El planeta CSILLA
Csilla, el planeta natal de los Chiss es un mundo frío de glaciares y páramos helados localizado en la profundidad del Espacio Chiss, y sirve como la capital de la Ascendencia Chiss. El planeta entró en una era de hielo en el 5.000 antes de la Batalla de Yavin. Los glaciares cubrieron las antes cálidas regiones ecuatoriales del planeta, mientras que el hielo sólido causó un invierno perpetuo en los polos. Para sobrevivir, los chiss construyeron guaridas bajo el hielo eficientes con la energía, tan cerca del núcleo del planeta como fuera posible, con rutas de tráfico subterráneas para conectar las varias regiones subterráneas de Csilla. Los caminos fueron cavados en la corteza del planeta, así que no eran afectados cuando se movían las capas de hielo de la superficie.
Inmerso en una era de hielo por milenios, Csilla causó varios cambios socioeconómicos y tecnológicos entre los chiss, pero pocos cambios físicos. Al contrario de las creencias sobre una relación entre el color de la piel de los chiss y la temperatura csillana, los científicos concluyeron que la piel azul de los chiss era ocasionada por un mineral que se encontraba en la hidrósfera csillana
Al maestro Qwan Mundi, aquel a quien fuísteis como atraído por la Fuerza y viceversa nunca le importó demasiado algunas de las normas Jedi. No es que renegara de ellas, pero tras la Órden 66 los cometidos y la filosofía jedi, lejos de desmerecerse y apocarse, se... simplificó para él. No le importaba el concepto de posesión. Era una época de sobrevivir y esconderse, y veía con buenos ojos que algunos de vosotros tuviera algún carguero o caza espacial, e incluso algunas unidades droides en vuestro poder. Todo eso ayudaba a huir del nuevo gobierno dictatorial. Y cuando ya estábais bajo su tutela, aprendiendo los caminos de la Fuerza, os contó la historia que le atormentaba por dentro:
Hace ya un tiempo, durante mu exilio en el Borde Exterior, consiguí dar con otros jedi que habían logrado escapar de la Orden 66 -os relataba. Durante años, este grupo nos mantuvimos ocultos (tal y como ahora hacemos nosotros) y comenzamos la búsqueda de un holocrón que mi viejo maestro había desensamblado y repartido por distintos puntos de la Galaxia. En él se indicaba la ubicación de un planeta donde se ocultaban reliquias jedi. Tras años de búsqueda, el grupo de jedis encontramos todos los fragmentos, ensamblamos el holocrón y descubrimos el gran poder de las reliquias. Pero tardíamente me dí cuenta de que mis congéneres no eran más que sith encubiertos que ayudaron a al Emperador a ejecutar la Orden 66. Si no hubiera sido por el holocrón me habrían exterminado en la purga... Todos ellos se llevarón el holocrón y huyeron con "el mapa" del planeta deseado...
Y el maestro Qwan os contaba ésto porque acababa de averiguar la ubicación de uno de ellos en el planeta Csilla (en el sitema Hoth). Quizá atrapar a ese sith fuera una prueba de gran importancia para vuestro entrenamiento: el verdadero contacto enfrentando al Lado oscuro. Y eso es lo que había planteado. Iríais a atrapar a ese sith.
Habíais viajado Csilla. Tras unos últimos días entrenándoos y meditando a conciencia, el maestro Qwan os dijo que finalmente iríais a buscar al sith a Csilla. Insistió en que debíais cogerlo por sorpresa, y por ende el grupo viajaría en el Mentor Huracanado, su carguero personal, y sin ningún tipo de acompañamiento más que lo necesario. Los droides de algunos de vosotros se quedarían en vuestra base.
Finalmente el momento llegó y aterrizásteis en el planeta Csilla, en el sistema Hoth. No habíais tenido contratiempo alguno para viajar hasta allí. Este fue el planeta que Qwan vio en un sueño. Sabía que uno de los sith que robó el holocrón ensamblado se ocultaba aquí. Y las cosas no parecían comenzar no muy bien: una terrible tormenta de nieve nada acogedora sería vuestra leal compañera en vuestra primera misión de seriedad como pupilos.
Descendísteis de la nave de Qwan en una enorme explanada del planeta. A su alrededor había poco que ver. Qwan estaba convencido de que Jan Alaak, uno de los cinco, habitaba en ese recóndito planeta.
Las órdenes eran claras.
Mis jóvenes padawans -os decía el maestro, sabéis lo que tenéis que hacer: ese indeseable de Jan Alaak, que ayudó a ejecutar la Orden 66, tiene información del holocrón que nos guiará a las reliquias jedi. Con ellas, resurgirá nuestra órden de luz. Encontradle, y haceos con la información que tenga el holocrón. Eso sí: tened mucho cuidado, pues Jan es un rival que puede ser extraordinariamente fuerte para vosotros. Yo no iré con vosotros, pues ésta es la gran prueba de un gran salto en vuestro entrenamiento jedi. No obstante, estaré en contacto con vosotros a través de la Fuerza desde mi carguero.
