Partida Rol por web

Cristina fue escuchando a Daniel al principio con estupor... en su laboratorio de la Excalibur, decía el tío. Y aún no sabía como había conseguido salir de las fauces del dragón... bueno sí lo sabía porque en su lugar el bicho se había comido al pobre de Sulu. Cuestión de estar en el sitio y lugar adecuados.

- Si no la he perdido poco me falta... - susurró más para sí que para los dos hombres- en especial contigo al lado...- cualquiera se fiaba de dejarlo sólo y más después de haberlo olvidado todo...

- Quizás si repito lo mismo... esa cosa acabe en mi brazo y libere el suyo, Capitán. - Entonces recordé que aquello dolía. - O quizás no... no me gusta demasiado el dolor...

- NO... no lo haga- exclamó retirando el brazo y haciendo un gesto con el otro brazo para mantenerlo alejado, evitando que por alguna circunstancia el brazalete terminara en Daniel, si había alguien que debía morir que fuese ella, ninguno de sus hombres debía hacerlo y menos por salvarla- no voy a permitir que esta cosa le haga daño a usted- lo dijo con toda la sinceridad del mundo, poco importaba lo que le pudiera pasar a ella... al fin y al cabo era mucho el sufrimiento y las muertes que había causado, como para permitir que se pusieran en peligro más vidas en especial las de su tripulación- piense algo distinto o no me lo quite, pero no haga eso.

Y sin esperarlo De Alba se vio abrazada por Winwood, la española tras la sorpresa inicial se reconfortó ante el gesto de su tripulante, sentir el cariño de los suyos era un bálsamo para el dolor de la capitán que correspondió al gesto apoyando la cabeza en su hombro y dejándose abrazar, olvidando los rangos. Cristina se había empezado a dar cuenta de lo vulnerable que estaba siendo, tantas penurias sufridas, tanta soledad y tanta culpa, eran cargas muy pesadas que necesitaban ser compensadas por afecto y comprensión.

- No se preocupe, Capitán. No use esa cosa de nuevo y yo haré todo lo que esté en mis manos para quitársela. No permitiré que un pedazo de metal con vida propia me quite a mi mejor alumna de ciencias. - La susurré tratando de aliviarla.

Ante estas palabras, la capitán de la Excalibur sonrió, reprimiendo las lágrimas... no debía volver a llorar, y menos en aquel momento cuando tras la reunión con James y el gesto que acababa de hacerle Daniel, la española había vuelto a encontrar la fuerza para seguir soportando su carga.

- Lo sé... sé que harás todo lo posible- con eso le bastaba, al separarse para mirarlo le posó la mano libre sin guantalete sobre la mejilla en señal de agradecimiento y dejo que se apartara y continuara su discurso.

- Entiendo... lo dejaré todo en sus manos, entiendo que va a ser una operación muy compleja. Me someteré a todas las pruebas que quieran realizar e informaré sobre cualquier cambio o novedad sobre mi estado- era lo único que podía hacer.

 Sigo sin poder salir a buscar nada, ¿verdad Capitán? - Miré a la mujer a los ojos.  La verdad es que había mucha chatarra ahí fuera para revisar y quizás algo sirviese. Luego me llevé las manos a la entrepierna. - Espero al menos que me permita ir a orinar... no creo que aguante mucho más, Capitán.

- Si sabe donde está al baño vaya usted- sonrió divertida- la que necesita dormir ahora soy yo- le contestó dándole permiso para que saliera, sus ojeras se hicieron más evidentes así como su cansancio- Doctor, no va a ser necesario que me administre ningún somnífero, sólo que deje de maldecir un rato.

Y sin esperar más se tumbó en la camilla dispuesta a pasar lo que quedara de tiempo, durmiendo. Necesitaba reponer fuerzas... era consciente de que aquellas horas que le restaban de cumplir las 17 de trayecto serían las únicas de paz que tendría en mucho tiempo.

