Partida Rol por web

No sabía cuánto tiempo había pasado allí llorando, pensando, y revolcándose en su miseria (que tampoco era para tanto). Pero ya no podía permitirse estar más tiempo así. No era propio de ella. Mitsuki era fuerte, resolutiva. Mitsuki sabía estar sola. No necesitaba de Mai, ni de nadie, para seguir adelante; y si tenía que sentir pena por alguien, era por su compañera de piso, por perderse a alguien como ella. 

Usó el dorso de la mano para secarse los restos de lágrimas y se levantó del asiento de golpe, con ánimo y fuerza. No tenía ganas de sonreír, ni falta que le hacía. Se irguió, fuerte e inflexible como un roble, y echó a andar con pasos decididos. Al igual que al entrar, sus tacones hacían ruido, pero el sonido que le devolvían era muy distinto: era obstinado y hasta feroz. 

Aquel momento triunfal se vio seriamente afectado cuando su tripa protestó por la improvisada huelga de hambre. Claro, con todo el lío no he comido. Como tampoco tenía ningún sitio mejor al que ir, Mitsuki se decidió a ir hacia la cafetería y poner fin al problema. Si se encontraba con alguien... bueno, ya vería cómo lo solucionaba. Si tenía suerte, vería a Momomi o a Yuki y podría pasar el tiempo con ellas. 

Al entrar y no ver a Fran sentí cierta preocupación, si Momomi estaba allí definitivamente debía haber salido de clase, y al notar aquello me percaté de algo más ¿Habrá ido a hablar con Mitsuki sobre lo de anoche? tuve el impuso de coger el móvil y preguntarle donde estaba... pero tampoco quería invadir su intimidad así que me limité a mirar si me había dejado algún mensaje pese a estar bastante segura de que no sería así -¿por que no tomamos asiento nosotras también?- ofrecí tratando de no perder la sonrisa, de fingir que no estaba preocupada aunque no estaba segura de como de bien estaba fingiendo, me adelanté tras decirlo para darles la espalda con la intención de que lo no notasen y tras conseguir algo de comer me acerqué a la mesa donde se encontraban la mayoría -hola chicas- saludé tomando asiento para tratar de averiguar de que hablaban y ver si me despejaba un poco.

Asentí ante los comentarios sobre los deberes de Ayami, y la verdad es que fue un rato en el que respondía asintiendo o negando con la cabeza hacia las palabras de Ayami y Yaya... hasta que Yaya comentó lo de insistirme mucho en apuntarme a tiro con arco o lo de que era una experta en cámaras fotográficas, lo que hizo que me sonrojara bastante -N-no es pa-para ta-tanto...- dije algo cortada ante la sorpresa de la chica, mirando hacia un lado. La rubia me preguntó si podía ver mis fotos en alguna red social, a lo que yo negué con la cabeza tímidamente -N-no tengo re-redes so-sociales... gu-guardo mi-mis fo-fotos en e-el o-ordenador y mi cu-cuarto...- le dije. La verdad es que yo hacía las fotos para disfrutarlas yo misma, a menos que se las haga a alguien y me las pida.

Al final llegamos al comedor, donde vimos a varias compañeras... pero no se porque, notaba un ambiente algo enrarecido -¿Porque Momomi está sentada aparte? Las demás veces se puso aquí...- pensé. Al menos estos dos días se había estado sentando con nosotras. A lo mejor no era nada, o a lo mejor si, no lo se... espero que no haya pasado nada malo -S-si... se-sentémonos- terminé diciéndole a Ayami, cuando dijo lo de sentarnos todas juntas. Cogi tambien algo de comida, y la seguí hacia la mesa de las chicas, saludándolas con la mano mientras tomaba asiento -Ho-ola...- saludé.

Shion caminó por Ichigo con la seguridad y determinación que proporcionaba ser la Presidenta de Spica. Eso hacía que automáticamente, todas las alumnas le dejasen paso y la mirasen con respeto. Eso le satisfacía, pero intentaba ganárselo cada día, estando pendiente de cada una de sus compañeras. Hoy mismo había tenido que llamarle la atención a dos alumnas de primer curso que no habían estado prestando atención en clase. La profesora le había pedido que hablase con ellas, y eso había hecho.

