Partida Rol por web

Mira a Jordi y esboza una sonrisa... sonríe levemente, parece cansada.

- Ve ayudando a los alumnos que veas por aquí... dales agua si la piden y avisa a la enfermera si empeoran...

La situación era alarmante. Todo era caos al rededor e incluso se había sembrado la muerte entre los alumnos.
Pablo trataba de pensar con tanta frialdad como le era posible, pero no le resultaba facil... Nico se había ido con ellos, tal vez alguno de los pocos con quienes había llegado a entablar conversación también habían aceptado la oferta o incluso se hayaban entre los cadáveres. Y todo esto en el primer día que estoy aquí... Pensó exhalando un suspiro de abatimiento.

El chico decidió no decir nada, los nervios estaban a flor de piel y todos tenían sus motivos para estar así. Tan solo esperaba que la Directora apareciese cuanto antes a dar indicaciones o a aclarar los sucesos, no se sentía en absoluto a gusto.

Asiento abatido al escuchar al profesor, ya que de alguna manera se que no miente.

Gracias por haberme escuchado.

Tras decirle eso me marcho a buscar a Sara, la única persona conocida que he visto en toda esta locura.

Me abro paso entre la multitud hasta encontrar otra vez a Sara, la única persona de las que he visto desde que empezó este desastre a la que puedo considerar un amigo.
Me siento a su lado, sin decir nada y le paso el brazo por encima de los hombros, para darle ánimos y a la vez darmelos a mi.

Le hablo bajito, pues apenas me quedan ya fuerzas.
Se lo he dicho a Carlos Milán, el jefe de la casa de Slytherin. Creo que me ha leido la mente o algo así, y me ha dicho que la puerta por la que salí ahora ya no existe. Así que ya poco hacer, salvo esperar.

Niego con la cabeza molesta por las palabras de Daniela, pero en lugar de decirle nada desvio la mirada hacia el resto del grupo.

- Salomon, entonces, ¿no hay nada que podamos hacer? ¿Tenemos que quedarnos de brazos cruzados?

He notado la mirada de Zaida, y me giro para mirarla a mi vez, directamente a los ojos:

- ¿Quieres decirme algo Zaida?

- Salomon, entonces, ¿no hay nada que podamos hacer? ¿Tenemos que quedarnos de brazos cruzados?

Tras escuchar a Angela niego con la cabeza acompañando mi respuesta
Nada salvo esperar... y rezar quién crea que pueda servir de ayuda. En estos momentos todo está en manos de los profesores.

El hecho de haber encontrado el grupo de Angela, Daniela y los demás en el bosque y haberlos guiado hasta el único lugar en el que parecía que era totalmente seguro que estabamos a salvo, era una de las pocas cosas que me daba fuerzas. Puede que algún profesor los hubiera encontrado, puede que hubieran encontrado el camino, pero por cosas del destino yo los había encontrado y habíamos sido los primeros en llegar.
Había fallado a unos, pero por azar había ayudado a otros, tenía que conformarme con eso.

Noto que Salomón vuelve y levanto la cabeza conteniendo las lagrimas, estoy agotada una vez pasada la tensión inicial.

Son fuertes, tener fe y seguro que volveran con nosotros... Asiento a Salomón rezaré por eso.

Mi mano agarra fuerte el crucifijo que llevo al cuello.

África puede ver como la profesora pone una cara extraña... mientras su grupo entra al Gran Comedor. Entran en la estancia tres ravenclaw's más: África, Tomás y Julen; y seis Hufflepuff: Edurne, Sheila, Vera, Ramiro, Lara y Alexis.

Dentro del Gran Comedor ya han llegado varios alumnos, Daniela, Alejandro, Ángela, Emilio, Zaida, Maite, Natalia, Isaac, Sara Lago, Pablo, Rogelio y Salomón. Jordi está ayudando dando agua a un chico tumbado en una camilla.

Los recién llegados veis una gran cantidad de heridos repartidos en camillas voladoras y a la infermera yendo de aquí para allá con pócimas para atenderlos. Y al fondo del Gran Comedor... hay una elevada cantidad de alumnos con sábanas... tapados completamente. Uno puesto encima del otro, habiendo entre ellos un espacio de un metro. Todos flotando en el cielo. Enseguida percibís porqué están completamente tapados con mantas.

Aun así, veis también a alumnos que parecen estar bien, o que tienen una simple herida en una mejilla o en algun brazo y ayudan a la infermera a atender a los alumnos.

Pero de alumnos de primero... solo los mencionados. A no ser... que estén tapados con sábanas...

Tras echar un leve vistazo, observo como aparecen más alumnos de primero ilesos en el salón. Tomando mentalmente ese dato opto por apartarme de donde estoy y quedarme cerca de las paredes para descansar un poco y retirarme un poco de un sitio donde tal vez pueda estorbar a los profesores y sus quehaceres.

Comentando en 'sotto vocce' a Maite (yo estoy apoyado simplemente mientras ella está sentada en el suelo)

Parece que tus predicciones se cumplen, chica... tienes una mente preclara y analítica.

