Partida Rol por web

-Decenas de humanos por nacer. Aparte de muestras genéticas de todas las especies de la Tierra, animales, vegetales y demás. 

¡Que increíble!  La posibilidad de que la naturaleza e inteligencia de la Tierra vuelvan a nacer. 

-¿Cómo que “espaciotiempo”? ...Hablen ahora y sean sinceros por favor

Kjarl se le quedó viendo a la capitana, para que fuera ella la que respondiera lo que convenía responder al hombre   Por solidaridad humana él se lo diría, pero bueno, la estrategia la llevaba de Alba.

¿Diana!  -dijo Mandelbröt, cuando vió caer a la guerrera que él mismo había ayudado a curar.   Esto es raro, estaba casi toda bien.  Poco le faltaba para salud completa.  -decía extrañado mientras se acercaba a cargarla y ponerla en una camilla de médica de revisión.

Jankowsky agradeció las atenciones que le estaban brindando, al menos habían mitigado, en parte, su dolor y se sentía menos mareado. Se permitió el lujo de cerrar los ojos relajándose sobre su camilla aunque permanecía atento a la conversación con aquel extraño.

Para aquel hombre ellos eran una especie de fósil antiguo encontrado por milagro aunque Jankowsky no creía que fuera un encuentro tan casual.

Oyó un estrépito y vio a Diana tendida en el suelo, aunque los calmantes habían hecho efecto y le costaba moverse se revolvió preocupado por su compañera:

-Yo estoy bien, atiéndanla a ella.- Se forzó a decir con desesperación e impotencia.

Johnny suspiró algo aliviado al ver a Jan con vida. Si bien estaba resentido por su alianza con la klingon, no le deseaba ningún mal y apreció que él anteponiera la salud de los demás a la suya.

De repente todos vieron como Artemisa caía redonda, víctima de sus heridas y cansancio. Afortunadamente pronto la atendieron.

El piloto decidió aceptar la invitación de Gabriel y aprovechó para asearse y cambiarse de ropa. El sudor, la sangre y el mal olor desaparecieron de su cuerpo y el tacto de un uniforme limpio fue como un bálsamo para su cuerpo. Y precisamente en ese momento de calma pudo tener un pensamiento para dos de las personas más importantes de su vida, Blake y Hannah. Habían pasado tantas cosas que lo había dejado apartado en un rincón de su mente, pero era algo que aun no creía haber superado. Pero el entrenamiento recibido le impedía pensar demasiado en ello. Tenia que centrar sus esfuerzos en sobrevivir y ayudar a la tripulación a volver a casa o al menos a llegar a un lugar seguro. Cogió sus armas y salió de la habitación-

Volvió a la estancia donde parecía que los doctores iban a realizar una operación.

Ante la ayuda de Karl y las palabras del malherido Eduard pronto la asistencia de Artemisa fue brindada, ya acomodada plácidamente en una camilla medica. Fue el nuevo robot de asistencia, aquel denominado Gabriel 1.0, quien previamente había trabajado codo a codo con Ellen en las reparaciones de la sección del puente de mando.

- Signos estables. Leva caída de presión arterial. Se aconseja un suplemento salino. - indicó el maltrecho robot al aproximarse a la mujer MACO y presionar algunos botones y jalar un par de perillas de los controles de la camilla medica.

Desde un cuidado que delicado, sólo es capaz de ofrecer alguien que lleva años ejerciendo la medicina, es lo que termina ayudando a la perfección a Jankowsky mientras lo contempla desde una amabilidad que se traduce en dulzura. - Ya está todo bien aquí, intenta no moverte demasiado. - aconseja Clementine, obviando las miradas entre James y Cristina, o la conversación que se gesta entre los demás, ya que la Doctora sólo está centrada en sus pacientes. - En un rato pasaré a revisar, sólo hazme caso. ¿Vale? - pregunta a Eduard mientras asiente con respecto a su petición y le silencia los labios apoyando el dedo índice para que se mantenga en calma. - Eso haré. - agrega al guiñar un ojo al MACO, sin dejar de sonreír.

Una vez que termina con aquel Oficial, avanza hacia Kendra que se ha desvanecido, indicando a su colega prosiga con los demás heridos mientras chequea las constantes de la mujer. - Gracias, Gabriel. Yo me ocupo. - indica mientras busca los elementos necesarios para administrar el suplemento salino, así la Oficial puede descansar y de paso recomponerse. Habían ofrecido una dura batalla a base de disparos y claramente, el estrés, más las heridas, hacen mella en estas personas que no sabe si han probado alimento alguno siquiera. 

