Partida Rol por web

Space Cowboys

Episodio 1.1 - Nuestro hombre en la Habana

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26/04/2021, 16:07
Narrador

MAX, Faizer y el resto de alborotadores fueron conducidos con pocos miramientos por los pretorianos hasta el módulo prisión de la Academia, una suerte de complejo ubicado en la parte subterránea de uno de los edificios de Administración del conglomerado de oficinas en las que la Academia tenía dispuesta a su legión de burócratas.

La política de confinamiento de los alumnos en los calabozos les era desconocida, si bien intuían que no les iban a dispensar un trato que pudiese tildarse de favorable.

Y estaban en lo cierto.

Encerraron en una celda minúscula a MAX, a Drevlin y al tipo de cabellera alborotada. En una celda aparte recluyeron a Faizer junto con un inconsciente Brainiac. Drev había recuperado la conciencia de camino al módulo prisión, y por más que rapeó a los centinelas con rimas imposibles, estos no se apiadaron de él. Desde luego, a los pretorianos les inculcaban un odio acérrimo por la música, motivo por el cual a la unidad al completo la apodaban los "Footloosers". 

El otro individuo, el despeinado, había sido identificado por los pretorianos como un tal Giorgios y parecía tener algún tipo de problema de dicción. No se le entendía un pimiento, pero palmeaba el hombro de MAX como si le profesase divina admiración. Quizás estaba bajo los efectos de las DROJASTM.

Las primeras horas fueron muy tensas. Las celdas estaban frente a frente, situadas a los lados de un largo pasillo iluminado con luz de un blanco nuclear. El módulo estaba vigilado con cámaras de videovigilancia conectadas a una central receptora 24/7. Además, dos patrullas de centinelas se turnaban para vigilar el interior del módulo y el acceso a él. Aquello emanaba un tufo a inexpugnable que era capaz de derribarte de espaldas, privado de toda esperanza.

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26/04/2021, 16:14
Giorgios

-Maaaaaaaaaaaaaaan, whaaaaat a trip!-. El tío se llevó las manos a las sienes y emuló un MINDBLOW.

-¡Ha sido TOLAIIIIII! Que diga… ¡TOTAAAAAAAL! ¡El mejor examen en el que he estado en mi vida! ¡A AÑOS LUZ! Y eso que estaba sobrio… Si llego a fumarme esa pipa que me ofreció Wool anoche, igual la palmo del flipe… No shit… Eh, MAX, no entendí muy bien lo que quisiste decir con eso que le soltaste al Almirante cuando te endiñaron un Tiger Uppercut en pleno Mr. Happy, pero eh…-. Se golpeó el pecho con el puño un par de veces. –Right to the potatoe, maaaaan… He sentido la conexión, colega.

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26/04/2021, 16:15
Drevlin

El funkotroniano, que aún trataba de procesar por qué habían acabado ahí, vio activarse su hipervitaminado sistema simpático.

Soltó un palmetazo correctivo en la aviesa mano del despeinado.

-ESAS MANOS. TUNANTE. Este bigotudo ya tiene un fan número uno. MOI. DEAL WITH IT. Mantenga la distancia de seguridad. Que corra el aire. TUUUUUUUUUUUSA. Y hazme un favor. Péinate. GAÑÁN.

Drevlin miró con ojos tristones a Faizzy.

-¿Y ahora qué vamos a hacer, Faizzy Whaizzy?-, preguntó comprobando que sus omnis estaban bloqueadas. –Ouh DAAAAAAMN. Ni siquiera puedo consultar mi cuenta en Comunidad UmbríaTM. Van a ponerme negativos a go gó… Sobre todo ese insidioso bastardo de Chemus por abandonar su partida de La Llamada de Kult... Esto roza el maltrato psicológico. ¿Cómo vamos a salir de aquí?-.

El funkotroniano señaló a Brainiac.

-¿Ha palmado?-, preguntó con un matiz temeroso en el habla.

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26/04/2021, 16:17
Giorgios

El enemigo no declarado de los peines aprovechó la ocasión para preguntar a MAX.

-Eh, MAXwell-, dijo con ese rostro somnoliento tan característico en él. -¿Me puedes prestar tu camisa? Tío, mola un huevo y parte del otro. Vaya, que mola huevo y medio. ¿Dónde te la has mercado? Venga, tronco, ábrete y déjame probarla. Así me hago una idea de la talla que tengo.

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26/04/2021, 16:18
Drevlin

Drev se giró lenta, muy lentamente hacia Giorgios. Luego miró a MAX de modo elocuente..

-Nunca me has prestado una de tus camisas hawaianas-, advirtió Drevlin. –Y sabes que siempre me ha gustado la amarilla. Con palmeritas negras-. Drev suspiró. –Aaaaaah… Palmeritas chocolateadaaaaaas…

Parpadeó. Frunció el ceño.

-Como le prestes tu camisa a este tío antes que a mí voy a indignarme. Y YA SABES QUE CUANDO ME INDIGNO… SOY PELIGROSO.