Jankowsky se sintió decepcionado con alguno de sus compañeros al oír los comentarios sobre sus rescatadores. Aquella gente se había jugado la vida para sacarlos de la arena donde les esperaba una muerte segura, muerte que le mismo Jankowsky sintió de cerca. Cierto es que el rescate se había complicado pero al fin y al cabo ahí estaban. 

Podía cuestionar que aquella nave era de lo más sospechosa pero quizá la mejor manera de burlar los controles de una sociedad esclavista era con un transporte de esclavos. Y, aunque la presencia de aquel golem le había dejado con dudas, aquella nave parecía segura, al menos por ahora.

Cuando la capitana mencionó lo del plan de Stevenson sintió curiosidad por conocer de qué se trataba, confiaba en aquel hombre aunque pudiera parecer que tomaba algunas decisiones sin meditarlas demasiado pero lo consideraba un compañero.

-No -dijo negando con la cabeza- no tengo el placer de conocer a ese Edison, pero he de decir que confío en Stevenson y su gente pese a que se hayan aliado con calaña gorn- Recalcó esto para que sus compañeros supieran su posición con respecto a sus rescatadores -me gustaría saber en que consiste su plan.- a veces le molestaba que Cristina se guardase información.

Miró a Winwood cuando este respondió sobre el guante de Cristina y asintió con la cabeza pensativo. Nadie sabía nada acerca de aquel dispositivo pero al maco le parecía potencialmente letal para la capitana, solo le quedaba esperar que Winwood o el médico descubrieran como sacárselo.

La pregunta del Oficial le permite incorporarse con la intención de acortar las distancias con su compañero, así de esta forma aún libre de todo contacto físico, poder hablar en un tono más bajo de lo usual, debido a la respuesta que debe ofrecer la Vulcana. Sin embargo un tanto ajena de su belleza, desde aquella cercanía se contempla al detalle cada gesto, la profundidad de su mirada y el tono ligeramente verdoso de su piel de su piel. 

- No lo suficiente, pero si lo necesario para tener acceso al material adecuado. Estoy al tanto de la reticencia terrestre, pero desde una nave, con un laboratorio y bajo el silencio de un Capitán que tiene una mínima idea sobre mis intenciones en el área científica, condicen para que pueda trabajar en buenos términos. - confiesa desde su neutralidad, aún cuando la cercanía es demasiado peligrosa para cualquier ser, menos para Elung. - ¿Guardará el secreto? - pregunta directamente al mirar los ojos de Karl directamente, sin un ápice siquiera de querer desviarlos, ni perturbada por este tono cómplice que se mantiene dentro de las líneas razonables para la Oficial. 

La extrovertida personalidad del Oficial le sorprende un poco, pero no refleja ápice alguno en su rostro al mantenerse impasible y bastante tranquila. Su atención sigue perpetua a los frascos mientras recuerda lo que su Tricorder había reflejado en el escanner y al ver que su compañero, musita un interés especial en ello, decide comentarle. 

- Un gusto, Señor Winwood. - saluda cortés. - El mismo que vi en el puente, es una criatura de grandes proporciones, creada con restos de diversas especies. Lo mantienen encadenado, el mismo Capitán lo utiliza como seguridad personal. -  explica mientras sacude ligeramente la muestra. - Por lo que refleja el escaneo, no es una criatura viva, sus órganos no funcionan, pero sus impulsos eléctricos son erráticos... Un misterio de la ciencia.

Comenta ya en pos de escuchar algunas teorías por parte del científico, es la ventaja de compartir el amor por aquella área de estudio. Más aún cuando se trata de una rareza, una criatura creada por la mano del hombre. 

Ya al templar el cuerpo medianamente, la Vulcana adopta una posición que le permite ofrecer una apariencia de alguien más pequeño, al flexionar las rodillas sobre su pecho mientras los brazos rodean desde los costados para cruzar sus manos delante y la perilla descansa sobre aquel hueco que ahora tiene. Su mirada profunda observa al detalle las antenas, como así también cada gesto de su compañero. 