Entonces bajásteis de la nave, con vuestros sables láser preparados. La ventisca os azotaba el rostro, y veíais delante de vostros un paraje blanco nevado por completo (propio de los planetas del sistema Hoth). El frío, duro e implacable, se dejaba notar a pesar de las gruesas ropas que vestíais. Las compuertas del Mentor huracanados se cerraron después de abandonadonar la nave.
Podéis comenzar.
Intentad escribir la narración con fuente normal, los diálogos en negrita y los pensamientos en cursiva.
Escribiré cada dos o tres días (intentaré esperar a que todos lo hagáis), pero si alguien tarda demasiado la historia avanzará sin su participación (espero que no).
Haced todos una tirada de La Fuerza con 1d20 (por lo de la meditación jedi diaria). Si no la superáis, ganaréis 1 punto de lado oscuro.
- ¡Brrrrrr qué frío hace! - exclamo cuando bajo la rampa de descenso del carguero de nuestro maestro. Cierro bien la chaqueta aunque las bajas temperaturas del planeta azotan mi cara. - ¿Esto... alguien sabe hacia dónde debemos ir? Yo solo veo extensiones de nieve y más nieve... Miro a mis compañeros, también abrigados aunque no creo que Jerec sufra tanto como los demás las inclemencias del tiempo.
Motivo: La Fuerza
Tirada: 1d20
Resultado: 10
Espero que el resultado sea el óptimo...
Por fin había llegado el momento, parecía que el maestro confiaba en nosotros, no podía decepcionarle.
Cogí la prenda de abrigo y la ajuste, cogí la bolsa de equipo y por última vez antes de bajar por la rampa de la nave comprobé que mi sable de luz estaba en su sitio en mi cintura.
Antes de dejar la rampa y tocar la nave di un par de fuertes pisotones y un par de palmadas con el fin de que me entraran un poco en calor, di unos pasos hasta ponerme junto Kayla.
Por fin una misión de verdad mientras seguía frotándome las manos.
No creo que haya mucha vida en este paraje, seguro que entre todos logramos sentir donde se oculta.
Motivo: la fuerza
Tirada: 1d20
Dificultad: 10-
Resultado: 5 (Exito)
Una pregunta (antes de narrar lo que hace mi personaje y demás), puedo usar directamente el poder de la fuerza "Sentir"? Por saber si empiezo con los 16 puntos de fuerza ^^'
No entiendo muy bien lo que me preguntas.
Ahora misom tienes 16 puntos de fuerza.
Yo te estoy pidiendo una tirada. Haz primero esa tirada y luego utiliza el poder de la fuerza que quieras. Yo no veo la duda ;)
Nada, la duda realmente era si podía usar Sentir ahora mismo (a la vez que la tirada de fuerza) para narrar directamente si he sentido algún tipo de forma de vida, pero hago primero la tirada, que así no hay lios. Gracias! ^^
Ragaht bajó de la nave justo detrás de sus compañeros. A pesar de las ropas y la pesada armadura que llevaba, notó algo de frío, pero no dijo nada. Sus compañeros sabían que era un tipo más bien callado y le costaba bastante articular cualquier palabra. Miró a ambos lados, pero apenas lograba alcanzar a ver nada más que nieve y hielo.
- Estoy con Jezal, deberíamos concentrarnos en sentir cualquier forma de vida – dijo con una voz tímida -. Debemos estar alerta y tener cuidado.
Motivo: La fuerza
Tirada: 1d20
Dificultad: 8-
Resultado: 13 (Fracaso)
Realmente era un lugar fantástico para esconderse. Nadie en su sano juicio querría vivir aquí salvo las especies autóctonas. Esto demostraba, una vez más, que los Sith no estaban bien de la cabeza. El lado oscuro te vuelve loco. ¿Como si no se explican las matanzas y las atrocidades cometidas?
No obstante, si pensaba que el frío o las inclemencias nos iban a detener en nuestra misión, estaba muy equivocado.
Me pongo el equipo para sobrevivir en temperaturas extremas y cojo unas raciones extra de comida.
Era fácil perderse en esta blanca inmensidad. Y muy difícil encontrar cualquier tipo de alimento.
Lo encontraremos. O nos encontrará el. Sea como sea el final sera el mismo. La fuerza y la verdad están con nosotros.
Motivo: Fuerza
Tirada: 1d20
Resultado: 18
Veo que algunos compañeros han lanzado 1d20 y como dificultad tu estadistica de Fuerza o menos.
¿Es asi como se hace la tirada?
La padawan Kayla sentía el frío en su cara nada más bajar, pero tenía el corazón y la mente reconfortadas por la meditación de aquella mañana antes de llegar a Csilla. De la misma forma bajó por la rampa Jezal, bien pertrechado y comprobando todos sus enseres para su primera gran misión. No ocurrió lo mismo con Ragaht, el cual, aquella mañana no había logrado concentrarse en sus ejercicios de meditación, y eso le supuso cierta ansiedad añadida. No obstante, tras pisar el suelo del planeta helado contuvo el aliento y aguardó para poder encauzar la búsqueda con aliento y éxito. De igual forma, el miraluka Jerek parecía haberle ocurrido lo mismo en cuanto a su ración diaria de meditación: quizá los nervios le habían traicionado aquella mañana antes de embarcar en el Mentor huracanado. No obstante, no olvidaba que todos eran uno con la Fuerza, y ésta sería de guía para encontrar al tal Alaak (o viceversa).