Drevlin se puso a bailar la introducción de BAD, de Michael Jackson.

El espacio era reducido en la celda, pero eso no impedía que Drevlin exhibiese su agresivo estilo de baile al tiempo que soltaba un espumoso...

-WHOOOO'SSSS BAAADDDDD?!-.

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26/04/2021, 16:20
Giorgios

-Eh, tronco, relaja. Que a ti esa camisa te quedaría demasiado grande. Eres muy flaco, funko. Parecería que te has vestido envolviéndote con un mantel. O peor. Con una cortina. Je. Jeje. Jejeje. Jeje. Je. No querrás ir vestido con una cortina, ¿no?-, preguntó el tipejo encogiéndose de hombros.

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26/04/2021, 16:21
Drevlin

Drevlin le soltó un papirotazo en la napia al proyecto de usurpador de camisas.

-Si tiene palmeritas de chocolate… YAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSS. Y como vuelvas a llamar mantel a “SUNNY SEA” te meto el dedo en el ojo. PASMAO. MAX, no le des la camisa a este colega. Fuma trócolos. I CAN SMELL IT.

El funkotroniano pegó un salto y se quedó subido a horcajadas sobre los hombros de MAX. Tal era la proverbial agilidad de Drev. Acto seguido en su mano apareció un peine como por arte de magia y comenzó a asegurarse de que su bigotudo –y algo traidor- amigo tenía su mostacho en perfecto estado de revista.

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26/04/2021, 16:21
Narrador

La compuerta del pasillo del módulo prisión se abrió con un suave susurro.

Cuatro pretorianos avanzaron con ese aire marcial que les caracterizaba hasta las celdas y abrieron la de MAX.

-Tú. Con nosotros-, dijo uno de ellos señalando al aloheño. Uno de los pretorianos miró a Drevlin frunciendo el ceño. –Tú. Bájate del recluso. YA-.

Al mismo tiempo, otro pretoriano abrió la celda de Faizer y cogió a Brainiac en peso, echándoselo al hombro.

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26/04/2021, 16:22
Drevlin

Drevlin forcejeó con los pretorianos, agarrándose a MAX como si fuese la última vez que iba a verle con vida. Lo cual, por cierto, resultaba algo cómico porque parecía que Drev quería arrancarle la cabeza de cuajo al aloheño.

-¡NOOOOOOOOOOOOO! ¡MALNASIDOS-HIGOS-DE-FRUTAAAAAA! ¡NO OS LO LLEVARÉIS PARA HACER PERRITOS CALIENTES CON ÉL! ¡NOOOO! ¡SOLTADME OS DIGO! ¡NOOOOOOOO!-.

Drevlin tomó aire.

-¡NUUUUUOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!-.

Directo al Ultimate NOOO Compilation.

Al final, los pretorianos le soltaron una descarga al pobre Drevlin para liberar a MAX de su abrazo constrictor. En el aire quedó la duda de a dónde lo llevaban a continuación.

Drevlin contempló desde el frío suelo de la celda cómo su viejo amigo desaparecía tras el silencioso susurro de la puerta del módulo prisión con la firme convicción de que, si no salía de allí pronto, jamás volvería a ver a su bigotudo –Y ALGO TRAIDOR- amigo.

Notas de juego

Aquí empezáis vuestra intervención.

Os he dejado miga para que podáis postear todas las sensaciones de vuestros PJ's tras lo sucedido en el Aula Magna.

;D

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26/04/2021, 17:57
Max Star

MAX STAR sonrió. Se sentía en parte halagado por ese hombre de increíble pelazo, que deseaba probarse una de sus camisas. Por otra parte, se sentía algo triste por la respuesta que tenía que darle y es que a MAX STAR, un tipo bienintencionado al que gustaba ser amigo de sus amigos - salvo féminas receptivas de por medio, pues en ese momento perdía el norte - y no disfrutaba teniendo que decirle que no. Y es que si había algo casi tan sagrado como su bigote táctico, eran sus camisas tácticas aloheñas.

- Las camisas tácticas aloheñas no son ningún juguete. - Le dijo. - Son elementos de protección, camuflaje y seducción no aptos para cualquiera. Cada camisa táctica requiere un curso específico de formación de no menos de treinta horas y sin el certificado de aprovechamiento no es legal usarlas. Además, son personales e intransferibles, hechas a medida para que su vuelo cuando están abiertas sea el adecuado, sus colores se adaptan a la fisonomía de cada individuo y lo más importante, se mimetizan con él hasta convertirse prácticamente en una segunda piel. - Le dio una palmada en la espalda a Giorgios. - Espero que lo entiendas, amigo... - Le sonrió.

