matnego las manos listas por si alguno quiere hacer una tonteria en la posada poder adelantarme a sus movimientos.

Cargando editor
18/08/2011, 03:05
Viento

La pelirroja me mira invitándome con deseo mientras me alejo, lo noto. Quizá le haga una visita esta noche, si todo lo demás falla. En un extraño pensamiento recurrente, mientras observo a las personas entrar y salir de la posada, no puedo dejar de pensar en Lilith como la mujer que debe yacer esta noche en mis brazos, en la hija del alcalde como una hermana, en la pelirroja como un desahogo.

¿Debe morir el humano? Es lo que deseo. Pero... Ahora nadie me obliga. Ahora lo haré porque quiero... Y, después de todo, tenían razón, aunque sea de casualidad: soy un ladrón.

Tras meditar unos instantes, decido entrar en la posada, en busca de Lilith. Antes, tengo la precaución de internarme en algún lugar oscuro y cambiar de lugar la daga robada y la daga de mi bota, dejando ésta última en el cinto, a mano para usarla rápidamente.

No... Hoy no mataré con impunidad -sonrío, súbitamente animado. Hoy, jugaré con mi vida. Quizá es como siempre debió ser... Entonces, miro el bulto en mi bota y aprieto la mandíbula, decidido. Dejemos que sea el fruto de mi robo el as en mi manga... Si finalmente debo responder ante estos humanos, jugaré hasta el final, y el juego será con sangre.

Con decisión, entro en la posada y busco con la mirada a la humana que más perturba mis pensamientos, dispuesto a obsequiarle con el vestido recién adquirido.

Cargando editor
18/08/2011, 09:42
yren_damanegra

Artros

El herrero regresa a su trabajo.

- Tal vez, debas ir a beber algo a la taberna... y comer... Aquí, la cerveza es buena... - parece que va a añadir algo pero mira más allá de ti.

Te vuelves. Dos elfos dalishianos, una elfa y un elfo, caminan rápidamente hacia la carreta dalishiana. La elfa es de una belleza arrebatadora pero el elfo, tiene las orejas excesivamente grandes, la naríz muy larga y sus pies son demasiado grandes para su tamaño lo cual le da aspecto de payaso. La elfa, parece enfadada y el elfo se limita a mirarte y continuar tras la elfa.

Notas que el herrero los mira con desagrado.

 

Resto

Ante las palabras del enano los cuatro tipos se vuelven con gesto asombrado y con mirada de arriba a abajo, miden a su oponente antes de soltar una fuerte risotada a coro.

- JAJAJAJJAJAJAJAJA

Uno de ellos, se contiene la risa antes de seguir.

- Perdona... y eres tú, un ... enano raro... el que nos va a enseñar modales... 

En eso, entra en la taberna Itán que se queda ojiplático al ver a Kazurh enfrentado a los cuatro niñatos.

Los cuatro, reparan en Itán pero ahora, están entretenidos con el enano así que lo dejan para luego.

- Venga, salgamos... - dice el más corpulento - hace mucho que no rompo caras...

Y sale a la calle por delante de los demás que esperan a que el enano lo siga.

Uno de ellos, repara en Itán y le comenta:

- También hay para tí, elfo ladrón... si quieres una somanta de ostias... sal ahí fuera... jajajajaja

 

 

Cargando editor
22/08/2011, 10:02
Kazoya

Salgo a grandes pasos y agradecido de que no destrocemos la posada.

Se vana  enterar estos niñatos, intentare no ser demasiado duro para no hacerles demasiado daño, solo le partire la mano al que le toco el culo y a los demas solo mes dare una tunda para que aprendan.

Una vez fuera noto el frio de nuevo y espero que salgan los demas, mas que nada alguno de mis compañeros para dejarles mis armas y no me estorben.

Cargando editor
22/08/2011, 13:17
Viento

Asombrado, observo que los matones no han tardado más que unos minutos en buscarse una nueva víctima, y no es otro que el enano humano.

Aunque, en este caso, es difícil saber quién ha empezado la pelea...

Al que se dirije a mí, le respondo, antes de girarme hacia Lilith:

- Yo no pego, gañán.

Consciente de que darle la espalda le provocará, lo hago igualmente y espero un movimiento suyo hacia mí para revolverme y rajarle un brazo.

Notas de juego

Si el matón no hace nada y sale de la posada, le dejo el vestido a Lilith y salgo detrás de él.

Cargando editor
22/08/2011, 23:20
takisis

Al escuchar al herrero asiento sonriendo- Tienes razón, la garganta se me agarrota, tres cervezas frías irán bien.

