Partida Rol por web

Star Wars - Un Nuevo Orden

Capítulo II - El Baile en Palacio

Cargando editor
27/05/2019, 08:33
Syraan Saaris

Estaba tratando de ser amable incluso comprensiva, pero Elarik se lo estaba poniendo más que díficil. Sonrió con amargura. -Defendiendo una Orden que fracasó en su misión mucho tiempo ha... Aún fracasando fue un Jedi, quien ha dejado al Imperio tan debilitado. Y esa debilidad es posiblemente lo único que le impide dar caza a alguien que trabajaba para ellos. -Por lo que sabía el imperio no gustaba de dejar cabos sueltos y sin estar debilidtado no dejarían andar a uno de ellos por una pomposa fiesta.

-Esa Orden fracasada infunde esperanza. -Al menos a ella lo hacía. -Quizás debía cambiar ver sus errores, mejorar, no lo se. Pero sé que a ti te tienen haciendo lo mismo que hacías, poner fin a la paz. -Agarraba con fuerza la copa, casi a punto de romperse en sus manos.

Cargando editor
28/05/2019, 22:49
Nihal Saaris

Estaban detenidos en mitad de un universo en movimiento, o al menos esa era la sensación que embargaba a Nihal. Kara guardaba silencio, sin haber llegado a contestar a sus palabras, pero la atención de la más joven de los d'Asdria estaba fija en Syraan. Eso era algo bueno. Kara podría hablar con ella... o al menos cortar la conversación que tenía con el hombre de piel azul. 

Su enemigo. El asesino de su madre.

No lograba alejar esas palabras de su mente. No mientras lo tenía frente a sus ojos. Cada vez que miraba la forma en la que Syraan hablaba con él, la imagen de la espada luminosa atravesando el pecho de su madre volvía a él como un golpe en lo más profundo de sus entrañas. Pero tenía que controlarse. Tenía que encontrar otra cosa en la que fijar su atención. Miró a su alrededor, desde el centro del huracán en el que todos parecían moverse salvo él, buscando algo. Y lo encontró, casi sin buscarlo, en la joven reina.

Sin darse cuenta, Nihal se encontró observándola de nuevo, atraído por su presencia. Una madre asesinada. Un exilio. Una infancia perdida, y recuperada demasiado tarde para poder llenar con ella el vacío que dejaba atrás. Estaba seguro de que Anora se había sentido en algún momento como él mismo. ¿Qué respuestas habría encontrado ante esas mismas preguntas? ¿Luz? ¿Oscuridad? ¿O el siempre inestable equilibrio?

 

Cargando editor
31/05/2019, 19:02
Elarik

Elarik te mira de pronto con una expresión nada amigable.

- Sabes que... Empiezo a darme cuenta. Eres una fanática. Aquí estoy, tratando de razonar contigo, de mostrarte que sabes mas bien poco de nosotros... Pero me doy cuenta que solo eres una niña que ha vivido en un bosque criada por una mujer perdida, que había convertido en el único propósito de su vida en proteger algo que no comprendía. ¿Paz? - gira la cabeza, cansado-. Que sabrás tú de la paz o la guerra. Nosotros no damos caza a nadie. Fue tu madre quien atacó, quien casi mató a nuestra compañera cuando solo quería defenderse. Eres tú quien nos persigue por la Galaxia, buscando venganza, obsesionada con detenernos sin saber nada de nosotros. Solo porque estás convencida de tus ideas, negándote a ver nada más que lo que crees. Todo lo que veo es una fanática, persiguiendo algo que no comprende, y tratando de interponerse en el camino de alguien que está tratando de detener el conflicto. Ves un mundo en blancos y negros. 

Levanta la mirada, y en ese momento, notas que ese hombre es muy poderoso. Es una intuición, pero sabes que el entrenamiento de Elarik no es el del resto de aprendices.

- Mi hermano quiere detenerme por el mero hecho de lo que le hice hace tanto tiempo... Tú por lo que le paso a tu madre. Tu hermano - señala. Ves que a tu derecha, Nihal y Kara, observándote. Kara parece cruzar una mirada contigo-, tu hermano solo buscará la misma venganza que tu. Y te lo digo: no voy a darte caza, Syraan Saaris. No eres mi enemigo. Pero no me rendiré, ni me detendré, y si decides atacarme, atente a las consecuencias. 