Entonces, sacó de un bolsillo secreto de su camisa táctica aloheña lo que parecía ser una navaja, pero no. Nada más lejos de la realidad, era algo mucho más útil y desde luego mucho más sofisticado. Se trataba de una peine táctica para bigotes y barbas, con linterna incorporada y puerto USB. Sujeto dicho elemento de protección y aseo y con un tercer dedo desplegó el peine y se acercó hasta aquel alumno excepcional y empezó a peinarle con mucha maña y a una velocidad frenética. Las púas del peine se colaban entre su pelo con una facilidad pasmosa y sin hacer un solo tirón. El pelo de Giorgios se soltaba que daba gusto y se levantaba hacia el cielo como dando las gracias a los dioses que fueran por aquel peine iridiscente, porque si, la luz que se refractaba sobre el mismo, mostraba los colores del arcoiris y entonces empezó a sonar una melodía funky, jazz, buenrollera, saxofón & harmónica, smooth jazz blues...

Peine táctico plegable de acero de tungsteno autodefensa herramienta de  seguridad multifunción EDC equipo peine supervivencia Camping  herramientas|Peines| - AliExpress               Meet-and-greet with Giorgio Tsoukalos, space-alien expert, Dec. 2 at More  Fun Comics | Entertainment/Life | nola.com

¡De puta madre! - Exclamó MAX STAR cuando el pelo de Giorgios recobró por fin su flow. - Eres único Giorgios. No lo olvides nunca. Tu style es impresionante. No debes tratar de copiar a nadie, pues eres un modelo a seguir y lo sabes y tú... - Se giró hacia Drev mientras guardaba su peine táctico en el bolsillo táctico de su camisa táctica. - ¡A mis brazos, Bro!

No le dio opción a decir que no. MAX STAR espachurró entre sus poderosos y peludos brazos ochenteros a su extraterrestre favorito. Sabía que le tenía que haber molestado que habiendo quedado esa mañana para jugar a de juego de marcianitos en el simulador, hubiera enviado a su desbigotada copia "made in China", pero también sabía que el funkotroniano lo entendía y él en su lugar hubiera hecho lo mismo. O quizás no... pero conocía a MAX STAR lo suficiente como para saber que el aloheño se debía a sus fans y debía proporcionarles todo el amor que tenía dentro. Ese era su deber como aloheño y como persona.

Y entonces llegaron los pretorianos. Agarrando de nuevo su peine y realizando un rápido y estudiado movimiento con sus manos, colocó la linterna en dirección a los ojos de aquellos matones de discoteca chunga y activó el botón de su linterna. Una linterna con una potencia máxima de 1200 lúmenes en modo estroboscópico atentó entonces contra la vista de aquellos tipejos malcarados dando, quizás y sólo quizás, la oportunidad que necesitaban para escapar de ahí y tomar el control de la situación, pues ante todo MAX STAR era un prodigioso agente del VM02 DA NANG capaz de las más extrañas hazañas.

- Tiradas (1)
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27/04/2021, 16:10
Faizer

Faizer apoyó la espalda en la pared mientras se dejaba caer lentamente hasta el suelo y un largo suspiro se escapaba entre sus labios. Ahora sí que la habían liado. Aunque el arrepentimiento no formaba parte de su vocabulario. De nada servía mirar atrás. Estaba segura de que no solo había suspendido, sino que su expulsión estaba siendo tramitada en aquellos momentos. Si por ella fuera habría cogido sus cosas y se habría pirado de aquella fría roca, pero dudaba que Hellstorm la dejara escapar tan fácilmente. El cabrón le había hecho una promesa y ella estaba segura de que se cobraría su venganza. Así que no le quedaba otra, estaba claro, solo había una opción: FUGA. 

¿Y ahora qué vamos a hacer, Faizzy Whaizzy?-, preguntó comprobando que sus omnis estaban bloqueadas. –Ouh DAAAAAAMN. Ni siquiera puedo consultar mi cuenta en Comunidad UmbríaTM. Van a ponerme negativos a go gó… Sobre todo ese insidioso bastardo de Chemus por abandonar su partida de La Llamada de Kult... Esto roza el maltrato psicológico. ¿Cómo vamos a salir de aquí?

La cromita se agachó y pegó la oreja a las vías respiratorias de su compañero de celda. - Está KO, pero se recuperará. Brainiac es... especial. Sabía que las respuestas del examen estaban trucadas. - Faizer se incorporó de nuevo y se apoyó contra los barrotes de la celda. - A Faizer y a Drev se le ocurrirá una forma de escapar. Hagan lo que hagan, lo harán juntos, ¿eh? Y anima ese careto, que te van a salir arrugas en los cuernos - La joven sonrió a su amigo desde su celda y alzó sus índices a modo de cuernos sobre su cabeza. 

En estas estaban cuando aquel pretoriano agarró a Brainiac y lo sacó al pasillo. - ¡Eh, tú, capullo! ¿De qué vas? ¡Suéltale! ¡Deberías avergonzarte de trabajar para Hellstorm! - La joven cromita sabía que aquello era una absoluta pérdida de tiempo, pero no perdió detalle de los mecanismos de apertura y cierre de la celda mientras increpaba a aquella mole. Con ojo crítico observó su celda y la de sus compañeros buscando algún punto débil. Intentando concebir algún plan que los sacara de allí... Y rápido. 