- No es odio, es diferenciación, discriminación. - responde, inspira profundo y prosigue. - Aún así, no debe preocuparse. Puede elevar un informe, presentarlo e ir a un consejo, aunque desde cualquier lógica... La acción del Oficial Stevenson es desmedida, posiblemente llegue a la reflexión cuando todo se calme y adopte otra postura. - afirma la vulcana, al mantener la mirada. Es consciente que el Primer Oficial ha perdido el sentido, cuestión que desde las emociones, suele promulgar acciones erróneas. Nada que no pueda ser encauzado. 

De igual forma, desde aquella posición que refleja inferioridad, su mente continúa el hilo de la conversación apegada al relato que el andoriano va contando. En parte le recuerda a la conversación que horas atrás tuvo con Karl, al revisar los parajes de un pasado, de aquellos eventos que de alguna manera te termina conduciendo hacia este lugar, un destino compartido por varios de la Franklin. 

- Recién ha comenzado su camino, no morirá por ello. El ser humano tiene un sentido del perdón, de la compasión e incluso de la redención, muy afianzado, lo cual es una ventaja. En vulcan un error es un fallo irrevocable con un juicio y exilio, en Andoria imagino que una condena a muerte, pero para ellos... Es una posibilidad para redimirse. - Responde Elung, dejando en claro que desde el lugar en donde vienen, la situación sería sumamente distinta. - No se preocupe, la situación puede revertirse. 

Ante las palabras de la vulcana, las antenas del andoriano se tensaron ligeramente, no del todo conforme con su apreciación de los hechos, pero sin discutir su razonamiento. Salvo en el momento en que citó al capitán, que se encogiço ligeramente de hombros y mostró los dientes, un gesto que en un humano quizá resultase amigable, pero que en el rostro cobalto del andoriano tenía un aspecto peligroso, como de un animal a la defensiva-

- No estoy seguro de que el capitán vaya a ser de gran ayuda... pero si considera que debe elevar un informe, hagalo, siempre que no se ponga en peligro.- Dijo con voz ronca, la imagen del piel-rosa sin piel rosa clara en su mente. Era alguien peligroso con el que había que andar con pies ligeros, como si se andase sobre hielo fino.- En cuanto al señor Stevenson, puede que al calmarse cambie de opinión, pero aún así, quizá deba retarlo a un Ushaan para recuperar mi honor. Si se negase sólo demostraría que es una bestia sin honor.

Ishant jugueteó ligeramente con el arma que portaba en las manos, aquel utensilio llevaba en su familia desde hacía generaciones y se le había entregado sólo por ser el único thei entre la prole de sus padres. Sabía bien que cualquiera de sus chi posiblemente podrían haber dado un mejor uso al arma, pero le correspondía por derecho. Quizá fuese hora de hacer valer ese derecho, a pesar de no ser un soldado ni un guerrero. El ingeniero sacudió levemente y soltó aire entre los dientes, intentando olvidar su ominoso estado de ánimo: su shreya sólia decir que se había perdido la batalla si se iba a ella con la derrota en el corazón, y era eso mismo lo que estaba haciendo. 

- En Andoria sólo los crimenes capitales son condenados a ejecución pública, la mayoría de las sentencias son privadas o implican exilio, cuanto más grave la pena, más tiempo. Pero hay muchas maneras de morir en un duelo, y el honor es lo que sostiene los pilares de nuestra gente. Somos un pueblo apasionado y orgulloso y la violencia forma parte de nuestra cultura, pero no es gratuita. Mantenemos en nuestro interior muchos de nuestros impulsos hasta que podemos darles salida, normalmente a sólas o de manera ritual. Siempre sabemos a que atenernos.- "no como entre los pieles rosas" quedó sin decir pero implicito en sus palabras. Los humanos habían demostrado ser erráticos e indisciplinados, y cualquier patrón que conseguía identificar en su comportamiento parecía durar menos que una noche en Andor, o no ser aplicable a otro piel rosa. Ishant se pasó las manos por el corto pelo blanco, desordenandolo, mientras intentaba aplacar su frustración, las antenas sacudiendose con pequeños espasmos.- No sé si el perdón y la redención es parte de su naturaleza, pero no contaré con ella. No hasta que me demuestren que son capaces de ello.