Al ver salir a los elfos comento asombrado- extraña pareja esta, diría que son dos deidades opuestas, sí que es bella la muy salvaje. Encogiéndome de hombros, me despido del herrero y me dirijo a la taberna.

En el camino, voy arrastrando los pies levantando la arenilla del camino y dándole pataditas a las piedras- Tal vez no sea mala idea presentarme a concurso de tiro, a ver si es tan buena como dicen…

Cargando editor
23/08/2011, 08:59
yren_damanegra

Lilith, Morrowir, Kazurh e Itán

El enano, se frota las manos y sonríe mientras sale. En eso entra Itán que mira sorprendido la escena. El matón, no parece caer en la provocación del elfo y se encoge de hombros.

- ¡Gallina! coc, coc, coc...  - dice antes de salir tras los demás. 

Lilith y Morrowir se van a levantar cuando el elfo se planta frente a la maga y sin decir nada, la entrega el vestido antes de volverse y salir. Lilith se queda atónita y mira la espalda del elfo sin saber qué decir.

- Vamos... no debemos dejarle sólo - dice Morrowir, colocándose el cinto.

La maga, dobla el vestido con delicadeza y lo deja sobre la silla antes de salir en pos del guerrero.

El frío de fuera os golpea de nuevo después de la calidez del lugar. Varios parroquianos salen en pos de vosotros.

 

Los cuatro matones están formados en fila enfrente del enano que se limita a sonreir. Los matones le provocan con puyas sobre su raza y tamaño.

(sigue)

 

Artros

Regresas hacia la taberna pero al llegar te encuentras con una curiosa escena. El enano que se cree hombre, está enfrentado a cuatro mozos que se chuflan y cachondean de él. De momento, sólo están unos enfrente del otro aunque al poco, salen a la puerta, Morrowir, Lilith y el elfo Itán.

 

(sigue)

 

TODOS

Los cuatro tipejos, se siguen cachondeando del enano.

- Venga, mediometro... ven aquí y te vamos a dar de ostias hasta quitarte la poca barba que tienes... 

- Vamos, capullo... demuéstranos lo que sabes...

- Mirad, si está ahí el elfo-ladrón gallina... coc, coc, coc... Vamos, también hay para tí... te dejaremos esas orejotas pequeñas a leches...

La escena se va calentando y ya hay varios espectadores.

 

Notas de juego

Cualesquiera acción 2d10...

 

Cargando editor
23/08/2011, 10:49
Kazoya

Dejo que tranquilamente se les vaya llendo la fuerza por la boca mientras le dejo mis armas pesadas a Lilith (escudo, hacha de batalla y maza), para despues volver a mi lugar en frente de los 4.

- Bueno gatitos, ¿los cuatro a la vez o por turnos? - les señaloa  todos con el dedo - A mi me da igual, lo unico - espero y me pongo serio para que vean que hablo totalmente en serio - es que nada de armas, una sola arma y este combate se combertira a muerte.

Espero pacientemente pero con los musculos en guardia y los reflejos alerta por si a alguno le diera por correr mas de la cuenta.

 

 

 

Notas de juego

Debido a la estatura de mi personaje la mayoria de los golpes iran dirigidos a las pelotas y a las rodillas, buscando aplastar (las pelotas) y torcer extremidades (rodillas).

Por ahora me mantengo alerta y en defensa hasta que vea que piensan hacer.

Cargando editor
23/08/2011, 23:58
takisis

Al ver la escena puedo imaginarme loque ha pasado, saco el arco y la flecha y apunto a los macarras-
Camaradas, estamos ante una espléndida noche de fiesta o ante la inminente muerte de al menos dos de vosotros atravesados por una flecha, así que podemos elegir lo más divertido para vosotros o lo más divertido para mí. La elección es vuestra.

Cargando editor
24/08/2011, 02:35
Viento

Tratando de parecer un tipo duro, miro a los cuatro matones de brazos cruzados, y escupo al suelo cuando uno de ellos se burla de mí. Cuando Kazurh habla de un combate a muerte, hablo:

- Eso no me importaría...

Espero que se achanten... no creo que pudiera ganar a puñetazos, y... creo que no quiero matar a ninguno de estos hombres.

Finalmente, es Artros, que parece recién llegado a la escena, quien primero empuña un arma. Casi aliviado, espero a ver como se desarrollan los acontecimientos, aunque sigo alerta y dispuesto a empuñar una de las armas que porto en cuanto me sienta amenazado.

Cargando editor
24/08/2011, 08:50
yren_damanegra

Al ver la flecha y el aspecto de Artros, los cuatro rufianes se miran unos a otros y levantan las manos. 