Notas de juego

Me gustaría ver cuál es el sistema de apertura y cierre de las celdas, pero también buscar algún punto débil. ^^

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30/04/2021, 18:51
Director

Ante tal despliegue de ingenio táctico por parte de MAX, los pretorianos intercambiaron una mirada entornada y se sucedió un diálogo parecido a este…

-Creo que intenta deslumbrarnos.

-Sí. Eso parece.

-¿Le decimos que nuestros visores están equipados con selector multiespectral Smart-Googles?

-No. Déjale. Me hace gracia.

-¿Le noqueas tú? ¿O lo hago yo?

-¿Te hace ilusión?

-Pues la verdad… Sí.

-Pues suéltale una descarga, anda.

-Gracias, tío. ¿Al 75% de intensidad?

-Que sea al 80%. Para que le haga el Metal Gear Solid a su tío Perry.

-Oye, mi tío se llama Perry.

-Imposible. ¡Si eres ruso!

-Ah... Tienes razón. Oye, ¿con el 80% no se le va a chamuscar el bigote?

-¿Y...?

-Entiendo... Eres un ser cruel, Boris.

-Dabai, dabai.

Se escuchó un electrizante *FZZZZZZZZZZZZZTTTTTT* y MAX salió despedido contra la pared de la celda, cayendo a plomo al suelo para terror de Drevlin y un ahora repeinado Giorgios.

-¡HOSTIAS!

-¿¡Pero tú eres subnormal!? ¡Te dije al 80%! ¿¡Cuánto le has metido, Dimitri!?

-Eeeeeuh…

-Coño… ¿Un 95%?

-Lo siento, tío… Me he pasado.

-Dimitri, pedazo de animal… Una descarga del 80% es pasarse. Un puto 95% es un rayo exterminador. Joder, menudo puro pueden meternos ahora… Suerte tendrá si vuelve a hablar de forma coherente… Vamos, arriba con él. Y vosotros, como larguéis esto, os metemos una descarga por el sieso. ¿Hablo claro? Andando.

-Pesa mucho este hijo de puta, ¿no?

-Suerte tienes de que te ayude a cargar con él, Dimitri… Menudo parguelas estás hecho…

Un cuarto pretoriano cerró la celda de MAX al tiempo que se giraba hacia Faizer.

En capítulos anteriores...

@ FAIZER: ¡Eh, tú, capullo! ¿De qué vas? ¡Suéltale! ¡Deberías avergonzarte de trabajar para Hellstorm! 

El soldado se encogió de hombros.

-Paga bien. Venga, levanta. Vienes conmigo-. A juzgar por el gesto que hizo con la porra extensible la cromita no tenía mucha opción. –Vamos. Marchando. Y en silencio-.

Notas de juego

MAX pierde otro PV y él y Faizer se separan.

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30/04/2021, 18:56
Syl

MAX y Faizer fueron conducidos por separado a un pequeño cubículo bastante oscuro, exceptuando el foco de luz que brotaba del centro del techo, iluminando una pequeña mesa donde reposaba, en ambos casos, una carpeta color beige.

* * * * *

MAX despertó sobresaltado con un picor en el pecho-lobo y notando un ligero olor a chamusquina. Su bigote sabía a espeto pasado a la lumbre, estaba erizado como un puercoespín acorralado por una pandilla de zarigüeyas puestas hasta las cejas de algún psicotrópico de diseño y no tenía a mano su icónico peine linterna.

En resumidas cuentas, estaba jodido y había perdido otro punto de vida.

SHIT.

Hasta un alma cándida como la del aloheño notaba la tensión en el ambiente.

Centró la visión, hasta entonces borrosa, y observó que las sombras adoptaban una forma. Una que no le gustó demasiado.

Ante él se erguía un imponente kaspiano ataviado con un raflán azabache y una esclavina que le hacía un vuelo tan COOL como BAD ASS. MAX supo al instante que era un tipo duro, de los que ya no se hacían. De hecho, tenía un físico tan afilado que daba la sensación de que el aire se cortaba en jirones invisibles al contacto con él.

Su rostro, una vaga mezcla que combinaba un semblante aviar con rasgos reptilianos, estaba conformado por una multitud de placas faciales que parecían emerger de la piel y extenderse en dirección a la nuca, dándole a su cara cierta sensación aerodinámica.

Sus ojos, glaucos y penetrantes, reposaban con una apostura estoica sobre MAX.

Apartó de la mesa el asiento que había dispuesto frente al aloheño y tomó asiento con la misma elegancia y precisión con la que un cuchillo monofilamento hunde su hoja en la mantequilla. Abrió la carpeta y comenzó a leer con aparente parsimonia.

-Max Star. Planeta Aloha-, dijo con una voz tan grave que reverberaba en los oídos. –Según compruebo, su expediente académico es francamente olvidable. Alberga el raro privilegio de haber disfrutado de una prolongada estancia en la Academia Stellaris debido a un error burocrático relacionado con la matrícula de inscripción, algo, por otro lado, harto frecuente cuando el funcionario de turno es humano. Esto le ha permitido desarrollar su vida disoluta a lo largo de estos últimos años sin mayor preocupación.