Había otra pregunta que le quemaba en los labios, una que le pesaba en el corazón desde los incidentes del mercado. Se giró hacia la vulcana, que parecía querer comprimirse sobre si misma, casi perdida en su enorme chaqueta negra. Sin poder evitarlo, notó como sus antenas se ponían rectas, señalandola. Tenía que saberlo, pero temía que la respuesta que recibiese fuese insatisfactoria. Asi que calló y se limitó a mirarla, sus ojos azules con una calidad acuosa que mostraba pocas veces. Así era como se sonreía en Andoria.

- Vaya... así que alguien logró recrear una versión del monstruo de Frankenstein, pero sin darle vida como tal... - Dije en voz alta ante la respuesta de la "orejas picudas que no se presenta porque es más guay que los humanos"^*, que permanecía con gestos impasibles a mi lado.

- Pero... aún así... ¿cómo es posible que tenga "vida" si su cuerpo está muerto? Una piedra, un pedazo de metal... son objetos inertes, jamás podrán tener vida alguna.^** ¿Cómo podría tenerla algo que no funciona? ¿De dónde recibe la energía para "estar vivo"? - Miré a la vulcana a los ojos. - ¿No sería algún tipo de androide recubierto de carne muerta?

Volví a mirar las muestras que tenía la alienígena allí expuestas unos segundos más. - ¿Y como es que no se pudren? ... No es que sean un misterio para la ciencia ... ¡es que incluso desafían a toda lógica! - Un brillo especial surgió en mis ojos ante tal hallazgo. Si había algo que me gustaba era encontrar enigmas que desafiasen mi mente, mis conocimientos... y desde luego que esas criaturas tenían todo aquello. Y estaban allí... a unos pasos de mí.

- Debo encontrar la forma de ver una... de hablar con su creador... - Hablaba en voz alta, igual que si estuviese haciendo una lista de la compra para mi mismo. - Poder tocar una... ¿pudo determinar su temperatura corporal con el escaner? - Pregunté a la vulcana sin dejar de pensar en la imagen de aquella criatura voluminosa y grotesca que se proyectaba en mi mente poco a poco. Pieza a pieza.

James escucho atentamente las palabras de Karl, al fin alguien le daba una visión global de lo que estaba pasando con la tripulación sin prejuicios u opiniones partidarias.

Nuestro principal problema no son los mercenarios ni los exlavistas Karl dijo tuteando al oficial de comunicaciones con quien tenía confianza somos nosotros mismos... algunos miembros de la Excalibur son impredecibles hasta un jodido problema me atrevería a decir en algunos casos y nos guste o no Cristina es la llave para mantenerlos a raya. Tanto ligthman como Ollander son impredecibles y pueden representar un peligro para todos de forma incosciente como han demostrado y parece al menos en el caso del piloto que solo Cristina le mantiene a raya.

En nuestro caso no estamos mucho mejor me temo. Siento que mis acciones se hayan tomado como un rasero diferente de medir, pero no olvidemos que los actos no han sido los mismos. El doctor se llevo una buena reprimenda publica por mi parte en el vehículo por su falta de respeto, pero estaremos de acuerdo en que una cosa es faltar al respeto y otra muy diferente atacar a un compañero.

James negaba con la cabeza como maldiciendo la mala fortuna de la situación.