Ya terminando con Artemisa, se dirige hacia quien sería la paciente más delicada de todos los presentes. Ya buscando todo lo necesario que encuentra en los cajones que allí están, para apoyarlo sobre una mesilla de metal que le servirá para tener todo a su alcance. - Me ocuparé de ella. - afirma a modo de aviso, no quiere distraer demasiado a De Alba, pero no puede evitarlo. - Señora... Perdón, no me acostumbro... Capitán, luego la reviso. ¿Le parece bien? - pregunta amable, dispuesta a ayudarla ya que su apariencia habla por sí sola. - Doctor, cuando termine puede contarme mientras que ha observado en la Capitán, así estoy al tanto. Gracias. - termina por decir, interesada en ofrecer sus conocimientos. 

Ante las preguntas del hombre Aakesh guarda silencio y mira de reojo a su capitán. Si bien él es ahora capitán en funciones, duda en responder estando ella delante y aparentemente bien, al menos todo lo bien que puede estar alguien con un artefacto alienígena que le produce efectos secundarios de tanto en tanto. Al final se decide a hablar.

-Bueno, somos de la Tierra, de un equivalente a....

El desmayo de Artemisa le interrumpió, se acercó rápidamente a ella, pero al ver que la atendían se apartó para no entorpecer, aguardando por si necesitaban ayuda.

Se acercó a la capitán y se quedó al lado suyo.

-Tendremos más tiempo de aclarar las cosas señor.....perdone, no escuché su nombre. Como le decía somos de la Tierra, pero de una Tierra de su futuro y de otro...universo. O eso parece. Hemos calculado que respecto a nuestro tiempo estamos mil años en el futuro. Y por lo que parece en este universo las cosas se han desarrollado de forma diferente. Ahora hay una raza extraña que parece ser que ha consumido, por así decirlo, este universo, pero no tenemos claro que ha pasado, ni siquiera ni como hemos llegado aquí. Estamos intentando averiguar más cosas de este universo y poder volver a casa.

Guardó silencio unos segundos

-Esto es la versión resumida. Tenemos nuestra nave pero está dañada y estamos efectuando reparaciones. Quiero darle las gracias por la ayuda que nos están prestando sus robots. Necesitamos recuperar unos cristales que se han depositado en su nave temporalmente, parece ser que para ayudarles en algo, para que nuestra nave recupere toda su potencia.

Guardó silencio y esperó a que la capitán o el hombre hablasen.

Cristina no volvió a interrumpir el trabajo de los doctores, más aún ante el estado que presentaban los heridos, tanto Jan como Diana eran fuertes, pero la resistencia humana tenía un límite, al verlos de aquella guisa lo mejor que podía hacer por ellos era dejar que los profesionales se ocupasen de sus heridas, quizás en otra ocasión habría hecho algo más, se habría acercado a intentar consolarlos, en especial a Jan, pero Cristina había cambiado y estaba decidida a no mostrar con tanta facilidad sus emociones, pues había cosas muy importantes en juego que dependían directamente de su propio comportamiento... además la doctora parecía ser muy amable, algo que le vendría bien a MACO y De Alba sabía siempre hacerse a un lado.

Es un arca de la humanidad. De todo lo que queda de ella y de la Tierra. – dijo, escuetamente.
Napoleón era mi sirviente. Mi robot asistente personal y segundo oficial de la nave hasta que en algún momento enloqueció, a raíz de un odio indescriptible, y trató de destruir la nave. Sus compañeros están heridos porque voluntariamente decidieron ayudarme. Me negué pero fue en vano. Es por eso que mis instalaciones están a disposición de ustedes.- agregó, con algo de detalles.

Al escuchar aquellas palabras la capitán centró nuevamente su atención en otros asuntos, los que debía atender en primer lugar.

- Entiendo... he de darle las gracias en nombre de todos mis hombres por su ayuda, es difícil encontrar aliados... hemos tenido muchas dificultades en nuestro camino.

-Decenas de humanos por nacer. Aparte de muestras genéticas de todas las especies de la Tierra, animales, vegetales y demás. Yo soy el único adulto a bordo del Discovery One. 

- Es lo único que queda de la Tierra en esta dimensión... he de advertirles algo, hay enemigos muy poderosos que no dudarían en destruirlos de conocer vuestra existencia... supongo que sabrán a quienes me refiero.

-¿Ustedes son de la Tierra? ¿O de alguna de las colonias exteriores? Ni siquiera la colonia de Ganimedes sobrevivió a la guerra. No hay exploración. Esta nave es un legado de la Tierra misma. ¿Lo entiende? 

- Somos de la Tierra... pero no de "su" Tierra...

-¿Cómo que “espaciotiempo”? – preguntó, claramente alterado por la palabra. Una que le resultaba peligrosamente familiar. – Hablen ahora y sean sinceros por favor.