Ahora tenía otra tarea. Ayudar a Rokuma con sus estudios. Por lo que había podido conversar con ella, parecía una buena chica, aunque fuera de lugar. Seguramente, no tenía confianza en ella misma y eso hacía que no se esforzarse lo suficiente. Eso, unido a las dificultades que pudiera tener en comprender las cosas, pedía a gritos a alguien que estuviese a su lado infundiéndole esa falta de seguridad.

Así que después de comer, había ido a su cuarto, se había aseado un poco, cogido una libreta y su estuche, y allí estaba, camino a verla. Cuando llegó a su puerta, escuchó el inconfundible sonido de la guitarra de Fran. Aunque no compartía el gusto por su música, reconocía la indudable habilidad de la joven con aquel instrumento.

Shion suspiró y llamó con algo más de fuerza de lo habitual.

BK miró a Yuki nada más llegar y sonrió.

-¡¡Hola, Hana!! Habéis tardado mucho en llegar. ¿Qué tal la mañana? -le preguntó, llenándose la boca de comida.

-Yosfllwlqjdoooghestouyoowoiosowufsmpolsjfsd -comentó, haciendo que todas se girasen a mirarla. Se había metido tanta comida de golpe que nadie pudo entender lo que decía. BK tragó con dificultad, y entonces habló de nuevo.

-Decía que estoy impaciente porque saquen los horarios de los clubs.

La peliblanco había estado tan concentrada, haciendo fluir sus dedos a lo largo de las cuerdas de su guitarra, que había tardado un poco en notar que alguien se encontraba llamando a la puerta de su habitación. Tal vez había sido producto de la frustración por todo lo que había sucedido durante la mañana, lo cual había hecho que se dejara llevar por la hermosa distracción que la música le proveía, en conjunto con la paz que ésta le traía... la posibilidad de liberar toda tensión y expresar todo en las bellas cuerdas de su querida Revy. Sea lo que fuese, por poco no había notado que había alguien detrás de la puerta. - ¡Oh, ahora voy! - Exclamó en el momento en el que cesaba la melodía vigorizante, dejando a un lado su instrumento para atender a quien buscaba llamar su atención.

De un salto, se levantó de su cama, tan sólo vistiendo su camiseta negra, antes de moverse con rapidez hacia la puerta. Era posible que se tratase de Shion, aunque también podía ser Ayami que quería entrar a descansar luego de un largo día, por lo que no podía dejar esperando a quien sea que estuviera del otro lado. Al abrir la puerta, descubrió que se trataba de la representante de Spica, quien parecía haberse preparado lo suficiente para ayudarla a estudiar y a hacer sus deberes. ¿Estaba entusiasmada ante la idea de ayudarla? La verdad era que la guitarrista no consideraba que fuera algo muy especial, y que ella no tenía mucho futuro para los estudios, pero tampoco deseaba defraudar a la rubia, ni mucho menos insultar el claro esfuerzo que ésta parecía desear dedicarle a ella para que mejorara en el aspecto académico.

- ¡Ey, Shion! Gracias por venir... aunque sigo pensando que soy un caso perdido para esto... - Le dio la bienvenida a la chica, antes de recordar que debía de inclinarse ya que la representante era de un año mayor que ella, por lo que no tardó mucho en hacer una breve reverencia, por más que esa clase de cosas no le agradaran demasiado. Haciéndose a un lado, dejó que la rubia entrara en la habitación antes de cerrar la puerta tras ella, para luego regresar a su cama y sentarse sobre la misma. Una vez allí, buscó su libreta y el resto de sus cosas. - Hoy tuve muchos problemas, así que no sé si voy a tener mi cabeza muy preparada para estudiar, aunque voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda. - Aseguró a la joven, esperando que ésta le tuviera paciencia, algo que parecía que sus profesoras no habían demostrado durante la mañana. - Por cierto, ¿todo bien? ¿tuviste una buena mañana? - Preguntó con cierto interés, esperando que la rubia no hubiera tenido un mal día como Fran lo había tenido.