La situación era tensa, con la presencia de los mercenarios y el capitán de esta nave sin saber si eran aliados o enemigos no podía permitirme un desafió de autoridad así que tome la decisión de atajar rápido y mandar un mensaje al resto. Lamento que piensen que pueda ser un problema de raza, supongo que se basan en sus experiencias pasadas, pero lo cierto es todo lo contrario... todos sabemos lo que opina el capitán de la presencia de otras razas en la federación y he discutido más de una vez con él por ellos mismos, créame si le digo que en mi tienen un aliado y no lo contrario...

La situación había llegado a un punto en el que no tenía una fácil solución, ni tiempo para ello.

Esto es algo que no podemos resolver ahora así que será mejor centrarnos en la misión y ser lo más profesionales posibles pues hay vidas en juego. Gracias por tu franqueza.

- Sin embargo... no hay nada sencillo para nosotros- le dijo a Mukherjee- en realidad vamos a encontrarnos con la Franklin, el grupo de rescate pensaba que estábamos todos juntos. Una vez que nos reunamos con el capitán Edison tendremos que hablar con él y ver como rescatar a nuestra tripulación, en ese momento el señor Stevenson pasará a ser el primer oficial. Por eso- miró a Jankowsky nuevamente- le he preguntado si conoce al capitán, sólo se que es un ex MACO, voy a tener que negociar con él. Stevenson tiene un plan y me parece  arriesgado pero viable, pero de momento no puedo adelantar nada hasta ver que nos encontramos.

Aakesh asintió

-Entendido capitán, ¿sabe si participamos en ese plan o nos dejan de lado?

Aunque cansado y desgastado por el tiempo en que permaneció en las celdas de Mohjo, estaba dispuesto a ayudar en lo que fuese para salvar a sus compañeras.

Se acercó lo posible a ella sin llegar a tocarla, sabía que los vulcanos no solían gustar del contacto físico. -La guardaré el secreto, pero debe saber que corre un gran peligro. El miedo de los humanos a la modificación genética está más que justificado, además del reciente problema que causó con los klingon. -Sabía del grupo de aumentados que atacó la nave klingon.

-Si Edison se entera... usando el florido lenguaje de la capitana de Alba, estaría jodida. -Quiso bromear, más por relajarse él que por tranquilizar a la vulcana.

-Solo espero que salga bien. Que consiga algo bueno y que no termine... como terminó en la Tierra. -Karl no era tan estricto con la investigación en genética. No la usaría para mejorar a alguien pero sabía que era usada en el tratamiento de enfermedades.

Karl esperaba que James pudiera hacer algo para ir corrigiendo la situación, los humanos habían sido la argamasa de la coalición de planetas y creía que debería seguir siendo así.

-Solo intento ayudar James. Como he dicho no es una situación fácil y si se nos va de las manos mucha gente va a sufrir. ¿Puedo ayudarle con algo? -Creía que había entendido la situación así que no podía hacer mucho más.

James agradeció el gesto de Karl

Ishant me guarda demasiado rencor para escucharme, si tienes ocasión simplemente hazle ver que no tengo nada en contra de él ni los andorianos ni nada parecido... la situación que se dio era excepcionalmente grave en un entorno hostil e hizo falta una reacción igualmente excepcional... pero esta la hubiera tomado contra cualquier otro que hubiera estado en la misma situación... la diferencia es que el doctor no representaba un peligro pero Ishant estaba fuera de si y había verdadero peligro de que alguien saliera herido...

-Trataré que no vaya a más, pero siento decirlo pero recuperar su confianza es cosa suya. Habrá que buscar una forma de resarcir su honor o algo así. Aunque parece ser que él quiere dejar el arreglo para cuando estemos en la Franklin. -El propio andoriano había dicho en la reunión que lo dejaría para luego.

-Trataré de ver si hay algún tipo de ritual que no requiera meterse en una piscina de hielo o algo así. - Seguramente fuera más sangriento y menos agradable que eso, pero quizás hubiera algo.

-No -dijo negando con la cabeza- no tengo el placer de conocer a ese Edison, pero he de decir que confío en Stevenson y su gente pese a que se hayan aliado con calaña gorn- Recalcó esto para que sus compañeros supieran su posición con respecto a sus rescatadores -me gustaría saber en que consiste su plan.- a veces le molestaba que Cristina se guardase información.