Antes de que Cristina continuara, Mukherjee habló por ella, a lo que la capitana dejó que se explicara 

-Tendremos más tiempo de aclarar las cosas señor.....perdone, no escuché su nombre. Como le decía somos de la Tierra, pero de una Tierra de su futuro y de otro...universo. O eso parece. Hemos calculado que respecto a nuestro tiempo estamos mil años en el futuro. Y por lo que parece en este universo las cosas se han desarrollado de forma diferente. Ahora hay una raza extraña que parece ser que ha consumido, por así decirlo, este universo, pero no tenemos claro que ha pasado, ni siquiera ni como hemos llegado aquí. Estamos intentando averiguar más cosas de este universo y poder volver a casa. 

De Alba asintió a todo lo dicho por el hindú.

-Esto es la versión resumida. Tenemos nuestra nave pero está dañada y estamos efectuando reparaciones. Quiero darle las gracias por la ayuda que nos están prestando sus robots. Necesitamos recuperar unos cristales que se han depositado en su nave temporalmente, parece ser que para ayudarles en algo, para que nuestra nave recupere toda su potencia. 

- Parece ser que hemos terminado aquí por obra de nuestra nave... pero ni siquiera sabemos como y lo único que queremos es regresar a nuestro hogar.

  - Me ocuparé de ella. - afirma a modo de aviso, no quiere distraer demasiado a De Alba, pero no puede evitarlo. - Señora... Perdón, no me acostumbro... Capitán, luego la reviso. ¿Le parece bien? - pregunta amable, dispuesta a ayudarla ya que su apariencia habla por sí sola. - Doctor, cuando termine puede contarme mientras que ha observado en la Capitán, así estoy al tanto. Gracias.

- Me parece bien doctora- le contestó con una suave sonrisa, últimamente no sonreía demasiado pero sabía ser amable- no se preocupe, no soy su capitán, señora, capitán o Cristina está bien. Atiéndame cuando haya ayudado a los heridos, ellos van primero- los dos MACO estaban bajo control pero le seguía preocupando el estado de James y Mukherjee.

Las atenciones de aquella sanitaria tomaron por sorpresa a Jankowsky que no esperaba tanta amabilidad, se sintió agradecido e incluso animado, como si aquella sonrisa lo imbuyera de fuerzas. Sin embargo no fue capaz de darle las gracias en ese momento aunque si se fijó en ella, parecía una buena profesional preocupada por todos los heridos y atendiendo a Artemisa inmediatamente después de que él se lo pidiera. 

Volvió a descansar su cabeza en el camastro mientras la capitana hablaba con el tripulante desconocido que, al parecer, les había salvado. Estaba demasiado cansado como para intervenir en la conversación y tampoco podía aportar mucho por lo que se limitó a escuchar.

Los tripulantes estaban siendo atendidos, de a uno a la vez y hasta dos cuando era urgente, en el caso de Artemisa. Quizás los pacientes prioritarios eran Jankowsky y Stevenson, por la apariencia de sus heridas. A lo cual era necesario realizar una intervención quirúrgica sin demora.

Un poco distanciados del revuelo en la enfermería, Aakesh y los demás intercambian información sobre la situación de cada navío y sus respectivas tripulaciones. 

¿De otro universo? ¿Y del pasado dicen venir? Podría parecer una locura pero he visto y experimentado un millar de cosas. Y esto que acaban de describir no me parece extraño. Conozco a alguien que puede hacer eso y más. Solo debo llegar a él… - responde, añorando cosas que por el momento están fuera de su alcance. Su mirada denota nostalgia, algo olvidado mucho tiempo atrás.

-No sé nada de vuestros cristales, aunque mis robots pueden llevar adelante una búsqueda intensiva en mi nave. ¿Cuándo sucedió eso? Porque si sucedió recientemente Gabriel debería saberlo ya que tiene ojos en toda la nave. – agrega, al pulsar un par de teclas en la consola de la pared.

- Enemigos. Siempre los hay, porque en el tiempo que llevo “dormido” algún poder cósmico podría haber vuelto. Y no precisamente uno aliado conocido para mí. ¿Cómo son estos “enemigos”? – consulta.

-Entonces ambos estamos sin hogar, solo que el nuevo hogar para mí gente aún se encuentra lejos de aquí, pero existe y es seguro. Tal vez primero deberían acompañarme en mi viaje. Por cierto mi nombre es Gilbert Gamesh, Capitán del Discovery One– responde, invitando al nuevo resquicio de humanidad que inexplicablemente acaba de hallar en la inmensidad del espacio.

 Ante la mirada de Eduard, ella le devuelve otra igual quizás capturando por un breve instante su atención mientras daba por finalizado todo lo que corresponde a Artemisa. La mujer había actuado muy bien, se le percibe a simple una determinación que seguramente será el estandarte para cada acción dada y al menos para Clementine, alguien que se ha ganado su total respeto. 

No obstante en medio de tanto caos, no puede evitar sin darse cuenta mientras todos los demás conversan, el desviar por breves instantes la mirada al MACO que hacía nada había curado. Posiblemente tenía muchas historias para contar, propias de ese mundo del que proviene y del cual ella no cuenta con nada información. Está claro que no es el momento, pero al menos algo en aquel hombre termina por cautivar a la Doctora. 