Notas de juego

Una cosilla. Recuerda que Syraan no sabe prácticamente nada de los jedi.

Cargando editor
31/05/2019, 19:11
Director

Notas que en ese momento, la conversación se está tensando entre Syraan y el hombre de azul. Hay cierta... tirantez en como se mueven. En un momento dado, el hombre hace un gesto hacia ti y Nihal (que está mirando para otro sitio) y Syraan se vuelve y cruzáis miradas.

No sabes si acercarte, pero sin duda la situación podría irse de las manos... O no. Es dificil de predecir.

Cargando editor
31/05/2019, 19:12
Director

La reina es hermosa. Sin duda. Basta un mero vistazo para percibir lo agraciado y cuidado de su aspecto. Pero cuando tratas de observar más... ¿Que ves?

Es dificil de decir.

Ves a alguien que sonríe con cierta timidez, como si estuviese acostumbrada a estas situaciones pero no fuesen plato de su agrado. Ves que sabe aceptar un saludo o abrazo, pero rehuye con cuidado el contacto físico. Parece alguien ligeramente distante, como si tuviese un escudo que la protegiese. 

¿Luz? ¿Oscuridad? Ves a una persona, nada más. No es algo eso que se vea en un rostro. Lo que ves es a alguien preocupado y dubitativo, que saluda a un y otro lado y...

Te mira, de pronto. Vuestras miradas se cruzan. No te reconoce, pero por un largo instante, clava su vista en ti, al notar que la estas observando, y te analiza, con curiosidad. En ese momento, alguien atrae su atención y se vuelve con una sonrisa afable pero tímida.

Notas de juego

Tas centrado en ella esta escena :P.

Cargando editor
02/06/2019, 23:00
Nihal Saaris
Sólo para el director

El instante en el que la mirada de Anora se alzó para entrelazarse con la suya propia, algo parecido a un relámpago recorrió al joven. Una suerte de escalofrío que lo atravesó de la cabeza a los pies, pero que de algún modo no resultó en absoluto desagradable. En ese momento en el que los dos jóvenes se observaron, ajenos por ese tiempo al resto del mundo, fue al mismo tiempo infinitamente largo y desesperadamente corto para Nihal. 

Y cuando, finalmente, ella apartó la mirada con esa tímida sonrisa en su rostro, el joven tomó aire de nuevo, sin haberse dado cuenta de que había contenido el aliento. Lentamente, llenó sus pulmones y dejó que éstos se vaciaran de nuevo en un profundo suspiro.

Habían sido unos segundos, lo sabía. Pero en esos segundos había habido una eternidad, y en ella había recuperado una suerte de equilibrio. Además de unas pocas respuestas, y una multitud de preguntas.

La reina había parecido ahora mucho menos regia que cuando había descendido la escalinata para hablar ante la nobleza de su sistema. Más humana. Dejándole entrever, tal vez, que tras su fachada de autoridad también había fragilidades y miedos. A pesar de gobernar, no era diferente. Era humana. Y esa humanidad resultaba, de algún modo, mucho más agradable para él.

Y también era hermosa. Aunque eso no era importante. Claro. Nihal se sorprendió preguntándose qué habría pensado ella del joven que la había observado de forma tan descarada. Probablemente eso no fuera muy bien visto en ese lugar. Aunque tampoco eso tenía importancia. No debería.

Fue la interrupción de M1D1 quien lo sacó de los extraños pensamientos que comenzaban a enredarse en su mente. Eso no era luz, ni oscuridad, pero las palabras del robot hicieron, al menos temporalmente, que el joven centrara su atención en el momento.

 

Notas de juego

Pobre Nihal... XD

Cargando editor
02/06/2019, 23:18
Nihal Saaris

Nihal estaba aturdido, eso era evidente. Después de su extraño arrebato, se había quedado quieto, con la mirada perdida en algún punto de la sala y sus pensamientos vagando en algún otro lugar. Pero la intervención de M1D1 en los comunicadores hizo que el joven pegara un respingo por la sorpresa, y se volviera hacia su hermana.