Cristina miró a los ojos a Eduard, si algo caracterizaba a De Alba era la honestidad con sus hombres.

- En realidad su plan es complicado porque depende de diversos factores, tan sólo me lo ha contado porque soy yo. Por eso prefiero no dar detalles... es posible que haya que hacer cambios o surjan imprevistos, pero a groso modo se trata de interceptar a la nave orionita antes de que la Frankling nos intercepte, porque entonces el mando le corresponde al capitán Edison. Por eso le he preguntado si lo conocía.

-Entendido capitán, ¿sabe si participamos en ese plan o nos dejan de lado?

Tras contestar a Jan miró a su primero

- No le puedo asegurar nada señor Mukherjee pero es muy posible que requieran de sus servicios y en caso de que no lo hicieran, tengan en cuenta que somos los rescatados. Por eso insisto en que al mando de la operación se encuentra el señor Stevenson. Quizás si la cosa hubiese sido al contrario nuestra tripulación no hubiera dejado que los miembros de otra tripulación llevase a cabo operaciones de importancia. Por eso...- miró a todos con seriedad- quiero que sean responsables. Nada de desobedecer órdenes directas ni de ir por nuestra cuenta, no tenemos que demostrar nada a nadie, si se nos pide algo se hace, sino se aguarda con tranquilidad. En caso de que el doctor Griffin considere que no debo estar al mano, el orden lógico es que sea usted, señor Mukherjee quien esté al cargo de nuestros hombres y después, usted señor Jankowsky. ¿Queda claro?

Aakesh asintió

-Así se hará capitán, no lo dude. Por lo tanto nos queda esperar a los acontecimientos

Señaló de nuevo al dispositivo que tenía en el brazo

-Y espero que sean capaces de quitarle "eso"

La capitán se permitió una sonrisa con el hindú.

- Se que lo harán, confío en ustedes... esto- miró el brazalete con una mezcla de asco y temor como si fuera un bicho repulsivo que no le quedaba más remedio que tolerar- yo también espero que me lo quiten...- sino lo hacían iba a costarle la vida y algo mucho más valioso para ella, su derecho a ejercer su rango... Cristina necesitaba estar al mando de una nave para recuperarse, sólo eso. Tenía que demostrar al universo que a pesar de todo era una capitán de la Flota Estelar y que era buena en su trabajo, se negaba a hacerse a la idea de que todos los sacrificios que había hecho a lo largo de  su vida habían sido inútiles, era mucho el esfuerzo para que ahora un estúpido brazalete diera al traste con todo- yo también...

La mirada de la Vulcana se profundiza aún más en los ojos de Karl, atenta al susurro que este le ofrece. 

- Es riesgoso si, pero la puerta a un mundo nuevo está en mis manos. Egoísta sería pensar que debo cerrarla, no cuando la ciencia se revela ante mis ojos, el conocimiento es poder Señor. - responde desde la cercania, apenas rozando sus labios sobre la oreja de Karl, aún cuando mantiene la distancia física en general. 

Y tras decir aquello, agrega algo más. 

- Toda mi investigación está codificada de tal manera que solo yo puedo acceder a ella. Aún así, tendré precaución en mi proceder. - termina por decir al tomar una distancia, ya más propia y adecuada para Elung. Es consciente de que ser descubierta, desatará una ola de sucesos, pero confía en su raciocinio para llevar a cabo esto desde las sombras.

 Perpetua a las palabras que a sus oídos llegan, Elung asiente tras escuchar el primer comentario mientras analiza el contexto, la forma e incluso la intención de la misma. Sólo que imperceptible ante la mirada del Andoriano, su mente es una estratagema compleja de teorías, que confluyen entre sí. 

- Se negará, pero al menos puede elaborar una imagen muy clara de Stevenson. - responde escueta, segura y determinante. 