- Prosigo con Ellen y luego con los que quedan. - responde a De Alba ya dirigiéndose al lugar en donde se encuentra la Oficial. Con ella al principio no tenían un buen contacto, hasta que descubrió que al final era cierto lo que Clem decía y todo aquello estaba relacionado con los sucesos de una catástrofe de la cual era partícipe, pero ajena en la memoria fragmentada de aquella joven. Y siendo una conocedora de la Neurocirugía, espera que con el correr de las horas pueda ir recuperando lo que ha perdido tanto. 

- Doctor Daniel... -intenta que la mire, estaba algo quieto aquel Gladiador. - ¿Puede revisar las heridas de James nuevamente? Yo tengo aquí trabajo con ella. - afirma al indicar que no sería nada fácil lo que tiene entre manos, así que dejando de lado todo lo que era meramente externo. Se centró pura y exclusivamente en sacar adelante a Ellen, dando lo mejor de sí. Lo bueno es que el Capitán de esta nave se había presentado, luego de dar alguna que otra explicación. Sólo espera siquiera recordarlo, porque ni si cara le resulta familiar. 

- Capitán Gamesh... ¿Usted recuerda todo lo que ha pasado? Soy una tripulante de esta nave, pero no recuerdo absolutamente nada, apenas pequeños flashes. - se dirige a Gilbert, quizás podía iluminar esa densa oscuridad que habita en su memoria. 

Y entonces comenzó a hablar aquel tipo con cara de pervertido, ofreciéndose para ayudar con los escáneres médicos. Me le quedé mirando en silencio. Le conocía de algo, estaba completamente seguro. Pero la pregunta era... ¿de qué? Lo que tenía claro era que me daba repelús aquel sujeto y que no le quería cerca de mí ni de Cristina. Pero en aquel momento mi mente no me quería dar las respuestas que necesitaba... y me encerré en mi cabeza, buscando entre mis recuerdos.

Las voces se sucedieron en la sala, pero seguía buscando en que momento de mi vida me había cruzado con aquel hombre cuya mirada me perturbaba tanto. Pero solo cuando escuché la voz de Cristina dejé de pensar en ello y la miré con un gesto cómplice. Me alegraba ver que estaba bien, tranquila y entera. Era lo que yo necesitaba para mantenerme sereno y dejar de perderme. Y entonces vino aquel rostro a mi cabeza.

- No necesitamos su ayuda, señor Newton. - Le dije con tono severo. - Ya tuve suficiente con usted en la enfermería de nuestra nave. - Miré a todos algo desconcertado, pues no sabía quien estaba al mando en aquel momento. Pero si tenía claro quien lo sabía. - Capitán de Alba, quiero que el señor Newton se aleje de todos los pacientes, de todos los sistémas médicos. No tiene nada de utilidad aquí. Sus intenciones serán buenas, pero me causó importantes problemas en la enfermería mientras usted dormía. No es capaz de respetar ni el secreto del paciente ni la opinión de un doctor, haciendo lo que le viene en gana y desafiando cualquier lógica.

» De hecho, si no está herido, debería marcharse de aquí antes de que vuelva a ocasionar otro incidente. - Le miré con rabia. No era propio de mí, pero se pasó demasiado en la enfermería y por su estupidez no pude atender a Cristina como era debido y acabó levantándose dominada por aquella cosa.

Mis ojos permanecieron clavados en aquel hombre, esperando su respuesta, mientras que por mi mente pasó nuevamente la imagen de Newton mirando a Cristina con aquel gesto pervertido en su rostro. Sin duda quería algo de ella. En ese momento la doctora me saca de mi nuevo trance y me indica que cure a James. - Como no, el hombre al que no consigo olvidar. - Esta vez me lo tomé con más calma. Saqué el escáner médico y tras leer las lecturas recibididas por el mismo, me dispuse a cerrar la herida del hombro con el regenerador dérmico.

Mis palabras sobre aquel hombre, haberlo sacado casi todo de dentro, hicieron un efecto bálsamo en mi mente y esta funcionó de maravilla durante el proceso de atención a Stevens. - ¿Qué tal se encuentra ahora, señor Stevens? - Pregunté al hombre tras cerrar aquella fea herida. Poco a poco iba recuperando el color natural de su piel... si es que lo había perdido en algún momento.

Cuando el capitán de la Discovery comenzó a hablar Cristina le prestó toda su atención para después responder a todas sus preguntas, comenzando por los cristales de dilitio.