El kaspiano no se alteraba. Pasaba las hojas sin mirar siquiera a MAX, como quien piensa en voz alta.

-Desafortunadamente para usted, su vida está a punto de dar un giro… melodramático-.

Cerró la carpeta. Apoyó los codos sobre la mesa y juntó las manos, centrando por primera vez desde que tomó asiento sus ojos celestes, cristalinos como el mar de Aloha, en MAX.

-Me consta que usted fue parte de la unidad táctica DA NANG en su planeta natal. Dígame, cadete Star… ¿Qué le hizo abandonar una fuerza de élite como esa?-.

Si aplicaba sarcasmo a la interrogante no fue algo que quedase del todo claro.

Parecía querer calibrar a MAX.

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30/04/2021, 19:04
Syl

MAX y Faizer fueron conducidos por separado a un pequeño cubículo bastante oscuro, exceptuando el foco de luz que brotaba del centro del techo, iluminando una pequeña mesa donde reposaba, en ambos casos, una carpeta color beige.

* * * * *

A Faizer le aguardaba la escenografía propia de una encerrona. Iban a joderla a base de bien, pero la cromita no sabía exactamente qué nueva treta habría preparado ese sádico cabronazo de Hellstorm. Por eso, cuando accedió al interior del cubículo y la invitaron amablemente a tomar asiento, ya llevaba un buen rato ensayando su deadpan y pensando las posibles preguntas que querrían hacerle en un interrogatorio.

La habitación estaba tan oscura que tardó un rato en aclimatar sus ojos, percatándose entonces de que había alguien dentro del cubículo, esperándola.

Alguien con la suficiente presencia para hacer arder el café con su ira.

Ante él se erguía un imponente kaspiano ataviado con un raflán azabache y una esclavina que le hacía un vuelo tan COOL como BAD ASS. Faizer supo al instante que era un tipo duro, de los que ya solo existían por encargo en una clonadora y tirando de un generoso talonario. De hecho, el kaspiano tenía un físico tan afilado que daba la sensación de que el aire se cortaba en jirones invisibles al contacto con él.

Su rostro, una vaga mezcla que combinaba un semblante aviar con rasgos reptilianos, estaba conformado por una multitud de placas faciales que parecían emerger de la piel y extenderse en dirección a la nuca, dándole a su cara cierta sensación aerodinámica.

Sus ojos, glaucos y penetrantes, reposaban con una apostura estoica sobre Faizer.

Apartó de la mesa el asiento que había dispuesto frente a la cromita y tomó asiento con la misma elegancia y precisión con la que un cuchillo monofilamento hunde su hoja en la mantequilla. Abrió la carpeta y comenzó a leer con aparente parsimonia.

-Faizer Adhara, Planeta Cromos. Estatus: Renegada-. El kaspiano pareció sonreír, si es que la sonrisa era una expresión facial viable para un rostro tan pétreo como el de un kaspiano.

Leyó el expediente en silencio, sin dedicar una sola mirada a Faizer.

A ojos de la cromita, aquel tipo acojonaba de lo lindo.

-Compruebo que su expediente está sembrado de faltas disciplinarias por insubordinación ante el profesorado. Las últimas evaluaciones psicológicas concluyen, y cito literalmente: “comportamiento irascible, temperamento volcánico, posible trauma interno con el rechazo en su planeta natal, alto índice de rebeldía, intolerancia a la autoridad”.

Detuvo la lectura y clavó sus ojos celestes en Faizer.

-No parece usted el prototipo ideal de soldado, cadete Adhara. ¿Qué la impulsó a ingresar en la Academia Stellaris?-, inquirió con su voz áspera y gutural.

Un súbito escalofrío sacudió el espinazo de Faizer.

El kaspiano no parpadeaba.

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30/04/2021, 21:27
Max Star

¿Sabe? - Preguntó mirando a aquel tipo mientras jugueteaba con la mano sobre la mesa con un tenobolígrafo que alguien había dejado allí olvidado. - Siempre me he preguntado algo. ¿Cómo a ustedes les llaman caspiano? La verdad es que no lo entiendo... - Sonrió. - Syl... ¿le puedo tutear? - Pero no dejó tiempo a réplica alguna. - Usted Syl, no tiene un pelo de tonto... - Dijo clavando su sonrisa como un cuchillo en el pecho de aquel tipo azul. - De hecho, no tiene un solo pelo y por ende, tampoco caspa...

MAX STAR miró entonces de forma desafiante a aquel tiparraco azulado. Se había cansado de que ese día todo el mundo le tratara como un maldito loser. Él era una leyenda dentro de aquella maldita academia. Él era el líder de la mayoría de hermandades del campus y también su fundador. ¡Él tenía el mejor bigote y el pelo más sano de todo el campus! ¡Él tenía el mejor look de toda aquella mierda flotante en medio del espacio! ¡Él era un fucker de manual, él era el MAX STAR, el jodido puto amo de la academia Stellaris!

