Partida Rol por web

Star Wars - Un Nuevo Orden

Capítulo II - El Baile en Palacio

Cargando editor
04/11/2019, 10:34
Kara d’Asdria

Kara dió un paso más acercandose aún más a la luz para que Elarik pudiera ver que no empuñaba ningún arma, sin duda la noble no resultaba una amenaza y tenía la minima intención de luchar.

 

Se que esto supera mi entendimiento, que los intereses y las mentiras de todas las partes intentan manipularme a cada momento.  Apenas puedo distinguir entre el bien y el mal cuando se me pide que traicione a mi familia o a mi reina, pero sin duda se que la luz esta lejos del imperio aunque todavía no sepa distinguir por donde sale el Sol en toda esta história.

 

No tengo dudas de que desconozco todo lo que esta sucediendo y que la fuerza es una gran desconocida para mi, pero ahora tan solo me queda mi intuición como guía.

 

Kara se quedó inmovil delante de Elarik, había ganado aquel asalto sin saber si quiera si aquel hombre era aliado, enemigo o ninguna de las dos cosas.

Cargando editor
10/11/2019, 23:22
Nihal Saaris

Nihal, que continuaba con la mano derecha apoyada en la hoja de la vibroespada, frunció el ceño, y metió su mano izquierda en el bolsillo donde guardaba el micrófono. Con disimulo, mientras Kara hablaba, lo activó.

-Puede que creas lo que dices, Elarik… Pero no es verdad. –Contestó el joven con convencimiento, sorprendido ante las erradas palabras del gris. -Nosotros no odiamos lo desconocido, lo que no entendemos. Nosotros ni siquiera queríamos odiar. Cada pizca de odio nos ha sido impuesta.

-Y quieres que nos rindamos… y que se nos tratará con respecto. Pero, ¿rendirnos a quién? –Preguntó. Él siempre prefería resolver las cosas de otro modo que no fuera peleando… al contrario que Elarik y los suyos. Pero era consciente de que si se convertían en rehenes de Yeid Koul, eso podría ser incluso peor que morir luchando. -¿A ti? ¿A la reina, que nos ejecutará? ¿A Yeid Koul, que tendrá ideas incluso peores?

Hubiera querido hacerlo de otro modo. Pero no podía. O, simplemente, no se atrevía. Desconocía cómo Godot o Elarik lograban usar la Fuerza con aquella oscura presencia rondando el lugar, pero era consciente de que no vencería en una nueva pelea de voluntades contra esa cosa. Así que usó lo único que tenía a mano para intentar ganar fuerza en la discusión. Retrocediendo, utilizando a sus hermanas como una circunstancial cobertura, sacó el interfono de su bolsillo.

-Aquí Nihal. –Dijo sin dudarlo un momento. -Elarik está aquí, él solo, y sabe que estáis ahí. Nos pide rendirnos sin luchar. Te lo paso.

Luego, tomando aire profundamente, se quitó el comunicador y sin hacer movimientos bruscos, lo mostró y se lo lanzó al hombre de piel azul.

-La respuesta es para ti. –Dijo, mientras trataba con todas sus fuerzas de contener el temblor que retorcía su estómago y amenazaba con transmitirse hasta el resto de su cuerpo. Aún no sabía si iban a luchar o no. Su mirada fue hasta Syraan, como tratando de encontrar en los ojos de su hermana una pista sobre el futuro, y preguntándose si él podría contenerlo el tiempo suficiente como para que ellas escaparan.

Notas de juego

A ver... no sé cuánto de la conversación podrán escuchar los de arriba. Lo que digo yo al final, seguro. El resto... no sé.