Fran le abrió la puerta llevando únicamente una camiseta negra. Se notaba que estaba relajada y Shion se preguntó si se acordaba de su cita. Al final, después de hablar, la opinión que tenía sobre Fran había mejorado y esperaba que continuase haciéndolo. Por muy mala estudiante que fuese, jamás nadie había repetido curso con ella ayudando.

- ¡Ey, Shion! Gracias por venir... aunque sigo pensando que soy un caso perdido para esto...

-No hay casos perdidos, Rokuma-chan. Solo trabajo por hacer -le dijo, y entró decidida a transformar a aquella chica en una buena estudiante.

Fran se sentó en la cama y Shion se acercó y dejó las cosas que llevaba, el estuche y la libreta.

Hoy tuve muchos problemas, así que no sé si voy a tener mi cabeza muy preparada para estudiar, aunque voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda.

-Entiendo. Sé que algunos días son más difíciles que otros, pero no debemos olvidar que estamos aquí para aprender. Si necesitas más tiempo no hay nada de malo en ello, pero hay que ser fuertes.

Por cierto, ¿todo bien? ¿tuviste una buena mañana?

-Hummm regular. Como representante, he tenido que llamarle la atención a un par de alumnas de primer curso, así que al final he estado un poco de malhumor. Pero ahora ya estoy mejor, gracias por preguntar. Espero resarcirme contigo, porque debes saber que después de que habláramos, me quedé con una impresión muy buena de ti y espero confirmarla ahora. Así que... ¿nos ponemos a trabajar? 

Mitsuki deshizo el camino de la iglesia, algo más tranquila y con el estómago rugiéndole, y se dirigió hacia Ichigo. Cuando llegó a la cafetería, vio al grupo de chicas sentadas juntas... a excepción de Fran, a quien no veía. 

Por su parte, Momomi estaba en otra mesa, con otras compañeras, y nada más entrar, la miró... y le sonrió.

Luego de que Shion tomara asiento cerca de ella, la guitarrista sonrió amable ante las palabras de la representante, quien aseguraba que no era un caso perdido, que sólo debía de esforzarse. No había duda de que la rubia era una buena chica, si no fuera porque creía demasiado en Fran. - No sé si alegrarme porque tienes mucha fe en mí, o sentirme mal porque puede que te decepcione. - Se expresó entre una mezcla de alegría y preocupación, ya que no sabía muy bien qué pensar al respecto. No quería decepcionarla, y era posible que lo hiciera, por más que su senpai hiciera su mejor esfuerzo por ayudarla con los estudios. Sabía que era parte de la responsabilidad de Shion, pero aún así no quería desperdiciar su ayuda, sólo porque ella era un tanto incompetente cuando se trataba de estudiar.

- Sí, lo sé. No te preocupes. Que haya tenido un mal día, no significa que no vaya a dar lo mejor de mí. No me gusta que mis amigas pierdan el tiempo ayudándome sólo porque no lo intenté. - Aseguró en un tono de absoluta seriedad mientras abría su libreta y buscaba algunos de sus libros para hacer los deberes. El mal momento con Momomi, el problema con las profesoras, eran cosas que debía de dejar a un lado, y preocuparse más por cumplir con aquella responsabilidad. Bueno, en realidad, no le habría importado demasiado hacer la tarea, si no fuera porque la representante deseaba ayudarla. Era más una obligación hacia Shion, porque ésta la ayudaría con buenas intenciones, más que porque realmente deseara contentar a sus profesoras. Como había dicho la rubia, tenía que ser fuerte, y olvidarse de todo lo malo que había sucedido, para centrar su mente en lo bueno.