-Kara. -Dijo, preocupado por lo que acababa de escuchar. Su mirada volvía a estar limpia de sombra alguna, y su voz había recuperado buena parte de su confianza. -Tal vez deberíamos avisar a nuestra... a Naral... de todo esto, ¿no? O puedo ir yo, y tú traer de vuelta a Syraan. Pero no le digas nada de lo que te he dicho. Syraan no sabe que ese hombre es el asesino de Kai.

Tras esas palabras, de nuevo observó la sala a su alrededor.

Cargando editor
02/06/2019, 23:23
Nihal Saaris
Sólo para el director

Observó la sala a su alrededor, atento, buscando en ella algún otro rostro conocido o tal vez alguna señal de peligro. El hecho de que su mirada se detuviera un segundo más de lo normal en la sonrisa de Anora fue simplemente cosa del azar.

Cargando editor
03/06/2019, 09:43
Syraan Saaris

Le mantuvo la mirada menos el momento en él que indicó donde estaba su hermano y Kara. Se alegró al saber que estaban bien. Mientras trató de aguantar los embistes verbales de Elarik y en su cabeza solo había un frase que se repetía como un mantra, "No hay pasión, hay serenidad" -Solo he querido darte un consejo de buena fe. Y tampoco es mi interés atacarte primero ni mucho menos, por mucho que insistas en que busco venganza, te equivocas. -No le mentiría, no sabía si su hermano llegaría al mismo punto que ella, así que habló en su nombre. -Pero si confias tanto en tu causa, si merece todo lo que causa, exponla. -"No hay ignorancia sino conocimiento".

Cargando editor
03/06/2019, 17:54
Kara d’Asdria

La idea de que Nihal se fuera por ahi solo turbaba realmente el pensamiento de Kara, podía resultar totalmente impredicible en su comportamiento y el resto de opciones no parecían mucho mejores pero al menos perfería tenerlo al alcance de su vista.

Parece que algo no va bien

Dijo sin quitar la mirada a la conversación entre Syraan y el azul. Era hora de intervenir así que la noble cogio de la mano a Nihal y se acercaron

Cargando editor
04/06/2019, 19:33
Elarik

- Quizás deberías exponer tú porque buscas una reliquia que ni sabes que es, ni para que sirve. Colaborando con gente que no conoces. ¿Es tu destino? ¿Por qué? ¿Oponerte a nosotros? Si no es venganza, poco sentido tiene, tu convicción sobre nuestra causa es nula porque no la conoces. Pero la verdad es que has afirmado ciento y un falsedades sobre nuestros propósitos, de poco sirve que recules ahora - dice con dureza Elarik.

Parece que se ha cansado de ser educado contigo. Es palpable que no tiene especial interés en buscar violencia, pero has atacado demasiado sus ideas como para que siga intentando mantener la cordialidad.

- No tengo que dar explicaciones a una fanática. He lidiado con el fanatismo demasiado en mi vida. 

Cargando editor
04/06/2019, 19:53
Director

Llegáis en medio de una discusión entre Syraan y el hombre de rostro azul, que permanece apoyado junto a una pared, algo incómodo, bebiendo una copa de alguna bebida colorida. Syraan os nota llegar en ese momento.

Cargando editor
04/06/2019, 19:53
Director

Antes de que puedas responder, ves que Kara se acerca, tirando de la mano de Nihal que parece muy distraído, aunque se vuelve cuando llega junto a vosotros. Elarik se vuelve hacia ellos.

Cargando editor
04/06/2019, 19:53
Elarik

- Saludos – saluda el hombre -. Soy Elarik. Nihal Saaris, Kara d’Asdria, encantado de conocernos en mejores circunstancias que la última vez.

Por extraño que parezca ese saludo, Elarik no hace un gesto de agresión o violencia. Tampoco parece preocupado por vuestra presencia, aunque se le ve tenso como si la discusión con Syraan le hubiese molestado.