- Ejem...- se aclaró la garganta- el tema de los cristales tuvo que ocurrir mientras se estaban enfrentando a los robots amotinados... yo fui quien realizó la operación trayendo los cristales desde nuestra D5 hasta aquí, los puse en la Bahía de Pods... es una larga historia que se la resumiré hasta que pueda darle más detalles... pero básicamente mi problema es que mi cuerpo ha sido invadido por una especie de nanobost que había en un brazalete, dicha tecnología está tratando de hacerse con el control de mi cuerpo, pero de momento le hago frente gracias a mi voluntad, durante un momento de debilidad me anuló, me quedé dormida y actuó con libertad. Por eso cuando sean tratados los heridos me gustaría que los doctores me examinaran y trataran de extraerme a "mi huesped", en nuestra nave carecemos del instrumental necesario para conseguirlo.

- Enemigos. Siempre los hay, porque en el tiempo que llevo “dormido” algún poder cósmico podría haber vuelto. Y no precisamente uno aliado conocido para mí. ¿Cómo son estos “enemigos”? 

- Los enemigos en concreto son los Xhauars, no se si ha oído acerca de ellos, son una especie de vampiros con un gran poder psíquico... es más el brazalete que me ha ocasionado esto les pertenece y trataron de conseguirlo pero huimos antes de que cayera en sus manos, el problema es que el dichoso artefacto quiere reunirse con ellos por eso está tratando de controlarme y nosotros de impedírselo.

-Entonces ambos estamos sin hogar, solo que el nuevo hogar para mí gente aún se encuentra lejos de aquí, pero existe y es seguro. Tal vez primero deberían acompañarme en mi viaje. Por cierto mi nombre es Gilbert Gamesh, Capitán del Discovery One

- No nos gustaría ponerles en peligro... porto un arma poderosa y lo mejor es destruirla. Encantada de conocerlo capitán, yo soy la capitán Cristina de Alba, el señor Aakesh Mukherjee mi primer oficial y capitán en funciones hasta que sea seguro que yo vuelva al mano, el señor Daniel Windwood mi oficial científico y doctor en funciones, el señor Lightman, mi piloto y el señor Karl Newton mi oficial de comunicaciones. Al resto de mi tripulación ya los conoce.

- No necesitamos su ayuda, señor Newton. - Le dije con tono severo. - Ya tuve suficiente con usted en la enfermería de nuestra nave. - Miré a todos algo desconcertado, pues no sabía quien estaba al mando en aquel momento. Pero si tenía claro quien lo sabía. - Capitán de Alba, quiero que el señor Newton se aleje de todos los pacientes, de todos los sistémas médicos. No tiene nada de utilidad aquí. Sus intenciones serán buenas, pero me causó importantes problemas en la enfermería mientras usted dormía. No es capaz de respetar ni el secreto del paciente ni la opinión de un doctor, haciendo lo que le viene en gana y desafiando cualquier lógica.

- Señor Windwood- se volvió cuando intervino Daniel- No se exactamente que fue lo que ocurrió en la enfermería cuando perdí el conocimiento pero el señor Newton tiene que derecho a saber lo que ha pasado y lo que se va a hacer para que no vuelva a equivocarse, después abandonará enfermería y se dirigirá a su puesto, como el resto de pacientes que se hayan restablecido- Cristina podía entender el enfade de Daniel, pero hasta la fecha Newton se había mantenido fiel y no deseaba desaveniencias entre los miembros de su tripulación. 

Tras aquello observó como Windwood se hacía cargo de James, a lo que Cristina prestó atención, parecía que en aquella ocasión no habría problemas con las heridas de Stevenson.

Pese a que los calmantes le habían ayudado a soportar el dolor, Jankowsky, seguía incómodo, realmente necesitaba asistencia y, con toda probabilidad, incluso cirujía. 

Escuchó con atención las palabras de Cristina esperando que produjeran al mismo tiempo un efecto analgésico, le había explicado claramente a aquel extraño las causas de su dolencia. Al parecer quienes la habían tratado lograron encontrar respuestas a su dolencia.

"Los Xaghuar", la mención de aquellos seres refrescó la memoria del MACO y rezó para que no volverlos a ver pero algo le decía que les seguían de cerca, no era fácil huír de una especie con aquellas capacidades. De pronto se vió apurado, deseaba volver a esta al cien por cien, el enemigo podría aparecer en aquel momento.

Miró a aquella bella joven que lo había atendido con tanta dulzura y se encontró deseando que volviera, que hiciera lo necesario para poder devolverle al "campo de batalla", la lucha no había terminado.

Aakesh guardó silencio mientras observaba a la capitán de reojo y con una pequeña sonrisa

Para estar de baja, sigue al pie del cañón

Sonrió aún más, si su capitán no actuase así estaría preocupado

-Perdone que le interrumpe capitán, no olvidemos que parece ser que su otro yo trajo aquí los cristales por un buen motivo. No pretendía causar el mal, pero ignoramos exactamente que pretendía. Por lo demás, los Xhaguar también mostraron interés en nuestra nave, por lo que pude entender les podría servir para acceder a nuestra realidad, algo que no podemos permitir. Lo que nos plantea una pregunta interesante, ¿como es posible que el brazalete de mi capitán llegase a nuestra realidad?. No estamos seguros pero tal vez ahí esté la clave de este enigma y de otros muchos con los que nos hemos encontrado.