Teníais una idea aproximada de dónde podríais empezar a buscar. Pese a que el planeta Csilla era un nido de túneles en su superficie (túneles construidos por los Chiss), el maestro Qwan había logrado detectar una entrada con recorrido en la zona superficial del planeta donde ahora os encontrábais.
Mientras avanzábais ya por la fría nieve descendísteis aun pequeño valle (lugar de la detección de Qwan) compuesto por árboles y peñascos bajos que sobresalían del terreno. Notásteis que éste era tremendamente inestable como para haber aterrizado allí. Aquello hubiera sido una tremenda imprudencia. El calvario helado seguía para vosotros, para vuestra desgracia. Fue entonces cuando descubrísteis, mientras os cubríais momentáneamente el rostro con el brazo, que tres androides sonda se había cruzado en vuestros camino, y todos ellos se detuvieron a observaros con atención. Estaban a unos cuatro metros de vosotros, y habían salido tras un gran peñasco.
Tirada oculta
Motivo: Intuición espía
Tirada: 1d20
Dificultad: 9-
Resultado: 20 (Fracaso)
Sí, Jerec, así es como se hace. En el manual casero que propongo hay muchos tipos de tirada y de diferente dado. Os pido también que si detectáis algún fallo grave me lo hagáis saber y lo podemos corregir ;)
-¡Cuidado!- chillo al ver a los droides - ¡Nos han visto!
Instintivamente, busco algún sitio dónde ponerme a cubierto, ya no para no ser detectada, si no para resguardarme de los posibles disparos que hagan los droides.
Es Kayla, no Layla.
¡Exploradores! ¡Si informan a nuestro objetivo de nuestra presencia podemos olvidarnos!
Esperemos que estén fuera de alcance.
Desenvaino mi sable laser y salto hacia ellos para intentar eliminarlos antes de que puedan escapar.
Bien,
Jerec se lanza hacia ellos (haremos la mecánica de combate)
Kayla se resguarda tras un obstáculo
¿Jezal y Ragaht?
Al ver como Jerec se lanza a la cargo sin dudarlo dos veces, enciendo mi sable de luz y salgo a la carrera detrás de él. No dudo de su habilidad ni capacidad, pero tres rivales a la vez….. sería complicado.
Ragaht sabía que si el Sith les descubría tal vez huiría, o tal vez les plantaría cara debido a su arrogancia… No obstante, no podían perder el factor sorpresa, no iba a ser un rival fácil de vencer. Con un instinto natural por la caza se abalanzó junto con sus compañeros a por los droides a la vez que encendía su sable de luz.
Kayla se abalanzó contra una roca mientras sus tres compañeros padawan encendieron sus sables del luz casi al unísono, y se abalanzaron contra los droides, que estaba a escasos metros de ellos. Ésto se percataron y comenzaron a disparar contra ellos con sus sistema de impacto láser. La nieve y el viento os azotaba en el rostro.
Iniciativas:
Droide1: 9 (dispara a Jerec)
Droide2: 9 (dispara a Jezal)
Droide3: 9 (dispara a Ragaht)
Jezal: 7 (declara 1 o 2 acciones). Puedes hacer la/s tirada/s correspondiente.
Jerec: 5 (declara 1 o 2 acciones) Puedes hacer la/s tirada/s correspondiente.
Ragaht: 6 (declara 1 o 2 acciones) Puedes hacer la/s tirada/s correspondiente.
Recordad que he colgado las reglas del combate (os aconsejo leer el sencillo apartado de combate) y de lanzamiento de dados. (NO HAGÁIS TIRADAS "AL TUN TUN", si las hacéis, intentad leer bien las reglas). Kayla de momento no participa en el combate.
Ataco con el sable laser intentando eliminar a tantos enemigos como sea posible. Mi primer ataque no tiene en cuenta los movimientos erraticos que el fuerte viento causa sobre los droides y corta el aire sin causar daños. Pero son muchas horas de entrenamiento y compenso ese error en mi siguiente estocada impactando de lleno sobre el robot.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 8-
Resultado: 20 (Fracaso)
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 8-
Resultado: 1 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 61d6
Resultado: 206
Motivo: Daño
Tirada: 6d6
Resultado: 19
Leyendo el reglamento me ha surgido otra duda. ¿Si hago dos acciones el resultado de la accion se divide por la mitad? ¿Significa que causo la mitad de daño o que la dificultad para impactar en lugar de 8 seria 4?
Disculpa por la tirada de 61d6. Se me fue la mano.
Permanezco agazapada detrás de unas rocas cuando empiezan a sonar los disparos de los droides. No puedo evitarlo, oír esos disparos, cada vez que oigo el sonido de un bláster, me viene a la memoria mis padres y cómo murieron. Me tapo los oídos con mis manos mientras intento controlar todos los sentimientos que fluyen en mi.