Cargando editor
04/06/2019, 23:09
Syraan Saaris

En algo tenía razón Elarik, no sabía que querían hacer con la reliquia. Aunque posiblemente sabía lo que quería que hiciera su madre, ponerla a salvo, alejarla de cualquiera que pudiera usarlo, posiblemente para nada bueno. Quiso responderle cuando llegaron los hermanos D'Astria. Se alegró de ver a su hermano, aun parecía afectado por lo que había hecho pero parecía él.

-Me alegra veros. Este es Elarik y es la persona que pensaís que es. Al menos yo le he prometido ser cordial, por poco de acuerdo que estemos dialécticamente hablando. -Seguramente Kara estaría de acuerdo en mantener cierto protocolo, pero no estaba segura de su hermano.

 

Cargando editor
05/06/2019, 15:24
Nihal Saaris

De pronto, la mano de Kara tiró de su brazo y lo arrastró hacia el lugar en el que Syraan hablaba con su enemigo. Justo el único lugar de toda la sala al que no quería acercarse. Ligeramente aturdido por lo súbito del arrebato de su hermana, no logró reaccionar a tiempo. Volviéndose, dirigió una mirada a sus espaldas buscando ayuda. De Naral, de Anora, de alguien. Pero la ayuda no llegó, o no llegó a tiempo. En un instante, estaba frente a frente con el hombre de piel azul.

Se había propuesto no dejarse llevar. Pero cuando la conversación comenzó, no pudo evitar sentir cómo las oscuras emociones que había logrado alejar de sí trataban de regresar. La frivolidad con la que ese hombre hablaba después de lo que había sucedido en Iodarka le hacía hervir la sangre.

-¿Cordial? –Repitió Nihal la palabra de su hermana, con un tono de voz que auguraba tormenta. -¿Mejores circunstancias? –Añadió, clavando una mirada que parecía quemar en el miembro de la Orden Gris.

Tomó aire un par de veces, en un intento de controlarse. Y aunque logró a duras penas mantenerse calmado, no podía evitar sentir cómo su estómago se encogía al recordar. Ver el rostro del asesino hacía que la visión regresara a él, nítida y dolorosa.

-Elarik, ¿verdad? –Dijo, sin levantar la voz. Sin embargo, la vibración que acompañaba a sus palabras revelaba la batalla que se libraba en su interior. -Supongo que crees que no sabemos lo que hiciste en Iodarka. Que el secreto estaba a salvo entre tu Orden. Pero la Fuerza llega muy lejos. ¿Creías que no iba a sentirlo? ¿Qué no iba a verlo? Lo vi perfectamente. Lo sentí como Kai Saaris lo sintió.

Alzó la mano derecha, extendiendo el dedo índice, y lo apoyó en el pecho del hombre de piel azul. Aunque el resto no podían sentirlo, su tacto trasmitía la misma vibración que una bomba a punto de estallar. La Fuerza, apenas contenida por la fuerza de voluntad de Nihal, se agolpaba en el punto en que el tocaba al Gris.

-Dame una razón para no atravesarte el pecho como tú hiciste con ella. –La voz del joven era poco más que un quedo susurro. De algún modo, el joven lograba controlarse, pero ni siquiera él mismo sabía por cuánto tiempo lo lograría. –Asesino.

Cargando editor
05/06/2019, 20:15
Elarik

Con una calma y una tranquilidad palpable, Elarik sostiene la mirada de Nihal sin mostrar ningún tipo de violencia en el rostro. Y las tres notáis que este hombre parece tener un control palpable de sus emociones y de lo que le rodea.

- ¿Una razón? - dice sin temor alguno-. Puedo darte varias, pero si solo quieres una, acudiré a la más rotunda: inténtalo y te mataré, y probablemente eso arrastre a la muerte a toda tu familia. Si inicias violencia, la violencia responderá con una fuerza que ni esperas ni conoces. Medita bien tu siguiente paso a seguir.

Da un momento para que valoréis sus palabras. Su gesto está calmado, sus manos están cruzadas.