Guardó silencio

-De momento aquí hago poca cosa, podría acompañar a uno de los robots a la bahía de pods para comprobar si están allí los cristales, si usted nos da permiso capitán -mira a De Alba- y usted también mi capitán -sonríe.

-Nuestra intención era viajar a un planeta que en nuestra realidad está habitado y con una tecnología superior para hacer las reparaciones oportunas a nuestra nave e intentar quitar el brazalete a mi capitán. Ignoramos si el desarrollo de sus habitantes y sociedad ha sido parecido en este universo, pero era un riesgo que íbamos a correr. Pero ahora tenemos otro problema, su nave capitán no tiene tecnología de curvatura, no puede desplazarse como nosotros, y nosotros, aún con los cristales de dilitio y la nave en perfectas condiciones, no podríamos remolcarlos, ya que eso ocasionaría daños en nuestra nave. Pero tampoco podemos dejarlos aquí, y más con el destino de la humanidad en juego y los Xhaguar por ahí afuera. Tendremos que buscar alguna solución que beneficie a ambas partes, aparte que hemos de colaborar si queremos sobrevivir.

El hombro de James no pareció responder bien a los primeros intentos de cura, pareciá que la herida era más profunda de lo que parecía, por suerte el segundo intento pareció aliviar y mejorar el hombro recuperando algo el color que debía tener.

Aun tardaría un tiempo en poder recuperarse y en recuperar la movilidad completa del brazo pero parecía que el destino les daba una tregua por el momento. En la D5 las cosas no parecían haber ido mucho mejor, según James pudo extraer de los comentarios de unos y otros pero al menos estaban allí de una pieza.

Gilbert Gamesh se presentó al fin, ahora parecía mucho más humano que en su primer encuentro pero había algo en aquel ser que resultaba del todo misterioso... la capitán y el primero pensaban que hablaban con un humano normal y corriente pero James y Clementain sabían que no era tan corriente.

Señor Gamesh, ¿a que distancia esta ese mundo del que habla? quizá lo mejor que podemos hacer es trasladar los módulos de hibernación y criogenización de la discovery y el material necesario a la D5 y seguir con ella hasta su mundo.

Gil-Gamesh.  ¡Buen nombre!  -dijo Newton, animado. 

Si capitana.  -Le confirmó cuando esta intervino.  Estaría en la discusión antes de regresarse al puente. 

¿Se podrían transladar las bodegas y cápsulas criogénicas a la D5?  -Si no, tendremos que confiar en que lo que los ha mantenido escondidos, capitán, lo siga haciendo.  Y reforzarlos.  Quizá algunos de nosotros quedarnos aquí.   El planeta es inusual, seguro eso ha contribuído.

¿Tienen registro de la trayectoria originalmente planteada, en el escape de hibernación?  Eso nos podría decir si hay un wormhole interdimensional,  -De esos, sólo se especulaba la posibilidad teórica de que hubiera , pero, hasta donde Kjarl sabía, nadie había podido encontrar evidencia de su existencia.- o si fue algo diferente. 

Aakesh torció el gesto ante la sugerencia de trasladar las cámaras criogénicas.

-Dudo que tengamos espacio suficiente para habilitar las cámaras criogénicas y todo el equipamiento necesario para que funcionen correctamente, sin olvidar que hasta que no recuperemos los cristales, la energía de nuestra nave es limitada y no nos permite hacer mucho, ni siquiera podemos usar la velocidad de curvatura. La idea es buena pero no la veo factible, al menos por ahora.

Las palabras de Newton le hicieron pensar

-No es mala idea, no sólo un registro de la ruta de la Discovery, sino también lecturas de sus sensores, si es que las hay, tal vez podamos averiguar más cosas sobre lo que ha pasado en este universo o encontrar algún lugar cercano donde podamos aterrizar, alguna instalación, etc.

Bajo un poco de aparente calma el piloto y capitán del arca espacial detiene su mirada en Daniel y su extraño atuendo, mezcla de tiempos distintos. - No es muy pulcro para ser un medico, inventor y demás… - murmura entre conversación y conversación, casi divertido por la vestimenta de gladiador del científico.

- ¿Y el Gladius? - añade, nuevamente jocoso por las formalidades de Winwood pese a su apariencia.

Solo que a continuación la doctora Kruczynski llama su atención con una serie de preguntas.

- Capitán Gamesh... ¿Usted recuerda todo lo que ha pasado? Soy una tripulante de esta nave, pero no recuerdo absolutamente nada, apenas pequeños flashes. -

Pensé que mi memoria podría fallar, pero no. No en detalles importantes de mi nave. Incluso lo consulte con Gabriel y su memoria eidética electrónica. El manifestó no detalla tripulantes humanos adultos en la Discovery. Durante el viaje tampoco recuerdo hallar cámaras criogenicas con ocupantes… y no es que me molestase hallar polizontes. En un principio pensé que ustedes venían juntos...cuando nos conocimos en la cabina de mando – señala a James y Clementine – pero efectivamente usted no es de aquí. - termina por señalar a la joven doctora cuya memoria fragmentada le impide conocer su pasado inmediato.