No obstante, al escuchar cómo había sido el día de la representante, frunció el ceño un tanto preocupada por la chica, principalmente porque no era bueno que estresaran demasiado a Shion, no cuando no se lo merecía. Tal vez era porque se preocupara demasiado por el resto, de acuerdo a su posición como representante de Spica, si bien la peliblanco consideraba que eso no era bueno para la rubia. - Shion... de vez en cuando, deberías pensar más en ti que en el resto. No es bueno que amargues tanto por unas alumnas. Eres muy buena como para tener un mal momento. - Afirmó un poco preocupada por la chica, esperando que considerara sus palabras y no se preocupara mucho por el resto, si aquello significaba que no harían más que amargarla. - Me alegro de que quieras ayudarme, pero si piensas que no tengo posibilidad, no deberías de preocuparte, ¿está bien? - Intentó convencerla, para que no se sintiera mal si al final no lograba avanzar mucho en sus estudios. Lo que menos quería era que la rubia se preocupara.

- Está bien, comencemos... En serio, odio estudiar, pero si me ayudas no puedo decir que no. - Dijo en un tono claro de diversión, para luego centrarse en hacer sus deberes con la ayuda de Shion. No estaba muy segura de cómo terminaría todo aquello, pero al menos haría su mejor esfuerzo para terminarlos por completo. Eso no arreglaría el enojo de sus profesoras hacia ella, no cuando se dormía en clases o se distraía con otras cosas, pero al menos cumpliría con su responsabilidad y no decepcionaría a su amiga. Sin embargo, la realidad fue que aquel no era su día, no cuando había tenido muchas cosas en su mente como para centrarse lo suficiente. Había dado lo mejor de ella para terminar los deberes, pero al final no había sido suficiente y su mente parecía bloqueada, lo suficiente como para dificultar que completara su tarea como era debido. Entonces, viendo que no tendría mucho éxito, alzó la mirada un tanto molesta consigo misma. - Perdón, Shion... parece que, ni siquiera con tu ayuda, podré con esto. - Se disculpó con la rubia, un tanto arrepentida por hacerle perder el tiempo, incluso si lo había intentado.

Como siempre, BK me recibió con una energía desbordante que me intimidaba un poco... pero que respondí con una tímida sonrisa -Ho-ola Rebecca...- le devolví el saludo levantando un poco la mano -No-nos ha-han pu-puesto mu-muchos deberes... pe-pero bien...- le respondí a la chica mientras me sentaba con ella y con Yaya, además de con las demás chicas del grupo. La chica entonces empezó a hablar con la boca llena, de forma que me quedé con un poco cara de circunstancia y sonrojada, dudando si decirle que no había entendido nada o callármelo y asentir por compromiso... -_{E-esto... Rebecca...}- iba diciendo con la voz muy bajita, no queriendo molestarla. Pero por suerte, al final tragó la comida y volvió a hablar con con normalidad -Ahhh... lo-los clu-clubes. Yo ta-tambien qui-quiero saber cu-cuando e-empezaran...- dije asintiendo levemente.

De pasada, vi como Mitsuki llegaba al comedor. La salude tímidamente con la mano... aunque no se si me habría visto o no... seguramente no. Pero bueno... miré hacia el lado donde estaba Momomi por curiosidad, y si se estaban mirando como me imaginaba. Bueno... entonces supongo que se sentará con ella.

La lista de los horarios tiene que estar ya puesta o a punto de ponerla. ¡No es emocionante! 

Tamao no podía evitar sentir el mismo entusiasmo cada año cuando empezaban los clubs, porque era lo que más le gustaba de Astraea. Dentro de ellos todo eran risas y amigas, y nadie se preocupaba de los estudios, los deberes o cualquier otra cosa.

Fran continuaba mostrándose totalmente desconfiada sobre su capacidad, pero Shion no pensaba rendirse. No tan pronto. Además, si había una palabra que le desagradaba, era "decepción".

-No digas que vas a decepcionarme porque eso no es posible. Yo voy a ayudarte y ambas nos vamos a sentir bien por ello, por lo que no va a ser tiempo perdido.

Finalmente, consiguió que abriese la libreta y los libros y se pusiera a trabajar, y Shion se acercó a ella para leer juntas la lección.

No obstante, Fran también se preocupaba por ella, y eso era una distracción... para las dos. Normalmente, nadie pensaba en ella en aquellos términos, sino como alguien de autoridad. 

