Vera volvió a bajar al rato.
Se había aplicado poco maquillaje, y lo había hecho de manera discreta y suave. El pello lo llevaba Liso y suelto, con un pequeño recogido detrás de algunos mechones de pelo para no ir con el cabello suelto simplemente.
Al llegar a la Sala, comprovó que los tacones le encajaran bien. Vaya, que guapa vas ^^ Le sonrió a Edurne. Se comrpovó un instante el vestido y respiró profundamente, tranquila.
Al final te pasarás por el baile, ¿Ramiro?
¡Oh! Tú si que estás guapa Vera. Le sonríe con sinceridad.
Seguía esperando respuesta de alguien, si no, bajaría sola.
Pues entonces las dos vamos guapas y ya está^^ Le sonrió. Se situó a su lado. ¿Vamos bajando o esperas a alguien?
Vale. Sonríe divertida.
No..la verdad es que estaba esperando a ver si alguien bajaba.. Vamos. Vuelve a sonreír.
Las dos salen por la puerta de la Sala Común.
-Ho por favor, esta noche el cielo esta de luto pues dos ángeles han venido a estar con nosotros. Mira que es difícil encontrar dos copos de nieve iguales; pero delante de mi dos perlas negras hermosas hay.
Saca su libreta y toma unas notas.
-Si creo que por volver a ver este espectáculo de hermosura iré. Voy a subir.
Se levanta sin preocupación y empiza a subir al cuarto de los chicos.
Anonadado ante las bellezas de sus compañeras de casa, casi se le pasa el tiempo de vestirse.
"Rápido, rápido" se dice mientras se dirige hacia la habitación.
Edurne entra a la sala común con Lara.
Pues esta es. Le dice con una sonrisa. El dormitorio de las chicas y tus cosas están allí. Señala el pasillo que lleva a la habitación de las chicas. Yo te espero aquí. ¡Venga, date prisa! Sonríe y saca la lengua. Después se sienta en el sofá a esperarla.
- Vale Edurne, puedes venir conmigo si quieres, para ayudarme o esperarme y no te aburras mientras tanto - la sonrió.
Tras esperar su respuesta me dirijó rápidamente a la habitación de las chicas.
- Voy enseguida.
Para Edurne.
Entró después de cambiarme.
- ¿Qué tal estoy, Edurne?
- Me he perfilado los ojos con un lápiz de ojos negro, me he hechado un poco de sombra de ojos, de color morado oscuro, me he puesto un poquito de colorete rojo en las mejillas, y me he pintado los labios, tras buscar entre mis pintalabios rojos, uno de los más claritos que tiene una pequeña mezcla con un rosa, con un toque rojo.
Para Edurne.
Estás estupenda. Te sonríe y te asiente con la cabeza.
Se levanta, colocándose un poco el vestido. Y mirándote, empieza a caminar hacia la puerta.
¿Vamos? Te propone sonriendo.
- Me parece que vamos a causar sensación entre los chicos, aunque creo que tú ya has causado furor en uno especialmente - la guiño un ojo.
- Vamomos, cuando quieras. Espero que seamos grandes amigas.
Para Edurne.
Edurne se sonroja mucho, pero luego le sonríe y niega con la cabeza.
No. Ya lo somos. Guiña un ojo. Es lo último que dice antes de salir por la sala comun.
Para Lara: Postea tu en el Hall, plis. Así puedes pegar tu super vestido ;P
- Gracias Edurne, significa mucho para mí. Y no te sonrojes mucho, o pensará un chico que yo me se, que hemos estado hablando de él - la sonrio.
Me dirijó junto con Edurne al Hall.
Para Edurne.
Baja tranquilamente y se dije al baile
Un traje azul marino oscuro y unos zapatos negros y corbata negra chaleco negro camisa veis
me baño y me cambio para ir al baile y me siento en la sala comun para esperar a alguien para ir
al darme cuanta veo que estan algunas chicas ahi hola chicas se ven hermosas digo mientras cierro mi boca a modo de broma pero haciendoles ententer que es enserio
[M: Si lo de chicas va por Lara y Edurne, hace ya rato que están en el baile ^^]
Salgo rápidamente de la habitación y me dirijo al hall
Al llegar a la Sala Común, Espinete viene a buscarme corriendo... esbozo una leve sonrisa mientras me agacho para cogerlo y acariciarlo... su suavidad y su amor incondicional siempre consiguen alegrarme, o como mínimo, sacarme una sonrisa.
Me siento con él al sofá, observando las llamas de la chimenea, que ahora parecen tan tristes... suspiro, mientras lo sigo acariciando.
Entrando en la sala con su libreta tomando notas busca el calor y la luz de la chimenea mientras se sienta en el butacón, Bastett se acerca, se reclina esperando algo. Hasta que la gata salta a su regazo y se queda mirando el fuego.
-Un día muy negro.
Observo al chico que se sienta junto a mí... intento sonreírle, pero no tengo fuerzas para ello... así que vuelvo a mirar hacia el fuego.
Muy negro...
Le respondo, en un tono de voz más bien bajo... triste. Sin embargo, aun no he llorado.
Rogelio entró a la sala común, donde ya se encontraban dos de sus compañeros.
Se sacó el saco, con dificultad. Hasta ese momento no había advertido un golpe que tenia en el hombro, seguramente causado cuando el extraño animal apareció en la fiesta, pero no mostró dolor.
Se quitó la corbata y se sentó en uno de los sillones, un poco alejado del resto de los presentes, cerró sus ojos y trató de ponerles rostros a los nombres de los compañeros desaparecidos, pero rápidamente se dio cuenta que no les conoció demasiado, que los rostros se entremezclaban, pero el sentimiento seguía allí con él.
Tomó el inhalador de su bolsillo, se paró y se acerco a una de las ventanas, le abrió y con todas sus fuerzas, lo tiro lo mas lejos posible.