Clementine mientras escucha Gilbert termina su análisis medico en Ellen y tiene un parte para sus compañeros. La ingeniera sufrió un traumatismo severo craneal y desplazamiento de masa cefálica. La conjunción del daño torna inoperable su condición porque el cerebelo y el tallo inferior han sufrido por el golpe, dañando el centro nervioso del cuerpo y posteriormente afectando los órganos primarios y sus funciones autónomas. Sin la asistencia mecánica actual la vida de Ellen es imposible de mantener. Un acierto de Gabriel fue acudir de inmediato a la animación suspendida para que el daño no se fatal en la mujer. Kruczynski podría curar sus heridas pero le será prácticamente imposible tratar su daño neurológico sin que haya consecuencias posteriores.

Luego el capitán presencia las rencillas entre sus invitados, a lo cual le resta importancia al considerar el cuadro general. La situación actual impone atención en otros asuntos antes que pedir orden a sus invitados. Si en cambio surge alguna complicación Gabriel puede encargarse del asunto sin dudarlo.

... yo fui quien realizó la operación trayendo los cristales desde nuestra D5 hasta aquí, los puse en la Bahía de Pods...

-¿En donde dejo esos “cristales”? - esa bahía esta fuera de los limites. Fue sellada para protección de todos a bordo. ¿Cuando sucedió eso? - pregunta Gilbert.

-Gabriel ¿Tienes algún registro de ingresos no autorizados a la bahía de pods? - indaga a su I.A.

- Un ingreso no autorizado por dos personas aquí presentes. Comprobando la inexistencia de intenciones opuestas cedí el paso hacia la bahía de misiles. Tripulantes Kendra y Jankowsky. - responde Gabriel.

- De modo que eso sucedió antes de tu reactivación – confirma el capitán a Gabriel en base a todo lo ocurrido hasta el momento - ¿Cuanto tiempo llevan a bordo de mi nave antes de que yo o Gabriel despertáramos? Es importante. - inquiere a los presentes.

Oportunamente, al oír el resto del relato de Cristina y Aakesh, Gilbert muestra su semblante más serio hasta el momento y su mirada se aparta de los demás para buscar algo en sus memorias y decidir lo que dirá a continuación.

En cambio el capitán ríe, ríe sin tapujos ante la increíble conjunción de elementos que ha experimentado a lo largo de su existencia.

- Todo fue en vano. Increíble pero cierto. Ustedes lo afirman. - afirma, un poco mas calmado.

- Desde tiempos inmemoriales una fuerza poderosa y maligna ha acechado la tierra y al hombre, en donde solo el mito y la leyenda sobrevivió hasta la era moderna. Vampiros, demonios, seres mitológicos y dioses. Todos ellos, con un papel exaltado por los oradores de sus épocas han creado la niebla que separa la realidad de las fabulas. ¿Que diría Or-Grund, el defensor de Atlantida, si viviera? Incluso Van Helsin, novelizado por ineptos, se revolcaría en su tumba de saber lo que ahora ustedes relatan. - contesta con aires enérgicos renovados.

- ¡Amigo mio! Tus esfuerzos en vano fueron, al igual que el sacrificio de tu gente… no puedo pagar mi deuda ahora. No con las semillas de mi mundo bajo mi cuidado. - añade hacia el cielo, levantando sus puños con fuerza.

El hombre parece luchar internamente con sus opuestos cuando trata de responder, aunque sus palabras carezcan de sentido para todos los demás. ¿Acaso algo importa mas que su legado?

- Quienes mantuvieron a raya a las hordas infernales para que la Tierra (y la de ustedes con seguridad también) prosperara lo sacrificaron todo para derrotar al caos y enviar lejos la semilla de la destrucción, una que podría traer de regreso al mal y tornar las victorias en amarguras y el vino en vinagre del mas agrio. Ahora, por obra de un poder que desconozco, ese germen maligno se las apaña para regresar a su plano existencial… Deber ser eso que mis anteriores llamados continúan sin respuesta. - adiciona con notable entereza. Hasta su postura férrea le otorga un temple único.

- Esta unión no es azarosa. Es un obra de ese objeto olvidado intencionalmente en vuestro universo. Aunque cada grupo tiene sus obligaciones existe algo que será imposible de obviar. Los Primordiales y sus esbirros, los Xhaguar. Y solo mi aliado podrá ayudar realmente. Deben venir conmigo. - asevera.