- Shion... de vez en cuando, deberías pensar más en ti que en el resto. No es bueno que amargues tanto por unas alumnas. Eres muy buena como para tener un mal momento. -

-Esto... gracias -le respondió Shion, ruborizándose ligeramente. No estaba acostumbrada para nada a que le dijesen que "era muy buena" -, pero no te preocupes, forma parte de mis obligaciones, sé que lo hago por el bien de ellas y que en el fondo, lo agradecerán. Pero ahora preocupémonos solo por ti y nada más, ¿de acuerdo?

Fran y Shion lograron concentrarse lo suficiente como para hacer la mayor parte de las tareas, aunque en ocasiones, a la joven guitarrista parecía resultarle todo demasiado difícil. No obstante, una vez terminado el repaso general, Shion estaba bastante complacida.

 Perdón, Shion... parece que, ni siquiera con tu ayuda, podré con esto

-Pero qué dices, Fran. Has mejorado, eso está claro. Lo que sucede es que todavía debemos seguir trabajando para que consigas hacerlo mucho mejor. Recuerda que no estamos buscando hacer de ti una estudiante modelo, sino solo una estudiante. Mañana o pasado mañana, mejor, podemos volver a repasar esta parte y verás como consigues comprenderlo mucho mejor. Porque de eso se trata, no lo olvides. Y no vuelvas a pedirme disculpas porque algo te resulte difícil. Solo... no te rindas, ¿de acuerdo?

La peliblanco estaba realmente contenta de que alguien confiara de esa manera en ella, diciendo que no la decepcionaría sin importar lo mal que se le diera estudiar y hacer los deberes. Tenía que reconocer que Shion era una chica muy amable, así como capaz de comprender las dificultades que una pudiera tener. Sin embargo, a Fran se le hacía difícil no sentirse mal al ver semejante nivel de confianza depositada en ella. Después de todo, incluso si la rubia decía que no la decepcionaría, a la guitarrista no le gustaba mucho la idea de mostrarse como una incompetente frente a la representante, al menos en cuanto a estudios respectaba. Por más que la chica se lo asegurara, a Fran no le gustaba hacerle perder el tiempo a la chica, cuando bien podría estar haciendo otras cosas más importantes.

Aún así, a pesar de las dificultades que la joven rebelde había demostrado, Shion no se detuvo en su intento de ayudarla, ofreciendo lo mejor de ella para facilitar el estudio de la peliblanco, por más que fuera más dura que una piedra en esa clase de cosas, o más bien porque se distraía con facilidad cuando se trataba de algo que no le interesaba demasiado. A pesar de todo, por más que resultara verdaderamente aburrido, la guitarrista hizo su mayor esfuerzo por dar lo mejor de sí misma, con tal de desperdiciar la determinación de su compañera de estudio. Por otro lado, a Fran no le había agradado mucho la respuesta que le había dado respecto a la ayuda que Shion le prestaba a las otras chicas, cuando pensaba que no todas estarían tan agradecidas como ella. Sabía que había personas así, por lo que no le gustaba mucho que la rubia dejara de pensar en sí misma, sólo para ayudar al resto en todo momento.

Tampoco se le había pasado por alto el hecho de que la representante se había ruborizado por algo que Fran había dicho, si bien no estaba segura muy bien de qué era lo que había causado semejante reacción de su parte. Sin embargo, debía reconocer que se veía bastante bonita, más de lo usual, si bien ese pensamiento no tardó mucho en desvanecerse de su mente, ya que no quería distraerse cuando su senpai quería ayudarla con los estudios. Al final, Shion, no tardó mucho en asegurarle que no había sido una pérdida de tiempo, que había mejorado bastante, y que no debía de preocuparse por ser la mejor estudiante, algo que alegró a la guitarrista ya que significaba que no todo había sido en vano, incluso si podría haber sido mejor. Lamentablemente, todo lo que había ocurrido antes, había perjudicado su capacidad para pensar con cierta tranquilidad.