- El DA NANG... - Dijo mirando hacia el techo como tratando de recordar y asintió varias veces. - Un cuerpo de élite como bien dices... - Se peinó el bigote con los dedos. - Buscaba nuevos retos. Nada más... - Mintió descaradamente.

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02/05/2021, 10:19
Faizer

Paga bien. Venga, levanta. Vienes conmigoVamos. Marchando. Y en silencio-.

Faizer se cruzó de brazos y observó al soldado con una ceja levantada. - Si lo pides así... -  Con la mirada puesta en la porra extensible la cromita salió de su celda y se dispuso a seguir al tipo. Sabía que no tenía opción y no quería recibir una descarga gratuita. Estaba claro que esos tipos eran de gatillo fácil.

Mientras caminaba hacia su destino Faizer comenzó a darle vueltas a lo que había dicho el soldado. Paga bien. La joven nunca se había parado a pensarlo anteriormente, pero aquello era una Academia. Aquellos tipos eran mercenarios. ¿Para qué demonios necesitaba Hellstorm una fuerza de élite en Stellaris? ¿Sería cosa del loco de Erhmentraup? ¿Sería posible que allí estuvieran desarrollando algún tipo de proyecto secreto? ¿Un proyecto peligroso? ¿Puede incluso que un proyecto...ilegal? 

En estos pensamientos se encontraba Faizer cuando llegó a la sala de interrogatorios y ante el que parecía el más imponente espécimen de hijo de puta que la cromita había tenido el dudoso honor de conocer. Todas las fibras de su ser se pusieron alerta. La joven adoptó una pose de respetuoso con las piernas separadas y las manos a la espalda. - Señor - 

Faizer Adhara, Planeta Cromos. Estatus: Renegada. Compruebo que su expediente está sembrado de faltas disciplinarias por insubordinación ante el profesorado. Las últimas evaluaciones psicológicas concluyen, y cito literalmente: “comportamiento irascible, temperamento volcánico, posible trauma interno con el rechazo en su planeta natal, alto índice de rebeldía, intolerancia a la autoridad”. No parece usted el prototipo ideal de soldado, cadete Adhara. ¿Qué la impulsó a ingresar en la Academia Stellaris?

Faizer guardó un cauteloso respeto mientras el tipo leía las conclusiones de sus evaluaciones psicológicas y aprovechó para examinar con detenimiento a su interrogador, intentando sacar algo en claro sobre él. - Si por prototipo ideal de soldado se refiere a uno que no piense por sí mismo, Señor, puede que tenga razón. Faizer ingresó en Stellaris porque quería conseguir la mejor formación para poder explorar el espacio profundo y llegar a donde ningún otro ha llegado anteriormente. Alejarse de su planeta natal solo era un plus, Señor - 

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09/05/2021, 16:35
Syl

El kaspiano entornó ligeramente sus acerados y glaucos ojos, clavándolos en MAX. Era difícil atisbar los pensamientos el imponente alienígena.

Dejó macerar un incómodo silencio mientras parecía viviseccionar al aloheño con su fría mirada de cirujano.

-Absylom-, dijo al cabo con un deje seco.

-Mi nombre es Absylom Skylancer, División de Operaciones Especiales. Syl es un tratamiento que solo me dispensan mis allegados, algo de lo usted aún no puede presumir, cadete Star. En lo sucesivo, le resultará preferible emplear hacia mí el término de “Mayor”. Le diré por qué…

Se puso en pie con la misma letal y rauda elegancia con la que se desenvaina un estilete. Llevó sus largos brazos a la espalda y empezó a pasear por la pequeña estancia de un lado a otro.

-¿Ha escuchado hablar de la Iniciativa “Luna en la Habana”?-, inquirió sin mirar directamente a MAX.

Era evidente que era una pregunta retórica para hacer sentir a MAX incómodo con lo que parecía un complejo rollo espía.

-Verá, su dilatada experiencia en este centro docente quizás le haya permitido escuchar algún rumor sobre… extrañas desapariciones entre el alumnado-. El kaspiano detuvo su caminar y miró al techo con aire introspectivo. A MAX esto le extrañó porque él no alcanzaba a divisar nada particularmente interesante en el techado, pero el bigotudo debía dar crédito al Mayor Skylancer, pues era cierto que, exceptuándole a él, no había más repetidores en los cursos de la Academia, lo cual era extraño, pues si algo caracterizaba a la Stellaris es que la tasa de suspensos rayaba en lo más alto de los gráficos comparativos.

¿Cómo es que hasta ahora no se había preguntado el bueno de MAX dónde habían acabado largándose sus antiguos colegas de aula? La tasa de reposición de jamelgas intergalácticas tenía buena culpa de que dicho interrogante jamás hubiese encontrado respuesta, claro estaba.