¿Cristales de dilitio y velocidad de curvatura dice? Conozco una forma de viajar mas rápido que la luz si eso es lo que busca. Estaba a punto de hacer una prueba cuando Napoleón inicio su motín – responde a las palabras de Aakesh – Y sobre esa sociedad tecnológica de la que habla debería de dar las coordenadas a Gabriel. El tiene un mapa estelar actualizado gracias a un encuentro fortuito. -

- Desde luego que debemos colaborar - responde.

Señor Gamesh, ¿a que distancia esta ese mundo del que habla? quizá lo mejor que podemos hacer es trasladar los módulos de hibernación y criogenización de la discovery y el material necesario a la D5 y seguir con ella hasta su mundo.

- No tan cerca como debería. Esta en la nebulosa de la Araña el mundo que del que hablo. Y no. No pienso mover nada de mi nave. Desconozco porque esas alimañas querrán vuestra nave pero la Discovery se las arregla siempre para continuar. Rechazo esa opción. - niega rotundamente la propuesta de James y los demás.

En cambio tienen mi cooperación en todo lo posible para reparar vuestra nave. Mis robots trabajaran sin cesar y también los datos de navegación pueden ser intercambiados por los suyos, aunque nunca hubo un plan de vuelo bajo hibernacion. Solo mis niños y las muestras terrestres existen dentro de las cámaras. Pero tampoco es seguro este sistema. No con ese campo de batalla tan cercano. De ahí la relativa seguridad… por temor a “ellos” no suelen husmear el sistema.

Porque antes de quedar encerrado en la cabina de vuelo y perder todo el soporte vital Gamesh fijo curso al punto actual donde están ahora. Un sitio temido por el enemigo en común. Un enemigo que ahora regresa con ansias de nuevas conquistas y nuevos universos. Todo gracias a la D5...

 Toda expresión alegre, animada, o similar, se apaga rápidamente en el rostro de Clementine cuando tras revisar las heridas de Ellen, el resultado es demasiado desesperanzador. Si bien ella está muy acostumbrada por sus años de ejercicio a lidiar con estas cuestiones, ahora mismo es un tanto difícil porque la vida de una persona para ella es sumamente importante y cuando la situación no ofrece caminos para ser solucionados, genera desazón y obviamente tristeza. 

Por esa razón ante las respuestas de Gilbert, ella asiente. - No soy de este tiempo, eso está claro. Pero esas respuestas han dejado más dudas en mi mente que certezas. - afirma con total sinceridad, un tanto desanimada. En sí el hecho de recordar en verdad no importa, la cuestión es como decirle a los compañeros de esta Oficial, que la probabilidad de sobrevivir, de tener una calidad de vida, son más bien escasas. Así que mientras conversan sobre lo que hay que hacer, lo que hay entre manos, donde el lenguaje termina siendo tan ajeno, lejano para la Doctora. 

Solo cura las heridas, busca ofrecer cierta estabilidad a sus constantes y mientras se acerca hacia el lugar donde se encuentra Jankowsky a sabiendas de que a él si puede ayudarlo como quisiera a nivel médico, rompe su silencio. - Los daños por el traumatismo craneal son severos, no tengo posibilidad de salvarla con lo que tenemos aquí. Puedo mantenerla estable, pero dudo que pueda caminar, que siquiera pueda hablar... - termina por decir a los allí presentes, dejando muy en claro que el asunto en Ellen es terrible. Y mientras continúa revisando las heridas de Eduard, viendo si va a operar ahora o no, le dedica una mirada al MACO. Quizás en esos ojos, en ese destello de determinación, pueda encontrar en ella lo mismo. 

- Sé que estás de servicio, has sido muy valiente. - afirma mirando al MACO y prosigue. - Intentaré ayudarte ahora mismo, lo que es superficial ya está todo limpio. Haré lo posible con lo que queda pendiente, confía en mí. - termina por decir a Jan, acariciando la mejilla de aquel Oficial mientras va pensando si operar ahora o no. 

 Incluso Van Helsin, novelizado por ineptos, se revolcaría en su tumba de saber lo que ahora ustedes relatan. 

Me imagino que para venir a ayudarnos. 

- No tan cerca como debería. Esta en la nebulosa de la Araña el mundo que del que hablo. 

Pues bien.  A entrarle a las reparaciones e intentar esa nueva tecnología de alta velocidad, más allá de curvatura. 

¿Qué nos puede decir sobre ese aliado?    ¿Tendrá que ver con el "caminante de soles" o algo así, al que la capitana llamaba en sus sueños vívidos? 

¿Alguna defensa contra xhaguares que podamos instalar?  ¿Alguna modificación para comunicación durante el trayecto que emprenderemos? ¿Encriptamiento, potenciación, o así?   -Siempre centrado en sus labores, el Kjarl. 

Miró con preocupación a la nueva doctora y su conclusión sobre la compañera herida.  Ojalá haya una solución al mediano plazo.  La tecnología siempre nos sorprende.