- Tranquilo, tío... - dice uno de ellos mientras empiezan a recular.

- Vamos, hombre... si era broma... - comenta otro con la voz trémula mientras una mancha oscura aparece poco a poco en su entrepierna.

Lo que está claro, es que esos tipos, nunca se han visto enfrentados a un arma de verdad dispuesta a segarles al vida. Seguramente no son más que gallitos de corral.

Los cuatro retroceden con el rostro lívido y sin dejar de mirar a Artros.

- Vamos... baja ese arco... no era más que un juego... - dice el tercero sin dejar de retroceder.

Al final, tras retroceder una decena de metros de espaldas, se giran y echan a correr como alma que lleva el diablo, para perderse tras una casa. Lo que está claro, es que no pensaban encontrarse con tal oposición.

 

Cargando editor
24/08/2011, 10:00
Kazoya

Los acontecimientos ocurren rapidamente y antes de darme cuenta ya estan huyendo con los calzones manchados, es entonces cuando giro mi rostro hecho una furia y hecho a andar con paso vivo en direccion al arquero sin mostrar ni miedo a su arco ni muchisimo menos ocultar mi enfado.

- ¿Quien te ha dado vela en este entierro? ¿Acaso alguien aqui iba armado? Se supone que debian aprender la leccion mano a mano, estos no son viajeros, viven aqui, en este pueblo, ¿y sabes que aprenderan ahora gracias a ti? Pues que con un arma se es poderoso, estan avergonzados y furiosos, ¿cuanto crees que tardaran en buscarse un arma? y en cuanto la tengas nosotros nos habremos ido, pero ellos se quedaran, y armados con el solo pensamiento que con armas todo se puede, mas valdria que te hubieras metido esa flecha por el culo, ahora esos son el triple de peligrosos que antes, y no para nosotros, sino para los residentes de aqui. ¡¡¡Muchas graccias!!!

Dicho esto me seco la barba de saliva y vuelvo a por mis armas, hecho una furia.

Cargando editor
25/08/2011, 22:54
takisis

Mientras Karzur me echa esa enorme reprimenda lo miro serio y sereno. Al acabar me llevo la mano a la barbilla pensativo- Tienes toda la razón del mundo. Ahora que lo dices puede que me haya extralimitado. He tenido poco... tacto. Lo lamento.

Pues parece que el buen enano, por mucho que lo niege lleva en su sangre el orgullo de su raza. Eso es algo sagrado con lo que no se juega. No obstante, la intimidación es algo que evita que corra sangre innecesaria. Para la próxima tengo que ser más precavido.


Bueno señores, ¿Cuándo comienza la fiesta?-
digo para quitarle importancia a lo sucedido.

Cargando editor
26/08/2011, 14:19
tynd

Morrowir observa la escena con la sangre hirviendo, los matones como ellos son los que convirtieron su vida en una pesadilla, si bien quería darles una lección junto al enano, la aparición repentina de Artros interrumpió la inminente pelea. Maldito arquero.

Se ajustó la espada al cinturón y sin dejar ver su enfado se dirigió al grupo. Bueno señores y señorita, sugiero que nos olvidemos de esto y volvamos dentro, yo por mi parte tengo que aliviar mi vejiga, hace tanto que no bebo que ya estoy lleno.

Una vez comprobó que todos entraron a la taberna para dejarlo solo se dirigió tras los cuatro muchachos, les iba a enseñar una gran lección.

Notas de juego

Al fin me he puesto al día.

Cargando editor
29/08/2011, 02:45
Viento

Bien está lo que bien acaba, como decía mi padre... -pienso con una media sonrisa, mientras contengo un comentario ácido que persiga a los matones en su huida, al considerar que no merece la pena el esfuerzo. Entonces, Kazurh se enfrenta a Artros, muy enfadado, parece que hacer huir a esos cuatro matones es una especie de desgracia sin nombre que no acierto a entender a la primera, aunque cuando el enano termina de hablar parece que empiezo a tener una idea...

Joder con el profesor de ética de la ciudadanía, da más miedo que los matones esos...

El peligro pasa, la sangre se enfría, y hay que volver a la posada, al lado de Lilith...

Cuando paso al lado de Artros, le miro a los ojos y le digo, en tono entre divertido y cauteloso:

- A uno de ellos le has salvado de una fea cicatriz... No sé si invitarte a una cerveza o reclamarte una por las molestias...

Sin más, entro en el bar en busca de la mujer en la que pienso y de una cerveza que beber a su lado.

Cargando editor
29/08/2011, 23:14
takisis

Miro a Itán sonriente y le doy una palmada en la espalda- Pues entonces invítame a dos si no te decides jeje.