Cargando editor
05/06/2019, 21:05
Syraan Saaris

Frunció el ceño ante el comportamiento de ambos. -Nihal, no lo harás porque no lo es que mamá querría. -Trató de calmarlo, Syraan sabía que poco probable que le vencieran en un combate y menos en su caso sin ningún arma a mano.

-Y no deberías porque no es lo que vuestra madre quiere. -Puso su mano suavemente sobre la Nihal mientras le miraba a los ojos. Una pequeña parte de ella deseaba la venganza tanto o más que Nihal, incluso tenía un esbozo de plan donde ni siquiera necesitara desfundar un arma que quizás no le matara pero si le molestara un poco. Pero ya se había decidido, por mucho que insistiera Elarik, su camino no era el de la venganza.
 

Cargando editor
06/06/2019, 14:56
Nihal Saaris

Con el ceño fruncido, Nihal escuchó las palabras del hombre de piel azul. Sintió su indiferencia, su frialdad. La misma con la que asesinó a Kai.

-¿Si yo inicio violencia? ¿Yo? –La voz del joven parecía a punto de quebrarse. -¿Cómo te atreves a decir eso? Mataste a mi madre a sangre fría cuando estaba tirada en el suelo… ¿y te atreves a decir que yo voy a iniciar la violencia?

Pudo visualizarlo. Del mismo modo que había destrozado el cuerpo del capitán mercenario en las ruinas, podría hacerlo con Elarik. En aquel entonces, la Fuerza había surgido como un manantial desatado, pero si la concentraba en él… si se dejaba llevar por ese poder… tal vez pudiera matarlo. Sus ojos claros se oscurecieron mientras los entrecerraba. La oscuridad aullaba en su interior.

Y entonces, algo lo atravesó como un rayo de luz corta la noche. Las palabras de su hermana. El calor de su piel sobre su mano. Y su propia presencia, que podía sentir como un cálido resplandor a través de la Fuerza.

El ceño de Nihal se frunció. Las facciones de su rostro se contrajeron por un momento en un rictus de dolor, y luego se quedaron congeladas en una mueca desprovista de emociones. Sólo sus ojos, de los que comenzaron a caer lágrimas silenciosas, mostraban lo que sentía. El profundo remolino de rabia, dolor y pérdida por los únicos padres que había conocido. La Fuerza que había temblado en su mano se disipó lentamente a medida que la ira dejaba paso a la tristeza.

-Algún día, si aún queda algo de justicia en este mundo, pagarás por lo que has hecho. –Dijo finalmente con voz monocorde, retirando su mano del pecho del Gris. -Tú y todos los asesinos que matáis por poder. No tenéis equilibrio… sólo sois asesinos tratando de justificaros.

Y tras esas palabras, Nihal se giró abruptamente y se alejó sin aviso alguno, sumergiéndose en el gentío que, como un océano embravecido, pareció tragarse al joven.

Cargando editor
06/06/2019, 14:56
Nihal Saaris
Sólo para el director

Caminó a paso rápido, sin rumbo, huyendo de Elarik, de su arrogancia, de la sangre que manchaba sus manos, de la sangre que podría haber manchado las suyas. En su camino, chocó con varias personas a las que no llegó siquiera a ver la cara, pues sus ojos aún estaban enturbiados por las lágrimas y mantenía la cabeza baja para ocultar la vergüenza.

En cada ocasión, balbuceaba una respuesta y se alejaba de nuevo. Lejos, muy lejos. Perdido en sus pensamientos, tratando de encontrar en ellos algo que le devolviera la paz. Tratando de sujetarse a cualquier cosa, incluso al credo de Godot.

No hay Luz. Sí la había... pero se había apagado con el último latido del corazón de Kai Saaris.

No hay Oscuridad. No era cierto… la Oscuridad era inmensa, enorme. En cada egoísmo, en cada muerte, en cada instante de dolor. En la arrogancia y el odio.

Sólo la Fuerza. Él quería creer en la Fuerza. Pero cada vez más, era consciente de que no encontraría justicia alguna en la Fuerza. Los poderosos eran quienes creaban su propia justicia. ¿Es que no había otra alternativa?