Dejo pasar un par de segundos antes de proseguir

Espero que no te haya importunado ese tipo... por lo que se puede ver de él, tiene un esquema de actuación parecido a ese tal 'Jordi'. Piensa con el corazón y no con la cabeza...

Desde mi posición actual observo a resto de chicos mientras estos hablan entre ellos.

Apabullado, se encontró Rogelio con lo ocurrido, pero no se sentía débil. Creyó que si lograba terminar esa primer semana, podría lograrlo todo.
Caminó rápidamente entre los escombros y se dirigió ante la primer enfermera que encontró. -Podría ayudarla en algo?. Es que me siento tan inútil.-

Retiro mi brazo de los hombros de Sara y susurro su nombre para que levante la cabeza´y vea entrar a varios de nuestros compañeros que parecen estar a salvo también.
Mi sonrisa es agridulce, ya que me alegro de ver a Africa y a los demás, pero la certeza de no volver a ver a Sofía se vuelve más y más sólida.

Nisiquiera tengo fuerza para ir a saludarles, saco mi gorra del bolsillo trasero y me la encasqueto en la cabeza, casi a la altura de los ojos, tras eso bajo la cabeza y me la cojo con los brazos.

No quiero que nadie me vea llorar.

Me he quedado callado todo el momento de palabras de mis compañeros, porque

Salgo de mi estado actual, no hay nada que podamos hacer ahora menos nosotros, pero igual tengo una gran impotencia, donde estan los demas de mi casa, se unieron al otro bando o donde estan, me acerco a Angela tu crees que puedan estar en nuestra sala comun

Voy a ir a buscarlos ahí tal vez se han refugiado ahi, esperame, sin dar tiempo a responder le doy un beso en los labios me volteo saco mi varita y me dirijo hacia mi sala comun

Antes de que Alejandro pueda siquiera girarse, se encuentra de frente con Carlos Milán.

- No podéis salir del Gran Comedor. - dijo en voz seca y cansada, mientras se dirigía a ayudar a un grupo de chicos.

Una extraña sensación recorría mi cuerpo mezcla de alivio y frustración; ¿Que se podía hacer?. Aquí solo estorbaba y eso me mataba. Pobres son mis conocimientos pero una venda poner una vía eso si se hacerlo, pero aquí todo es diferente ¿Que puedo hacer?

-¿Se puede ayudar de alguna manera?

- Shhh. Alex, por favor, quédate conmigo. No sé dónde están y no creo que la mayoría de Gryffindor se haya unido al otro bando, es imposible. - miro hacia las sábanas tapadas, asustada, pensando que quizás mis compañeros estén allí.

- Si a nosotros no nos atacaron, y Sara dice que a su grupo tampoco.... ¿qué pasó a todos los demás?.

Oigo hablar al profesor Milan, y le miro con todas las preguntas y dudas pintadas en la cara, esperando que alguien nos diga algo.

Escucho las palabras de Angela antes que las del profesor y me doy la vuelta y la abrazo, no te preocupes me voy a quedar contigo.

Aún conmocionada por los sucesos que han ocurrido, todos tan repentinos como peligrosos, busco por la sala a todos los de mi casa, viendo a Salomón junto a Sara. Sin dudarlo, me despido de la gente que hemos huido juntos y me acerco a él con la esperanza de que pueda decirme algo que dé sentido a tanta locura.

-Hola..., empiezo a decir susurrando, cuando veo cómo Salomón intentan esconder sus lágrimas, y el resto de mi frase queda suspendida en el aire. ¿Qué ha pasado, Salo? ¿Sabes dónde están los demás? digo, temerosa de su respuesta.

Levanto la cara hacia Africa y niego con la cabeza.
¿Alguna vez has mirado el teléfono segundos antes de que suene?¿Has pensado en una persona que hace tiempo no habías visto y te la has encontrado al cabo de unas horas?¿Has tenido la total seguridad de que algo iba a suceder y a sucedido?...
Cuando salí del comedor me metí en un pasadillo secreto, junto con otros estudiantes, aparecieron unos encapuchados y escapamos pero varios compañeros se habían quedado atrás presetnando batalla así que volvimos a por ellos. Combatimos contra una maga siniestra y entre varios la noqueamos y desarmamos, momento en el cual fui a pedir ayuda para ellos. Aparecí en el bosque prohibido donde encontré un grupo de estudiantes y los traje de vuelta...
Durante todo eso, un pensamiento me atenazaba el estómago pero lo retenía porque debía ayudar a mis compañeros, más que un pensamiento es una certeza que creo que dentro de nada será una realidad.

Miro a Africa a los ojos, y veo los mios, rojos y inflamados, reflejados en los suyos.

Creo... que jamás llegaré a sentarme en clase con ella.

Julen que habia oido a Salomon hablar interviene.

No pierdas la esperanza,en nuestro grupo tambien nos separamos un rato con el ataque que recibimos y aunque podia pensarse lo peor,conseguimos regresar sin un rasguño.Levanta el animo.

Maldita sea.Asi que al final parece que si que hay alumnos que se han unido al bando de los atacantes.Esto es muy serio.Joder.

Tras decir las palabras a Salomon,me acerco al profesor Milan.

Profesor, ¿que es lo que ha ocurrido?.