Syl giró su rostro al tiempo que sus placas maxilares se agitaban por un espasmo, un acto reflejo. No pasó inadvertido el hecho de que había posado algo en la mesa. Algo que no alcanzaba a distinguir porque el kaspiano no había retirado aún su mano de cuatro robustos dedos.

-Iré al grano… Estoy organizando de una arriesgada operación de infiltración, cadete Star. En un mundo ideal, mis hombres serían soldados íntegros y honorables-. Miró a MAX como quien lamenta lo aciago de su sino. -En un mundo ideal… Pero en la guerra, como en el amor, adaptarse es la clave. En esto último estoy bastante seguro de que usted coincidirá conmigo-.

Y si no lo estaba, a Syl parecía darle bastante igual. Efectos secundarios de ser un BADASS.

-Su expediente refleja a un hombre sin propósito. Y yo voy a darle uno, cadete. Uno para el que temo que no tiene alternativa. A menos, claro, que quiera convertirse en… esto-.

Syl apartó su mano y reveló un tarro de mermelada de higo chumbo.

“Yummy, The Jam of the Legend”.

Notas de juego

Encontraría normal que tengas preguntas, así que detengo el speech de Syl aquí.

Si tienes alguna duda previa al post, coméntame por el Off, que yo te la resuelvo ^^

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09/05/2021, 16:40
Syl

El kaspiano dedicó una larga y gélida mirada a la cromita.

-Para ser sincero, esperaba otra respuesta de una guerrera nativa de Cromos-, dijo devolviendo su mirada al expediente que obraba en la mesa, sabiendo de sobra que el golpe que había lanzado aterrizaría en el lugar deseado. Restaba averiguar si despertaría el ardor guerrero de la cromita o si la achantaría como a un sauce llorón mecido por un vendaval.

-Cadete Adhara, un soldado es un instrumento de precisión al servicio del arte más antiguo de la galaxia: la guerra. No se espera de él que piense. Se espera que obedezca, que actúe y que tenga la habilidad suficiente para hacer entregar al enemigo la vida por la causa. Y, de ser necesario, de entregar la suya propia. Nada más.

>> ¿Ha participado usted en una batalla real?

La pregunta la lanzó sin mirar a Faizer siquiera. Una forma más de empequeñecerla.

-Deduzco que no. De lo contrario, sabría que pensar en el campo de batalla conduce con rapidez a una muerte prematura. Y no necesariamente ha de ser la suya.

Fue entonces cuando alzó la vista.

Su mirada era hielo.

-A menudo, el destino tiene una forma cruel de recordarnos nuestros fracasos. Le recomiendo que no lo olvide si logra integrar una unidad militar algún día, cadete. No es su vida… No solamente-, dijo con patente frialdad y un matiz de dureza en la voz.

A esas alturas, Faizer apostaría la diestra a que el kaspiano era militar. Y no el primero de su estirpe. Todo en él arrojaba la impresión de que llevaba a la Legión Kaspiana en la sangre, como una suerte de tatuaje espiritual e indeleble.

Se puso en pie con la misma elegancia que un Dobermann alza la testa al detectar una presencia no deseada en su territorio.

-Soy el Mayor Absylom Skylancer, División de Operaciones Especiales. Usted se preguntará qué hago aquí interrogándola. Es un interrogante válido…-.

Comenzó a caminar por la pequeña estancia con los brazos a la espalda. Faizer se percató de que no tenía distintivo alguno.

-¿Ha escuchado hablar de la Iniciativa “Luna en la Habana”?-, preguntó de modo retórico.

-Quizás se haya percatado de que en esta Academia han desaparecido un número considerable de alumnos. Alumnos, por cierto, que comparten una característica común: suspendieron el examen final de acceso a la Flota Stellaris. ¿Sabía la tasa de suspensos que hay en esta Academia?-.

Faizer podría contestar a la pregunta con un “ESTRATOSFÉRICA” y se quedaría muy, muy corta.

-Iré al grano… Estoy montando una arriesgada operación de infiltración, cadete Adhara. En un mundo ideal, mis hombres serían soldados íntegros y honorables-. Miró a Faizer como quien lamenta lo aciago de su sino. -En un mundo ideal… Pero en la guerra, como el amor, adaptarse es la clave. No espero que entienda esta última afirmación… No todavía-.

El kaspiano apoyó algo metálico en la mesa de la sala de interrogatorios. Algo que quedó oculto a ojos de la cromita dado el grosor de los robustos dedos del Mayor Skylancer.

-Su expediente refleja a una mujer sin propósito. Y yo voy a darle uno, cadete. Uno para el que temo que no tiene alternativa. A menos, claro, que quiera convertirse en… esto-.

El kaspiano apartó su mano y reveló un tarro de mermelada de higo chumbo.

“Yummy, The Jam of the Legend”.

Notas de juego

Interrumpo el speech de Syl para que hagas las preguntas que puedas tener ;)

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11/05/2021, 02:25
Max Star

Encantado Mayor. - Le dijo llevando a cabo un sonriente y deficiente saludo militar típico del planeta Aloha, pues allí todo lo marcial, se lo solían tomar con bastante humor y en general... se lo tomaban todo de forma bastante desenfadada. 