Luego cuando el relato se dirige hacia Andoria, ella mantiene su postura mientras se mantiene centrada en cada detalle, retomando al proceso anterior, hasta alcanzar la comprensión de quienes han sido el enemigo de Vulcan desde siempre. Tanta pasión, ese fervor que expele Ishant, le remite a todo lo que la gente de su raza condiciona, al punto de mantener a raya un instinto que sólo es sostenido a través del control. 

- Pese a todo, tenemos ciertas cuestiones en común. No puedo regresar a mi tierra con los resultados de la investigación que por defecto es denegada para los Vulcanos y usted seguramente necesita algo importante para volver, sí es que está en su consideración. - responde al encoger sus hombros, disfrutando de la cálida sensación que le ofrece la chaqueta gigante. - Todo se verá... Como un fiel reflejo del espejo. 

Tras decir aquello, alza una ceja al contemplar las antenas, buscando una comprensión adecuada de las mismas. 

- ¿Por qué me señalan sus antenas? -  pregunta en un tono neutral. 

- ¿Frankenstein? -  pregunta alzando una ceja, no tiene idea de que habla. 

Aún así va tomando nota ya como costumbre mientras analiza toda la verborrea de aquel hombre, algo curioso pero bastante lógico al considerar su profesión. No obstante, decide interrumpir en medio de tantas palabras para ofrecer un poco de luz, no desde la seguridad factible, pero sí desde la suposición. 

- No es un robot revestido, según tengo entendido por lo observado a simple vista... Desde mi entender cobra vida a través de los impulsos eléctricos, al igual que los músculos de nuestro cuerpo. - responde mientras va pensando. -Su creador ha revolucionado con esto, atenta contra la lógica y la coherencia médica. - agrega y tras la otra pregunta, afirma: 

- No tiene temperatura corporal como tal, es del ambiente, pero no propia. - considera al recordar. - Está reconstruido desde los retazos, cosido y armado. Una rareza... - 

Un fenómeno para alguien como Elung que ya estaría haciéndole un millar de pruebas, pero al ser una criatura muy hostil, atentar contra su voluntad es morir en el intento. 

- ¿Cómo puede ser que no lo conozca? - Pregunté intrigado, quizás dando por sentado algunas cosas o más bien olvidando otras. - Es una novela de ciencia ficción y terror, donde un científico, el doctor Frankestein, se atreve a desafiar todas las leyes y lógica, al igual que a un inexistente Dios aprovechando el nuevo descubrimiento de la humanidad: la electricidad. El doctor tenía la creencia que aplicando electricidad sobre un cuerpo muerto, podía darle vida de nuevo. Para ello creó una criatura, quería que fuese perfecta, así pues usó distintas partes de cuerpos humanos... - Hablaba entusiasmado de aquella novela, se notaba que era una de mis favoritas. - ... y le dio vida usando un relámpago ... haciendo que aquella criatura, la que se conoció como "el monstruo de Frankestein", recuperase las mismas funciones que un hombre normal. - Hice una pausa y mi gesto se tornó un tanto triste. - Tenía el libro en papel en la NX Excalibur. Se perdió en el accidente...

-  Ya, pero... ¿qué genera esos impulsos electromagnéticos? ¿Alguna especie de batería? ¿Algún nuevo elemento que desconozcamos las demás razas? Me encantaría poder hablar con su creador o con quien los controla... o diseccionar uno... si es que mueren... - Esa era una buena duda. Si realmente estaban muertos, ¿podrían "morir" del todo? Las muestras que tenía allí delante no hacían nada, estaban completamente inertes, lo que podría indicar que, una vez separado de la matriz que les da esa energía, pierden toda esa vida. Como cuando nos amputan un brazo.

- El monstruo de Frankestein... - Murmuré ante las últimas palabras de la vulcana. - Debería leer la novela si un día tiene ocasión... - Me quedé en blanco, no se había presentado... ¿O sí?- ...Oficial... ¿?