- No lo sé... sigo pensando que esto no se me da bien. Lo mío es más la música y los deportes, ¿sabes? Los estudios... me distraigo con facilidad. No soy buena haciendo cosas que no me gustan. - Le explicó con cierta preocupación, ya que no quería que perdiera mucho el tiempo con ella, incluso si Shion había demostrado que era muy buena y que no dudaría en ayudarla en aquello que tanto se le hacía difícil a la peliblanco. - Está bien. No voy a rechazar tu ayuda. Me ayudaste mucho, y no sé si hubiera podido estudiar lo suficiente sin tu apoyo. - Le aseguró, mostrándose a favor de la idea de que volvieran a estudiar en el día que Shion había especificado. Si ella quería ayudarla, no dudaría en aceptarla. - No voy a rendirme, no cuando tienes tanta fe en mí. - Afirmó contenta, antes de dedicarle una sonrisa brillante que dejaba en claro lo mucho que le agradecía su ayuda.

- Gracias, Shion. Si alguien, alguna vez, te molesta, o tienes algún problema, sólo tienes que decírmelo y yo te ayudaré en lo que necesites. - Prometió en un tono amable, aunque sin duda marcado de cierta seriedad que demostraba que no dudaría en ayudarla, sea el problema que tuviera en el futuro. La guitarrista siempre ayudaba a sus amigas, sin importar lo mucho que pudiera meterse en problemas al ayudar a alguien que había sido tan amable con ella. - Aunque sigo pensando que deberías pensar un poco más en ti. No todas te lo agradecerán como yo, Shion. Algunas personas pueden ser muy egoístas. - Advirtió a la representante, esperando que escuchara su consejo, incluso si la rubia era un poco mayor que ella. Sin embargo, si aquello realmente la hacía feliz, no diría nada más al respecto. Tras decir lo que quería decir, alzó sus brazos, estirándose un tanto perezosa, ya que estudiar era algo que la agotaba mucho.

Mitsuki llegó a la cafetería, y lo primero que hizo fue echar un rápido vistazo. Pese a que era algo más tarde de lo habitual, el sitio estaba lleno como si fuera hora punta. A un lado de la sala se había sentado el grupo, aunque no veía el pelo blanco de Fran destacando gracias a su altura. En otra parte algo alejada y llena de uniformes blancos estaba Momomi. Ella también la había visto, y le dedicó una de aquellas sonrisas suyas. Mitsuki estaba decidida a sentarse con Momomi, cuando una manita pálida captó su atención. ¡Yuki! Qué rica, pensó. Con lo tímida que era. Aquello terminó por decantar dónde se sentaría. 

Antes de coger la comida, la rubia se acercó a la mesa de Momomi para saludarla, y para explicarle que no quería meterse entre ella y sus amigas. Podían verse luego, tenían toda la tarde. Y, de nuevo, no sabía qué hacer entonces. Todas las compañeras de Momomi estaban muy cerca como para que se sintiera cómoda, por lo que se conformó con rozarle la mano suavemente y regalarle un pequeño beso en la mejilla. 

Roja como un tomate, se apresuró a volver a la rutina. Cogió una bandeja, la llenó con las recetas que tenían mejor aspecto para ella, y fue hacia la mesa de las chicas. -Buenas tardes. Que aproveche -saludó, cordial. Dirigió la mirada hacia Mai, pero la apartó en seguida y se sentó al lado de Yuki. 

Mai logró animarla un poco con ese beso en la mejilla, pero aún se sentía apesadumbrada por la larga mañana, y por lo que quedaba del día también, no obstante el tema de los horarios y la lista de clubes para apuntarme le interesaba más que otra cosa, y en un abrir y cerrar de ojos se incorporó a la charla, más alegre y llena de motivación, el club de literatura y el club de misterios son sus objetivos, sintió el cambio en su cuerpo, la bandeja ahora se ve más apetecible, todo por sus amigas.

-Gracias chicas, ahora me siento muchísimo mejor-

Esbozando una sonrisa radiante, comenzó a comer tranquilamente, pude ver cómo Bk hablaba con la boca llena, y me cubrí la boca para no reírme un poco. 

-Después podemos ir a fijarnos, si ya están puestos.

Las observó a todas para continuar. 

-Tal vez, vaya a apuntarme a otro club ¿Alguna sugerencia?

Comenta en un tono un tanto pícaro.