Luego le soltó aquel rollo los alumnos desaparecidos y si bien era cierto que durante años había visto pasar a un sinfín de cadetes por la Stellaris y que había perdido el contacto con la mayoría de ellos cuando dejaban la academia para siempre, lo encontraba algo bastante normal, pues pensaba que serían enviados a cualquier punto del universo y éste... era realmente grande y las comunicaciones no siempre eran buenas. Ahora, aquel tipo azulado acababa de despertar su curiosidad.

Y no, no tenía la más remota idea de lo que la hablaba con eso de "Iniciativa Luna en la Habana". Al final daba igual la respuesta que pudiera aportar, pues aquel tipo que decía ser "mayor", aunque MAX STAR le veía una apariencia de tipo joven, le explicó enseguida por donde iba la cosa: le necesitaba. 

Era normal que se hubiera fijado en él. Cierto era que fue expulsado con deshonor del DA NANG. El incidente con aquella chica, el cono de helado y el perro había sido algo muy feo que acabó por sumar la gota de agua a su expediente, que hizo desbordar el vaso, pero también era cierto que había finalizado alguna que otra misión con cierto éxito. Así que quizás fuera el hombre indicado para la misión de "infiltración". 

Soy su hombre, Mayor. - Le dijo. Quizás Absylom Skylancer, ese tipo perteneciente a la División de Operaciones Especiales, hubiera esperado preguntas por parte de MAX STAR.

Cualquiera encontraría normal que ante la falta de información predominante en el discurso de Syl. MAX STAR tuviera preguntas, pero no. MAX STAR no tenía pregunta alguna. MAX STAR no era de la clase de tipos que preguntan cosas. MAX STAR era el tipo de tipo que prefería actuar antes que hablar. Y es que hablar no se le daba tan bien como... bueno, realmente no había nada que se le diese demasiado bien salvo quizás... ligar. Si, definitivamente MAX STAR había nacido para amar y ser amado, aunque eso podía ser que no fuera demasiado útil para lo que el Mayor pretendía que hiciera en la misión de "infiltración". O quizás era precisamente eso lo que pretendía que hiciera. 

Fuera como fuera, pronto lo descubriría. O no... 

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11/05/2021, 16:22
Faizer

Los ojos de Faizer se entornaron ante la mención del kaspiano de su planeta natal. Una pequeña llama se incendió en el interior de sus ojos, aunque la joven hizo todo lo posible por mantener el autocontrol. Sabía lo que estaba intentando aquel tipo. Sabía que intentaba provocarla. Lo que todavía no sabía era por qué. Era consciente de haber incumplido las reglas de la Academia Stellaris e intuía que la transgresión iba a costarle cara. Faizer guardó silencio con dificultad mientras la tensión se acumulaba en su mandíbula apretada. Si seguía así, acabaría por fracturarse algún diente. 

Deduzco que no. De lo contrario, sabría que pensar en el campo de batalla conduce con rapidez a una muerte prematura. Y no necesariamente ha de ser la suya.

 - Con el debido respeto, Señor, sus palabras solo evidencian que usted no comprende el ejército chromita. Sé la hoja en el árbol del bosque y la chispa en el fuego que lo arrasa. - El eco de la voz de su padre pareció cruzar años de distancia para resonar en sus oídos como si fuera ayer. Aún recordaba las sesiones eternas de entrenamiento a las que su padre sometía a aquellos soldados que querían entrar a forma parte de la Guardia Imperial y los vídeos de batallas que el General Adhara repetía sin cesar en su viejo proyector a los potenciales candidatos, mientras una joven Faizer observaba escondida y soñaba con convertirse en una de ellos. Todo el mundo sabía que el ejército chromita era temible, pero pocos comprendían la verdadera naturaleza de su superioridad militar ya que era algo que guardaban en estricto secreto. El ejército chromita era un cuerpo de élite al que solo los más válidos podían aspirar y que entrenaba a cada soldado como un potencial capitán. También requería que cada candidato tuviera una impecable pureza sanguínea lo que materialmente suponía una causa de exclusión automática para alguien como Faizer. 

 Cuando el interrogador mencionó que pertenecía a la División de Operaciones Especiales la ira de Faizer se convirtió en parte en curiosidad y en parte en temor. El kaspiano parecía un hombre peligroso y digno de respeto. Luna en la Habana. Así que era eso... Utilizan la Academia como centro de reclutamiento para sus asuntos turbios. - Faizer se cruzó de brazos y observó el tarro de mermelada de higo con una ceja levantada. Nunca había encajado bien las amenazas. - ¿Insinúa que la Academia sirve a los que se niegan al resto del alumnado para desayunar? Menos mal que a Faizer no le gusta el higo chumbo... ¿Por qué a Faizer, Señor? ¿Tan solo porque ha suspendido? -